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Capítulo 4. Parte del grupo.

Hola querido lector, si has llegado hasta aquí, te invito a que sigas leyendo, falta poco para que nuestros personajes puedan crecer, aún hace falta un par de capítulos de nuestros niños.

Sin nada más que informarte, dejo el capítulo, espero lo disfrutes. 

Foto de:  Eq 1998 en Unsplash.

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Isaías 54:10 "Pues las montañas podrán moverse y las colinas desaparecer, pero aun así mi fiel amor por ti permanecerá; mi pacto de bendición nunca será roto, dice el señor, que tiene misericordia de ti."

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El despertador no para de sonar, realizo mi oración; luego corro hacia el baño, mi uniforme está listo, lo dejo en mi silla. Los rayos del sol atraviesan el cristal de mi ventana y a un lado se encuentra un cuadro, tiene escrito Isaías 54:10. Es uno de mis tantos versículos favoritos; el amor de Dios nunca se aleja. Kierna y yo tomábamos asiento en el suelo sobre mi alfombra, siempre me he llevado con los niños, cuando conocí a Kierna me sentí superfeliz de hablar con ella, un día Kierna me comentaba las cosas que le gustan a Kieran:

—Jia sabes que a mi hermanito le encanta tener todo en orden, si quieres ser su amiga, puedes regalarle una caja de colores, empezando por los colores primarios, así empezarás a ganar su confianza.

De pronto escuchamos la puerta de mi habitación, abrirse, los ojos de mi hermano brillaban de alegría cuando vio a Kierna.

—De qué reunión me he perdido, manzanas azucaradas —Jian dice que Kierna y yo, somos como dos manzanas dulces.

Kierna al escuchar las ocurrencias de mi hermano, se dejó caer suevamente al suelo, su risa era contagiosa, el cabello de un bonito matiz rojo se dispersó por mi alfombra. Se sentía bien que Jian nos llamara así.

Me coloco mi uniforme, aguardo mis cosas en mi mochila, abajar voy las escaleras cuando una vos me detiene.

—¡Jia! ¡Espera por favor! —se trata de mi hermano.

Cierra la puerta de su habitación para caminar hacia mí, no trae su uniforme, se ve apagado, su rostro refleja cansancio, a eso se le suma las lesiones, le dan un mal aspecto. Espero pacientemente, siendo sincera, lo quiero, lo amo, espero nunca tener que vivir otro escenario como el grito de mi hermano.

—Jia, Kierna me dijo que te lo diera, ella sabía que te gustan estas cosas. —Me extiende un hermoso bote de conejo, tiene diferentes colores, ella sabía que me encantan hacer burbujas. Lo agarro. Siento un nudo en mi garganta, quisiera agradecerle el detalle.

—我们学会离开过去 —Jian me dice; aprendemos a dejar el pasado. Me habla en un tono bajo, se esfuerza por sonreír amablemente pero no puede.

—谢谢— gracias, es lo único que le digo a mi hermano. Jian me deja sola en el pasillo, limpio un par de lágrimas y aguardo el bote en mi mochila.

Al bajar el olor a avena invade mi nariz, una vez llego a la mesa, veo que mamá ya ha preparado el desayuno, veo la tan anhelada avena; jugo de naranjas, plátano, pan recién hecho de trigo y fruta.

—Mami, ¿dónde está papá?

—Madrugo, bebé, tuvo que salir fuera del país por su trabajo, regresara el viernes.

Supongo que no veré a papá muy seguido, porque desplazarse de un país hacia otro requiere tiempo. Mamá me dice que coma lo más rápido, me informa que Jian se marchara por un año con los abuelos.

—Mamá, yo quiero a Jian, por favor no lo dejes ir, ¿quién jugará conmigo? —no me gusta hacer berrinches. Solamente he visto que Alfie lo ha hecho en un par de ocasiones, conozco a mis padres, cuando dicen "no" es no, pero ahora necesito convencerla.

Arrugo mi cara a modo de llanto, alejo mi plato en señal de desacuerdo, al parecer no funciona.

—Jia, tu hermano necesita este viaje, algún día entenderás, lo apoyaremos —lo dice en un tono suave y con autoridad, acepto después de unos segundos. Quisiera irme con él.

Termino mi desayuno, puesto que mamá me aseguro que, si no terminaba, me quitaría el pequeño celular, al principio ellos dudaron en darme uno. Nos dieron uno a mí y Jian, en caso de emergencia, yo lo utilizo para hablarle a mis amigos y a mi abuelo, mis padres diariamente lo revisan.

***

Mi primera clase me fascina, me encanta, aunque mis dibujos parecen una revolución de diferentes colores, mamá me lleva de la mano hasta la entrada de la escuela, besa mi frente y yo su Mejía al despedirnos. Empiezo a caminar hacia mi clase cuando encuentro a Melody. Es una niña bonita, ambas llevamos el mismo curso, pero en diferentes salones. Intento pasar, pero no me lo permite.

—Hola Jia, justamente me preguntaba si tienes colores, se me olvidaron los míos.

—Hola Melody, si tengo, pero los voy a ocupar.

—Me los prestas, quiero colorear una tarea, será rápido, y te los dejaré en tu salón antes que inicies clases.

Siempre me dicen que debemos ayudar a otras personas, cuando se pueda, debemos ser serviciales con los otros, además faltan unos minutos, supongo que me los devolverá antes que comience mi clase.

—Está bien, toma, por favor, cuídalos. —Le extiendo la caja, la cual está sellada, conservando el olor a nuevo.

—Ten por seguro que te los llevaré.

Melody me devuelve una sonrisa, y sale en dirección contraria a la mía, nuevamente sigo mi camino. Al entrar al salón veo a Hasna, ¡significa que puedo conocerla más!, y ser su ¡amiga!, me emociono, tomo asiento a su lado.

—Hola Hasna, me alegra que estés en esta clase.

—Hola Jia, gracias —conversamos como dos amigas, Hasna me dice que le gusta mi mochila, en cambio, a mí me gusta su estuche color violeta. Ella tiene dos largas trenzas, le digo que me gusta, Hasna se ofrece a hacerme una trenza a la derecha, emocionada, acepto, quito mi diadema y dejo que me peine.

—Te quedan bien las trenzas Jia —el zumbido del timbre de la escuela nos interrumpe a ambas.

La señorita Agathe hace acto de presencia, le dice a Hasna que se presente, debido a que es nueva en la escuela. Hasna camina al frente y percato un pequeño temblor en su vos.

—Buenos días... un... un gusto para mí, estar en esta clase, soy Hasna Callen Sallow.

Los ojos curiosos de mis compañeros se posan sobre Hasna, yo le sonrió a la distancia y eso parece aliviarla, aunque sus mejías se ponen coloradas como un tomate.

—Ahora, señorita, díganos cuál es su color favorito­ —ella se toma su tiempo para responder, la duda se refleja.

—Verde ­—dice al fin, y justamente ese color tan propio de ella.

—Niños ayuden a la señorita en lo que puedan. Terminada las presentaciones, procedan a trazar las líneas que les enseñé la clase pasada.

¡Qué alivio!, no tendré que utilizar los colores, Melody nunca apareció, seguramente no habrá terminado. La señorita le enseña a Hasna unos trazos como ejemplos. El cabello de mi maestra cae a los lados de su rostro, habla con Hasna como si de una hija se tratara, Hasna rápidamente traza unas líneas.

—Estupendo Hasna, tus trazos son bonitos.

—Señoritas, por favor, aguarden silencio —la señorita nos habla dulcemente, Hasna dibuja un sol sobre mi hoja y coloca nuestros nombres. Yo también dibujo lo mismo y agrego nuestros nombres, este será nuestro primer dibujo juntas.

***

Le di mi número telefónico a Hasna, así le mando mensajes, ella me esperará en las mesas del centro, mientras camino por los pasillos escucho una vos conocida.

—¡Jia espera! —es Farid

—Alfie me dijo que vallamos a la cancha de netball, después de almorzar.

—Farid, la niña de ayer, Hasna, me he hecho su amiga. ¿Puede ir con nosotros?

—Sí, llevémosla. Alfie entrenará para entrar al equipo infantil, quiere apoyo.

Es la oportunidad de Alfie y si quiere apoyo porque no. Buscamos a Hasna y le explicamos la situación, degustamos la comida y una vez acabamos lo más rápido salimos disparados a la cancha.

Al llegar nos sentamos en las bancas, Alfie a pocos pasos levanta sus manos saludándonos, está sudoroso; su cabello negro está pegado a los lados de su rostro, sus ojos color Ámbar resaltan, debido a la agitación se ven más encendidos.

—Niños una pregunta, ayer creí ver a Alfie, en la portada del periódico.

—Alfie es el hijo del Alcalde, siempre aparece en campañas publicitarias, además los abuelos de él, son gente importante por el petróleo —le responde Farid a Hasna.

—Oh y ustedes también... ¿Son hijos de gente reconocida? —pregunta Hasna.

—No, mis padres son enfermeros, el hecho que estudie aquí es porque tengo beca —responde Farid, mientras bebe de su apreciado jugo de manzanas.

—Y tu Jia. Por cierto, ¿eres de china?

—No tengo beca, papá es ingeniero y mamá no fue a la universidad. Tengo rasgos asiáticos por papá, él es originario de china —volteo a ver la práctica de Alfie, al parecer se tiene que esforzar, hay niños un poco más altos que él.

—Pero... como hacen tus padres para pagar la mensualidad.

—Mi hermano y yo tenemos una beca familiar, por parte de mi abuela, la mamá de papá. La perderé si mis calificaciones bajan a B-.

Cambiamos el rumbo de la conversación, Hasna nos comenta que tiene un tío en el pueblo, dueño de un Gimnasio. Su madre trabaja como asistente de Dentista, de su padre no sabe nada. Hablamos de gustos y colores favoritos, Farid nos comenta que algún día quiere ser ingeniero. De pronto Alfie se posiciona delante de nosotros, ¿hace cuánto fue que termino?

—Hola amigos y ¿Hasna cierto? —pregunta lo último de manera cortante, restándole importancia.

—Sí, niño, ¡cara de ratón! —contraataca.

—Ya veo, si puedes hablar, ¡no eres muda! —sentencia Alfie, además, agrega:

—¡Deja de decirme ratón!

—¡Y tú deja de decirme muda! —Ambos se sostienen la mirada. Como dos niños que quieren la última rebanada del pastel.

—Por favor dejen de llamarse así, los niños no debemos pelear —les digo a mis dos amigos. Debo intervenir nuevamente, pero antes de hablar se escuchan por los altavoces la vos del director.

—Estimados estudiantes, se procederá a instalar un sistema nuevo de incendios. Sus padres han sido llamados para que vengan en su búsqueda. Se suspenden las clases, retomandolas mañana.

Todos nos giramos con felicidad, ¡tendremos la tarde libre!, nos dirigimos a nuestros casilleros, agarro mi laptop; unos pocos cuadernos, y uno que otro libro.

***

Estamos en la salida esperando a la mamá de Alfie, iremos a su casa a jugar, de pronto veo a Hasna acercarse a nosotros, empieza a agarrar confianza, le hablo animadamente.

—¡Hasna!, nos preguntábamos si gustas venir con nosotros a jugar a casa de Alfie —ellos no la mencionaron, sin embargo, para mí ya es parte del grupo, además hacer amigos no es nada malo. Sé que Alfie quiere protestar, pero Hasna contesta muy rápido.

—¡Me encantaría!, solo le pediré permiso a mamá, espero me deje ir —la felicidad es notoria en su vos, me agrada, la verdad quiero hacer más amigos.

—No te preocupes, la mamá de Alfie seguro la convence —le dice Farid. Pasados unos minutos el carro de la mamá de Alfie se estaciona a un lado, ella nos saluda con confianza, le da un beso y abrazo a Alfie, ella es hermosa, es de una altura escultural, el color de sus ojos es un azul profundo.

—Niños, listos para irnos ¡Oh!, veo que tenéis una nueva amiga, también eres bienvenida. Mi nombre es Amanda angelito.

—Mucho gusto, señora, soy Hasna, quisiera ir, pero... esperaré la aprobación de mamá.

—No te preocupes angelito —la señora Amanda es una dulzura de persona, en lo que le dice a Hasna que tiene los ojos más bellos, una motocicleta se estaciona al otro lado de la calle.

Al alzar mi vista detrás de la señora que se baja de la motocicleta, veo hacia los arbustos; árboles al otro lado de la calle, a la distancia, diviso un poco de la húmeda neblina, arremolinándose sobre el espeso bosque. Después de ver el frío clima a lo lejos, debo suponer que la señora es la mamá de Hasna, viene vestida con un uniforme parecido al de una enfermera, la señora Amanda ajusta su traje y saluda.

—Buenas tardes, mucho gusto, mi nombre es Amanda.

—Buenas tardes, señora Amanda, mi nombre es Llords, el gusto es mío —la mamá de Hasna detalla a la mamá de Alfie, es una persona seria.

—Señora Llords, veo que mi hijo y sus amigos, han hecho una nueva amiga, sería un placer que su hija viniera con los demás niños a jugar a mi casa.

—Con todo respeto, señora, no la conozco, a decir verdad, no creo que mi hija allá echo amigos tan rápido.

—Despreocúpese, señora, tiene una hija muy sociable. Le daré mi dirección y teléfono, dele una oportunidad a mi hijo y sus amigos.

—Por favor, señora Llords, queremos que Hasna venga con nosotros a jugar —la mirada de Farid es como si las estrellas brillaran en sus ojos. Yo le ofrezco mi mejor sonrisa a la mamá de Hasna, talvez la, deje venir con nosotros.

—¿Hasna deseas ir? —pregunta la señora Llords, con la mirada seria que la caracteriza.

—Si mamá, lo deseo —responde Hasna, adorable ante la alegría.

—De acuerdo, niña, pasaré por ti más tarde.

Las señoras intercambian información. El coche de la señora Amanda arranca, en el camino hablamos de lo que podemos jugar. Al llegar a las residenciales, hermosísimos jardines observo, veo tulipanes, perfectamente plantados en cada casa; desde colores encendidos hasta colores suaves. Una casa tiene el contorno rodeado de rosas rojas y amarillas. La casa de Kierna se encuentra a la par de Alfie, al llegar veo como sacan cajas, muebles, sin embargo, no veo a Kieran.

Hasna abre sus ojos con sorpresa, al ver lo grande de la casa de Alfie, la señora Amanda nos dice que pasemos a la piscina, mientras tanto ella prepara unos bocadillos. Alfie tiene un jardín precioso, sin lugar a dudas la señora Amanda tiene excelentes gustos por las rosas.

—¡Niños!, miren eso de allá, es un conejo —exclama Hasna, rápidamente nos fijamos, efectivamente es un conejo oculto en medio de los rosales, no espero a nadie, veo un conejo y automáticamente quiero abrazarlo y cuidarlo.

—¡Está herido! —digo asustada. El conejo tiene un pedazo de madera incrustado en la carne de su pierna, ha sangrado, por lo que su hermoso pelaje blanco está manchado.

Me da tristeza ver el sufrimiento del pequeño e indefenso animal, lo agarro con cuidado, el conejo quiere irse, lo traigo en mis brazos acariciándolo, buscamos a la mamá de Alfie, ella saca el pedazo de madera, nos explica que la herida no es profunda.

—No se preocupen niños, la pequeña herida sanará.

—Gracias, señora Amanda —le contesto con aflicción, no me gusta ver sangre, mucho menos agujas.

—Jia, no tienes qué llorar, el conejo estará bien, solo necesita reposo, llévalo a tu casa. Cuando la herida se halla cerrado, lo liberas en el bosque —dice con ojos comprensivos.

—¡Genial!, así lo, are —contesto más animada.

Dejamos al conejo en una pequeña jaula de gatos, la tarde aún no acaba. Jugamos a las escondidas, Farid es el encargado de buscarnos, Hasna y yo, nos ocultamos debajo de unas mesas del fondo.

Empiezo a divertirme mucho, me alegra estar formando otra amistad al lado de Hasna. Kierna podría estar jugando con nosotros en este momento. <<Te extraño Kierna, agradezco el regalo, desde el fondo de mi corazón, te deseo los más acaramelados sueños. >>

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Algo largo el capitulo, quise acortarlo pero no lo logre, los demas si tratare de hacerlos mas cortos, querido lector si el capitulo te gusto, puedes darle a la estrellita. ⭐

Y dime que opinas de la actitud de Hasna y Alfie, en cantada leere tus comentarios. 

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