Su expresión cambió, mezclando sorpresa con alivio. Pude ver que no estaba acostumbrada a recibir compasión o protección. Me pregunté cuántas veces había sido lastimada para reaccionar así. Pero mientras me miraba, vi una chispa de esperanza en sus ojos.

—Ven conmigo —dije suavemente, extendiendo mi mano.

Ella dudó un momento, pero finalmente la tomó. La guíe hacia una silla y la ayudé a sentarse, manteniéndome cerca para que supiera que estaba a salvo.

—Tienes que entender algo, pequeña —me arrodillé frente a ella, sosteniendo su mirada—. No soy un santo, y mi mundo es oscuro y peligroso. Pero mientras estés conmigo, nadie te tocará sin tu consentimiento. Nadie te hará daño. ¿Entiendes?

Asintió lentamente, sus lágrimas comenzaron a secarse.

—Prométeme que no me harás daño —susurró, su voz estaba rota.

—Te lo prometo —respondí sin dudarlo—. Pero a cambio, quiero tu lealtad. No intentes escapar, no mientas, y nunca me desafíes frente a otros. Aquí, tu vida depende de tu capacidad para seguir las reglas. ¿Lo entiendes?

Ella asintió de nuevo, más decidida esta vez. Sabía que estaba haciendo un trato con el diablo, pero también sabía que no tenía otra opción.

—Está bien —dijo, en un hilo de voz—. Haré lo que me pidas.

—Bien —respondí, levantándome y ofreciéndole una sonrisa tranquilizadora—. Ahora, vamos a asegurarnos de que nadie más te haga daño. Eres mía, y protegeré lo que es mío con todo mi poder.

La ayudé a ponerse de pie y la llevé fuera de la habitación, dispuesto a cumplir mi promesa de protegerla a cualquier costo. Pero mientras caminábamos, no pude evitar preguntarme si realmente estaba preparado para lo que implicaba tenerla en mi vida. Porque ella no solo era una presa más en mi mundo oscuro, ella era diferente, una humana débil, y eso podía cambiarlo todo. Podría convertirse en mi mayor debilidad.

>>> Lia <<<

Aunque acepté el trato de Jungkook, no podía confiar del todo en él. Yo no soy de su propiedad, y su forma de llamarme "suya" no me gusta nada.

Pasé toda la noche junto a él, no tuve que complacerlo en nada como prometió. Tal vez... no sea tan malo como aparenta. Debo admitir que pensé que era igual a todos. Siempre caía en el mismo ciclo de violencia y ahora soy muy desconfiada.

—Nos vemos en la noche, pequeña traviesa —dijo Jungkook, sonriendo de lado, mostrándome uno de sus largos colmillos.

—Está bien, señor —dije, obedeciendo sus órdenes de tratarlo con respeto frente a otros.

Cuando lo vi entrar a su lujoso auto, corrí a mi habitación. Un Yoongi serio me esperaba allí.

—Hola... señor Min —dije, preguntándome, "¿por qué está aquí?"

—Veo que no pierdes el tiempo. Hoseok tenía razón cuando dijo que serías muy útil —rió, y me puse muy nerviosa.

Yoongi comenzó a caminar hacia mí. Cuando se estaba acercando, lo evadí, caminando hacia la dirección contraria.

—Ah... yo... tengo que irme a dormir, estoy cansada —dije, intentando sonar valiente.

—Yoongi, tenemos que ir al... —dijo Jisoo, entrando a mi habitación—. ¿Qué está pasando aquí? —preguntó, pude ver la desconfianza en su mirada.

—Solo le decía a Lia que hizo un gran trabajo anoche. Jungkook es difícil de complacer y ella lo flechó —dijo Yoongi, con la mirada fija en mí.

—Está bien, ahora vamos que tenemos cosas que hacer y Lia se ve cansada —Jisoo lo tomó del brazo, sacándolo de mi habitación.

Cerré la puerta con llave y me dejé caer en la cama. "¿Qué voy a hacer? ¿Cómo caí en esta trampa? Fue tan fácil, no debí confiar en ese chico. Fue muy simple, debí saber que algo malo pasaba aquí."

Pensé en muchas cosas, entre ellas:

"¿Cómo iré a ver a Namjoon?" Al final, el sueño me venció. No pasó mucho tiempo cuando me desperté en medio de una espesa nube de humo.

—Un... incendio —murmuré, saltando de mi cama.

Las llamas consumían todo a su alrededor, y el aire se volvía irrespirable. Mis pulmones ardían, pero entonces, una voz familiar rompió el caos:

—Jimin, saca a Lia. Confío en ti, pequeño, protégela de él, cuídala y no... —la voz se apagó y sus ojos se cerraron lentamente.

—Despierta, por favor —rogó el chico, con lágrimas en los ojos.

El humo me envolvió, mi visión se nubló y mis piernas cedieron. Sentí cómo el aire abandonaba mis pulmones y mis fuerzas me fallaban. Todo se volvió negro.

Desperté de golpe, asustada y desorientada, con el corazón latiendo desbocado. "¿Qué fue eso? ¿Quién es Jimin? ¿Por qué tuve ese sueño tan vívido?" El sonido de la ambulancia y la policía me hicieron salir de la confusión.

—¿Qué pasó?

Al salir del bar, me topé con una escena terrible. El cadáver del chico de anoche había sido encontrado. "¿Y ahora qué? Yo vi todo."

—Por favor aléjese, esto es una escena de crimen y no puede estar aquí —dijo un policía.

Me alejé del lugar. "Yo pude haberlo ayudado. No lo hice y él lo mató, Jungkook lo mató sin piedad." Mis pensamientos me estaban torturando. Eran las 4:00 p.m. "¿Cómo tardaron tanto en encontrar el cadáver? Ya no importa, debo hacer algo. Yo vi todo."

Me di vuelta para dirigirme a la policía. Iba a contar todo aunque me mandaran al manicomio, seguro estaría mejor y más segura allí.

Cuando estaba llegando a la escena del crimen, sentí unas manos sujetarme. Forcejeé un rato hasta que me pusieron un paño en la nariz con un líquido que me mareó y caí desmayada.

[...]

Desperté con un dolor de cabeza horrible. Estaba en una lujosa habitación, decorada con muebles antiguos y cortinas de terciopelo. La cama en la que estaba era enorme, y había una chimenea que crepitaba suavemente en la esquina, llenando la habitación con una luz cálida y parpadeante.

—¿Dónde estoy? ¿Qué pasó? —dije mientras tocaba mi cabeza.

—Este será tu cuarto a partir de ahora —dijo Jungkook, y me asusté al escucharlo. ¿Cuándo llegó?—. Aquí estarás segura y nadie te molestará... siempre y cuando obedezcas.

—¿Obedecer qué? —solté—. ¿Al vampiro que mató a una persona sin piedad, al vampiro que quiere tenerme prisionera y me nombró suya solo por un capricho?

Parpadeé y Jungkook ya estaba frente a mí, levantó mi barbilla con un dedo, obligándome a mirarlo a los ojos. Sus ojos, oscuros y profundos, me atraparon en una mirada intensa.

—Vas a obedecerme —respondió con autoridad, haciéndome saltar del susto—. Soy el rey aquí, y tú, pequeña, serás mía y me vas a rogar por más...

¿Qué creen que va a pasar? 🤭

Estaré actualizando lunes, miércoles y viernes. ¡Esten atentos! 💖✨

Cuídense mucho vvs. 💕