Después de lo ocurrido, ambas bandas nos instalamos en el estudio,  juntas por primera vez, para planificar todo lo que sería el tour. A pesar de las diferencias, trabajamos a gusto, salvo ciertas excepciones. Es decir, Andrew, Allan, David y Pierre, a pesar que se esforzaban en llevársela bien, de vez en cuando decían algo sin sentido y terminaban discutiendo aunque de una manera menos agresiva que al principio.

La verdad es que estábamos haciendo un gran esfuerzo por reducir los tiempos, por eso acordamos escribir el tema y luego grabarlo. Para poder lograrlo, decidimos que un grupo trabajaría en la composición de la letra y el otro en la música.

Pierre, Chuck, Amy y yo nos encargamos de la letra del tema, pero primero tuvimos que apartarnos un poco de los demás para evitar distracciones. Tardamos unas dos horas en tenerla lista. La sala en la que estábamos tenía papeles arrugados y  unas hojas ordenadas tal y como queríamos que estuviese estructurada la canción. 

En el fondo de la sala estábamos Chuck y yo sentados en un mismo sofá, mientras que Amyleeh y Pierre estaban en unos muebles para una sola persona. Cada uno estaba concentrado en lo que le tocaría cantar hasta que Pierre interrumpió el silencio para decir algo.

—Chuck... ¿Qué te parece si cambiamos el verso II por el que escribió Amyleeh? —Comentó señalando el papel que tenía en su mano —No sé qué piensas, pero yo lo cambiaría. He estado atascado con algunas palabras, pero estas de ella sí quedan perfectas.

—Perfecto —Exclamó Amy en bajos baja con una pequeña sonrisa e intercambió una mirada de complicidad conmigo.

—¿Perdón? —Preguntó Pierre un tanto inquieto por esa forma de comunicarnos entre nosotras.

—No es nada —Murmuró Chuck sonriendo al notar la complicidad entre mi hermana y yo —Es que es cierto, hemos notado que te esforzaste mucho.

—No me respondiste la pregunta —Dijo ignorando el comentario sarcástico de su amigo —Entonces... ¿Cuál verso dejamos? —En ese instante señaló los dos papeles que tomó de la mesa.

En algún punto, Pierre se había perdido algo en la conversación, no lograba entender qué nos traíamos todos entre manos. Eso lo supe por su expresión, la cual demostraba frustración por no descifrar lo que ocurría. 

—¿De qué me perdí? —Preguntó finalmente al ver las miradas entre nosotras y Chuck —¿Alguno de ustedes me puede explicar qué es lo que ocurre aquí? —Soltó el papel que tenía en la mano y lo dejó en la mesa —No entiendo nada.

Los tres nos volvimos a mirar y sonreímos por lo bajo. Esto provocó que Pierre levantara más sus cejas inquieto por no entender el chiste interno que teníamos entre los tres. 

—Es solo que lo admitiste, Pierre, eso es lo que nos causa tanta gracia —Le dije acercándome hasta él para darle una palmadita en la espalda en señal de apoyo. Me senté en el brazo del mueble, lo cual sin duda lo incomodó, acto seguido se cambió de puesto con más signos de interrogación en su rostro.

—¿Qué es tan gracioso aquí? —Volvió a preguntar —¿Soy el único que está concentrado en el tema o es que...?

—¿Seguro que no entiendes nada, Pierre? —Quiso saber Chuck siguiéndonos la corriente.

—¿Estaría pidiendo una explicación si lo entendiera? —Cuando Pierre dijo esto, mi hermana, Chuck y yo no pudimos evitar la risa, y él se puso más rojo todovía. 

Lo que ocurría es que le estábamos gastando una broma a Pierre y él cayó en bandeja de plata, como decíamos en nuestro país natal. ¡Se creyó todo! Pero no solo eso, también nos seguía dando material para que siguiéramos haciéndole creer que algo ocurría.

—¿Estamos hablando de lo mismo? —La cara de confusión de Pierre era tal que nos daba más risa —¿Chuck... en serio?

—Ok ok —Chuck puso una mano en su estómago para tratar de dejar de reír, y le respondió a su amigo —Es una broma... Sí, estabas muy concentrado, tanto que no te diste cuenta que ya teníamos listo el tema desde hace media hora.

—¿Y el cambio que propuse? ¿Lo van a ignorar? —Preguntó otra vez ignorando lo de la broma. Cuando vi su expresión supe que de haber sido el Pierre que conocimos se hubiese ido del estudio echando fuego por la boca, pero ahora solo pasó las manos por su cabello y cambió la expresión para tratar de comprender todo.

—Acordamos incluirlo desde hace media hora. Hicimos eso apenas nos dimos cuenta de ese detalle que recién acabas de comentar —Respondió Amy estirando los brazos en el sofá —Ahora que hice mi parte, podré descansar unas cuantas horas.

Chuck volvió a reír y  Pierre se molestó de nuevo con su amigo. En cambio Amy y yo sonreímos al ver aquella escena

—¿Seguirás riendo? —Preguntó Pierre negando con la cabeza.

—¿Qué te puedo decir? Es gracioso —Subió sus hombros y trató de contener la risa para seguir hablando —Ok, volviendo al tema, sí que está buena esa frase Amy... ¿Puedo decirte Amy, verdad? —Ella asintió relajada —Oye.... pero esta broma... Tienes que enseñarme —No pudo evitarlo y volvió a reír.

—Seguro Check, tengo varios trucos bajo la manga. Con gusto te enseño —Le dijo ella tratando de contener la risa por la cara de Pierre cuando pronunció mal el nombre de Chuck.

—Es Chuck... CHUCK —Le corrigió Pierre perdiendo la paciencia.

—Y... ¿Qué he dicho yo? Check ¿No? —Contestó Amyleeh riendo más e intercambiando miradas con Chuck y conmigo.

—No, no es así, estás equivocada porque es Chuck. C-H-U-C-K —Dijo deletreando el nombre de su amigo como si lo estuvieran ofendiendo a él. Chuck lloró por la risa al igual que nosotras.

—¿Decías? —Consultó ella como si no hubiese escuchado la corrección, y en vez de mirarlo a la cara optó por ver sus zapatos.

—Su nombre no es Check, es Chuck. ¿Entiendes? —Le repitió Pierre, quien seguía cayendo en el juego.

—No te molestes- Respondió Amy enrrizando su cabello de manera distraída —Debería enfadarse y corregirme es tu amigo, no tú. ¿A ti te molesta, Chuck?

—No Amy, para nada —Contestó Chuck con educación, pero al mismo tiempo llorando por la risa.

—¿Ves, Pierre? No es un gran asunto. Olvídalo, Boubblei —Concluyó Amyleeh riendo por la bajo diciendo una palabra graciosa que se le ocurrió para pronunciar su apellido —No es por mal, es solo que los acabo de conocer, hay que romper el hielo de alguna manera. ¿No? —Trató de justificarse encogiéndose de hombros.

Chuck y yo asentimos mientras reíamos, pero Pierre simplemente se quedó pensando en lo que ocurría porque seguía sin entender el chiste. Cuando se dio por vencido, se quedó molesto en su asiento. Me acerqué hasta él y le expliqué que esa era una conducta típica de Amy, que cuando se aburría o estaba agotada buscaba la manera de divertirse creando palabras graciosas con los nombres o apellidos de los demás. 

Terminamos algunos detalles más y decidimos unirnos al resto del grupo que estaba en otra habitación encargándose de la música. Cuando entramos en el otro salón, Sebastién no se dio cuenta y se tropezó con Amy.

—Lo siento —Se disculpó con nerviosismo al verla de frente. Se alborotó un poco el cabello y siguió hablando —Vamos por comida. ¿Vienen o se quedan?

—Me quedo —Contestó Chuck —Pero traeme algo de lo que me gusta. ¿Sí? Por cierto, terminamos la canción.

—¿En serio? —Quisieron saber Allan y Sebastien al mismo tiempo. Como ellos eran los que estaban más cerca, nos pidieron la hoja para ver lo que habíamos hecho. La leyeron  rápidamente y asintieron para demostrar que les gustaba.

—Está muy buena —Respondió Sebastien, mientras que Allan volvió a asentir .

—A mi también me gusta —Intervino Andrew después de leer por encima del hombro de Allan.

—Nosotros hemos terminado la música, hasta grabamos algo —Afirmó Allan —Díganle a David que se las ponga mientras regresamos —Dijo Allan a los que estaban llegando a la habitación.

—Tenemos acá un demo con la letra.- Indicó Amyleeh.

Mientras Allan, Andrew, Seb y Jeff fueron por comida, nosotros nos quedamos puliendo algunos detalles con la música para que coincidiera con lo que habíamos escrito. Nos mantuvimos en pie por unas cuantas horas más y después los canadienses se fueron a sus respectivas casas y nosotros al hotel. Al llegar no hablamos mucho, estábamos muy agotados.

En la mañana siguiente, Patrick y Sebastien nos buscaron de nuevo para seguir trabajando. Todavía quedaba mucho por hacer. Cuando entramos al estudio fue inevitable no escuchar a Chuck conversar con alguien más. En silencio saludamos al resto de los integrantes de Simple Plan para no interrumpir la conversación, y esperamos a que él se desocupara.

Chuck nos contó que su antiguo productor, Bob Rock estaba en la ciudad y que había aceptado ayudarnos a masterizar el tema y ser nuestro productor musical. Acordó encontrarse con nosotros en unos días porque tenía un poco full su agenda, así que mientras nos veíamos con él nos compartió algunas instrucciones sobre lo que teníamos que ir adelantando.

Llegada la noche, cada quien retornó a sus hogares, pero mientras cenaba con mi grupo en el hotel trataron de comunicarse varias veces conmigo . Hubo mucha insistencia, tanta que me resultaba difícil seguir rechazando las llamadas. Allan fue uno de los que se dio cuenta primero, y se apresuró a preguntarme mientras comíamos.

—¿Qui...én...es? —Me preguntó con la boca llena.

—¡Para de hablar con la boca llena! —Exclamó mi hermana dándole un pequeño golpe en la espalda para que dejara de hablar, pero a él no le importó, me dedicó una sonrisa y habló mejor cuando tragó.

—¿Quién es Anggie?

—Nadie importante, puede esperar —Respondí en modo automático tratando de mantener la calma. Vi el plato, que todavía seguía lleno, y supe que no iba a poder terminar de comer todo eso —Se me ha quitado el hambre. Subiré a la habitación.

—¿Puedo comerme lo que has dejado? —Amber y Amy clavaron sus miradas en él como si hubiese dicho lo más grave del mundo —¿Qué?... y si tengo hambre, ¿qué puedo hacer? Entonces Anggie, ¿puedo?

—Si, si, si, claro que puedes —Respondí sin darle mucha importancia al asunto. Mostré una media sonrisa y me fui a la habitación que compartía con las chicas.

Al entrar, cerré la puerta y me lancé a la cama llevando las manos a mi cabeza cuando el teléfono volvió a sonar. Era Jackie, una de mis primas paternas que estaba de paso por Londres y quedó en llamarme para contarme lo que estaba ocurriendo en mi ausencia. 

Tenía varios asuntos sin resolver, como los problemas que seguía causándome mi ex novio Víctor. Así que atendí y la escuché. Ella estaba contándome que al parecer había dicho en una entrevista que estaba arrepentido de sus actos en mi contra y que quería pedirme disculpas en persona.

—No creo en sus palabras Jackie. Ya no creo en nada de lo que dice. Algo se trae entre manos.

—Dice que necesita verte. Además de la entrevista, me encontré con él en un café.  Lo siento Angge.

—¿Qué tú hiciste qué cosa? ¿Por qué decidiste ceder ante su juego?

—No, no me malinterpretes, fue pura casualidad. Estaba de compras con unas amigas y apareció en la misma cola que yo hacía para comprar un café.

—Increíble que le creas. Eso fue planeado Jackie, no fue casualidad.

—Entiendo... Escúchame, lucía terrible. Por eso te llamo, no es ni la sombra de lo que dejaste. En serio. Parece arrepentido.

—Eso ya no me importa Jackie... —Guardé silencio cuando escuché unos pasos, alguien venía a la habitación— Debo colgar, te llamo en cuanto pueda. Saludos a la familia —Dije cuando escuché la puerta cerrarse. Era mi hermana y Amber quienes acababan de entrar a nuestra habitación.

Tenía días que me costaba estar sola, así era cuando estábamos de gira, por eso me costaba encontrar momentos para pensar en mí y en lo que seguía ocurriendo en mi vida. 

—¿Quién era? —Me preguntó Amy con el ceño fruncido.

—Era Jackie, que te manda saludos.

—¿Todo bien? —Quiso saber Amber con impaciencia sospechando algo. Lo supe por su mirada.

—No, no, no es nada —Dije rápidamente —En serio, solo llamó para saludarnos y contarme algo que le sucedió.

—Supongamos que eso es verdad y que te creo —Comentó mi hermana con cautela —¿Entonces me dirías qué te pasa?

Amber se sentó en la cama y me hizo señas para que me sentara, pero negué con la cabeza.

—Lo siento Amb, me duele la cabeza. Prefiero estar de pie —Murmuré entre dientes para cambiar el tema.

—Te buscaré una pastilla —Dijo Amber con amabilidad creyendo que mi dolor de cabeza era real —Tengo algo en mi bolso... Un segundo, no tardo.

Amber se movió hacia otro lado de la gran habitación para buscar una pastilla en su bolso, mientras que Amy levantó las cejas y me miró fijamente. Sabía que podía leer mi comportamiento, atar cabos sueltos y entender lo que realmente ocurría. Sin embargo, mientras llegaba ese momento de afrontar la realidad solo traté de ignorarla y seguir ocultando lo que me pasaba.

—¿Ahora sí me dirás qué pasa? —Susurró al verme la cara. Me conocía muy bien, sabía que pasaba algo, pero no podía involucrarla en esto —Has engañado a Amber, perfecto, pero ... ¿Crees que puedes hacerlo conmigo?

—Está bien... —Le dije aceptando que tenía que contarle todo, pero al sentarme en la cama tocaron la puerta de la habitación.

—¡Salvada por la campana! ¿Eh? —Me comentó Amy con dulzura —Me debes una conversación.- Sentenció, yo asentí automáticamente.

Amber abrió la puerta y corrió hasta donde estábamos nosotras acompañada por Seb y Chuck de la banda Simple Plan.

—¡Nos vamos de fiesta! —Anunció Chuck con demasiada energía para ser tan tarde y elevando sus manos en el aire para hacerle señas a las chicas de que se iban —Y ustedes tres se vienen con nosotros.

—No aguantaron mucho ¿Eh? —Murmuró Amber muy risueña al ver la actitud fiestera de este par de chicos canadienses.

Este era el momento en que podía dejar de lado los problemas, así que terminé de ponerme los zapatos y me acerqué hasta la puerta. 

—Lista por acá. ¿A qué sitio iremos?- Pregunté con entusiasmo.

—Esa es la actitud. Iremos al corazón de Montreal, nena. ¿Vienen todas?- Respondió Chuck en forma de broma y picándome el ojo. Sonreí ante este el gesto y asentí con la cabeza para aceptar la invitación.

Sebastien, quien hasta ahora había sido uno de los más amables del grupo, se mantuvo un tanto alejado de Chuck y lucía algo nervioso. Amy notó ese cambio de actitud y trató de ayudarlo para que pudiera hablar sin tanta timidez.

—¿Vienes a la fiesta o te quedarás a dormir aquí? —Le preguntó Amy a Seb.

—Ahmm.... ahhmm... ahhmmm... —Tartamudeó Seb al verla tan cerca de él.

—¿Me estás escaneando o algo así? —Bromeó mi hermana para romper el hielo —Haces ruidos muy extraños —Seb sonrió y tímidamente trató de articular mejor las palabras —¿Entonces? —Le volvió a preguntar.

—Ehhhh... —Sebastién nos miró varias veces a Amy y a mí, y suspiró —No es nada. Luego hablaremos mejor.

—Ok, está bien —Respondió mi hermana sin insistir más en saber más sobre lo que estaba poniendo tan nervioso a Seb.

Nos encontramos con nuestros amigos y los de Sebastién en la entrada y subimos a la limusina que nos estaba esperando. En el camino aprovechamos para conocernos un poco más, hablando de todo y de nada a la vez. 

Al poco tiempo llegamos a un local que tenía una larga fila de personas que querían entrar. Me dio pena porque cuando reconocieron a Simple Plan nos dejaron entrar rápido y sin tanto protocolo. Una vez dentro, el personal del local nos llevó a la zona VIP, donde de inmediato todos pedimos nuestras bebidas y comenzamos a disfrutar de la noche.

La noche fue transcurriendo, tomamos algunos tragos, bailamos, y la estábamos pasando bastante bien hasta que Chuck se alejó del grupo. Al principio pensamos que era porque iba a buscar alguna nueva bebida, pero cuando llegó nos contó mejor lo que había pasado.

—¿Qué ha pasado, Check? —Preguntó primero Amy para hacer que Pierre se volviera a molestar, ante lo que él solo le dedicó una sonrisa forzada.

—Me extraña que no te hayan llamado Angelly —Dijo Chuck mirandome

—¿A mí? —Respondí extrañada —¿Quién tiene que llamarme?

—Los productores —Dijo mientras bebía un trago —Tenemos que ir a...

—¿Qué dices? —Inquirió Allan tomando un sorbo de su trago.

—No se te entiende nada hombre.... Habla más alto —Le reclamó Pierre desde una de las esquinas.

—¡Que tenemos que estar en los MTV Awards mañana! —Exclamó él dos tonos más fuerte.

—¿¡QUÉ!? —Exclamamos todos al mismo tiempo. 

—Sí. Según me dijeron tenemos que presentar el tema y hablar de nuestra gira juntos antes de lo previsto —Compartió los mensajes que iba leyendo con todos. 

—¡Chicos esto no es tan malo! —Afirmó Patrick tratando de calmarnos —Han adelanto bastante...

—Pero todavía falta... —Lo interrumpió Chuck —No estamos listos aún....

—Sí, es cierto, pero por lo que veo no tenemos muchas opciones —Opinó Amber —Tenemos que hacer lo que nos dicen.

—A la mierda.... CANTINERO, UNA BOTELLA DE TEQUILA POR FAVOR —Gritó Pierre. Lo miré como tratando de comunicarme así con él —QUE SEAN DOS —Pidió sonriendo para sí mismo.

No entendí muy bien lo que acababa de pasar, pero agradecí que con ese extraño juego de miradas entre nosotros  él me hubiese entendido tan fácil lo que quería. Cabeceé para tratar de sacar cualquier tipo de pensamiento que pudiera distraerme de lo que teníamos que hacer, y él aprovechó ese momento para dejar de mirarme.

—Tenemos que irnos ya al estudio a organizar todo —Sugirió Jeff.

—No hay problema, nos llevamos las bebidas —Comenté, y Pierre asintió al mirarme.

Al salir del local volvimos a dividirnos en varios grupos para poder cubrir todo lo que teníamos que hacer, y es que teníamos pocas horas para poder estar en el aeropuerto y llegar a tiempo para la premiación a la que acababan de invitarnos (o mejor dicho, a la que nos acababan de obligar a ir). Por un lado Pierre y yo fuimos al estudio a recoger los instrumentos y papeles que nos hacían falta, Jeff, Patrick, Seb, David y Chuck fueron a cada una de sus casas para recoger lo que usarían en la ceremonia de los MTV, y mi hermana y amigos fueron al hotel a recoger las maletas.

Nunca imaginé que esta noche iba a ser tan extraña en tantos sentidos, tan llena de cambios, no solo desde el punto de vista profesional sino también desde la perspectiva personal de cada uno de nosotros.