Prometido.
¿¡Que demonios había hecho!?.
¿¡Por qué actuaba así!?.
Camino de un lado a otro intentando olvidar lo que había sucedido hace unas horas atrás en el almuerzo con Atreus. Era evidente que estuve coqueteandole.
"¡Maldita, hormonal".
Debía controlarme, no debo ir por ahí diciendo o haciendo cosas de las que me podía arrepentir luego.
— Tú celular estuvo sonando..— Orzan, aparece. — ¿No sabía que tenías una mejor amiga?..
Mierda.
— ¿Contestaste?.
— no, es tu móvil. No el mío..— me lo entrega. — . Iré a cenar con Atreus, si necesitas algo pide servicio a la habitación. — se acerca para darme un beso en la frente.— . Descansa, se que estás agotada por todo lo que has hecho.
— Lo haré. Cuídate.
Asustada por lo que podía estarle pasando la llamo, el cuál cae a buzón.
— "Cariño,¿Que ha sucedido?."
Estaba ocupada grabando
una escena, por eso no te respondí.
Apenas leas este mensaje, llámame y si no respondo, deja un mensaje.
Nani, te ama.
Ansiosa decido esperar la respuesta de ella, la cuál nunca llega y termino por quedar dormida.
— Buenos días señorita. Hora de despertar, debemos grabar una escena antes de que amanezca.
Odiaba levantarme en la madrugada y hoy debía hacerlo. Eran las tres, aún faltaba suficiente tiempo para el amanecer, así que debía arreglarme para salir corriendo al estudio antes que el sol saliera.
— Ponte detrás de las piedras. Cuando Felix, corra hacia Alex, tienes que dispararle.
— ¿Le colocaron las bombas?..— Orzan, corre hacia Alex para acomodarla. — ¡Esra, debes pegarle directamente ahí, para que la sangre falsa salga!..— asiento.
Está escena debía ser grabada rápido. Mientras el sol salía.
"Vamos, es hora de meterse en el papel".
— " Así que fuiste tú, Maximiliano..— toco mi cara en señal de frustración. — . Te atreviste a engañarme.
— Señora..— Antoni, me entrega el arma. — . Es hora de que dispare. Se que a Máximo le dolerá que mate a su padre y hermano.
Me daba lastima deshacerme de ellos, pero también me habían traicionado. Máximo asesino a mi esposo y a mi hijo, mientras Maximiliano fingía ser uno de los míos para robar mi mercancía.
— Antoni, quiero que sepas que si me llegas a traicionar me encargaré de que paguen todos tus familiares como lo estoy haciendo con él. Soy justa con ustedes, le doy un techo, comida y dinero. Los ayudo con sus hijos e intento darles tiempos para que disfruten con ellos.
— No se preocupe señora. Yo jamás le daré la espalda, usted me salvó de morir aquel día. Ahora yo me encargaré de protege...— su oración queda en el aire al escuchar como el grito de dolor de Máximo, se hace presente.
— Y tú.. — miro con determinación a maximiliano ayudar a su padre, era ilógico que intentara algo. No cuando le había voltado la cabeza de un disparo.
Menos mal que estás son pelotas de pintura. De no ser así, estuviera en una crisis existencial.
— Descansa en paz, Maximiliano.. — aprieto, nuevamente el gatillo haciendo que su cuerpo caiga encima de su padre".
— ¡¡Corte!!..— me bajo de las rocas para caminar hacia las cámaras. Estaba agotada. Me dolían los pies y no paraba de quejarme de que tenía hambre.
Orzan, llega con un sándwich de jamón y queso. Llamando la atención de todos, nadie en el set sabía que era mi hermano, así que insinuaban que era mi pareja.
— Ahora hagan su escena. — Orzan, les pide que realicen su momento de dramático.
✨🔮✨
Después de una intensa semana de grabaciones, decido volver a casa. Mi papel no era importante y mis tomas ya habían quedado perfectas.
— Muchas gracias por participar. Nos vemos en la premiere..— el colega de Orzan me abraza. El ya sabía quien era y porque me tenía tanto cariño su compañero.
Mi hermano se encargo de contarle quién era y porque me tenía tanto aprecio. Lo menos que deseaba era que su colega pensara algo demás, al fin de cuentas trabajaban juntos.
— Te llamaré para la próxima película. Mereces salir, eres de la mejor..— se aleja de mí.
— Debo salir, al fin de cuentas soy la mala en un cuento mal contado..— sonrío. Mi papel no era malvado, solo era alguien herido que merecía paz.— . Espero mi próximo papel sea de protagonista, así puedo seguir aquí más tiempo.
Me despido del set, no sin antes llamar a Atreus. El había quedado en llevarme a casa.
Durante la última semana, mi relación con Atreus había evolucionado de manera inesperada, recibía mensajes de él casi todo el día preguntando como me sentía ante tanto estrés. No solo se preocupaba por mí, sino que también me sorprendía con pequeños gestos. En varias ocasiones, me envió comida al set, lo cual me hizo sentir realmente especial.
Ahora, mientras estábamos en el coche, la música suave de fondo creaba un ambiente relajado. Atreus estaba al volante, concentrado en la carretera, pero de vez en cuando me lanzaba una mirada cómplice, lo que me hacía sonreír.
— ¿Quieres algo de beber?..— me despierto, al ser tocada.
¿En qué momento me he quedado dormida?.
—¿Dónde estamos?.
— En el centro comercial que té comenté que venía a ver.
— Mejor bajo contigo. Quiero ver el lugar y mover un poco las piernas.
No sabía cuánto habías recorrido, pero suponía que era demasiado. Al bajarme del auto lo primero que hago es fijarme en el gran edificio que había al frente, era grande, espacioso y con una estructura redonda.
En silencio, camino detrás de él. El hecho de hacer las pases no significaba que me tratara de mil amores, en algunas ocasiones llegaba a ser cursi y cuando se daba cuenta se retactaba. No comprendía aún porque se comportaba así, pero tampoco quería averiguarlo.
— Iré a esa tienda..— le comento.
— Yo iré a arriba. Necesito chequear algunas cosas.
— Vale, yo estaré en esta zona.
Me adentro a una de las tiendas, la verdad me había llamado la atención un vestido que estaba en exhibición.
Al acercarme, pude apreciar mejor sus detalles. El escote en V era elegante, y la forma en la que caía el vestido lo hacía lucir impresionante. Llevaba encaje en sus mangas y pequeños lazos delicados alrededor de la abertura del escote.
— Buenas tardes señorita..— una de las empleadas se me acerca.—..,¿En qué puedo ayudarla?.
— Quisiera probarme este vestido.
— ¿En este tono?.
— ¿Algo más?.
— Por ahora no, dejame mirar bien y la vuelvo a llamar si se me antoja algo nuevo..— asiente, mientras se dispone a bajar el vestido del maniquí.
Luego de algunos minutos decido comprar, el vestido azul de la vitrina, pantalones y camisetas.
— serían veinte mil dólares.
— Toma..— Atreus, aparece. Entregándole la tarjeta a la chica.
— ¿Que haces?.
— Pagando por eso. No es obvio.
— Eso lo sé. ¿Pero, por qué?.
— Soy tú prometido, de ahora en adelante todo lo que necesites yo me haré cargo de dártelo..— suelta, dejándome atónita.
— Muchas gracias por su compra..— la chica le entrega las bolsas. — Vuelvan pronto.
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