Aunque todo marchaba de maravilla, los vómitos y el malestar no dejaban de golpearme una y otra vez. Muchas veces, solo con sentir el olor de la comida, tenía que correr al baño a vomitar. Jungkook se veía tan preocupado como yo, y aún más cuando, una vez, me desmayé sin previo aviso.

—¿Cómo está ella, doctor? ¿Tiene algo malo? —preguntó Kook, con angustia y temor en la voz. ¿Acaso... temía tanto por mi salud?

—No se preocupe, ella está muy bien. De hecho, les tengo una gran noticia: van a ser padres.

—¿Qué...? —dijimos Jungkook y yo al mismo tiempo, los dos completamente sorprendidos.

—Su esposa está algo débil, así que debe cuidarla más. El bebé está sano y tiene cinco semanas de gestación. Felicidades, joven Jeon y señorita Lia.

Le agradecimos al doctor, quien luego se retiró. Mientras el eco de sus palabras aún resonaba en mi cabeza, una mezcla de miedo, emoción y también tristeza se apoderó de mí. "Yo... voy a ser mamá." Me llevé una mano al vientre, acariciándolo con suavidad. No sabía exactamente cómo sentirme, pero la idea de que una vida crecía dentro de mí me llenaba de una sensación de ternura y protección.

—Pequeña, tú... ¿estás feliz con la noticia? —preguntó Jungkook, mirándome con suavidad, pero con una chispa de incertidumbre en los ojos.

—No estoy segura, pero mi bebé no tiene nada que ver con lo que me pasó —susurré con una sonrisa. La inseguridad aún me rondaba, pero había una certeza creciendo junto a mi bebé—. No sé si seré una buena madre, o si podré cuidar bien de mi bebé, pero quiero tenerlo y darle todo el amor que yo nunca tuve.

>>> Jungkook <<<

Verla allí, con los ojos llenos de incertidumbre y tristeza, me partía en dos. Sabía que esto no iba a ser fácil para ella, y mucho menos para mí. Cuando me enteré de que estaba embarazada, sentí una mezcla de emociones que no supe cómo manejar. Nunca pensé que me encontraría en esta situación: sabiendo que hay una vida creciendo dentro de ella, pero no es mía. Aún así, mi amor por ella no ha cambiado ni un ápice. Siempre quise ser padre, pero nunca me imaginé algo así.

No puedo evitar sentir rabia. No hacia ella, por supuesto. Pero la rabia de saber lo que sufrió, de no haber podido protegerla cuando más me necesitaba, ya que ni siquiera la conocía. Hubiera dado cualquier cosa para evitarle ese dolor, pero ahora, todo lo que puedo hacer es estar a su lado, cuidar de ella y del bebé, aunque no sea mío. Porque, en el fondo, siento que esa pequeña vida, aunque no venga de mí, está atada a ella, y eso lo convierte en una parte de lo que somos.

—Siempre quise ser padre —le dije, aunque mis palabras no se referían a esta situación. Sin embargo, lo que siento es sincero. Verla embarazada, aunque las circunstancias sean terribles, despierta en mí algo profundo. Nunca imaginé que me sentiría así por un hijo que no es mío, pero ella... Lia, ella lo cambia todo. Mi amor por ella es tan grande que trasciende el origen de ese bebé. No puedo evitar pensar que, de alguna forma, esto también es parte de nuestro destino.

Las emociones de los vampiros son más intensas, más profundas. Tal vez por eso siento esta mezcla abrumadora de dolor y amor. A pesar de lo que pasó, a pesar de la oscuridad de todo esto, quiero ser esa luz para ella. Quiero protegerla y hacerle saber que no está sola. No importa lo que ocurrió, ese bebé, su bebé, va a ser cuidado, querido y protegido.

Le acaricié el vientre con suavidad, temiendo que mi toque la asustara.

—Sé que esto no es lo que esperabas —murmuré—. Pero estoy aquí, pequeña. No importa de dónde venga este bebé. Lo cuidaré como si fuera mío, porque te amo, y eso incluye todo lo que traigas contigo, incluso las sombras de tu pasado.

No sé si ella puede creerme, si puede entender lo profundo de mis palabras, pero espero que lo sienta. Esto no va a ser fácil, lo sé. Habrá días oscuros, días en los que la tristeza y el trauma la invadan, pero no voy a dejar que camine sola. No la dejaré cargar con este peso sin mi ayuda.

Acaricié su rostro suavemente, esperando que mis palabras fueran suficientes para aliviar, aunque fuera un poco, el dolor que aún llevaba en su corazón.

>>> Lia <<<

Mis labios temblaban y las lágrimas que había intentado contener durante tanto tiempo comenzaron a caer. No sabía si lloraba por alivio, por el dolor que todavía me ahogaba, o porque, por primera vez, sentía que no estaba sola. Kook estaba aquí, amándome, amando a este bebé, incluso conociendo toda la verdad.

—Kook... no quiero que sientas que tienes que hacerlo. No quiero que esto te ate a mí, o que en el futuro cambies de opinión. Este bebé no es tuyo... y no se si podré vivir con la idea de que te estoy pidiendo más de lo que deberías darme.

—No me estás pidiendo nada, Lia. Esto es algo que yo quiero hacer, porque te amo —sus palabras hicieron que mi corazón latiera con fuerza—. He vivido tanto tiempo sin un propósito claro, pero ahora, por primera vez, siento que quiero luchar por algo que realmente importa. Quiero luchar por ti, y por este bebé. Quiero ser el hombre que ustedes dos necesitan.

Me envolvió en sus brazos, con esa calidez que siempre lograba hacerme sentir segura. Su aliento se deslizó suavemente sobre mi cabello mientras murmuraba:

—Nunca estarás sola. No mientras yo esté aquí...

Disculpen por tardar tanto en actualizar la historia. La escuela me ha tenido ocupada y muy estresada, pero intentaré actualizar constantemente.

Bueno vvs me despido, cuídense mucho y aliméntense bien. 🫶💕