Nami siempre estuvo sola, al menos fue así desde que Arlong acabo con su familia; y continúo de esa manera durante 8 largos y tortuosos años.

La vida había sido sumamente difícil, y para una pequeña niña que no conocía el mundo, salir y enfrentarse a piratas fue el segundo golpe más duro que había tenido que vivir después de la muerte de Bellmere.

Nami sabía muy bien lo dura y difícil que podía ser la vida, pero demostró ser lo suficientemente fuerte y decidida para afrontarla y salir adelante.

La imagen que tenía sobre los piratas era pésima y nadie podía culparla por eso, había sido a causa de unos que todo su mundo se derrumbó y que estuvo prácticamente esclavizada durante 8 años.

Si, nadie podía culparla por odiarles y, de cierta manera, estaba en su derecho de robarles lo que se le diera en gana si eso la ayudaba a ser libre.

Por eso cuando se enteró que Luffy —ese chico tonto que le había pedido ser su navegante—, era un pirata, descargo un poco de su furia sobre él.

Cuando lo conoció pensó de forma simple que el tipo era un idiota sin remedio, nunca llego a imaginar que en el mundo había personas como él. Pero en cierta forma le agrado, algo en él se sentía sincero y a simple vista, pese a ser bastante bobo, le pareció una buena persona.

La primera pista de que ese chico no era como todos los piratas con los que se había cruzado llegó en Orange Town, la ciudad donde se conocieron. Ver como ayudaba desinteresadamente a ese pobre animal al que, irónicamente, unos piratas le habían quitado todo, ablando un poco su corazón.

Pensó que no era una persona tan mala, al final su percepción de él no había sido tan errada y por consiguiente decidió seguir con él durante un tiempo más, no perdía nada después de todo y a sus ojos era un ganar ganar.

La segunda pista y la que definitivamente le hizo mirarlo con otros ojos, llegó en Villa Syrup, cuando le dio ese sermón al capitán Kuro. De ahí en adelante, el chico lentamente fue ganando su confianza y su cariño.

Mentiría si dijera que varias veces se preguntó porque alguien como Luffy querría ser un pirata. Para ella, que siempre los había asociado con gente horrible, no era lógico que alguien de corazón tan puro, quisiera ser un criminal de tal índole. Con los meses entendió, el porqué de la decisión de su capitán.

El punto de quiebre para ella llegó en el Baratie, ahí se dio cuenta que había vivido en un cuento durante bastante tiempo y era hora de regresar. Confiaba en Luffy, pero le tenía demasiado miedo a Arlong para pedirles ayuda, no quería arriesgarse a perderlos a ellos también, porque los había llegado a considerar familia y le daba pavor que les hicieran daño.

Durante su tiempo en ese barco con ellos, se había permitido volver a soñar y a sonreír, a bajar sus escudos después de tanto tiempo. Había sido feliz y eso estaba bien, los recordaría con mucho cariño y tal vez, cuando ella fuera libre, podría volver a encontrarlos y con algo de suerte, la dejarían volver.

Así que se marchó; lo que nunca espero es que ese chico la seguiría hasta su hogar y se encapricharía a tal grado de no querer escucharla. ¿Le dio miedo cuando se enteró que la siguieron? Por su puesto, estaba aterrada, sumamente horrorizada, pero debía ser fuerte, no podía flaquear después de tantos años de esfuerzo, ¿verdad?

Pero se equivocó, pensar que alguien como Arlong mantendría su palabra de forma honesta había sido un error y durante unos instantes realmente perdió toda esperanza, su esfuerzo durante tantos años tirado a la basura, hecho añicos y a punto de perder lo único que le quedaba. Pensó que estaba perdida y que no valdría la pena seguir después de eso.

Luffy le demostró lo contrario, le regreso su fe y, cuando vio como Arlong Park se despedazaba frente a sus ojos, con aquel chico saliendo de los escombros y gritando que ella era su navegante, supo que su lugar estaba a su lado.

Monkey D. Luffy había salvado no solo su vida, sino también la de sus seres queridos. Libero su isla natal, le devolvió la fe y le regreso su sonrisa. Ese chico definitivamente la había salvado en todos los sentidos y ella siempre le estaría agradecida por ello.

Si le preguntabas a Nami, ¿quién es Monkey D. Luffy? Ella te regalaría una enorme sonrisa llena de cariño y respondería con algo de burla: ese idiota que tengo por capitán.

Pero podrías notar, por el brillo reflejado en sus ojos lo que realmente estaba diciendo.

¿Luffy? Un idiota soñador, pero no te preocupes, si la situación lo requiere, definitivamente puedes confiar en él, después de todo, es el hombre que se convertirá en el próximo rey pirata.

"Continuara"

Y estamos ya con el segundo capítulo. La verdad no sé ustedes pero a mí me están encantando como van quedando los capítulos hasta ahora.

En cuanto al capitulo de Vinculos, ya lo tengo listo, solo me hace falta la edición, pero esta semana he estado atorada con el trabajo, me voy a cambiar de trabajo y he tenido que hacer muchísimas cosas (inventario, cuentas, notas de clientes) para checar que todo esta en orden. Pero con suerte podre editarlo pronto y tendrán el capitulo entre mañana y el martes.

Nos vemos en la siguiente actualización, los quiero mucho ❤️

Nami Scarlet