[ 5 ]✍️
Siento las faltas de ortografía de este y de los capítulos anteriores. Aún tengo que revisarlos para corregir lo mal escrito.
Disfruten del capítulo.
♢♢♢♢♢
Rafael:
Ya son más de las once. Aún estamos en la oficina del gerente hablando con nuestros futuros socios.
Ya van tres intentos de llegar a un acuerdo en el que ganemos tanto ellos como nosotros pero este hombre es muy difícil de persuadir.
— Un 50/50. — dice Juan con evidente molestia por el tiempo que llevamos en esto. — Es mi última oferta,
Zaik. — advierte.
El turco mira a su socio para después mirarnos a nosotros...
— Bien, acepto. Pero tendrán que terminar los hoteles antes de noviembre del próximo año...
— ¿Qué?Pero... — Interrumpo a mi amigo antes de que diga algo que nos cueste la cabeza:
— Aceptamos Zaik. En diciembre del próximo año tendrás miles de dólares en tus bolsillos.
— Eso espero, señor De Luca. — dice esta vez Vitirrini con un marcado acento italiano. — Ni a nosotros ni a ustedes les convendría tenernos como enemigos si rompen con el contrato y sus cláusulas.
— Pietro, tranquilo. Rafael y yo somos hombres de palabra. — habla
Juan. — Nunca jugamos y mucho menos cuando nuestro dinero está de por medio — se levanta y le extiende una pluma
a Zaik. — ¿Firmamos?.
Zaik toma el bolígrafo y firma las escritutas del contrato. Prieto hace lo mismo y después firmamos Juan y yo.
Juan les extiende su copia del contrato y guarda la nuestra. Se levantan y estrechamos nuestras manos como firma física de lo pactado en la reunión.
— Nos disculparan. — habla el turco. — ... pero ya que todo está acordado y cada cual tiene su copia del contrato nosotros nos retiramos. Deseamos disfrutar de nuestras preciosas damas de compañía en este maravilloso club.
— Pues, disfruten señores. — Juan los acompaña y yo me quedo en la oficina.
Madre mía.
Vaya turcos.
Me siento en la silla que hay frente al escritorio. Recuesto mi cabeza en el espaldar de ésta y cierro los ojos. Me dejó con dolor de cabeza negociar con esos tipos.
Sabía que era difícil negociar con turcos pero al nivel Zaik Marinak y Prieto Vitirrini nunca lo imaginé.
— Juro por mis hijos que ha sido el maledetto contratto más difícil de firmar en mi millonaria vida. — habla Juan cuando entra a la oficina con evidente enojo.
— ¿Donde están? — indago calmado. Me duele demaciado la cabeza como para enojarme también .
— Los dejé en la otra parte del VIP. - me dice sentándose en el sofá que hay en una esquina.Saca su móvil. — Llamaré a Diana para que preparen una función de baile de las que suelen dar.
— Vale.
— Preciosa. — habla por teléfono. — Necesito que den una pequeña función para mis invitados. — hace silencio. - Me importa una mierda... — se altera. — Tú puedes darla acompañada de María, me da igual, pero tienen que bailar... — habla más calmado. — Vale... Tienen media hora para que todo esté listo. — cuelga.
— No me mires así. — me dice cuando le doy una mirada de reproche por su forma de hablarle a la chica. — Se que hoy no tenían que bailar pero esos... — hace una pausa. — ... Señores que hay ahí fuera necesitan ver lo tanto que agradecemos que sean nuestros aliados.
— No diré nada pero ella no tiene culpa de tu molestia por culpa de esos cabrones.
— Rafa, sino fuera porque necesitamos esos hoteles en Turquía hace mucho les hubiese partido la cara.
— No los necesitamos. - aclaro.
Me mira. — Sabes que sí los necesitamos. — se levanta. — No hagas más como si todo estuviera bien. Nuestros negocios en Turquía son necesarios por más de una razón. Los turcos son los mejores aliados ahora mismo si queremos seguir con el contra... — se calla.
— ¿Eres ciega o qué? — gritan afuera cuando se oyen vidrios
quebrarse. — Fíjate por dónde caminas, niñata.
— Lo siento señor. Déjame limpiarlo.
— No lo toques, estúpida. — vuelven a elevar la voz...
— No sé porque mi padre se empeña en contratar gente tan inepta. — habla ahora una chica¿Susana? — Mira como dejaste su traje ¿Sabes cuánto cuesta?
»Desaparece de nuestra vista... — se oye a alguien hablar pero no mucho porque esta persona no grita como los otros dos.
Miro a Juan que está igual de confundido que yo por la situación de afuera. No se oyen muy claras las voces por el volumen de la música de abajo y lo distante que estamos. Decidí salir y ver que es lo que está pasando. Juan viene junto a mi. Sólo bastó que lo mirase para que entendiera lo que haría a continuación.
Cuando salimos de la oficina veo que los chicos están junto a dos chicas vestidas como lo suelen hacer las camareras los sábados en las noches.
Harén y mi hija están discutiendo con una de ellas. Nos vamos acercando a una de ellas le dice algo a los muchachos y de pronto:
— Te la mereces por no saber respetar a tus jefes,igualada. — dice mi hija después de darle una fuerte cachetada a una de las chicas. La otra, la que estaba hablando hace poco, mira atónita a su compañera. De pronto trata de devolverle el golpe que recibió su amiga a mi hija pero por suerte Juan de adelanta y la detiene.
— ¿Se puede saber por que gritan?
— Padre. Que bueno que llegan. - dice Harén. — Aquí, la señorita que no sabe como llevar una bandeja con bebidas sin terminar tirandolas... — se señala su traje. — ...sobre los clientes.
Camino hacia ellos. Esas chiquillas no pueden hacer un desastre así, ni hablarle de esa forma a mi hija y a Harén y mucho menos cuando hay socios en nuestro club sin responder por sus actos.
— Señor. — habla la que iba a defender a su amiga. — Ya me disculpé con el señor pero parece que no entiende que sólo fue un accidente... — trato de ver su rostro mientras habla con Juan pero no lo logro. Debe ser nueva porque no creo conocerla. Tiene el antifaz sobre su frente y la poca iluminación dificulta mi objetivo. Su voz me recuerda algo. Alguien.
— ¿Accidente? — espeta Susana. — No seas ridícula. Venías en las nubes por eso se cayeron...
— ¡Ya le dije que resbale! - grita la chica furiosa. — Que usted sea la hija de él no le da ningún derecho a tratarnos como si fuésemos animales. — la otra chica, quien puedo ver que es María, toma del brazo a su compañera. La trata de tranquilizar.
— ¿Como animales?¿Segura que soy yo la que se comporta con un
animal? — Susana se acerca a
ella. — Si mal no recuerdo fueron ustedes las que comenzaron a ofendernos. Ella... — señala a María. — Me dijo payasa creída.
— ¡Ooh!La señorita se ofendió. — da un paso hacia delante enfrentándo a mi hija. — No me haga reír. Ella no dijo nada más que la verdad, payasa. — La luz da en su rostro y...
Ella.
No.puede.ser.
Me hielo.
Es imposible, se ve demaciado jóven pero...
Su tono de piel. Sus gestos. Su desafío en la mirada. Esos ojos que derrochan fuego. Su seguridad al hablar... su orgullo vibrando a través de su voz...
— K-Karina. — digo, casi sin voz, todos me miran. Ella enfoca sus ojos en mí...
— ¿Qué?
♢♢♢♢♢
N/A:
Hello!!
Regresé.
Buenas noches chic@s.
Les anuncio que retomaré la escritura de la historia. Los capítulos que en un principio tenía publicados los volveré a publicar junto a los nuevos ya editados lo mejor posible aunque, cuando termine de escribir la novela, la re-editaré para pulir todos los errores que queden.
Que tengan lindo fin de semana.
🌻🌻🌻
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