—El veterano jugador, Oliver Queen, está preparando su último tiro.... El penal decisivo de esta noche— Dice el comentarista, manteniendo el ambiente tenso entre los espectadores.

Queen, prepara sus piernas moviéndose en su lugar, agarra su uniforme por la parte baja limpiando el sudor de sus manos, tras ello corre hacia la pelota y arremete contra está con un gancho derecho, en ese momento el balón vuela en los aires, todos en el estadio se quedan estáticos por unos segundos, el portero del equipo contrario se lanza hacia el lado izquierdo, cayendo hacia el césped, la pelota entra al travesaño por el lado derecho, es así como el estadio rompe el silencio, con gritos de emoción y festejo.

—¡Gol! ¡Gol de Star City!— Grita con fuerza y emoción el comentarista, atraves del micrófono.

Todo el equipo de Star city festeja desde las bancas, Oliver cae al césped de rodillas, cansado y con la emoción corriendo por todo su cuerpo; la gente en el estadío, sigue de pie en sus lugares con alegría a flor de piel y gritan con emoción por la reciente anotación.

—Star City tiene la delantera en está tanda de penales, el último tiro de Central, le pertenece a la nueva estrellita del equipo, Barry Allen, todo cae sobre los jóvenes hombros de él— Explica el comentarista.

Allen, con el peso de todo el equipo y aficionado, camina hacia enfrente y se posiciona frente al balón, frente a todos se le ve seguro, aún así, se toma unos segundos, tomando un gran bocado de aire, da unos pasos atrás, para después correr hacia la pelota y la golpea con su potente pierna derecha, el balón sale por los aires. Todos siguen la trayectoria del objeto con la mirada, en esos pocos segundos se ve claramente que estaba por entrar a la portería, pero el portero de Star city, inteligentemente logra atajar el balón. Barry, se toma el cabello con las manos, en signo de decepción total.

—¡El número 10 de Central City ha fallado en su propio estadio, le ha dado la victoria a Star City!.

Barry cayó al piso de rodillas, ni el mismo se podía creer que había fallado, acababa de fallar uno de los tiros más importantes de su vida, por su reacción, todos podían ver la decepción que cargaba el número 10 de Central city.

Todos los aficionados y jugadores de Central estaban pasmados en sus lugares, parecía imposible ¿Perder en su propia casa?, vaya estupidez le pasó al equipo.

Por otro lado el conjunto de Star City y aficionados festejaban a más no poder, todos felicitaban a Oliver por darle el campeonato a su ciudad.

Queen, correo a la tribuna y tomó una bandera de su ciudad que algún fan le
entregó. Después junto a todo el equipo comienzan a correr, gritando y festajando por todo el estadío, era la despedida perfecta a su carrera.

El número de 10 de Central caminaba aparentemente desanimado, hacia las bancas de su equipo, con lo que parecía tristeza en su rostro, demostrando ante todos la pena de dar la cara a su equipo tras su terrible error, evidentemente les fallo a ellos y a una ciudad entera, que esperaban que Central city se llevase la liguilla. Al estar Barry frente a su equipo, se acercó en su faceta de capitán, primero ofreció una disculpa por su falló, tras ello todos se abrazaron dándose apoyo.

—¡Lo hicimos bien, chicos!— Habló Barry intentando darle ánimos a su equipo y a él mismo.— Aún tenemos más años para ganar ¡Arriba los ánimos!

Oliver, observó de lejos al pequeño número 10 con sus compañeros. Él tan jóven y cargaba con todo el peso de una escuadra sobre sus hombros, pues como todos en todos los equipos, al capitán le echarían toda la culpa, cada vez que el equipo fallará.

Queen se acercó a Barry por la espalda, lo tomó del hombro y este se volteó con una mueca, que cambio cuando vio al rubio tras él.

Los dos se abrazaron con fuerza, dándose apoyo mutuo por el intenso partido disputado apenas unos minutos atrás, para todos pareció una muestra de  profesionalismo y gran respeto entre los capitanes de ambos equipos.

La bandera de Star City que el veterano cargaba en sus manos cayó sobre ellos en el abrazo, cubriendo sus rostros a la miradas curiosas de los otros.

La cercanía, el cariño que se tienen los más grandes en el fútbol,  ya era más que histórico, incluso más que la propia final.

—Felicidades, Ollie— Susurró con una gran sonrisa el castaño, sus rostros estaban demasiado cerca, las respiraciones cansadas de los dos se mezclaron.

—Gracias, pequeño, todo esté partido lo dispute pensado en ti y en el futuro que nos espera— Oliver, hizo que sus narices se tocaran tiernamente. Barry miro lo ojos brillantes de su amante.

Allen, es el único que logra que esos bellos ojos azules, resplandezcan y lo mejor sólo para que el propio, Barry, los vea.

Barry, no resistió más y beso muy leve los labios del mayor, Oliver, correspondió de la misma forma, disfrutando del momento, de los pocos segundos de cercanía.

Los festejos, los gritos, todos los murmuros se escuchaban de fondo y los dos enemigos en la cancha no se separaban.

Oliver Queen y Barry Allen eran contrincantes en la cancha, durante 90 minutos eran contrarios, pero bajo la bandera la historia era diferente.