Frontera Rusia-Ucrania, 11 de diciembre de 2024.

Nunca me había gustado la palabra “mercenario”. Odiaba que nos llamaran así en todas partes, hasta que busqué su significado, entonces comprendí que tenían razón. El único motivo por el que todos en este pelotón estamos aquí es el dinero y la vaga promesa de algún día, si sobrevivimos, poder traer a nuestra familia a este país. No peleamos por la libertad, ni por poder o religión, nuestro único fin es el beneficio propio, quizás por eso tenemos la batalla perdida desde un principio, tal vez esa sea la causa por la cual muy pocos soldados de los que he entrenado han vivido para contarlo.

Cuando luchas por una causa justa, personal, todo cobra sentido para ti. El simple hecho de visualizar la victoria, te otorga una fuerza sobrenatural que nunca creíste poseer. Esta guerra ya la perdimos desde antes porque el bando contrario, sí tiene mucho por defender.

Si vuelven a llamarme mercenario algún día, no diré nada, me lo merezco.