<<The soul of war>>

La guerra siempre había sido presente de el reino Kagamine, nunca había descanso y de existirlo,  solo podía significar una cosa; la muerte del reino entero.

Cuando llegó la paz, fue efímera los sectores de los pueblos se encontraban llenos de niños corriendo y jugando entre los callejones, gente de la nobleza visitando el reino, comerciantes llevando sus mejores productos en venta. Eso, solo fue en los años en que el rey estuvo al mando junto a la reina.

Nabriok, era el lugar que todos odiaban y temían, hasta que ocurrió lo que unos llaman "milagro", paz, sin guerra, paz sin cortar cabezas.

—¡Viva el rey, viva la reina, arriba el reino Kagamine!—gritaban los pobladores del reino solitario

Imponente y fuerte.
Esa era su característica.

La reina quedó embarazada, desconocido y conocido era que la temporada para tener el heredero deseado, se debía concebir lejos de la luna llena y menguante. Pues se contaba que si el niño nacía en esa temporada, la gracia que había adquirido el reino Kagamine, se perdería cual navío en tempestad.

Pero, pese a todas las sacerdotisas, el rey cargaba con El mal karma de sus antepasados, los enemigos maldición y repudiaban Nabriok, en todos los sentidos posibles.

Cuando la reina dio a luz, no fue en luna llena, ni en menguante.

Fue cuando el sol se escondió detrás de la luna, el día se volvió oscuridad total, las aves volaban desesperadas de un lado a otro y el ganado se encontraba rebelde, aquel día, el cielo se iluminaba de rayos que cayeron en casas cercanas a la muralla de Nabriok, incendiado bosques y creando el caos.

No fue un heredero.
Eran dos gemelos los que fueron condenados bajo la sombra de la luna aquel día. Aquel día, quedarían marcados como "los demonios de Nabriok".

Len Kagamine el mayor por 5 minutos y Rin Kagamine, la hermana menor.

A

los 8 años, cumplidos, el reino Kagamine volvió a la guerra tras la misteriosa muerte de la reina. Nabriok volvió al infierno, cerrando sus puertas, regresando bélico y más fuerte a la guerra, cayendo bajo la maldicion los gemelos