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Capitulo XIII

Aitana

—¡Mi hermosa sobrina, mira lo que te trajimos! —exclama Andrea con una sonrisa al entrar a mi casa. Junto a ella está Ana que sonríe igual.

—¡Tía Andrea, Tía Ana! —vocifera Aury levantándose del sofá.

Mi hija emocionada empieza a destapar los obsequios que le han traído sus tías. El primer regalo al abrir se trata de chocolates. Miro a mis hermanas mal, ¿cómo se les ocurre regalarle eso?

—No nos mires así, es nuestra sobrina y podemos consentirla. —dice Ana sonriéndome con burla.

No digo nada y dejo que hagan lo que quieran, solo porque estamos a dos días del cumpleaños de mi niña. Ella sigue destapando sus obsequios emocionada, saca varios muñecos los cuales abraza con fuerza.

—¿Te gustaron, corazón? —cuestiona Ana abrazándola.

—Sí, tía, están bien bonitos. Gracias. —responde Aury besándole las mejillas.

—Eso es una parte de lo que tendrás, porque en dos días tendrás muchos más. —afirma Andrea con una sonrisa.

Ya sé lo que están planeando estas dos. Con una sonrisa falsa me despido de ellas, bueno, las saco arrastras de mi casa. Doy un suspiro largo cuando me apoyo en la puerta. Mis hermanas planean seguro involucrar a mi hija para que asistamos a la cena y de paso estar para ese día.

Cuando pienso en acercarme a mi hija, que está muy feliz con sus obsequios, suena el timbre. Al abrir me encuentro con Jimmy y Paola, ambos sonrientes.

—Hola, hermosa, esperamos no ser imprudentes. —dice Jim sin dejar de sonreír.

Sin poder evitarlo sonrío junto a él, mi corazón comienza a bombear con rapidez de lo emocionado que se ha puesto con solo verlo. Hoy está tan guapo, aunque siempre lo está. El deseo de besarlo se apodera de mí, pero me resisto y solo me quedo observándolo.

—Hermosa ¿te pasa algo? ¿no nos dejarás pasar? Mira que nos congelamos. —su voz me saca de mis pensamientos.

Al salir de mi retardo, veo que él y Paola me sonríen. Los dejo pasar y en ese momento él me da un beso, pero en las mejillas, y eso me molesta. Lo estaba esperando en la boca y eso me molesta más, ¿cómo pudo tener estos pensamientos? Pero se me está dificultando no tenerlos, estos días los hemos pasado juntos, donde no puedo dejar de verlo, aunque volteo el rostro cuando él me mira. Y todo por las niñas, cuando él no viene a mi casa, yo voy a la suya, esas dos están empeñadas en estar juntas siempre.

Ellas están decididas en que nos casemos, y hoy no es la excepción, es de lo que mayormente hablan cuando están juntas, hasta planean qué harán cuando viva en la misma casa. Jimmy no dice mucho, solo sonríe.

Otro día que lo pasamos jugando, riéndonos, hablando y comiendo. He intentado hablar a solas con él, pero con las dos niñas se dificulta. Cuando terminamos de cenar nos despedimos con la promesa de que nos veríamos mañana. Él otra vez se despide de mí con un beso en las mejillas, susurrándome "No hay muérdago", y eso me dice que solo me besará cuando haya uno.

Al abrir los ojos al siguiente día, lo primero que veo es la enorme sonrisa de mi niña. Estiro mi cuerpo hasta que esto crujen.

—Mami, por fin. Tenemos que apurarnos, cambiarnos e irnos. —dice mientras agarra mis hombros. —Mami, no te duermas, tenemos que ver a mi futuro papá, él dijo que nos veríamos en su casa.

Mientras me ducho no dejo de pensar en él, se me dificulta sacármelo de la cabeza y creo que ya tomé una decisión de lo que quiero. Ya lista salimos rumbo a su casa, así como habíamos quedado. Él nos recibe con una gran sonrisa, pero esta vez me besa en los labios mientras me sostiene de la cintura.

—Dijiste que no me besarías si no había algún muérdago. —susurro cerca de sus labios, veo cómo sonríe.

—Creo que aún no has mirado arriba. —me dice dándome cortos besos. Al subir mi mirada hay un muérdago y sin poder evitarlo sonrío. —Pero tranquila hermosa, he puesto más en la casa, así podré besarte en cualquier parte. —nos volvemos a besar olvidándonos de todo. Hasta que unas risas nos sacan de nuestra burbuja.

—¡Siiii, tendré una mama! —exclama Paola emocionada.

—Y yo tendré un papa. —dice Aury sin dejar de sonreír.

Ambos reímos, no pensé que después de años estaría en esta situación, y este beso después de unos días sin ellos me ha emocionado demasiado y ya estoy dispuesta a todo con él, me voy a arriesgar. Creo que esta noche buena y navidad serán diferente.


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