Solté una carcajada al escuchar su comentario. Sabía que tenía razón, pero no estaba lista para que él lo supiera. No todavía.

-Voy a fingir que no escuché nada de eso -respondí con un tono despreocupado, apartándome de su cercanía y escapando de su "trampa."

Caminé hacia la puerta con una sonrisa traviesa, dispuesta a irme, pero antes de que pudiera pasar el marco, sentí sus manos atrapándome de nuevo. Pude sentir la intensidad de su mirada recorriéndome, como si tratara de descubrir los secretos que guardaba con tanto empeño.

-¿Así que vas a fingir que no escuchaste nada, pequeña traviesa? -susurró en mi oído, su voz baja y cálida, haciéndome estremecer. La cercanía de su cuerpo, el leve roce de sus labios en mi oreja... todo estaba conspirando para hacerme perder la cabeza.

-E-Exacto, fingiré que no has dicho nada -respondí, tratando de sonar segura, aunque mi corazón latía con fuerza descontrolada. Sabía que, si él se daba cuenta, su confianza solo aumentaría, y eso era justo lo que intentaba evitar.

Una sonrisa traviesa apareció en sus labios mientras acercaba su rostro al mío. Nuestras miradas se cruzaron, y pude ver en sus ojos esa mezcla de diversión y deseo que siempre lograba desarmarme.

-Quizá... debería recordártelo otra vez -dijo, con voz seductora, acortando la distancia entre nosotros. Su mano subió lentamente, rozando mi mejilla, y mis sentidos estaban al borde del colapso. Me di cuenta de que estaba atrapada, y para mi sorpresa, no quería salir.

Tomé aire, tratando de mantener la calma y buscando alguna forma de escabullirme de su intenso encanto.

-Jungkook... -murmuré, desviando la mirada -Yo solo... creo que, ya sabes, tengo muchas cosas en la cabeza y... -me detuve al darme cuenta de que estaba hablando sin sentido.

-Mmm... no parece que tengas muchas cosas en la cabeza ahora -me interrumpió con un tono burlón. Su dedo trazó una línea suave desde mi mejilla hasta mi barbilla, obligándome a mirarlo de nuevo.

Mis pensamientos estaban revueltos, y en medio del embrollo de emociones, mis ojos se posaron en sus labios, que estaban tan cerca. Aquel magnetismo me hacía difícil concentrarme en cualquier otra cosa.

-Pequeña, si quieres que me aleje, dímelo ahora -dijo en voz baja, su mirada fija en mí.

Pero yo no dije nada. No me moví, no parpadeé, no respiré. Solo dejé que esa tensión creciera, como si el tiempo se hubiera detenido.

-No quiero que te alejes, Jungkook -murmuré en un hilo de voz, apenas capaz de sostener su mirada.

Mis palabras parecieron ser el permiso que él había estado esperando. Sin decir nada, se acercó más, y el tiempo se detuvo cuando sus labios finalmente se unieron a los míos. Su mano se deslizó con suavidad hacia la parte trasera de mi cuello, sosteniéndome con una ternura que contradecía la intensidad de su beso. Sentí cómo me acercaba aún más a él, y me perdí en el calor de ese momento, en la sensación de sus labios moviéndose lentamente, como si quisiera memorizar cada segundo.

Mi mente quedó en blanco, totalmente atrapada en la profundidad de nuestro beso. Mis manos, casi por instinto, se aferraron a su camisa, como si necesitara algo que me anclara a la realidad. La conexión entre nosotros era abrumadora, llenando cada espacio, y me di cuenta de que no quería que ese momento terminara nunca.

Cuando finalmente nos separamos, me costaba recuperar el aliento. Abrí los ojos lentamente, encontrándome con la mirada intensa de Jungkook, quien también respiraba con dificultad. Ambos nos quedamos en silencio, asimilando lo que acababa de pasar, mientras nuestras miradas hablaban por nosotros, diciendo más de lo que cualquiera de los dos se atrevería a admitir en voz alta.

-Tengo que... prepararme para ir al orfanato -dije, escabulléndome de su encrucijada y, casi corriendo, entré al Penthouse.

Al entrar a mi habitación, rápidamente elegí la ropa que usaría, me cambié, y salí a la sala en busca del señor Kim. Para mi sorpresa, solo estaban Jungkook y el Dr. Min.

"Olvidé la sesión de hoy."

Jungkook asintió, como si hubiera escuchado mis pensamientos. Me acerqué al Dr. Min para saludarlo, y comenzamos. Había progresado bastante y ahora solo necesitaba verlo 40 minutos cada 15 días.

-Y bien, Lia, ¿cómo te sientes respecto a tu embarazo? -preguntó, recordándome lo reciente de la noticia.

-Tengo miedo de recordar lo que pasó, pero haré mi mejor esfuerzo para ser una buena madre -dije, mientras Jungkook recibía una llamada. Se veía molesto; algo relacionado con los vampiros.

-Pequeña, tengo que irme. Kim se quedará contigo por si necesitas algo. Regresaré pronto -y salió apresurado, casi volando.

Observé al Dr. Min, preguntándome si él sabía realmente quién era Jungkook. Por fin pasó el tiempo y la sesión casi terminaba cuando me animé a preguntar algo más, algo que de verdad necesitaba saber.

-Señor Min... ¿cree que esté lista para tener una relación?

-Claro que sí. Has avanzado mucho y debes seguir adelante. Si amas a alguien, no te frenes. Recuerda que tienes el control de tu vida ahora.

Sus palabras me reconfortaron; era justo lo que necesitaba escuchar, y si venía de un profesional mucho mejor.

-Muchas gracias señor Min, no sabe lo mucho que me ha ayudado con todos mis traumas -dije con sinceridad.

-De hecho, si lo sé -rió y yo hice lo mismo, lo acompañe hasta la salida y luego se retiró.

Después de eso, me dispuse a observar el cielo estrellado a través de la enorme ventana del penthouse, donde cada estrella parecía danzar en la profundidad de la noche. Me sentí identificada con ellas, brillando a pesar de estar rodeadas de oscuridad. Mis pensamientos divagaban entre la serenidad de ese momento y las sombras de mi pasado, cuando la voz suave del señor Kim me sacó de mi ensimismamiento.

-Señorita Lia, ¿aún desea ir al orfanato?

Me giré hacia él, sacudiendo la cabeza con una pequeña sonrisa.

-Mejor lo dejamos para mañana. Estoy agotada, y a esta hora, seguro Yuna y sus lacayas no me dejarán entrar sin hacer un escándalo.

Él asintió, pero en lugar de retirarse, me miró con curiosidad y discreción. Tras un breve silencio, hizo una pregunta que me tomó por sorpresa.

-Señorita Lia... ¿usted ama al señor Jeon?

Mi corazón dio un vuelco, y me esforcé en no mostrar nerviosismo. "¿Tan obvia soy que hasta el señor Kim lo notó?" Pensé, intentando reprimir una sonrisa.

-Creo que sí, Kim. -susurré con una pequeña risa nerviosa -De hecho... estoy segura, pero no se lo digas. Ya sabes cómo se pone.

Él asintió con una ligera sonrisa, una de las pocas veces que lo veía mostrar alguna emoción. Parecía casi paternal, como si Jungkook fuera más que solo su señor. Por un momento, se quedó en silencio, como si estuviera debatiéndose si debía decir algo más.

-Claro... lleva tanto tiempo con Jungkook. Seguro lo ve como su propio hijo.

Su expresión cambió, tornándose más seria, y después de un segundo, habló de nuevo.

-Señorita... tengo otra pregunta -hizo una pausa y me miró directamente, como si evaluara cómo tomaría lo que estaba a punto de decirme-. Usted es Park Lia, hija de Park, y... hermana de Park Jimin, el actual líder de los cazadores, ¿verdad?

El señor Kim knows. 😂

¿Creen que le diga la verdad a Jungkook sobre Lia?

¿Creen que Jungkook se siga oponiendo a recuperar su recuerdo?

Los leo vvs. 💞

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