Charmy se levanta de su asiento y camina en dirección opuesta a la mía, se ve furioso. El chico de cabello rizado decide seguir a Charmy, en cambio yo sigo mi camino y tomo asiento en una de las mesas del centro.

Mi comida está exquisita, y puedo apreciar que una tormenta está a punto de aproximarse. De pronto una sombra aparece enfrente de mi comida, al observar que es, me encuentro con una niña, sonríe cálidamente, dejando ver sus Brackets, su cabello negro rizado, me deja absorta, sus pequeñas pecas alrededor de su rostro hacen juego con sus ojos estrellados como el color de la miel.

—¡Hola nena!, mucho gusto soy Cadwyn —me dice, mientras extiende su mano a manera de saludo, a lo que la estrecho.

—Hola, soy Jia, el gusto es mío.

—Espero que mi primo Aryeh, no te haya dicho nada malo.

—Perdón, ¿Charmy es tu primo? —cuestiono.

—han, si —responde de manera dudosa.

—Sea como sea Jia, no le des importancia a su comportamiento —dice cálidamente, su forma de ser es como un caramelo.

—No te preocupes Cadwyn —le respondo animadamente.

—Espero podamos ser amigas Jia, me siento sola, veo que eres alguien dulce como yo.

Iba a responder, pero Alondra llega como una bomba, se ve feliz. Ella es la vocera oficial del periódico escolar, todos la conocen y es muy sociable. No tiene un grupo definido de amigos, siempre habla y habla. Me abraza a mí y a Cadwyn como si de amigas cercanas se tratará.

—Hola Jia y Cadwyn, que tengan un bonito día —dice mientras bebe un poco de su jugo.

—Jia, necesito una entrada para el pequeño convivio que se tendrá en el ex parque del papá de Alfie.

—¿Cómo te has enterado Alondra? —cuestiono.

—Alfie me dijo que corriera la voz. Él me dijo que está con Farid organizando los detalles.

Me quedo asombrada, no sabia de eso, Alondra se despide. Cadwyn sonríe y me dice.

—Apártame una entrada Jia. Te veo otro día. Debo buscar a mi hermano y mi primo.

Se despide con un beso en la mejilla.

++++++++++Hasna++++++++++

Desde que llegue al sanitario no he dejado de llorar debido a la culpa. Lo que le estoy haciendo a mi cuerpo es horrible, cuando lo hice por primera vez recuerdo que Jia me detuvo, me sentí avergonzada, ella doblo sus rodillas y juntas oramos, me recordó 1 Corintios 6:19, el cuerpo es templo y morada del espíritu santo, debes cuidarlo, claramente te estas dañando, me dijo ese día. Cuando empecé a vomitar el resultado fue mejor que hacer ejercicio todos los días. Ya es parte de mí, ella piensa que lo he dejado, lo cierto es que no.

Termino y el espejo brinda una mejor visión del desastre, solo se que soy mejor que esto, y quiero creerlo. Una vez salgo del sanitario, mi estomago me dice que ya es hora de un dulce, y un poco de agua. En lo que camino escucho voces, mi instinto me hace esconderme en una esquina, de reojo veo a dos chicos y una chica.

—Aryeh que te ocurre, debes ser sociable. —Ahora que recuerdo, el chico de cabello rizado esta conmigo en la clase de Filosofía, y su hermana melliza.

—Berwin, nuestra sonrisa es una mentira.

Dice el otro chico, Berwin pasa las manos por su rostro con una nota de frustración, la chica empieza a preocuparse y se sitúa en medio de ambos, toma el mando de la conversación.

—No actuemos como si no lo hubiésemos hecho antes, ya tenemos el listado, no hay diferencia.

—Linda y hermosa Cadwyn, necesito una chica para un sacrificio, porque no tomas el lugar de la escogida.

Dice de manera sarcástica.

—Este tablero de ajedrez ya es parte de nuestra vida Aryeh, y necesitamos a la Albina.

Claramente capto mi atención, que clase de juego sucio se traen entre manos. Cadwyn les dice a ambos que se relajen y después pensaran bien las cosas. De pronto siento como me tocan mis hombros, mi piel se eriza ante el miedo de ser descubierta.

—Que chismosa Hasna — me susurran.