Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

20. Amor de hermanas

Lorena y yo nos fuimos internando cada vez más en el bosque, en dirección contraria a la que vinimos. Habíamos avanzado una larga distancia, estábamos cansadas y con poca reserva de agua, y aunque aún no llegábamos a ningún lado, las cosas parecían que iban por buen camino. No podía creer cuán cerca estaba el momento de estar con mi hermana y de abrazarla, algo dentro de mí se aferraba a esta idea, al tenerla de nuevo y poder salir de este lugar en el que habíamos caído.


—Parece que tú y yo no las llevaremos bien —Opinó ella en uno de nuestros descansos. Hizo una pausa y bebió un poco del agua que nos quedaba.

—Oh si, por supuesto, con tal no me amenaces de nuevo todo estará bien —Respondí con sarcasmo. Ambas sonreímos, pero supe que entendió que lo decía en serio.

—Deberías entenderme mejor que nadie ¿vale? —Dijo con expresión ausente. Claro que la entendía, sabía que si Laura era su hermana, en estos momentos Lorena sentía que una parte de ella también se había perdido y que solo podría estar completa cuando la encontrara.

—Si supieras... —Traté de decir, pero la voz se me cortó de pronto. Suspiré y llevé las manos a mi cabeza —Te entiendo perfectamente, no sabes todo lo que he hecho por hallar a mi hermana, y aún así... pienso que podría hacer más, solo que no se qué más hacer... Tengo esta sensación de no estar haciendo lo suficiente, y que ella me necesita... Sé que me necesita —Solté al cabo de unos segundos. Lorena solo me escuchaba con mucha atención, analizando cada palabra que decía.

—Lo sé. Te entiendo —Concluyó con la mirada ausente —Me pasa lo mismo.


Entender a Lorena resultaba sencillo, por eso no estaba molesta cuando me amenazó con decirle a Pierre lo que yo pretendía hacer. El amor entre hermanas es demasiado fuerte e incluso genera que hagamos hasta lo imposible para que esa persona a la que tanto queremos esté bien.


—¿Te confieso algo? No sé cómo no pude darme cuenta antes —Susurré al recordar la conversación que tuvimos ella y yo antes de detenernos —No sabía que ustedes eran... hermanas

—Supongo que no tuvimos tiempo de conocernos, todo pasó tan rápido —Dijo encogiéndose de hombros —Tampoco sabía que ustedes lo eran. Lo siento, lo entendí fue al llegar aquí.

—Lo sé —Asent í entendiendo sus palabras —Es que Amy y yo, físicamente somos distintas... Y ni hablar de personalidad.

—Qué lástima que ahora tengamos que conocernos en esta isla... en estas condiciones ¿no? —Me comentó en medio de un suspiro.

—Pues sí —Nos quedamos en silencio sin mirarnos hasta que decidí que era hora de irnos —De acuerdo, pongámonos en marcha. Debemos apresurarnos antes de que se den cuenta de nuestra ausencia, puede incluso que ya se hayan dado cuenta.

—Muy cierto. Vamos —Me apoyó Lorena mientras se ponía en pie.


Cuando nos pusimos en pie escuchamos unas pisadas muy rápidas, parecían personas pisando los matorrales. Como todo estaba tan oscuro no podíamos ver nada. De pronto mi corazón comenzó a latir con más fuerza. Solo esas pisadas podían significar algo, o eran los muchachos que nos habían encontrado o era algo más. En cualquier caso, no quería quedarme a averiguar la respuesta.

—¿Crees que...? —Intentó decir Lorena pero enmudeció. Era la primera vez que la veía nerviosa. Intercambiamos miradas.

—Venga, apresurémonos —La tomé de la mano y caminamos más rápido.

—Tienen que ser ellos...

—Calla y corre. No pueden alcanzarnos, tenemos que encontrar a nuestras hermanas primero. Ellos no nos dejarán.


Al decir eso, inmediatamente pensé "Pierre no me dejará". No sé por qué le temía a lo que pudiera pensar él de mí. Desde mi relación con Víctor no me importaba en absoluto lo que un chico pensara o dijera de mí, pero con Pierre había algo diferente, algo que aún no podía comprender.

Corrimos lo más rápido que nuestros pies y fuerzas nos permitieron, pero de repente pasó lo que ninguna de las dos queríamos. En un abrir y cerrar de ojos teníamos a Pierre, Patrick, Chuck y a los pocos sobrevivientes frente a nosotras obstruyéndonos el paso. No pude evitar colocar los ojos en blancos y cruzarme de brazos. Tal como había pensado eran ellos, y no teníamos a dónde huir.


—¿Qué ha pasado Lorena? —Preguntó Patrick confuso y somnoliento. A pesar que sentí que estaba molesto, su tono de voz era más preocupado que otra cosa.


Pierre se puso al frente del grupo, mostrando una figura de líder, reflejando seriedad en su rostro y con el entrecejo fruncido. Caminó hasta donde yo estaba y se detuvo contradiciendo sus pasos. Sentí cómo su rostro expresaba la confusión y preocupación.

Lorena intercambió una mirada de complicidad conmigo, era más que obvio que no nos rendiríamos tan fácilmente. Asentí para que supiera que había captado su señal.


—¡Vaya! Tenemos compañía —Insinuó con sarcasmo Lorena. Claro, no nos quedaba otra opción, bueno solo una... aunque prefería esperar el rumbo de la situación para optar por esa carta que tenía bajo la manga.

—Veo que sí —Me crucé de brazos siguiéndole la corriente.

—Chicas.... —Comenzó a decir Patrick cuando le interrumpió Pierre levantando la mano para que se callara sin siquiera mirarlo. Lo fulminé con la mirada por su mala educación, pero pareció no importarle en absoluto.

—¿¡Qué tratas de hacer esta vez!? —Exclamó Pierre acercándose con lentitud. Intentaba controlar su tono pero no funcionaba —Debemos buscar un lugar para estar seguros y... ¿Tú piensas solo en escaparte? ¿Acaso no ves el peligro al que estamos expuestos todos o eres tan egoísta que solo eres capaz de pensar en ti y solo en ti?


No entendí, me llamaba egoísta, pero de eso no tenía nada. Hasta ahora había aplazado mis planes de buscar a mi hermana por muchos motivos, incluyendo los episodios extraños que me habían ocurrido e incluso por su salud, así que de egoísta no tenía nada. ¿Cómo podía siquiera mencionar eso?


—Vamos, Angelly, no tenemos por qué darles explicaciones —Lorena me tomó del brazo. Mis ojos se clavaron en Pierre, sentí tanta decepción que las palabras no me salían.

—Tienes razón —Concluí dándole la razón a Lorena.


Cuando Lorena hizo ademán de que la siguiera, Pierre acortó la distancia entre nosotros tomándome con mucha fuerza por el brazo, tanta que comenzaba a lastimarme.

Podía entender que estaba molesto, aún así no justificaba que tuviera que tratarme de esta manera. Era cierto que me había metido en problemas muy extraños últimamente, pero eso no explicaba su comportamiento tan brutal.

Pierre no me soltó, probablemente mi rostro ya reflejaba el dolor que sentía en mi brazo derecho. Noté los nervios de Lorena, la miré de reojo para tratar de tranquilizarla y ella asintió con la cabeza.

—¿Por qué lo has hecho? —Me preguntó bruscamente.

—¡Lo siento Pierre! —No se me ocurrió más nada que decir que empezar con una disculpa -Debes soltarme —Traté de safarme de su mano, pero no funcionó, así que le dí otro sentido a mis palabras —Siento estar exponiéndome a...

—¿¡Lo sientes Anggie!? —Quiso saber sin dejarme culminar la frase —¿¡Dices que lo sientes!? Creo que de verdad no sabes lo que dices, parece que te agrada la idea de exponerte al peligro. Creo que... te gusta, pero no ves que nos preocupamos por ti... —Carraspeó la garganta y miró el suelo. En su mirada pude notar una mezcla de emociones, molestia y preocupación —Me preocupo por ti —Soltó finalmente aquellas palabras.

—Primero que nada, no me gusta el peligro. Segundo, mira todo lo que nos ha pasado. Debo encontrar a mi hermana, a mis amigos, tenemos que salir de aquí —Bajé la mirada, respiré y recordé que no podía dejarme pisotear por nadie —Lo siento, pero no tienes derecho de juzgarme...

—Tienes razón, no soy quién para juzgarte... No lo estoy haciendo. Solo intento de que veas que cometes un error —Dijo interrumpiéndome. Miré su mano que aún se cerraba en torno a mi brazo, ya podía notar el rojo generado por la presión que él empleaba y ni hablar de cuánto me dolía. Siguió mi mirada, pero no me soltó, solo aflojó una presión al darse cuenta de lo mismo que yo.

—De verdad que lo siento —Me excusé de nuevo. Pensé en que esta vez cabía la posibilidad de que si me explicaba mejor Pierre podría entenderme. No tenía nada que ganar o perder -Sé que... sé que han pasado cosas extrañas, lo entiendo, pero debo encontrar a mi hermana... Entiende que por alguna razón que desconozco sé que está necesitando de mí, no estoy a su lado...

—¿Qué dices? —Levantó las cejas confundido por mis palabras.


Sabía que no sonaba lógico, pero no hallaba las palabras correctas para expresar lo que sentía, así que dije lo que primero me vino a la mente.

—No sé cómo explicártelo...—Terminé diciendo con un tono de voz muy bajo.


Cuando intenté soltarme, él me sujetó con más fuerza. En ese momento, Patrick y Chuck le hicieron señas a Lorena para que se fuera con ellos, quien solo me pudo susurrar un "lo siento" y se alejó de mi lado cuando Pierre acercaba su rostro más al mío y presionaba más su mano entorno a mi brazo. No tenía por qué negarlo, comenzó a darme miedo lo que ocurría, y más miedo me daba que nadie hacía nada.


—Debo y voy a buscarla... —Quise retomar el hilo de la conversación sin demostrar miedo, me fue imposible cuando Pierre me interrumpió.

—¿No lo entiendes? ¿No lo ves? Estás comenzando de nuevo —Soltó una risa nerviosa —No quiero obligarte, no quiero presionarte a hacer algo que no quieras, solo debes saber que debes parar, debes quedarte con nosotros. Buscaremos a tu hermana, después...


De repente trató de cambiar su actitud. Acarició con el dorso de su otra mano mi mejilla, bajé la mirada y suspiré. En ese momento volví a comprenderlo, él no lo entendía y no lo entendería jamás. No entendería esta necesidad que tenía yo de ver a mi hermana, de estar con ella y asegurarme que estuviera bien.


—Lo siento Pierre. Lamento mucho que no me entiendas... Te pido que me sueltes, ya sabes exactamente a dónde iré, y también debes saber que no detendré mis intenciones. Esto se trata de mi hermana y haré cualquier cosa por encontrarla, te guste o no. Tienes dos opciones, ir conmigo o no. Cualquiera que sea tu decisión la comprenderé. No te juzgare por ello... —Permanecí cabizbaja. Suspiré y seguí hablando —Por favor, no me retengas más, he esperado demasiado y Amy me necesita. No me impidas ir a buscarla.


Levanté la mirada, me topé con sus ojos marrones y se me hizo un nudo en la garganta. Esto resultaba inexplicablemente difícil. Pierre intentó hablar pero no pudo, aflojó la presión que ejercía sobre mi brazo, lentamente deslizó su mano hasta llegar a la mía y entrelazarla con la suya.

Lo miré confundida sin saber con exactitud las razones por las que había cambiado de actitud. Entonces se acercó y susurró al oído las siguientes palabras como para que solo yo le escuchara.


—No sé cómo lo haces —Y al escucharlo decir esas palabras, un escalofrío recorrió mi espalda mientras él alejaba su rostro del mío —Lo siento —Supe a qué se refería, él se disculpaba por su comportamiento. Todos observaban impacientes por la respuesta de Pierre, todos incluyéndome —Iré contigo con tal de que dejes de hacer cosas como estas... y como las de antes. Entre los dos encontraremos a Amy.


Esto si que no me lo esperaba. Me sorprendió y me quedé sin palabras. No supe qué decir. En ese momento, nuestros amigos me sacaron de mi ensismamiento cuando carraspearon sus gargantas para hacerse notar.


—Querrás decir "iremos" porque iremos todos ¿no? —Corrigió Chuck para que pudiéramos escucharlo.

—Yo también iré con Angelly, en eso quedamos. ¿Cierto guapa? —Todos la miraron sin entender lo último que había dicho, pero yo sí que le entendí. Sonreí.

—Claro que sí —Respondí.

—En marcha entonces —Continuó Patrick -Vengan -Con su mano llamó la atención de los sobrevivientes que parecían estar aún alejados de nosotros —Síganme, si no me equivoco Chuck, Lorena y yo pasamos antes por aquí. Más adelante nos desviaremos un poco a la costa. ¿Te parece bien Lore?

—Te doy la razón compañero —Ella sonrió muy animada ubicándose al lado de Patrick —Aunque... ¿Angelly? ¿Pierre?

—¿Si? —Respondí apartando la mirada de los ojos de Pierre para ver a Lorena.


Me di cuenta que todos se nos adelantaron unos cuantos pasos y que lo seguían haciendo menos Lorena, quien se detuvo para asegurarse de que estuviera bien. Noté la preocupación en su mirada, así que con una sonrisa le confirmé el estado en el que me hallaba. Me avergoncé un poco de cómo debía notarse la escena, ya que en cuestión de segundos Pierre y yo nos habíamos quedado como bobos en la misma posición mirándonos. De hecho, él seguía mirándome.


—¿Vienes? —Soltó una risita por lo bajo -¿Vienen?

—Si... si, claro que sí —Sonreí. Pasé con delicadeza una mano por mi cabello —Ya voy, quiero decir... Vamos —Halé a Pierre con la mano que aún manteníamos entrelazada y comenzamos a caminar con el resto del grupo.


No perdimos más tiempo y nos internamos una vez más en la selva, en busca de un camino que nos pudiera llevar hacia la otra costa de la isla en la que estábamos. En ese momento sentí una especie de alivio dentro de todo el caos emocional que había vivido durante los últimos días, todo parecía estar retomando un cauce más normal y sentí que estaba cada vez más cerca de estar con Amy.

Sobre Pierre, no sabía qué significaba todo lo que estaba generando en mí. Todos estos sentimientos me hacían quererlo y odiarlo al mismo tiempo, eso me asustaba después de todo lo que había vivido con mi ex novio, un ser tan egoísta, vanidoso y despota que mostró su mejor cara solo para obtener algo de mí.

Mientras caminaba pensaba en todo esto, y solo me repetí mentalmente que tenía que recorrer un paso a la vez, armar este rompecabezas con calma para poder entender la dirección hacia donde iba todo esto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro