🍷Capítulo 01🍷
Salir a la calle de noche era como firmar tu sentencia de muerte. Cada día aparecía un cuerpo, todos con los mismos signos: marcas de mordedura en el cuello, piel pálida debido a la ausencia de sangre, y ojos vidriosos.
A pesar de todo eso, yo no necesitaba salir a la calle para sentir mi sentencia marcada. Mi condena estaba dentro de estas cuatro paredes, donde el dolor era constante.
Me preguntaba cada día: ¿Qué hice para merecer esto? Pensé que en este lugar me protegerían, pero me di cuenta de lo equivocada que estaba.
—Vamos, Lia, sé que ya no aguantas más —dijo Kai, su risa burlona llenó el aire mientras volvía a golpearme—. Aún falta lo mejor.
El dolor recorrió mi cuerpo como un fuego abrasador. No había parte de mí que no estuviera marcada por moretones. Intenté levantarme, pero mis piernas se negaron a obedecerme. Debido a eso, recibí otro golpe. Mi boca se inundó con el sabor metálico de la sangre.
—Kai, creo que ya es suficiente. Se ve terrible —dijo Jin, su voz estaba quebrada, pero vacía.
—¿Suficiente? Esta maldita se lo merece. A mí nadie me rechaza —gritó Kai, abofeteándome una vez más. El golpe hizo que viera luces danzando frente a mis ojos. Quise gritar, pero el dolor era tan profundo que apenas podía respirar.
Me arrastré hacia la puerta con lo poco que me quedaba de fuerza, pero una monja pasó a mi lado sin siquiera mirarme. Sabía que nadie me ayudaría. El dolor físico era una cosa, pero el vacío, la traición de quienes debían cuidarme, dolía de una manera indescriptible. Aunque en realidad, nunca lo habían hecho.
—¿De verdad creíste que alguien te ayudaría? A nadie le importas. A las monjas les gusta vernos sufrir —Kai se burló, su risa me desgarró por dentro—. Ahora, vamos a lo que vine.
—No, por favor —susurré entre lágrimas, mi voz estaba rota por la desesperación—. Ayúdame... —miré a Jin, pero él desvió la mirada.
Kai se lanzó sobre mí. Sentí su aliento en mi cuello, su peso sobre mi cuerpo. Intenté resistir, pero mi cuerpo estaba tan débil que ni siquiera podía luchar. Mi alma gritaba de horror, pero mi voz no salía.
—Quédate quieta, maldita —Kai me abofeteó otra vez, y mi mundo empezó a tambalearse. El dolor físico fue reemplazado por una terrible sensación de vacío, como si ya no quedara nada de mí por proteger.
—Kai, ya es suficiente. Esto está mal —dijo Jin, pero no hizo nada, no movió un dedo para detenerlo.
—No seas aguafiestas, Jin. Después de mí, puedes ir tú —respondió Kai, sus palabras estaban llenas de crueldad. En ese momento, mi último rayo de esperanza se apagó. Jin se había ido, y me había dejado a merced de Kai.
"¿Por qué? ¿Por qué me está pasando esto?"
Mi mente se llenó de un dolor insoportable mientras Kai me violaba, cada segundo se estiraba como una eternidad. Mi cuerpo dejó de luchar, mi alma se rompió en pedazos, fragmentos de mí que nunca podría recuperar.
Sentí cómo la oscuridad me envolvía, y todo se desvaneció.
>>> Namjoon <<<
—Eres un maldito idiota, Jin. Te dije que te alejaras de Kai —le dije, conteniendo mi rabia.
—Lo sé... lo sé, y me arrepiento de haber sido tan estúpido —Jin parecía al borde del llanto, su mirada estaba llena de culpa.
—Vamos, tal vez todavía podamos ayudar a Lia —dije, aunque algo me decía que ya era demasiado tarde.
Cuando entramos en la habitación de Lia, mi corazón se detuvo por un segundo. Allí estaba ella, desmayada, su cuerpo pequeño y frágil estaba cubierto de golpes y heridas. La cargué con cuidado y la puse en la cama. Se veía tan rota.
—Llegamos tarde, Nam. Él la... él abusó de ella y yo no hice nada. Soy un cobarde —dijo Jin, con lágrimas cayendo por su rostro.
—Tienes razón, eres un maldito cobarde —le dije, con la voz llena de veneno. Mi ira no tenía límites. Miré el cuerpo de Lia, sus moretones oscuros, su rostro lleno de dolor incluso en su inconsciencia. Y entonces lo vi... la sangre que corría por su entrepierna. Mi corazón se rompió en mil pedazos.
—Lia... te juro que haré pagar a ese bastardo por lo que te hizo —dije, acariciando suavemente su rostro. Nunca debí dejar que esto le pasara.
>>> Lia <<<
Cuando abrí los ojos, un dolor indescriptible me invadió. Mi cuerpo estaba roto, mi alma destruida. Los recuerdos de Kai se agolparon en mi mente, y comencé a llorar sin poder controlarlo.
—Tranquila, Lia... respira, estoy aquí —la voz suave de Namjoon me trajo un mínimo de consuelo.
Miré mi cuerpo y me sobresalté al ver que estaba vestida con mi pijama. No recordaba haberme cambiado. Miré a Namjoon y luego a la puerta. Jin entró y mi corazón se aceleró, el terror me envolvió de nuevo.
—Por favor, no me lastimes... —susurré, retrocediendo en la cama. Las lágrimas no dejaban de caer.
—Lia, lo siento tanto... no debí haberte dejado sola —dijo Jin, pero sus palabras no significaban nada para mí. No cambiarían el hecho de que me había fallado.
—Todo esto es tu culpa. Te pedí ayuda y no hiciste nada. ¡Me dejaste sola! —le grité, dándole la espalda—. Vete. No quiero verte nunca más.
Namjoon se acercó a mí, y me habló con ternura.
—Debes ponerte la pomada que está en la mesa todas las noches. Te ayudará a curar las heridas. Ahora... te dejaré sola para que descanses.
Asentí, sin decir una palabra. Nada parecía importar ya. Escuché el suave "De nada" de Namjoon antes de que la puerta se cerrara, y el silencio volvió a llenar la habitación.
Lloré en silencio, abrazando mis rodillas. ¿Cómo llegué aquí? Me sentía vacía, rota de una manera que ni siquiera podía describir. Este lugar me había destruido, me había quitado todo. Incluso mi deseo de seguir viviendo.
[...]
Dos días después, encontraron el cuerpo de Kai en un callejón oscuro. Su muerte no me trajo consuelo, pero tampoco lo lamenté. La justicia había llegado de una forma u otra.
Una semana más tarde, cumplí 18 años. Namjoon fue mi apoyo durante todo este tiempo, cuidándome de una manera que nadie más había hecho.
—Señorita Park, como ya cumplió 18 años, debe abandonar el orfanato —me dijo la directora con frialdad.
—¿No pueden darme más tiempo? No tengo dónde ir... —imploré, sintiendo cómo el suelo desaparecía bajo mis pies.
—Un día más, y luego debes irte —dijo antes de marcharse.
Fui al jardín, tratando de pensar en qué hacer. No tenía a dónde ir. Entonces, vi a los policías que acababan de llegar al orfanato dirigirse hacia Namjoon.
—Kim Namjoon, quedas detenido por el asesinato de Kai. Todo lo que digas puede y será usado en tu contra...
¿Creen que Namjoon haya asesinado a Kai? 🫣✨
Gracias por leer el primer capítulo de "Bajo la Sombra del Vampiro" espero que disfruten la historia. 🥰💖
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