🍷Capítulo 06🍷
Sentía que no podía resistirme. Sus ojos tenían algo extraño, algo que me hacía querer hacer lo que dijera sin oponerme. Como si estuviera hipnotizada.
Sentí un dolor intenso en el cuello. Él estaba bebiendo de mi sangre y me quedé quieta. Quería que se detuviera, pero a la vez no. Ni yo entendía mis sentimientos.
-Ahh, Jungkook... -jadeé, el dolor era insoportable-. Me duele mucho.
Él se detuvo, sus colmillos estaban bañados con mi sangre y su mirada seductora y siniestra sobre mí.
-Tu sangre es deliciosa -dijo, limpiando la sangre de su boca.
-¿Qué fue eso? -pregunté, estaba confundida-. ¿Por qué no reaccioné?
-Usé mi hipnosis contigo. Necesitas relajarte más, pequeña -respondió, acariciando mi mejilla.
No escuché más y me acosté en el sofá. "¿Cómo se atreve? Solo soy su juguete, qué estúpida fui al pensar que había humanidad en él."
Estuve, por lo que parecieron horas, maldiciendo a Jungkook en mi mente. Veía como se reía, ¿acaso le da gracia lo que pienso de él? Dejando eso de lado, por un instante su sonrisa de conejo me cautivó. Me maldije por ser tan tonta.
El sueño se fue apoderando de mí, sentía mis ojos pesados y me dejé llevar por el mundo de los sueños.
Estaba en un hermoso jardín, el aroma a rosas estaba por todas partes y aproveché para disfrutarlo. Caminé un poco hasta llegar a una casa, al parecer las personas que vivían ahí eran dueñas del bello jardín.
-¡Jimin, espérame! -escuché tras de mí. Una pequeña niña de unos cinco años corría tras un niño de unos diez.
-Tienes que ser más rápida, Lia -¿Lia? La pequeña soy yo.
-Jimin, Lia ya vengan a comer -dijo una hermosa mujer, aquella a la que vi morir en mi sueño anterior.
"¿Quiénes son?"
De repente, el sueño cambió. Me encontré en el orfanato, el lugar donde mis peores pesadillas se hacían realidad. Me llevaban a la habitación de la tortura, ese cuarto oscuro y frío donde el dolor y el miedo reinaban.
-Por favor, no. Me portaré bien. Seré una niña buena -suplicaba, mis ojos estaban llenos de lágrimas, el pánico se veía reflejado en mi voz temblorosa.
Las monjas del orfanato, con rostros imperturbables y fríos, ataron mis pequeñas manos con cuerdas ásperas. El nudo apretaba mis muñecas, y el miedo me hacía temblar. La habitación estaba llena de sombras que parecían alargarse y moverse, como si cobraran vida propia.
-Silencio -dijo una de las monjas, su voz estaba cortante como un cuchillo. Sus ojos no mostraban compasión.
Me empujaron hacia una silla de madera, cuyos brazos estaban desgastados por el uso, me ataron nuevamente allí, y con más fuerza. Sentí el peso del miedo y la desesperación aplastándome. Mis lágrimas caían libremente, y un sollozo escapó de mis labios.
El cuarto estaba en silencio, roto solo por el sonido de mi respiración entrecortada y mis sollozos. La fría realidad de mi situación me golpeó con fuerza. Era solo una niña de siete años, indefensa y sola, atrapada en un lugar donde la compasión no existía.
Las monjas comenzaron su cruel ritual, y el dolor me atravesó como una daga. Cerré los ojos con fuerza, deseando estar en cualquier otro lugar, pero el sufrimiento era ineludible.
-Por favor, deténganse -rogué una vez más, mi voz apenas se escuchaba. Pero mis súplicas cayeron en oídos sordos.
-Ya cállate, mocosa -dijo Yoona, sus lacayas me sujetaron mientras pataleaba.
Yoona sacó unas pastillas de su bolsillo y me obligaron a tomarlas.
-No, no, por favor. Me portaré bien, seré una niña buena -mis ojos llorosos se nublaron, las pastillas hicieron efecto rápidamente.
Desperté agitada, mi corazón latía con fuerza y mis manos temblaban. Estaba muy asustada, la pesadilla del orfanato aún daba vueltas en mi cabeza. Comenzó a faltarme el aire mientras lloraba. Ese horrible sueño fue algo real que viví desde pequeña.
-Jung... Kook -dije en un hilo de voz. En un segundo, Jungkook estaba a mi lado.
-Tranquila, pequeña. Aquí estoy, solo fue una pesadilla -dijo, acariciando mi cabello.
-No... fue.. fue real, Jeon -me seguía faltando el aire y no me calmaba.
-Lia, mírame -lo miré a los ojos-. Te vas a calmar, respirarás lentamente y estarás bien -sus pupilas se dilataron, una señal de su poder sobre mí.
Hice exactamente lo que Jungkook dijo. Me calmé poco a poco y ya estaba bien, pero aún así seguía llorando. Sufrí mucho en el orfanato, y por alguna extraña razón nunca me había preguntado quiénes eran y dónde estaban mis padres. ¿Por qué ese chico Jimin siempre sale en mis sueños? Solo recuerdo su nombre.
-Jungkook -lo abracé fuerte, necesitaba un abrazo y llorar. Por muchos años me he guardado todo lo malo que pasé.
-Ya todo está bien, pequeña -correspondió mi abrazo y me acarició nuevamente el cabello.
Por primera vez me sentí bien y segura con alguien que no era Namjoon. Me sorprendió la forma en la que Jungkook me trató y se preocupó por mí. La pobre huérfana que siempre salía lastimada.
-Muchas gracias, Jungkook. Siempre recordaré este momento -nos abrazamos más fuerte y me dispuse a soltarlo todo.
Lloré tanto y le conté todo, cada detalle, al vampiro que se había apoderado de mi vida. Logré por fin hablar con alguien sobre todo lo que he pasado. Omití algunas cosas, o tal vez fue en vano ya que puede leer mentes.
[...]
Pasaron unos días, Jungkook y yo estuvimos solos en esta inmensa casa y debo decir que alejarme de todo me ha hecho bien. El caso de Namjoon va bien y pronto saldrá. Convencí a Jungkook para que hiciera las cosas como una persona normal, y logré que contratara a un abogado. Cuando tenga la oportunidad iré a ver a Nam. Extraño mucho su hermosa sonrisa con hoyuelos...
Mientras tanto, mi relación con Jungkook estaba a otro nivel. Él a veces es humano y otras un vampiro despiadado. Su capacidad para hipnotizarme y tenerme como su sumisa empeoraba cada vez más. Me había vuelto adicta a su veneno. Sentía que sin él no podía vivir, pero a la vez sentía que no era tan malo.
-Pequeña traviesa, ven aquí -fui hacia él, consciente de lo que haría-. Me gusta tu adicción a mi veneno, te dije que me ibas a rogar por más. Aunque cuando dije eso me refería a otra cosa -dijo riendo, pegándome contra su cuerpo.
-Quiero más Kookie...
¡Hola vvs!
¿Ya iniciaron la escuela? 🫣
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