Eran altas horas de la madrugada, y la luna iluminaba tenuemente las calles vacías mientras salía de casa. El aire fresco acariciaba mi rostro, y con cada paso, una mezcla de nervios y determinación llenaba mi pecho. Había decidido que era hora de enfrentar lo que había sucedido en el desayuno; las palabras no dichas pesaban como una roca.

Al llegar al lugar acordado, un café casi desierto, vi a mi ex prometido sentado en una mesa al fondo. Su mirada estaba perdida en la ventana, como si esperara que las respuestas llegaran de la nada. Me acerqué, sintiendo el eco de cada paso en el silencio que nos rodeaba. Al sentarme frente a él, el ambiente se cargó de una tensión palpable.

- Hola.- suelto, intentando que mi voz sonara firme a pesar de la tristeza que me acompañaba. Él levantó la vista, y en sus ojos vi una mezcla de sorpresa. Se que le sorprendía verme y más aún sabiendo que he sido yo la que lo he citado.

- Lo siento por lo que pasó.- comenzó, su tono sincero. Era un buen comienzo, y aunque sabía que había mucho más que discutir, sentí que estábamos en el camino correcto.

- Estuvo muy mal lo que hiciste y como lo dijiste..- exhalo.-.., Atreus, sino deseabas involucrarte conmigo debías decirlo, fueras ido tú mismo a la cita y lo fuéramos conversado. Si te he citado a estás horas es porque enserio necesito que conversemos, estoy molesta contigo, demasiado. Pero ese no es el punto, ni mucho menos por lo que he venido".

- Soy todo oído.

- Necesito que vayas y te disculpes con mi familia..- suelto.-.., quiero que ayudes a que mi abuelo y tú padre se reconcilien. Todo esto es tú culpa, actuaste a la defensiva y no tomaste en cuenta los sentimientos de las personas que habían a nuestro alrededor. Lastimaste a mi familia, a la tuya también y eso es lo que realmente me duele. Te perdono que me humillaras, pero no el hecho de destruir emocionalmente a las personas que amo..- paro, intentando controlar mis emociones. Había venido a solucionar las cosas, no a empeorarla.

Atreus, estaba ahí, frente a mí viéndome. Su rostro neutro y mirada perdida.

- El matrimonio se canceló..- suelta.

- El matrimonio es lo de menos. No me importa en lo absoluto, si he venido hoy aquí es para que tú hagas las pases con Orzan. Se que ambos son hermanos, se han apoyado en una y mil facetas.

- Eso debería de..

- Deja que continúe de hablar..- lo corto.-.., no me dejes con la palabra en la boca. Estoy conversando contigo, intento de alguna manera llegar a un acuerdo.

- ¿Y qué te hace creer que aceptaré?.

- Lo harás. Por el cariño que alguna vez me tuviste..- asombrado por lo comentado se atraganta con la saliba.

- ¿¡Que mierd..!?

- No se que habrá sucedido entre nosostros y porque mi cerebro te bloqueo, a tí y a tu familia..- me atrevo a conversar del tema.-.., se que te salve un millón de veces.

- Esra. Es mejor que pares y te vayas.

- No lo haré.

- ¡Te estoy diciendo que te alejes de mi!

- ¡¡Y yo te estoy respondiendo que no!!- me altero.- . He venido aquí por una sencilla razón y hasta que tú..

- Acepto. Lo haré, ¿Ahora puedes retirarte?.

- Yo..

- ¡Entonces no lo harás!..- se levanta de la silla.-. Que tenga un lindo día señorita cox.

Se despide, para luego verlo salir de aquel lugar. No pudimos conversar ni diez minutos, lo cuál me asfixiaba.

¡Que idiota!.

Molesta por aquella reunión decido salir más atrás. Si quería hacer las cosas bien debía ir lo más rápido posible a mi próximo lugar de destino.

******

- señorita Hernández..- Martin, el portero de mi antiguo hogar se sorprende al verme.- . Hace mucho que no se de usted, ¿cómo ha estado?.

- ¡Martin!..- lo abrazo.- .., no sabes cuánta falta me hacías.

- No sabes lo preocupado que estaba por tí, cuando me enteré que habías dejado a Félix.

- Supongo. El rumor se esparció muy rápido.

- No es solo eso, ahora el vive con Laura.

- ¡¿Con Laura?!.

- Sí.

- ¡Ese infeliz!.

- Nena, no quería que te enterarás así. Pero si ibas a entrar a esa casa lo más lógico es que sepas lo que está sucediendo.

- No te preocupes. Ya imaginaba que tenía alguien, más no creí que sería su prima.

- Al parecer no era su prima. Era su pareja.

- Me estaba siendo infiel.

- No se de eso, pero..- se da la vuelta. - el día que fuiste a la gala con el te llegó un recado..- lo veo buscar entre unos cajones algunas cosas.

- Pasaré a buscarlo ahora de regreso. Necesito que usted me haga un favor gigantesco.

- A tí lo que sea reina.

Había quedado en venir a buscar mis cosas, aquellas que había dejado en esta casa. Me monto nuevamente en mi auto para seguir mi camino hacia mi antiguo hogar, aquel dónde había dejado una gran parte de mi.

Al parar noto que las puertas se encuentran abiertas, al parecer Félix quería verme. Bajo del auto segura de lo que estoy a punto de hacer.

- ¡Buenas tardes!..- toco la puerta a pesar de estar abierta.

Había tardado mucho en llegar, creo que fue muy mala idea venir en auto por mi propia cuenta.

- ¡Esra!..- Sacha, la hermanita menor de Félix se asoma.-.., no creí que vendrías, te esperábamos está mañana.

- Se me presento un inconveniente.

- ¿Cómo has estado?.

- De maravilla.

- Ven, adelante. Félix no se encuentra, aunque creo que ya debe venir en camino, salió a buscar unas..- corta.- . Me he tomado el atrevimiento de organizar las cosas que dejaste, las metí en tus maletas.

- Muchas gracias. Así es más fácil para mí.

- Yo la ayude..- Laura, aparece. -. No creí que volverías por estos lugares.

- Yo menos.

- ¿Te quedas a comer?.

- No, ya me están esperando. Solo vine a buscar las cosas que había dejado.

- Félix me dijo que estabas buscando un álbum. Si te soy sincera no lo encontré, creo que tú sabrás dónde está.

- Está en la cocina. Si buscaron en las habitaciones jamás lo encontraran.

- Ve a buscarla. Yo saldré a ayudar a Félix, ya viene llegando.

Ahora tendré que soportar a este hombre. Frustrada camino directamente hacia la cocina en compañía de Sacha, la cuál comienza a contarme que se había venido a vivir con los tortolos porque su mamá ya no quería hacerse responsable de ella.

- ¿Viniste a buscar solo los papeles de tu embarazo?..- curiosa me lo quita de las manos. -.., no sabía que aún tenías eso, supongo que aún te sientes mal por perderlo.

- Lo he superado.

- Crees que podrás tener hijo después de esta perdida.

- Sí, ojalá sean muchos.

Se lo arrebato de las manos para luego tomar camino hacia la sala. El álbum lo deje en su sitio, no lo necesitaba. La foto que me importaba ya la había tomado y era el eco de mi bebé, más los papeles.

- Toma..- Sacha me da la maleta. - espero no te falte nada.

- Y si es así, tirala a la basura. Me compraré más.

Tomo mi maleta entre mis manos para dirigirme hasta la salida. Al tener un pie fuera noto a Félix conversando con Laura, ambos se veían radiantes, reían mientras él quitaba algo de su mejilla.

Fue inevitable que no pusieran su mirada en mi al verme salir.

- No sabía que ahora tenías un coche..- me señala el auto que estaba estacionado. - ..,¿Estás trabajando de chofer o algo así?.

- No. La verdad no estoy trabajando, el auto es mío.

- Si claro. Y yo soy pobre.

- lo eras, antes de conocerme.- me atrevo a decir. Lo cuál reacciona con una risa.

- Tiempo atrás..- me sonríe.-.., te ves diferente.

- La buena vida. Eso de no estar dándome golpes de pecho me ha sentado de maravilla.

- Debes dejar ese carácter señorita. Así no podrá conseguir pareja.

- Pues déjeme y le doy una maravillosa noticia. Tengo pareja, actualmente vivo con él..- miento. Nisiquiera tenía algo parecido a eso, había cortado mi compromiso con Atreus, lo cuál significaba que estaba realmente sola.

¡Que estúpida eres Esra!.

Ambos se asombran ante mi declaración, era evidente que no esperaban que reaccionara de aquella manera. Siempre había sido tranquila y pacífica, lo cuál incluía que me era imposible vincularme con las personas.

- Me alegro por eso. También mereces ser feliz.

- Lo soy ahora.

- Nosotros igual..- Félix, la toma por la cintura.- .., pronto nos casaremos.- Laura, levanta su mano enseñándome la sortija.

El momento se me hizo casi una eternidad. No podía procesar lo que acababa de escuchar.

- Jamás imaginé que me casaría, pero supongo que cuando conoces a alguien que comparte las mismas aspiraciones y metas las cosas salen de maravilla. Te agradezco por dejarme libre, eso me hizo reflexionar y conocer al amor de mi vida.

- Me alegro mucho por ustedes. Espero la invitación a su boda, si es que estoy invitada. Para mí sería un honor estar ahí.

- Oh claro, te enviaré una invitación para que asistas con tú novio.

- Entonces me retiro, ya es hora de que regrese a mi casa.

- Por cierto, la boda será dentro de dos meses. No sé si sabes que estoy grabando una película.

- Algo escuché.

- Sí, entre al proyecto de Orzan Cox. No sabes lo increíble que es trabajar con dicho hombre, es inteligente y realmente un excelente director.

- De eso no hay dudas.

- Lo que te decía es que después de la premier me casare, quizás dos semanas después.

- No se preocupen. Yo estaré esperando la invitación. Ambos tienen mi número.