Baile – Min Yoongi + Park Jimin

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El relámpago esférico es un fenómeno natural poco probable de contemplar. Es más caliente que un relámpago común, lo que hace que su brillo sea admirable. Es tan hermoso como peligroso. Es un misterio de la naturaleza, difícil de explicar. Se mueve de forma extraña, como si bailara con elegancia. Definitivamente, su baile es digno de apreciar, pero si te acercas mucho se vuelve mortal.

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Odio bailar.

No sé bailar.

Me genera aversión bailar.

Y más cuando toda mi vida me han dicho que debo bailar.

¿Para qué?, ¿voy a tener mejores notas?, ¿seré millonario? o mejor ¿por fin habrá paz mundial?

Si nada de eso va a pasar, prefiero dormir todo el día.

Lo cual hago, y disfruto mucho.

Lo loco es que. Yo aborrezco bailar. Ok, es claro y entendible. Aceptable.

Comprensible.

Pero disfruto de ver a las personas bailar.

Bueno, solo una persona, especialmente.

—Yoongi~

Dí un pequeño brinco de la impresión, quedando sentado en mi cama —en la cual estaba acostando, esperando que el sueño me llevara—, ¿de dónde saliste?

Ojalá con solamente pensar en ti siempre aparecías así siempre. Siempre.

Sentía mi cara caliente y hasta mis manos sudaban de pena mezclada con... ¿Incomodidad? No quiero parecerte patético y tonto.

—¿Qué, coño? —fruncí el ceño. Para disimular mis gritos y paniqueos internos, al verte tan bonito en medio de mi habitación con el suéter gris que te preste y nunca me devolviste, tu cabello morado tapando tu frente de manera adorable. El cómo al sonreír entrecierras un poco tus ojos abultando tus mejillas que, por alguna razón, siempre están rojizas—. ¿No ves que estoy ocupado?

Tú eres muy perfecto y me siento patético junto a ti. Me matas las neuronas.

—Si ocupado es estar acostado todo en día —te sentaste a mi lado, sin dejar de verme de esa manera tan encantadora, ahora también con una pequeña sonrisa burlona, como tu voz. Tu mano rozó la mía y otra vez sentía sudor en mis manos frías, además del calor en mi rostro ¿Por qué me haces esto?—. Me siento tan afligido por ti —tomaste mi mano por fin y entrelazaste nuestros dedos antes de levantarlas, con tu otra mano acariciaste la unión, y yo solo quería morir entre tus brazos. Aun si nada más bromeabas un poco, tu toque era tan suave siempre que deseo morir junto a ti—, ¿no sé cansa de trabajar tanto?

Preguntaste con un leve sarcasmo sin esperar respuesta, lo sé. Igual no podía crear una al sentir la suavidad con la que tus labios rozaron el dorso de mi mano paseándose por mis nudillos, y por dedos. Hasta que le diste vuelta y la abriste para terminar besando también la palma con los ojos cerrados, permaneciendo unos segundos que para mí fueron meses reteniendo la respiración.

Y mi corazón comenzó un maratón de mil kilómetros cuando abriste tus hermosos ojos miel, terminando por apoyar mi mano en tu mejilla derecha, la cual ardía como si tú estuvieras en el maratón, corriendo conmigo.

—¿Qué mierda quieres, Jimin? —susurré, acariciando con solo el 0,0001% de mi cariño hacia ti. Y tus ojitos chiquitos se hicieron más chiquitos, tu rostro paso de un suave y tierno rosa a un rojo provocador, y tus labios su abrieron solo un poco para deleitarme con tu suave risa. Tú también acariciaste mi mano, que aún sostenías contra tu rostro, como si no quisieras que me alejara.

Sé que suspire como tonto, tenía que suspirar como tonto. Imposible no suspirar como tonto por ti.

—Vine a sacar de su cueva a un gatito amargado, pero muy lindo —respondiste también en un susurro y no pude evitar rodar los ojos, ya sabía a lo que ibas—. ¿No lo has visto? Es muy bonito.

Idiota.

—Y dale con eso —me queje sin quejarme realmente. Me acerqué más a ti, apoyando yo, sin tu ayuda, mi mano faltante en tu mejilla sobrante, una de tus manos que apresaba la mía cambio de lado para estar equilibrados.

Admito que sí, amo apretarte los cachetes hasta que pareces un pastel de arroz.

—No —pronuncias con dificultad y decido dejar de presionarte como si quisiera que te reviente la cara—, se supone que me dices "no lo he visto" y yo te pasaría el espejo y diría "Mira, ya lo encontré" y enton-

Nah, me arrepentí, tan cerca de ti prefiero que gastes energía en otra cosa que no sea hablando, y más si siento el olor fresco tu aliento mezclado con café llegaba a mí de forma tan directa. Acorte lo poco que nos separa para probar, para sentir, para degustar tus dulces labios.

Dulces, gruesos y esponjosos labios.

Labios dispuestos a corresponderme al instante así te haya interrumpido. Labios que abres un poco y ya estoy invadiendo tu boca, gustoso por la invitación.

—Ya, cállate —murmuré aún sobre tu boca, sintiendo el roce de tus labios cuando los estiraste. También sonreí, sin quererlo totalmente.

Quiero estar más cerca de ti. Lo más posible.

Pero cuando iba a volver a atrapar tu labio inferior te alejaste un poco, corriendo algo la cara en el proceso. No mucho, aunque sí lo suficiente para que sepa que no querías lo mismo.

Al menos no en ese momento.

Mi rostro tuvo que delatar mi confusión, pues reíste, torturándome más.

O bendiciéndome, ya ni sé.

—Vamos, quiero mostrarte algo —te separaste completamente, levándote también—. Quiero una opinión.

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Amo verte bailar.

No sé cómo haces eso con tu cuerpo, pero lo amo.

No lo entiendo, aunque me encanta.

Es tan perfecto.

Tu baile es una bendición. Soy tan afortunado.

Y otras miles de cursilerías pensé mientras te movías en la amplia sala de tu departamento. Que de amplia no tiene mucho, aunque se vuelve amplia al correr los muebles hacia las paredes.

En verdad no comprendía como hacías esos pasos tan elegantemente y con una gracia tan espectacular. Siento que si lo intento parecería una persona sufriendo un ataque de epilepsia con un pie y brazo dislocados, además de que me rompería una pierna al intentar dar tal salto. De solo verte siento calor y tensión en mis músculos.

Supongo que son años de práctica, más talento y pasión. Y todas las cosas increíbles que forman parte de ti.

Cuando me di cuenta, había otra pista de únicamente música instrumental sonando, siendo esta más lenta. Y estabas frente a mí, con gotas de sudor bajando desde el nacimiento de tu cabello hasta perderse en el borde de tus pantalones holgados, por estar sin camisa.

Creo que babee un poco.

Tu mano se acercaba a mi cara y cuando supuse que iba a recibir una caricia, tomaste mi mandíbula, cerrándome la boca. El calor se multiplicó mil veces. Eso fue tan... sexy.

Carraspee un poco. Lamí mis labios al sentirlos secos de repente.

Reíste moviendo tu cabello hacia atrás con tu otra mano y un sentimiento diferente al de más temprano me consumió, ahora no quiero apretarte la cara con mis manos hasta que revientes, quiero apreciar cada parte de tu cuerpo con ellas. Pero ambas partes, estaban de acuerdo de que eres una tentación siempre—. ¿Qué tal? —preguntaste con la voz ligeramente ronca, inmediatamente te extendí el agua que tenía en una de mis manos y había olvidado. Vi con toda mi atención como abrías la botella y la dirigías a tus esponjosos labios, bebiendo la mitad de ella de un trago. Uff, también me dio sed—. ¿Tan mal fue?

¿Mal?, ¿mal que? Qué tomes agua de esa manera debería ser ilegal pero nunca malo.

—Eres increíble, extraordinario. Todo lo que haces es increíble.

Había pensado en voz alta. Lo supe al ver un nuevo sonrojo que no tenía nada que ver con el baile. Y tu mirada, Dios, ¡tu intensa mirada!

Cuando me di cuenta yo no tuve que mover ni un solo dedo cuando ya tú me estabas besando.

Y yo no pensaba alejarte.

Estaba decidido a hacerte sudar, y no por bailar.

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Tú eres como un relámpago esférico.

Poco probable de contemplar.

Hermoso y peligroso.

Caliente y cautivador.

Un misterio natural, difícil de descifrar.

Pero yo lo descifré, o eso creí. Siempre hay más que descubrir de ti.

Así como es difícil de presenciar, es imposible no quedar encantado con su baile singular. Baile, que, si estás cerca, se vuelve mortal.

Pero aun así yo quería estar más cerca de ti.

Movimientos delicados y audaces, dignos de amar.

Que solo yo puedo amar. Los demás con amor para ti no importan, solo yo.

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El video de arriba es un relámpago esférico (creo que es muy obvio, pero quería aclararlo xd). Se me hizo muy fácil comparar a Mimi con un relámpago.

Yo soy Gigi, no sé, ni me desvivo por bailar, pero cuando veo a alguien que lo disfruta quedo 💖👄💖

La verdad esto es más Yoongi babeando por Jimin, pero me gusta el resultado  y, ya que a mí nada que ver el baile, esto fue la mejor forma de realizar esta "idea" xd

Gracias por leer~

(Sin portada mientras apreciar a Hobi, hasta que @EnediThehero tenga tiempo libre, TQM pero mi portadaaa jsjs) edit: no ps jsjsjs ya tengo portada~