Sergio está cogiendo la mochila cuando alguien llama al timbre, bajo las escaleras y abro la puerta. Andrés está en frente de mi, mientras sonríe, yo le abrazo y le invito a entrar y que espere un momento en lo que termino de preparar a mi hermano.

— Hola dres '. - mi hermano saluda a mi amigo mientras se coloca su mochila.

— Hola, renacuajo, estás más guapo, ¿que desayunaste hoy?

Andrés empieza a hacer cosquillas a mi hermano y la risa del pequeño llena toda la sala, miro todo sonriendo.

— ¿Quieres venir a conocer a un amigo de la tata ?

— ¡Si!

Miro mal a mi amigo.

— Porque un día se pierde el cole de pijos enlatados no se acaba el mundo.

Ruedo los ojos y cierro la puerta de mi casa, Andrés nos dice que nos llevará en su coche y que seguramente nos traiga el también.

Mi apartamento no está muy lejos del aeropuerto, ya que mis padres pueden permitirse vivir en la parte céntrica de la ciudad. Hace mucho tiempo que no vengo al aeropuerto, los aviones nunca me han gustado, pero, viajar es algo que si, por lo que lo llevo poco a poco.

Los tres entramos en el recinto de embarque y Andrés saca una pancarta, en la que textualmente pone, "Familia del valenciano buenorro." Por estas cosas Andrés es lo opuesto a mi, pero, eso me hace quererlo todavía más

Y de pronto la persona que estábamos esperando está delante de mis ojos.

— ¡Cuanto tiempo Andrés! Espero que esté todo bien con los tíos.

Y tras decir eso sus ojos se posan en mi, al principio parece que no sabe quien soy pero, tras mirar a su primo, confirma todo.

— Han pasado siglos desde la última vez que nos vimos, patitas . - dicho eso se abalanza a abrazarme y yo no puedo reprimir una sonrisa.

patitas _ Me acuerdo la primera vez que me llamó por ese mote, acababa de salir de mi primera competición internacional, solo usó una pena una vez años.

— Yo quero' ver - mi hermano tira de mi abrigo para que le deje ver.

— ¿Y este pequeñín de aquí? Hola campeón. - Ferrán se agacha para mirar a mi hermano.

— ¿Tú eres el amigo de la tata ?

— Pues claro que somos amigos ¿tú como te llamas?

—Sergio.

— Anda, parad ya, que se nos hace tarde. - interrumpo y Andrés coge a mi hermano en brazos.

— No sabía que tenía un hijo.

— Es mi hermano, nació poco después de que nos mudásemos a Barcelona. - Ferran de sonroja a lo que yo suelta una carcajada.

— ¿Y como te ha ido?

— Sigo con el baile, dejé los estudios nada más cumplir los dieciocho, y me hago cargo del pequeñajo .

— Luis y Sara como siempre ¿no?

Asiento y el me dedica una sonrisa triste.

Salimos del aeropuerto y Ferran se frena.

— No os preocupéis me viene a buscar un amigo.

Acto seguido un coche verde se acerca hacia nosotros, de el se baja un chico moreno de ojos castaños y de pelo negro.

— ¡Pedri, aquí!

— Bueno te dejamos, que este renacuajo tiene que comer.

— Porque no me quedo con hasta por la tarde y ya vais al evento escolar. - Andrés agarra de la mano a mi hermano mientras me mira pícaro - nada, que hace mucho que no os veis.

Suspiro y hago caso a mi amigo.

— Pedri, esta es Irene, mi mejor amiga.

— Encantada. - me acerco a darle dos besos.

— Igualmente.

Los tres nos subimos en el coche y, sorprendentemente hablamos durante todo el camino, Ferran se quedará por un tiempo en casa de Pedri hasta que encuentre casa, a lo que yo también le ofreció la mía por si algún día la necesita.

Pedri, es canario, concretamente de Tegu este, hace un par de años que juega en el primer equipo del equipo blaugrana, ya día de hoy a conseguido jugar con el mismísimo Messi.

Pasamos una tarde entretenida entre risas y alguna que otra broma, miro mi reloj y me doy cuenta de que tengo que volver a casa, me despido de ellos a pesar de las constantes invitaciones de Pedri para que me llevese a casa.

El autobús está casi vacío así que no tengo ningún problema en encontrar sitio, según el bus para en mi parada salgo corriendo de él, queda menos de una hora para el día de padres en el colegio y tengo que darme prisa.

Camino por veinte minutos y cuando llegó mi hermano ya está listo con el abrigo puesto.

Suspiro y Andrés me sonríe a lo que yo le respondo con una mirada de agradecimiento. Mi amigo nos deja en la misma puerta del colegio y se despide con la mano.

Ya hay bastante gente, Sergio se separa de mi para acercarnos a un grupo de chicos que supongo que serán sus amigos.

Lo que queda de tarde transcurre entre juegos y alguna que otra presentación de los pequeños, es divertido ya la vez reconfortante por la atmósfera familiar que se crea.

Noto cómo alguien me tira del abrigo, me giro y una chica de más o menos cinco años está sonriéndome.

— ¿Tú eres Irene Martínez? Eres mi bailarina favorita.

— Me siento la más afortunada por ser tu bailarina favorita, peque.

— ¿Podemos hacernos una oto' ? - la pequeña me extiende un teléfono.

—Claro que si, cielo. - tomo una foto de las dos varias veces.

— Silvia, ven aquí, que te he dicho de escaparte cuando te llamo, si te pierdo tu tía me mata.- una voz aparece a nuestro lado.

Levanto la mirada y me sorprendo, Pedri está aquí.

— Vaya Irene, no sabía que este era el colegio de tu peque, si lo sé os había traído.

— Pues si, Sergio está en este colegio desde siempre.

— ¿Tata , tú conoces a Pedri? - mi hermano parece a mi lado con una chuche.

— Es el amigo de Ferran, cielo.

— Es un furbolista' , yo quiero ser como tú de mayor, quiero ser el mejor furbolista' del mundo para que Irene no esté cansada nunca más. - le dice mi hermano al canario.

— Estoy seguro de que vas a ser el mejor futbolista, mejor que yo.

— ¿Eres amigo de la tata ?¿Vas a hacer que esté menos cansada?

— Te prometo que mientras estés yo aquí, Irene no va a estar cansada nunca más, te lo promete campeón.