Capítulo 6
— Elizabeth, ¿qué te pasa?, ¡tranquilízate por favor!
No podía calmarme así como si nada. ¿Cómo se supone que tengo que reaccionar si me acaban de decir que en esta casa hubo un asesinato?, de solo pensar en que parte de la casa pudo estar el cuerpo, me hace dar escalofríos. Tenía mi mano sobre mi corazón mientras mi respiración intentaba calmarse. Mi cabeza comenzó a sentir punzadas horribles.
María como pudo intentó calmarme. Ella con sus manos intentaba darme aire. Luego de un rato, María tomó mi rostro y me obligó a mirarla.
— Elizabeth, mírame — Su voz aunque sonaba firme, de alguna forma logró que disminuyera mi angustia — Sé que la noticia es algo difícil de digerir y entiendo que no quieras enfrentar la verdad, pero tienes que tranquilizarte, todavía no has escuchado toda la historia y realmente necesitas estar al tanto de todo el contexto — No supe qué contestar, de verdad tenía algo de miedo, y temía entrar en más desesperación si seguía escuchando — Todo estará bien, yo estaré aquí pase lo que pase — Sus ojos reflejaban mucha sinceridad — Te prometo que no te dejaré sola en esto.
Tenía dudas... muchas de hecho, realmente quería saber lo que estaba pasando, pero no sé si estaba completamente preparada para escuchar una historia que trata sobre un asesinato.
No dije nada, simplemente me puse de pie lentamente. Al hacerlo me dolió un poco la cabeza pero lo dejé pasar. Me senté nuevamente en el sillón y le hice una seña a María para que se sentara a mi lado. Aunque me sentía un poco nerviosa, le dí una señal para que continuara con la historia del... Asesinato.
María dio un largo suspiro mientras fijaba su mirada al suelo.
— Como te decía... La razón por la que todo el vecindario se comporta de manera tan hostil hacia ti y a tu familia, es porque hace 6 años mas o menos... Un chico fue asesinado dentro de esta casa — Escuchar esa última parte me hizo sentir un hueco en el pecho. María notó mi muy evidente nerviosismo en mis manos. Estas, al escuchar que era un chico que murió justo aquí, empezaron a ponerse inquietas. María rápidamente puso una de sus manos sobre las mías. Automáticamente la mire a los ojos, y estos me transmitió tranquilidad y seguridad. Con un asentimiento de cabeza, le indiqué que podía continuar — Verás, yo vivía en este vecindario cuando pasó el suceso — Yo, no pude evitar mi sorpresa al escuchar eso — Todavía era una niña cuando eso. Sucedió en la madrugada, obviamente ya la mayoría de la gente estaba dormida. Recuerdo que me despertó una serie de disparos, y aunque viviéramos a unas 6 casas de distancia, se alcanzaron a escuchar muy claramente, de hecho me desperté tan asustada que creí que los disparos habían venido de adentro de mi casa. Tampoco recuerdo muy bien que pasó por mi mente en ese momento, solo sé que salí de mi cuarto y me encontré con mis padres en el pasillo, ellos intentaron hacerme volver a mi habitación para que me encerrara, pero por su nerviosismo supongo que no lo consiguieron ya que el siguiente fragmento que viene a mi memoria, es que nos encontrábamos los tres en la entrada de la casa mirando por todos lados para saber de donde provino los disparos y muchos vecinos también hicieron lo mismo, incluso algunos de ellos se dirigieron rápidamente hacía el lugar donde creían que provino el disturbio, es decir, se dirigieron — María trago en seco — ... A esta casa.
Sin poder evitarlo presione las manos de María. Ella me dedicó una pequeña mirada y me acarició un poco la espalda dándome ánimos. Luego de unos segundos, volvió a retomar la historia.
— Los vecinos aunque se encontraran angustiados decidieron buscar por alrededor de la casa en busca del responsable de hacer sonar esa arma, pero por desgracia no encontraron a nadie cerca, por lo tanto decidieron tocar a la puerta con la esperanza de que alguien atendiera y les informará que no había nadie herido, que todo estaba bien con todos los integrantes que vivían en la casa, pero por desgracia nadie abrió la puerta a pesar de que casi la echan abajo. Debido a que no podían irrumpir en la casa sin el consentimiento del propietario de la misma, no les quedó de otra que llamar a la policía, y así descubrir si había un muerto o no — María por un momento se quedó callada, al parecer recordar todo esto le era muy difícil. Yo, por el cambio, todavía seguía un poco nerviosa y realmente ya no estaba tan segura si quería confirmar si el chico que vi la noche anterior es aquel chico muerto. De verdad que tenía un remolino de emociones, pero a la final me decidí, con un poco de duda y angustia presione la mano de María para darle todo mi apoyo. No era capaz de hablar, por lo que intente expresar lo que le quería transmitir a través de mis ojos, María al momento de voltear a mirarme y comprender sonrió cálidamente. Ella, volvió a mantener la compostura y retomó la historia por dónde la había dejado — Luego de que llamaran a la policía y de que esta luego de un rato, se asomó a lo lejos por el vecindario, mis padres en ese momento comprendieron que lo que estaba sucediendo era más graves de lo que se podía imaginar, así que preocupados por mi bienestar decidieron entrarme a la casa junto con ellos, y para asegurarse de que realmente siguiera durmiendo y no me atreviera mirar por la ventana, me obligaron dormir con ellos esa noche. Recuerdo que ese día me tocaba ir a la escuela por lo que aún así me desperté tipo 6 de la mañana para organizarme e irme. Todavía con miedo, mis padres me acompañaron hasta la escuela ese día y los días siguientes a ese, ya que a la final si había un muerto dentro de la casa, y mis padres tenían miedo de que el asesino siguiera por ahí y se atrevería hacerme algo a mi también — Se detuvo un momento pero rápidamente continuó la historia — Ese día que salimos de la casa, aunque mis padres intentaron que no dirigiera mi mirada hacía la casa, aun así logre percibir a las autoridades jurídicas y a médicos forenses creó, alrededor de la vivienda mientras en una camilla sacaban algo, pero claro, no pude comprobar de quién se trataba. Recuerdo que gracias a lo vecinos, me pude enterar esa misma tarde luego de la escuela, quien era la persona que habían asesinado — Antes de seguir, sentí como María se tensaba por un momento, pero aún así fue valiente y prosiguió — Era un chico, que yo conocía, nunca hable con él pero lo había visto un par de veces por el vecindario y alguna que otra vez cuando iba a la escuela, no íbamos a la misma, pero si note que la suya queda un par de calles más adelante a la mía, por lo que lo había visto un par de veces. Iba con mi mamá cuando escuchamos a dos vecinos decir "¿Te enteraste?, a la final resulto ser ese joven, Alexander creo que se llamaba", "Si, Alexander Mattews. Pobre chico, era tan joven, creo que ni siquiera tenía 18 años", mi mamá al escucharlos aceleró el paso junto conmigo, pero ya era un poco tarde, yo también lo había escuchado muy claramente, porque inmediatamente pensé en el muchacho que algunas veces veía por ahí, y todo cobró sentido, en ese casa solo vivían él y el padre, por lo que si solo encontraron un cuerpo, y ese cuerpo era de una persona joven, él era el único que podía estar muerto.
Esa última frase la mencionó con algo de tristeza, al parecer enterarse que alguien a quien por lo menos conocías de su existencia está muerto debe de ser algo duro, no tanto como la muerte de un ser más cercano, pero aún así no debe de ser algo que se tome de muy buena manera al comienzo. María por un momento bajo la cabeza y paro el relato, de verdad que recordar todo esto debe de ser un golpe muy duro para ella. Yo, en cambio, sentía miedo de todo esto mientras mi corazón se aceleraba cada vez más y más, y si yo me sentía así no quiero imaginar como se debe de sentir María, ella si logro vivir de cierta manera toda esa tragedia. Aunque me costara un poco articular así sea una palabra, intente como pudir decir lo siguiente:
— María — La llame a la vez que apretaba sus manos con un poco de fuerza. A mi boca le costó un poco seguir hablando, pero con mis fuerzas pude decir — Basta, se nota que esto es duro para ti... No tienes que seguir si esto te afecta tanto, no quiere que te esfuerces demás — Manifesté mirándola a los ojos. Ella por un momento se sorprendió por mis palabras, pero al momento me regaló una sonrisa sincera y me abrazó por los hombros. Yo tardé un poco en reaccionar por aquel gesto, pero luego de unos segundos le devolví el abrazo con la misma calidez que ella me estaba brindando.
— Te lo agradezco mucho Eliza —Me dijo aún abrazándome — No te voy a mentir, realmente no me llegan muy buenos recuerdos al recordar este caso, pero no tienes que preocuparte, de hecho yo soy la que debería preocuparme por ti.
Sus palabras me desconcertaron un poco, ¿cómo que preocupada por mi? Sin entender muy bien que me quiso decir con eso, me separe un poco de ella y la mire fijamente. María al entender mi confusión manifestó.
— Al parecer te estoy confundiendo, por favor déjame terminar la historia para que puedas comprender mejor — Vociferó, por lo que yo solo pude asentir con la cabeza.
— María volvió a tomar mis manos para darme apoyo — Bueno, lo que sigue de la historia me puede confirmar lo que estás viviendo en estos momentos. Me puede confirmar todos los rumores que rondan alrededor de esta casa y que yo me he negado a creer — María dio un largo suspiro antes de continuar — Los siguientes dos días, las autoridades siguieron investigando la casa con el objetivo de encontrar alguna pista o algo que los ayudará en la investigación, ya que al parecer no habían podido dar con el asesino todavía. Recuerdo que durante ese tiempo, el padre del muchacho no se presentó en la casa, no sé sabe qué pasó con él. Claro que a las pocas semanas, todas las pertenencias que habían en la casa desaparecieron de un día para otro quedando así la casa vacía. Al parecer vinieron por todas las cosas en horas de la madrugada, pero no se sabe con seguridad si fue padre o otra persona. Debido a que habían desocupado la casa sin dar ninguna razón, los de la inmobiliaria organizaron la vivienda y un mes después está volvió a estar en venta —María por un momento se quedo callada, para acto seguido voltear a verme — Elizabeth, lo que te diré a continuación es loco e imposible desde mi perspectiva, pero es la razón por la que los vecinos le tiene tanto miedo a esta casa, y a todo persona que se atreva a vivir aquí, por lo que te pediré que mantengas la calma si todo resulta ser verdad, ¿de acuerdo?
Un poco dudosa, asiento con la cabeza para que pueda proseguir.
— Bien — Dice un poco bajo — Luego de... Eso que pasó en esta casa, se comenzó a esparcir rumores en todo el vecindario, rumores que indicaban cosas... Paranormales — Escuchar ese "paranormal" causó que me diera un escalofrío por toda mi columna, además de que me hizo recordar lo acontecido esta madrugada — Algunos vecinos indicaron que ciertas noches escuchaban cosas raras e incluso en la madrugada, antes y después de ser ocupada la casa. Otros, dijeron que una noche cuando la casa había sido vendida otra vez, vieron en una de las ventana una sombra, como si la sombra estuviera observando todo aquello que pasara frente a la casa, y todo esto antes de que los nuevos vecinos se alojarán totalmente — María me dio un apretón en la mano. No sé por qué pero eso no me dio muy buena señal — Y cosas así durante un buen tiempo, pero no era seguro que realmente sucedieran este tipo de cosas aquí adentro, o por lo menos yo creía que eran simples rumores de la gente — Luego de decir eso María se rió un poco, pero al momento su cara cambió de repente — Dos semanas después de que la casa fue vendida se mudaron los nuevos vecinos, los cuales consistian en una madre y su dos hijos, una muchacha y un muchacho más o menos de la misma edad. No tuve contacto mucho con ellos, pero si los veía de vez en cuando por la calle — María esta vez me miró a los ojos — Solamente duraron en la casa un mes y medio, al parecer sucedió algo... Tan impactante que decidieron no pasar ni un minuto más aquí. A los días pude escuchar por algunas vecinas, que los hijos de esa señora empezaron a actuar extraño con cada día que pasaban en esta casa, al parecer el brillo de sus ojos se fueron apagando poco a poco — Comenzaba a sentirme extraña con cada palabra que salía de su boca, al parecer esto me estaba afectando más de lo yo podía controlar — Elizabeth, al parecer un ente los atormentó tanto que los obligó irse de aquí, y debido a eso todos los del vecindario comenzaron a tenerle miedo a esta casa, sobre todo a las personas que viven aquí, es por eso que su forma de protegerse de que les pase algo, es siendo hostiles con todos los habitantes de la casa, para que de esta forma se muden lo más pronto posible y no tengan que pasar otra vez por los mismo males que vivieron con esa familia.
No no no, esto no puede estar pasando, definitivamente todo esto es una locura, ¿para protegerse ellos de que les pase algo?, pero si aquí los que corremos más peligros somos mi padres y yo. Quería manifestar mi inconformidad con todo esto, pero no me fue posible, tenía tanto sentimiento encontrados que no sabía cual sacar de mi ser primero.
— Esa... es la razón de todo lo que estás viviendo — Comentó María. Iba a mencionarle algo de todo esto pero algo me hizo detener en seco; el aire helado, lo estaba sintiendo en este momento. Al percatarme de eso, todo mi ser comenzó a temblar de terror y mi corazón empezó a acelerar cada vez más. Él o eso está presente con nosotras, lo cual no era bueno.
— Elizabeth, ¿qué te sucede?, te ves rara y estás temblando mucho — Preguntó preocupada. Al parecer ella no podía sentir la leve corriente de aire, lo cual me hizo alterar aún más. Mire hacía todas parte, pero no evidencie nada extraño, pero si sentí que el frío incrementaba de a poco, por lo que tenía que actuar ahora.
— María hay que salir, ¡ahora! — Expresé mientras la jalaba del brazo hasta la puerta.
— ¿Por qué?, ¿qué pasa? — Interrogó confundida. Iba a responderle pero el aire helado se intensificaba cada vez más, por lo que no había tiempo para una explicación rápida dentro de la casa. Sin más remedio, tome mis llaves y arrastre a María hasta la salida. Una vez estuvimos fuera de la casa, la lleve hasta al frente de la acera.
— María escucha — Indique mientras aún me recuperaba un poco — Los rumores son ciertos, hay un ente en la casa que me está atormentando desde que llegué, y cada día ha sido peor que el anterior — Expresé ya al borde de la angustia, María en cambio no terminaba de procesar lo que le acaba de decir — El alma de se chico sigue en esta casa — Dije mientras la señalaba — Y necesito que me ayudas a encontrar una solución para todo esto que sucede.
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