Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9. Gente Nueva.

Hola apreciado lector, dejo el siguiente capítulo, ya podemos saber qué ocurrió con Jia.

 Foto de supplier gorden ready stok minimalis, en pexels.

---------------------------------

El grito horrorizado de Hasna llega tarde, intento detenerme. Escucho un sonido extraño, me sobresalto por el fuerte chirrido, alcé la vista adelante. Nada pasa en cámara lenta como en las películas, todo fue muy rápido.

Choco fuertemente contra la ventanilla de un coche, ahora comprendo que el sonido fue por la manera en como frenó. Talvez si hubiera avanzado más rápido en la patineta, me hubiera atropellado, y por consiguiente hubiera quedado echa nada en la calle. No fue así. Afortunadamente, Dios no dejó que eso pasara, otro motivo para agradecerle.

Mientras estoy en el suelo, veo al conductor bajarse del vehículo, es un sujeto, musculoso, el pelo es rizado, rubio, a pesar de ser algo mayor, conserva un aspecto juvenil, él se arrodilla para verme.

El sujeto intenta tocarme el rostro, pero no se lo permito, nunca lo había visto en el pueblo. La camisa la trae arremangada hasta los codos. Debajo de su clara piel, aprecio; una cicatriz como si algo afilado hubiese pasado por su antebrazo.

Teniéndolo cara a cara, aprecio los ojos color miel. A pesar de que lo veo, la cabeza me da vueltas, muchas, el mundo gira alrededor mío. Eso sí, no veo los pajaritos volando alrededor como en la televisión, típico de alguien cuando ha tenido un fuerte golpe en la frente, pero no es mi caso.

—Te encuentras bien —su voz es tranquila.

—Eso creo —le respondo, veo que Hasna se incorpora a la par mía.

—¿Jia? ¿Cómo estás?

—Ella dijo que cree estar bien —responde el sujeto con brusquedad. No era necesario que se comporte así, además, yo perfectamente puedo hablar.

—¡Se lo he preguntado a ella! ¡No a usted! —No estoy de ánimos, para ver como mi mejor amiga y un desconocido se pongan a discutir en la calle.

Intento incorporarme, pero siento un dolor palpitante en la frente, por lo tanto, quedo en la misma posición. El sujeto deja a un lado a mi amiga y me habla suavemente.

—Sabes cómo te llamas y que día es hoy —sé que no he perdido la noción del tiempo.

—Sí, me llamo Jia, y es domingo.

<<excelente Jia, dando tu nombre a un desconocido, aunque Hasna lo dijo a los cuatro vientos>>me digo.

—Intenta levantarte, ¡espera!, ¡tú ceja derecha está sangrando!

—Con razón, ciento ardor en esa parte. —El sujeto intenta ayudarme, y me extiende su mano, pero mi amiga se adelanta.

—Despreocúpese, yo la ayudo señor.

Puesta en pie, el sujeto se dirige a mí. Ignorando la presencia de Hasna.

—Sabes, estoy un poco perdido...

—Verá señor, debo llevar a mi amiga al hospital. —Hasna intenta alejarme de la escena, pero yo me quedo en pie. Por lo cual, continúa.

—Dado que tuve un poco de culpa, las llevo. Por favor acepten. —Actúa amablemente. Volteo hacia Hasna, y le sonrió un poco. Con la mirada ella me dice; "estás loca, ni siquiera lo conocemos". Tiene razón, pero yo hubiera hecho lo mismo, ayudar.

—Aceptamos —respondo por las dos.

Al voltear alrededor, aprecio muchas personas, mirando con gesto adusto. Camino con ayuda de Hasna hacia el coche, el sujeto, el cual desconozco su nombre, abre la puerta caballerosamente.

Una vez adentro, Hasna le da las indicaciones, mi cabeza pulsa un poco menos. El camino fue algo silencioso. Hasta que...

—¿Quién eres? Por lo menos dinos tu nombre desconocido —pregunto Hasna.

—¡Hasna! —dije con la poca fuerza de mi voz.

—Oye amiga. Debes entender que nunca lo hemos visto...

—Me llamo Corwin señorita —enfatizó "señorita" bastante.

—Que lo trae por estos rumbos, señor Corwin —alguien podría haber tachado a mi amiga de imprudente, o el mismo señor. A él no le causo ninguna incomodidad.

—Vine por trabajo, señorita Hasna.

Silencio...

—Viene solo, o con su esposa —esto es en serio, no puedo creer.

—Señorita, míreme, cree que puedo tener esposa. Antes que pregunte otra cosa, he venido con mi hermano, y mis primos. Justamente vengo de EDCE.

—Qué coincidencia, Jia y yo, asistimos a EDCE.

—Llegamos —dice Corwin. Me bajo con ayuda de Hasna.

—No es necesario, que venga con nosotras.

—Pagaré, me siento responsable —de todas maneras, utilizaré la tarjeta que papá me dio, en caso de emergencia, y considero que es hora de usarla.

—No se preocupe. Tengo con que pagar. —Agradezco que no insista.

—Bien. Nunca fue mi intención causar problemas.

—No fue su culpa. Fue mía —le respondo. Es verdad, nunca debí subirme a esa patineta.

—Adiós, señoritas, buen día.

Nos despedimos, veo como se sube al coche y se pierde de vista.

—Espero, nunca volver a verlo —murmura Hasna, considero que no es una mala persona, le digo a Hasna, que no importa si nos encontramos, talvez se convierta en otro amigo, a lo que responde.

—No sigamos hablando de él, entremos.

Un par de enfermeros, me conducen hacia la sala de urgencias, al estar allí, observo una gran hilera de camas separadas por cortinas de color blanco. Un enfermero me toma la presión, y coloca un termómetro debajo de mi lengua, luego me toman unas radiografías.

***

Una vez terminado la toma de radiografías, en el proceso veo a Hasna hablar por teléfono, se posiciona en una esquina del cuarto de la misma sala.

—Ella está bien. Alfie, tranquilo. Todo ocurrió muy deprisa. Como te repito, ella está bien.

Veo como entra a la sala, un doctor. Para ser uno, se ve joven. Quede un poco... perdida, o algo boquiabierta, es agradable; una vez acorta distancia, noto su cansancio, o eso refleja su mirada.

—Bien señorita... Hou Arias. —El enfermero le pasa un archivo, se toma su tiempo, y luego prosigue.

—El informe, revela que todo está bien. Sin embargo, le realizaré un par de puntadas —su voz, era marcadamente profesional. Se levanta y dirige hacia una mesa de luz vertical, obteniendo una mejor visión de las radiografías.

Al estar a la espera de su veredicto, veo como traen a una niña, pelirroja; piel clara, y sus ojos claros. Me recuerda a los ojos de Kierna, su mirada, siento como si la estuviera viendo.

<<No es un fantasma, solamente es alguien parecida >> me digo.

La pequeña está cerca de mí. De pronto escucho su voz.

—Mami. No quiero agujas —tiene un punto a su favor, a mí tampoco me gustan las agujas. Me levanto y camino hacia ella.

—Oye, ven. —Hasna me toma de las manos. Alejándome de la pequeña. Quería animarla.

El doctor, me dirige una mirada de confusión, quizás pensó que me iría. Me examina, pasa sus dedos sobre mi frente y luego sobre mi ceja, se percata de mi pequeño esbozó, y de mi gesto de dolor.

—¿Le duele?

—No tanto.

—No tanto —me devuelve las mismas palabras, sonó más a pregunta, acompañado de una pequeña sonrisa, su placa de medico dice; Dr. Tyler. Luego de las evaluaciones, aguja e hilo pasa en mi ceja derecha.

—Listo, hemos terminado. Puede ir a casa, sin embargo, si siente mareos, o la visión le falla, o experimenta alguna pulsación. Por favor venga inmediatamente.

—Gracias Doctor. Lo único que se verá mal, será la cicatriz.

—Aunque su piel, se vea pálida debido a su Albinismo. Le puedo recetar una crema cicatrizante. Deberá aplicarla después de haber mejorado.

Acepto, me receta dicha crema, me despido del doctor, y le digo a Hasna que pague, le doy mi tarjeta. Mientras espero, tomo asiento en una silla, enfrente de recepción. Escucho bastantes voces, no estoy de ánimos para estar un minuto más aquí.

—Disculpe señorita, podría agendarme una cita, con la mejor psicóloga de este hospital.

La voz de un chico llama mi atención, su voz, es tranquila, y a la vez firme. Pobre quizás esté pasando por un mal momento. La recepcionista le responde.

—Sí, regáleme su nombre, por favor.

—No es para mí.

—Bien, entonces, lléneme este formulario. No sé preocupe, no debe tener pena.

—Es para mi hermana —eso último, presentí que lo dijo entre dientes. Molesto seguramente.

—Oh, no sabía...

—Por supuesto que no sabe nada —dijo bruscamente.

De pronto veo las botas de Hasna, levanto mi rostro y veo que sonríe.

—Bien, vámonos, ya está cancelado.

—Vámonos —apoyo, cuando me levanto, Hasna choca contra mí, mandándome nuevamente al asiento.

—¡Ay! —exclamo Hasna.

Veo como un enfermero pasa corriendo, ese fue el motivo, él chocó con mi amiga, y mi amiga conmigo.

—Lo siento —dice el enfermero, su voz llevaba una nota de burla y desdén. Agarro la mano de Hasna y le indico que no diga nada. Simplemente, quiero salir de aquí.

—Andando —me levanto con haraganería, cuando alzo mi vista al frente, busco al chico, si la cita es para él, no debe sentirse mal pasar con un psicólogo.

—¿Qué buscas? —pregunta Hasna.

—Tenía curiosidad. No viste un chico agendando una cita, para con el psicólogo.

—Sí, se acaba de ir. No le vi el rostro, porque estaba de lado. A pesar de todo, nunca lo había visto, mucho menos, reconocí su voz. Y eso que casi me conozco toda la gente.

Me quedo con las dudas, seguramente, será una persona más, que pasa a nuestro lado. Nunca lo veré. Por supuesto que así es, existen muchas personas en todo el mundo, millones, es imposible que lo vea. Quería brindarle unas palabras de ánimo, los seres humanos siempre experimentamos una que otra situación difícil.

—Oye, Alfie, me dijo que lo veamos enfrente. Pasará a recogernos. Sabes, se puso como loco, cuando le comuniqué que estabas en el hospital.

En lo que Hasna me sigue hablando de la preocupación de Alfie, avanzamos hasta el estacionamiento. Decidimos cruzar hacia la otra calle, pero nos detenemos rápidamente, un vehículo pasa a toda velocidad, mi larga cabellera se alborota.

—¡Eh tú! ¡Que te sucede! ¡Estás en un hospital! —grita mi amiga.

—Hasna, déjalo, dudo mucho que te escuche. Con gritarle no solucionas nada.

—Sabes, por eso mismo, ocurren muchos accidentes.

Le digo que se calme, mientras esperamos a Alfie, le comunico a mamá mi estado. Espero tener una tarde mejor, que la mañana.

----------------------------------

Otro capitulo más en la historia, creen que aparecerán más personas. Los invito a descubrirlo en el próximo capítulo.

Ya podemos estar tranquilos, Jia esta bien.

Ya estamos llegando, avanzamos más rápido, sigan leyendo. Besos y abrazos queridos lectores.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro