Holaaaaaaa....

Aún no reviso el capítulo
Siento si tiene faltas ORTOGRÁFICAS.
En cuanto tenga un tiempo corregiré los errores.

Disfruten la lectura.

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Harén :

Suena el despertador y tengo deseos de lanzar el móvil contra la pared. Tanteo sobre la cama buscando el aparato de donde proviene tan estresante sonido «¿quién carajos creó los despertadores y los sonidos tan estrepitosos que le dieron?» Encuentro mi móvil y de mala manera quito la alarma.

Me levanto, camino hacia el baño por la oscura habitación para poder darme una ducha. Cuando abro la regadera y dejo caer sobre mi cabeza la fría agua mi cuerpo se estremece y mis sentidos despiertan, justo lo que necesito ahora mismo.

Anoche, después de pasar la tarde con Aria, me fui de fiesta al club de mi padre. La primera vez que fui no logré disfrutar lo suficiente por razones muy obvias, pero anoche disfrute por el pasado sábado, por ayer y por otros próximos tres días, o al menos es lo que piensa mi cabeza después de haber bebido de todo, bailado y haberme follado a una que otra chica en los cuartos del lugar, porque sí, mi padre también habilitó dos habitaciones para sus socios "si se ponían
malos ", en la parte más alejada de la música y, yo la utilicé a mi conveniencia. Ventajas de ser el hijo del jefe.

...🕛

Una hora después de desayunar con mi madre y mi hermana en el jardín trasero de la casa voy camino al Instituto, en mi auto porque detesto que me lleven y me traigan como si fuese un niño.

Mis planes antes de salir eran pasar por Susana a su casa y después ir juntos a la escuela pero a última hora me llamó y me contó que no asistiría hoy en todo el día debido a un repentino viaje que haría «¿a dónde?»Ni idea. No pregunté porque no me gusta meterme en los asuntos personales de otros para que no se metan en los míos.

Parqueo mi auto en el estacionamiento del Instituto cuando llego, ganandome una cuantas miradas curiosas de varios que desean saber de quién es la bella nave que acaba de aparcar.

«Pues ,soy yo»pienso.

Rio internamente cuando bajo del coche y mi mirada se cruza con la cara de sorpresa de Cristóbal y su queridísima novia Anyelin.«Si, regresé»

Ayer cuando estuve aquí averigüe si mi exmejor amigo y mi antigua novia aún seguían estudiando aquí. Me llevé una no tan grata sorpresa cuando dijeron que sí.

Ignoro a todos los que me miran con curiosidad y en especial aquellos cuatro ojos que me observan con algo más que sorpresa y no pienso dirigirle palabra alguna, y comienzo mi camino hacia la oficina del director para buscar mi horario.

La señora Marta es la secretaria del director. Ella fue quien me reinscribio el día que pedí la solicitud para terminar el Instituto aquí. Tanto ella como el director Mateew son personas que conozco desde hace varios años ya que mantienen relación con mi familia.

Marta es una mujer que está cerca de los sesenta años. Lleva su cabello corto a la altura de la barbilla, teñido de un color cenizo que parece natural. Siempre que la veo lleva algún traje de falda larga de tubo con blusas en juego, tacones y muy poco maquillaje. A pesar de su edad es alguien que se mantiene muy bien. Al igual que su esposo; el director Mateew, son personas maravillosas.

— Buenos días. — saludo a Marta cuando me paro frente a su escritorio.

— Querido, buena días. — me sonríe. — Supongo que vienes por tu horario. — busca algo dentro de unos de los cajones de su escritorio, me extiende una hoja que saca de ahí. — Tu primer clase no comienza hasta dentro dentro quince minutos. Si deseas puedes esperar sentado ahí. — señala las sillas pegadas a la pared en un lado del pasillo. — ...para acompañarte hasta el salón de tu primera clase.

— Vale. — respondo simplemente y hago caso a lo que me dijo.

Saco mi móvil para revisar las redes sociales. Últimamente no subo casi nada a Instagram pero aún así no paran de subir los seguidores de mi cuenta. Es increíble como de tan sólo tener un rostro bonito o aparentar riquezas las personas te idolatran.

Veo algunas publicaciones de varias personas que sigo para pasar el rato. Sale una foto de Ari junto a su madre donde anuncian la llegada de una nueva colección y nuevas modelos para lucirla. Reacciono a su publicación y decido stalkear un poco su perfil.

Reviso varias de sus historias destacadas, me llama mucho la atención una que tiene como nombre "mi hermanita ya tiene Instagram", la abro picado de la curiosidad. Hasta donde sé Aria nunca conoció a su padre biológico y,  Cristhin no ha tenido más hijos.

La primera historia que sale es una foto de una chica de cabello corto, castaño posando un lindo vestidos de girasoles parada en medio de un campo de hierba dándole la espalda a la cámara. Después sale otra foto de Ari junto a la misma chica. Ambas con sus manos en el rostro, tipo una foto casual. Por último aparece una cuenta de Instagram y de fondo hay una foto de la misma chica. Ahora si se ve su rostro, es la niña del club y mejor amiga de mi amiga. Me quedo un tiempo mirando la foto de la última historia. La chiquilla tiene en esa foto el pelo más corto de como lo lleva ahora. Su rostro desprende inocencia y sus ojos, esos que me desafiaron aquel día, llevan un inmenso brillo de alegría. Mirando bien su foto, a pesar de ser una insoportable, grosera y malcriada; es muy bonita...

— Harén... — me llama la señora Marta. Sonríe cuando le prestó atención. — Ya va a comenzar tu primera clase, muchacho. Te he llamado tres veces pero estabas muy centrado en tu móvil...

— Lo siento. — vuelvo a mirar aquella historia que aún tengo en pausa. — ...Sólo..sólo me entretuve...

— No hay problema, querido.¿Vamos?

— Sí. — me levanto, guardo mi móvil en el bolsillo delantero derecho de mi pantalón y sigo a la señora Marta hasta el salón de francés. Mi primera clase de hoy.

Dentro del aula se escucha la voz de una mujer. Supongo que sea joven por el tono tan dulce de su voz.

La señora Marta toca la puerta, «Adelabte» se escucha decir desde adentro. Camino detrás de Marta cuando entra al salón.

— Buenos días, señorita Santos.  Disculpe la interrupción pero venía a informarle que, a partir de hoy por el resto del curso, se unirá un nuevo estudiante a su clase... — me paro al lado de Marta. — Él es Harén Hamilton,su nuevo alumno.

— Bonjuor, madeimoselle.

La profesora Santos se queda mirándome, embobada. La reparo yo de arriba abajo con la misma confianza que ella lo hizo conmigo. Se escuchan los murmuros de muchas de las chicas diciendo de todo tipo de cosas de mi persona. No me molesta, ya estoy adaptado a tener este efecto sobre las mujeres. Siento la mirada curiosa de muchas cuando paso mi vista sobre todos pero mis ojos se detienen sobre los de una castaña clara de ojos café.

Ella.

La miro con la misma curiosidad que veía su foto está mañana. Mi vista sigue fija en su rostro. Repaso cada parte de su linda cara hasta llegar a esos ojos. Esos que ya he visto en varias facetas: llenos de rabia e ira, con un brillo de alegría que contagia y con un inmenso cansancio y tristeza. Porque sí, aquel día que la vi por segunda vez en mi vida, cuando esperaba por Aria, sus ojos no tenían el brillo que los acompaña hoy, ni el brillo de la noche del club. Sus ojos estaban sumidos en un mar de tristeza y cansancio.

Su vista sigue fija en la mía. Hago una media sonrisa y levanto ligeramnete mi ceja izquierda. Como veo que no tiene intenciones de apartar sus ojos de los míos, decido molestarla. —¿Se te perdió uno igual? — pronunció con mis labios sin emitir ni un sólo sonido. De inmediato reacciona y, como todo lo que me propongo lo logro, me saca su dedo medio, hace una mueca de desagrado con su rostro y retira sus ojos de los míos. Sonrió, negando levemente con mi cabeza. Dejo de mirarla para centrar mi atención en la profesora que me está hablando:

— Un placer conocerle, Harén. Desde hoy, por el resto del año seré la encargada de impartirle la asignatura de francés como segunda lengua.Aunque creo que no necesita aprender francés... — extiende su mano hacia mí para saludarme formalmente, yo hago lo mismo.

La profesora Santos es una mujer muy bella. Por lo que puedo deducir por su apellido, acento y rasgos faciales, no es estadounidense.

— Nunca está de más aprender.

Sonríe coqueta. — Muy bien por su parte.

— Yo me retiro para que la profesora continúe con su clase. — habla Marta.

— Que tenga una buena mañana. — dice Santos.

— Igual para ustedes. — se retira la secretaria del director.

— Harén, es momento de que tome asiento para retomar nuestra clase. Bienvenido.

— Gracias. — le guiño un ojo antes a retirarme hasta los últimos puestos del aula.

Mientras camino varias chicas me miran pero, no les presto atención. Ahora mismo sólo estoy centrado en llegar a la última mesa de la fila del medio. Me siento en la última mesa, dejando dos sillas de por medio de donde está sentada mi compañera.

— Buenos días. — saludo mientras busco mi bolígrafo y mi cuaderno.

— Buenos serán para ti. — dice con hastío, sin mirame.

— Posiblemente.

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🌻Que tengan buena semana🌻