Partida, galletas y lluvia
Al día siguiente volví a hablar con Yoongi, realmente no se veía seguro, no sé qué pasaba por su cabeza, pero sea lo que sea comprendió que lo mejor era hablarlo con Hoseok.
— Me voy a quedar un rato más, aún no quiero volver... —
— Bueno, si esa es tu decisión — dije sonriendo
Miedo, Yoongi tuvo miedo y dudas, así que dijo que se quedaría un poco más. Pero no duró mucho tiempo así que rápidamente volví con Hoseok, fue triste verlo irse, sinceramente ya me había acostumbrado a su presencia.
— ¡Se fue!, ¡Se fue el aliento de pescado! — exclamó saltando en el mueble
— Taehyung para... —
— ¡Se fue por fin! —
— Deja de saltar, puedes caerte y además de eso malogras el sofá — dije viendo como no paraba de celebrar la partida de Yoongi, aunque creo que es algo normal, los animales son territoriales, los híbridos deben de ser igual
Yoongi pasó por muchas cosas, y ayudarlo fue todo un gusto, además ver su embarazo de cerca era interesante, además pude hacerme amigo de Yoongi, realmente me gustó conocerlo.
— ¡Jungkook yo también quiero tener bebés como Yoongi! — exclamó poniéndose en frente mío con una enorme sonrisa
— ¿A-ah? — pregunté sin poder moverme por la impresión
— ¡Quiero tener bebés! — exclamó agarrándome de los hombros con fuerza
— Pe-pero, eso no es... —
— La reproducción para nosotros es vital — dijo serio — para una especie en el que uno de cada nueve es omega es vital una descendencia, realmente importa —
— O-oye, lo entiendo, ¿Pero eso que tiene que ver conmigo? —
— Tengamos hijos Jungkook, ambos hagamos bebés — dijo con sus ojos brillosos
— ¡TAEHYUNG PARA DE DECIR ESAS COSAS! — grité empujándolo
— Lo-lo lamento, no quería incomod-... —
— Voy a salir un momento, no me esperes — dije agarrando solo un paraguas para irme corriendo
Estuve caminando por un buen rato, el cielo se veía claro pero últimamente llovía mucho así que para evitar mojarme mejor traje un paraguas.
— Una biblioteca... — dije viendo el letrero de aquella casa rara
— Bienvenido — dijo una beta apenas abrí la puerta
— Gracias... — dije viendo detrás de ella varios pasillos llenos de libros
— ¿Qué libro desea encontrar? — preguntó mostrándome una bandeja con galletas
— Libro... — dije agarrando una galleta, pensando mientras la comía en si buscaba un libro
— Tenemos libros de todo tipo, de ciencia, romance, comedia, misterio, horror, acción, ficción, poemas, picantes, turbios, de demonios, de ángeles, de híbridos, de best-... —
— Quiero uno de híbridos, por favor — dije de inmediato
— Como guste, ¿Desea un libro general o de algún tipo en especial? —
— Deme dos, de híbridos en general y de... híbridos perro, esos necesito — de inmediato vi como entró a uno de los pasillos
— Bien, tenemos el general y de caninos, espero le sirva — dijo saliendo con dos libros, uno más grueso que el otro — y si desea algo más relacionado al tema solo díganmelo, tal vez lo tenga —
Luego de eso volví a casa, compré algunos paquetes con galletas saladas que tanto le encantan a Taehyung y me dirigí a casa. Al llegar vi a algunos vecinos míos afuera, simplemente los saludé y entré a mi casa, dejé el paquete en la mesa y me fui a mi cuarto, Taehyung estaba profundamente dormido en el mueble, al parecer había quedado agotado luego de saltar tanto.
Estuve leyendo algunos datos interesantes, todo este mundo realmente me sorprende.
— Jungkook... ¿Puedo comer galletas saladas? — preguntó Taehyung entrando a mi cuarto
— Claro, siempre las comes a escondidas, no veo el problema de que las sigas comiendo — dije volteando a verlo
— ¿¡T-tú-tú sabías que me las comía!? — preguntó impresionado
— Era obvio... cada semana compro porque se acaban — dije viendo su rostro pasmado — era muy obvio quién se lo comía — dije volviendo a ver mi libro — siempre tenías migajas en la cara —
— ¿¡En-en serio!? —
— Eres muy despistado — dije entrando a la página del celo de los híbridos — iré a un lugar — dije cerrando rápido el libro al ver una foto demasiado explícita en la página
— Pero... —
— Cómete todas las galletas que quieras — dije saliendo de casa
Salí de casa sin saber en donde pararía, de nuevo lo hice, pero realmente ya no puedo sentirme cómodo al lado de Taehyung, no sobrio.
— Dame el trago más fuerte que tengas — dije de inmediato entrando a un bar — dame el más fuerte, sin miedo... —
Tomé, tomé hasta sentir todo girar, con dificultad salí de ese bar, no estaba muy lejos de casa así que llegar no fue difícil, lo difícil fue marcar el número correcto en el ascensor.
— Jungkook, pero qué fachas... — dijo mi vecina entrando al ascensor
— A-ayúdame, quiero entrar a mi casa — dije lloriqueando
— Claro, espera —
Con dificultad y ayuda de mi vecina logré llegar a mi casa, no recuerdo su nombre, solo recuerdo que es mi vecina. Entré a mi casa y no recuerdo si me despedí o le di las gracias, solo cerré la puerta y con dificultad me dirigí al sofá.
— Oye... ¡TAEHYUNG!, ¡TAEHYUNG DEBES DE ESPERARME EN LA PUERTA! — grité sintiendo pasos acercándose rápidamente
— ¡Jungkook!, ¡Por fin volviste! — exclamó en frente de mí
— Ta-taehyung, pero mi Taehyung, mi-mi lindo Taehyung — dije abrazándolo, me sentía muy feliz de verlo
○●○●⊙●○●○
Me quedé estático, no sabía hacia donde mirar. Mi corazón empezó a latir con fuerza, Jungkook me había estado evitando, lo sé, cuando de noche tocaba su puerta nunca abría, que cuando me miraba no tenía ninguna sonrisa en su rostro, pero ahora es todo lo contrario.
— Taehyung, pero qué lindo perro — dijo agarrándome de las mejillas — qué lindo, lindo, lindo — dijo riéndose
Jungkook siempre se pone así cuando toma, lo sé porque la otra vez que llegó se puso a cantar y bailar de forma rara, no paró hasta caer como una muñeca sobre el suelo, me asusté mucho al verlo caer así.
— Jungkook... — dije sintiendo como se acercó demasiado a mí
— Esa vez me besaste Taehyung travieso — dijo sonriendo — me besaste y te dormiste, pe-pero no me dejaste decirte lo que sentí —
— Yo-yo... —
— Cállate — dijo besándome
Lo sostuve, tirándome junto a él en el sofá, sintiendo como la saliva empezaba a descender por nuestros labios, sintiendo como mi cabeza empezaba a volar, todo parecía volar a mi alrededor, nunca había sentido esto al besar a ninguno de mis dueños, ninguno de ellos me hacía sentir así, solo Jungkook.
— Humm... —
— Jungkook... —
No pude seguir, sentía nuestras saliva combinarse, sentía nuestras bocas calientes, era todo tan caliente, sentía todo temblar, al principio no entendía nada de lo que sucedía, era demasiado placer, pero de pronto lo sentí, sentí la ola de dulces feromonas, las feromonas de Jungkook.
— Tu-tu celo... — dije separándome de él tan solo unos centímetros, captando de inmediato la lujuriosa mirada de Jungkook
— ¡Nhg! —
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