2. Canadá, un sueño hecho realidad
En el aeropuerto
La decisión había sido tomada, por más que tratamos de hablar con nuestra manager para que cambiara de parecer, nada funcionó. Así que aquí estábamos en el aeropuerto, esperando el vuelo que Danielle nos había asignado para encontrarnos con Simple Plan, la banda canadiense con la que tanto querían que hiciéramos una gira.
No me malinterpreten, no tenía problemas en trabajar con otras agrupaciones, mucho menos con viajar a Canadá, lo que ocurría es que hasta ahora nos habíamos dado a conocer por nuestro talento. Es decir, no habíamos aceptado ninguna colaboración musical con otros artistas, y el hecho que irrespetaran esa decisión los de la disquer era lo que me tenía de mal humor.
Sin embargo, aunque no me agradaba la idea traté de ver el vaso medio lleno para calmar los ánimos.
—Me he tenido que despertar temprano —Amyleeh se bajó el pasamontañas hasta taparse las orejas —Tengo tanto sueño —Continuó diciendo en medio de un bostezo.
—Te quejas demasiado. Dormiste durante casi todo el camino —Le respondí mientras soplaba mi latte.
—Hey, tienen que ver esto. Los chicos de ese grupo no están tan mal. Podría quedarme con el vocalista sin ningún problema —Expresó Amber buscándonos conversación, a su manera.
—¡Amber! — Exclamamos Amy y yo alarmadas por su actitud.
—¿No me creen? Échenle un ojo a Mr. Pierre Bouvier para que se den cuenta que no miento —Se defendió señalando una fotografía que tenía en su celular.
—En realidad tienes razón rubia. Sinceramente no me opondría a cantar junto a él —Murmuró Amy estirando las mangas de su sweater para cubrirse del frío —Oh, pero mira a este de acá, me impactan sus ojos azules.
—Odio decirlo pero... se los dije. Están guapísimos todos —Expresó Amber con aquel brillo travieso en sus ojos azules —Será un placer conocerlos y trabajar con ellos.
—Ok, hablemos de algo... No me opongo a trabajar con ellos, sería un reto más... Es solo que, me molesta que hagan las cosas sin consultarnos. Además, ellos me parecen un poco mayores para entablar una gira con nosotros —Opinó Amy metiendo las manos en su sweater —¿No creen?
—No parecen tan mayores —Refutó Amber su comentario —Creo que deben llevarnos un par de años quizás. Así que eso está bien —Puse los ojos en blanco por su comentario.
—No tienes remedio rubia —Murmuró Amy.
—Sinceramente Amy, obviando el punto de Amber, tampoco estoy en contra de esta alianza. Después de todo, para crecer en la fama deberíamos juntarnos con personas famosas —Al final traté de aceptar la decisión que no podía cambiar. Vi el lado positivo del asunto —Nada más imagina cuánta publicidad nos traerá hacer un concierto que tenga como tema: "Si pudiera cambiar el mundo" —Sugerí aún soplando mi café.
—Por un planeta más verde —Completó Amber la frase con entusiasmo.
Todas reímos hasta que el teléfono de Amyleeh comenzó a sonar. Ella sacó el equipo de su bolsillo y leyó el mensaje en voz alta.
—"Hey, dónde están?". Vaya, es Danielle. La mujer quiere chequearnos para que no nos escapemos de nuestros amigos canadienses —Explicó Amy bromeando apenas leyó el texto —¡Qué intensa es!
—Respóndele que nos hemos arrepentido y que iremos a casa, a ver cómo reacciona —Propuso con entusiasmo Amber sin poder aguantar la risa.
—No está bien que hagan eso con ella —Comenté Angelly —Saben lo malhumorada y delicada que ella es cuando se trata de asuntos como este.
—Vamos, anímate un poco. Hemos estado en un vuelo y ahora vamos a otro y tanto aburrimiento me mata. Está bien, vamos a ver —Decía Amy mientras tecleaba las palabras en su celular —Listo... enviar a... Danielle.
Estuvimos unos minutos conversando sobre la posibilidad de hacer unas cuantas visitas antes de encontrarse con la banda y conocer un poco Montreal, cuando Amyleeh recibió una llamada de Danielle.
Cuando atendió solo podía escuchar porque nuestra manager no dejaba que hablara o explicara nada. Nos ubicamos una a cada lado de Amy para oír mejor el monólogo que entablaba Danielle hasta que finalmente no me pude contener más y le arrebaté el celular de las manos.
Pasado unos extensos y tediosos minutos colgué la llamada y entregué el equipo a mi hermana. No entendíamos la presión e insistencia tan intolerable de los representantes de la disquera para que nos encontráramos con esa banda. En toda nuestra trayectoria, no muy larga, nunca habían sido tan exigentes, ni tampoco tan mandones.
—Esa Danielle, cuando se lo propone es una vil manipuladora. Si no hiciera tan bien su trabajo... —Dejé la frase en el aire y quise compartir mis pensamientos —Si fuera por mí creo que hace mucho no estuviera con nosotros —Amy y Amber se quedaron viéndome con asombro —¿¡Qué!? Es la verdad, no me agrada que nos controle y...
—Calma que no es el fin del mundo —Agregó Amy acurrucándose junto a ella y medio cerrando los ojos.
—Es válido tener esa opinión, Ang —Murmuró Amber dándome una palmadita en el hombro en señal de aprobación —Además pienso igual que tú. Esto es raro.
—Ni que lo digas —Suspiré —Esto no tiene ningún sentido.
—Hey, se vale incluirme. No porque tenga sueño debo estar fuera de la conversación —Protestó Amy entrecerrando los ojos. Luego las tres nos miramos y reímos.
Al poco tiempo se nos unieron Andrew y Allan, que se habían quedado en una tienda de dulces, donde se entretuvieron comiendo y comprando cualquier cantidad inimaginable de golosinas.
—Oye Allan, ¿no hubiese sido mejor que hubieses traído la tienda completa? —Apenas Amy dijo esto, el pelirrojo le sacó lengua.
—"...Atención a los pasajeros que hacen transferencia a Canadá. Este es el último llamado para los pasajeros del vuelo 1423 dirección Montreal- Canadá se les agradece abordar por la puerta número..."
—¡A mover esos traseros! Ese es el nuestro —Exclamó Amber cogiendo sus maletas.
Detrás de Amber estábamos Amy y yo, seguidas por Allan y de último Andrew. Todos caminamos en silencio, mostramos los boletos y dejamos las maletas en el respectivo lugar para equipajes. Después, juntos subimos al avión que nos dejaría en Montreal.
En Montreal
Luego de tres horas de vuelo por fin ya estaban en Canadá, en el Hotel que nos reservó nuestra manager. Teníamos algunas horas a nuestro favor porque la reunión con Simple Plan sería a las tres y media de la tarde.
Nos ubicamos en las habitaciones que nuevamente Danielle había elegido, ella era siempre la que se encargaba de estos asuntos para que no tuviéramos que preocuparnos por nada. En una estaban los chicos y en la otras nosotras.
Como teníamos esas horas a favor, las chicas y yo decidimos descansar un poco para recuperar energías, mientras que los chicos dijeron que darían una vuelta para conocer algo de Montréal. Debo admitir que el tiempo pasó volando, cuando llegaron lo chicos ya estábamos listas para la reunión.
A pesar que seguimos las instrucciones que nos habían dado en el hotel, al parecer nos equivocamos de estación, así que tuvimos que consultar nuevamente la dirección del café en el que nos veríamos.
Honestamente llegamos quince minutos tarde. Cuando entramos al concurrido local llamamos mucho la atención, quizá por nuestro acento o por la forma en la que vestíamos. Nos sentimos un poco incómodos, pero decidimos buscar una mesa libre para esperar.
—¡Aja! Ahora pueden decirme algo, cómo se supone les reconoceremos si no sabemos quiénes son ni cómo lucen —Se quejó Andrew sentándose. Allan asintió y trató de buscar algo a su alrededor sin saber qué era exactamente.
—Bueno... A Danielle se le pasó ese detalle ¿no? —Intervino Allan de buen humor.
—Si sirve yo conozco de foto al vocalista —Expuso Amber haciendo como si se derretía de amor. Amy y yo reímos de nuevo.
—¡Amber para ya con eso! —Exclamamos Amy y yo al mismo tiempo pero sin evitar seguir sonriendo.
—Y... ¿No se les ocurrió siquiera buscarlos en la web? —Insistió Andrew. El mal humor que cargaba se notaba sólo de mirarlo. Aunque tratábamos de evitar sus comentarios, a Amy no se le escapaba una oportunidad para ponerlo en su sitio.
—¿Se te ocurrió a ti? —Inquirió ella levantando una ceja. Andrew negó con la cabeza y se encogió de hombros- Llamaré a Danielle —Sentenció de una buena vez. Marcó el número y sonaba ocupado —A buena hora se le ocurre hablar por teléfono es... —Comenzó a quejarse Amy trancando la llamada y guardando el celular en el bolsillo de su chaqueta —Y ni nos da el número de alguno de ellos... ¿Cómo quiere que todo salga bien si no ayuda nada?
—¿Ahora quién es la que está de mal humor? —Dijo Andrew en tono sarcástico riéndose de ella.
—Calma. Todo saldrá bien —Traté de calmar las aguas. Sabía lo puntual que era mi hermana, por eso se sentía tan molesta.
—Tomémonos un café mientras esperamos —Propuso Allan —Acompáñame a buscar unas bebidas Amber.
Nuestra rubia amiga asintió y caminó con el pelirrojo hasta la caja, mientras que Andrew, Amyleeh y yo nos sentamos en la mesa de al lado a la que estaba frente a la puerta. La cafetería estaba llena y esa era la única mesa libre para cinco personas, por lo que no perdimos la oportunidad de tomar asiento.
—Y cuenta Andrew... ¿Qué conociste de Canadá mientras dormíamos? —Pregunté con la intención de disminuir la tensión que había entre su hermana, él y ella.
—Una hermosa plaza. Las llevaremos en la noche. Está perfecta para que nos tomemos unas fotos. Mírenla —Sacó la cámara y nos mostró una foto en la que estaban Allan y él sentados en el suelo y se veía claramente el entorno.
—Qué brutal está... Tienes razón- Respondió Amy —Si que está bellísima, se ve como para patinadores —Andrew asintió —¡Mucho mejor!
La tensión disminuyó, los tres continuamos hablando sobre el recorrido que habían hecho Allan y Andrew. Al poco tiempo se nos unieron Amber y Allan con las bebidas.
Pasaba el tiempo y seguíamos sin recibir señales de la banda canadiense, por lo que aprovechamos para hablar de cualquier cosa. De repente, un joven que estaba sentado cerca de su mesa se acercó hasta nosotros.
—As de Picas... ¿cierto? —Inquirió el joven de ojos azules.
Cuando el joven de ojos azules se les acercó, los cinco intercambiamos miradas. Estábamos conscientes de su fama, pero no sabíamos que ya podrían reconocernos en Canadá.
—Sí, somos As de Picas—Respondió Amyleeh sonriente —¿Y tú eres...?
Amyleeh se quitó un mechón de cabello que cubría su vista y se fijó en los ojos azul intenso de aquel chico que acababa de acercarse con expresión tímida para no llamar mucho la atención. Por alguna razón le resultó muy familiar, lo supe por su mirada confundida.
—Hola, mucho gusto me llamo Sebastien —Se presentó extendiéndole la mano para saludarla. Hizo una seña a todos y añadió mirando a uno por uno a los miembros de la mesa —Los estábamos esperando.
—Perdón pero... ¿Quién eres? —Preguntó Andrew con arrogancia y desconfianza al mismo tiempo.
—Oh, sí, disculpa... Debí comenzar por allí ¿cierto?—Sebastien cabeceó un poco para evitar mirar a Amyleeh. Sonrió y agregó —Soy... Yo soy uno de los integrantes de la banda Simple Plan. Se suponía debíamos vernos... —Consultó la hora en su reloj —Hace... unos veinticinco minutos.
—¿De Simple Plan? ¿Tú formas parte de Simple Plan!? —Preguntó Amyleeh con cierto nerviosismo en su voz.
Miré a mi hermana y luego a Amber, ambas reímos sin que ella se diera cuenta.
—Lo sentimos. Es que... —Traté de desviar la atención en exceso que tenía aquel chico en mi hermana, lo cual incomodó un poco a Amy —Verás... —Intentó buscar las palabras correctas que no la avergonzaran más. Su mejillas enrojecieron un poco al igual que las de Amy y Amber ¿Qué les sucedía a todos? —Verás, es que... nos perdimos.
—Eso puede pasarle a cualquiera ¿no? —Trató de decir Allan como una broma y se río con Sebastien, a quien también le pareció graciosa la situación.
—Si no conocen Canadá, suelen suceder ese tipo de cosas. Pero vengan conmigo que el resto de la banda está afuera. Ya nos íbamos a ir porque no llegaban ni llamaban, pero yo me quedé a esperarlos más tiempo —Sebastien hizo un ademán para que fueran saliendo.
—¿Cómo nos reconociste? —Indagó Andrew con el entrecejo fruncido.
—Su acento, es inconfundible. Cuando entraron al local, nosotros salíamos, y les escuché hablar y los reconocí de inmediato. Mientras ustedes estaban comprando, me senté cerca para estar seguro de que eran ustedes a los esperábamos desde temprano —Se justificó Sebastien con un leve encogimiento de hombros y una sonrisa dibujada en su rostro. Irradiaba alegría y mucha vitalidad el joven integrante de Simple Plan. Sebastien miró de nuevo a los cinco- ¿Y por qué no nos notificaron por teléfono que ya habían llegado?
—Es que nuestra adorada manager no nos dio ningún número donde nos pudiéramos comunicar con ustedes —Se justificó Amyleeh.
—Bueno presentémonos.... —Emprendió un nuevo tema de conversación Amber —Sebastien, ella es Angelly y Amyleeh —Cada una alzamos las manos como si pasaran una lista en el colegio cuando nuestra amiga mencionó nuestros nombres —Son nuestras vocalistas; estos de aquí son Andrew, guitarrista principal; y Allan —Dijo señalando a nuestro amigo —Allan es el bajista —Ambos estrecharon la mano de Sebastien —y esta fiel servidora —Amber hizo una reverencia —Como verás, soy la mejor baterista, modestia aparte. Y sí, somos As de Picas —Culminó la presentación sonriendo.
—Pues, es un placer conocerles, formalmente, quiero decir ya los he escuchado antes... —Añadió Sebastien ante la cara de confusión de los presentes —Resulta ser que junto a un gran amigo tengo un programa de radio...
—¡Interesante! —Musitó Amber interrumpiéndolo —Cuéntame más.
—Sí, de hecho es genial... Hace como mes y algo, encontramos una de sus temas titulado "Missing You". Lo escuchamos y nos encantó. Solemos colocar música nueva en el programa, así que después decidimos que sonara al aire —Dijo Sebastien —Por eso tanto él como yo sabíamos de ustedes cuando nos notificaron que íbamos a trabajar juntos.
—Qué bien. Yo adoro los programas de radio —Expuso Amber interesándose cada vez más en lo que decía el integrante de Simple Plan —Tenemos a algunos amigos y familiares que trabajan en radios locales en Londres, como en BBC Radio 1.
—Interesante. Nunca hemos estado allí —Respondió Sebastien muy interesado en lo que decía la rubia.
—Sí, pero no nos aprovechamos de nuestros contactos —Aseguró la rubia —Sabemos que están allí, y nos entrevistan solo si es necesario. De esto, tratamos de ganarnos todo por nuestra cuenta...
-¿Nos vamos? —Interrumpió Andrew la conversación al ver la actitud de Amber, quien sin dudarlo estaba coqueteándole a Sebastien.
—Andrew....—Le dije con tono tajante entendiendo los celos que tenía, aunque sin justificar su actitud. Andrew solía ser muy sobreprotector con todas, pero más con Amber porque hace algunos años habían tenido una relación —Basta... —Él al verme solo se encogió de hombros.
—Él tiene razón, deberíamos salir —Sebastién señaló nuevamente la puerta —No es que quiera ejercer presión pero... aquellos de allá —Señaló a través de la ventana principal de la cafetería a cuatro jóvenes inquietos que esperaban en la acera que estaba al frente —Esos... son mis amigos y si no voy pronto se van a quejar todo el día que yo...
—¿No les dijiste que nos encontraste? —Repetimos nosotros al mismo tiempo la pregunta.
—Verán, creí estar seguro, pero necesitaba confirmar el asunto con ustedes. Además, tan sólo los he oído una vez por radio, una vez y ya... —Respondió Sebastien mirando el suelo como si allí encontraría las palabras que le hacían falta.
—No hay problema. Vayamos de una vez y acabemos con tanta presentación que tenemos mucho en que trabajar —Amyleeh se abrió paso entre nuestros amigos y comenzó a caminar. Todos la seguimos.
Sebastien iba de primero guiándonos, después estábamos Amy y yo, y al final estaban Amber, Allan y Andrew. Sinceramente, Canadá no parecía tan mal país si la mayoría de los habitantes fueran como este chico. Lo que desconocía en realidad era lo que iba a ocurrir a continuación.
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