DICIANNOVE
Primer partido de la Selección Española en el mundial de Qatar. A pesar de ser de los primeros partidos de la competición hay bastantes aficionados españoles animando a su equipo y es que Luis Enrique a conseguido transmitir esa emoción que mueve a todo un país con el único fin de animar a su equipo en un evento como este.
Si el Camp Nou me parecía grande, este estadio parece una ciudad de grande, nunca había visto tanta gente junta en un mismo sitio, sin embargo tenemos la suerte de estar más o menos cerca del campo. Los jugadores estaba esperando a que suene el himno de cada selección, Pedri está concentrado y muestra un semblante serio.
Estoy emocionada, más por el que por mi, a mi esto del fútbol nunca me ha gustado, pero, por él estoy aquí, porque no importa el que me guste o no si se trata de algo que es importante para Pedri. Porque siento esa necesidad de estar para él, como si mi yo interior le debiese algo.
Al fin y al cabo Pedri me ha querido mejor que nadie.
Sira está a mi lado haciendo fotos del estadio, me dice que me coloque para que me haga una a mi.
— Ferran me ha dicho que quiere que te haga una foto, en tu primer mundial.
— Pero este también es su primer mundial.
— Según él, habrá fotos suyas para aburrir, vamos, que quiere una tuya porque sino te la hago sabe que va a parecer que nunca has estado aquí.
Río y asiento, Ferran tiene razón, no soy de las chicas que se hacen mil fotos de ellas mismas, soy más de fotografiar lo que hay a mi alrededor.
El partido comienza y los murmullos van creciendo a medida que el tiempo pasa, sin duda nuestra selección ha empezado fuerte, comienzan pasándose el balón de unos a otros priorizando la posesión antes que intentar tirar a puerta.
El primer regalo llega en el minuto número once cuando Dani Olmo chuta mandando el balón directamente hacia portería. Me levanto y abrazo a Sira, ambas salgamos de alegría, la canción de "Mi Gran Noche" inunda todo el estadio.
Una vez calmados el juego se reanuda, por primera vez me siento como la Irene de hace años, la que entro por primera vez en un estadio sin tener ninguna idea de fútbol, la que animó a su mejor amigo en uno de los momentos más importantes de su vida, así como lo estoy haciendo hoy.
Pero esta vez es diferente, ahora no solo apoyo a Ferran sino a todos sus demás compañeros.
Y sobre todo a él, a mi chico dorado, o como yo lo llamo, Súper Pepi, porque para mi es mi superhéroe, el único que consiguió salvarme de mi locura y me cuido como nadie sin pedir permiso, además de ser mi primer "te quiero" me enseñó lo que significa el verbo amar a pesar de que mi concepto a medias tampoco estuviese tan mal.
Vuelvo a la realidad cuando Sira me zarandea, el segundo gol de España, el numero diez de la selección ha sido el responsable de este segundo gol que suma al resultado final. Este comienzo de mundial nos está ilusionando a todos, lo sé.
Pero, ninguna de las dos se espera que un tercero caiga, Ferran chuta sin pensarlo mucho y el balón hace el resto, se lo dedica a Sira, puedo ver como su mirada se ilumina a la vez que Ferran hace el simbolo de la "S" con sus manos. Yo le sonrío y le lanzo un beso.
El resto de la primera parte pasa volando, los jugadores entran eufóricos al vestuario, de pronto Gavi se acerca hacia mi con una sonrisa, me extiende su camiseta.
— Quédatela, tengo otra dentro, queremos ver lo celoso que se pone.
Le empujo y el se va corriendo con los demás compañeros, por un momento me siento...como en casa, estar al lado de tu mejor amiga viendo a personas importantes cumplir su sueño es sin duda una experiencia que ocurre una vez en la vida. Apoyo mi cabeza en el hombro de Sira y sonrío, sonrío al saber que la presión que tenía antes ya no está, que ya no me duele todos los días.
Por fin he comprendido que he encontrado mi lugar.
El descanso se me pasa volando, tanto que no es hasta que Ferran está en frente de la portería para tirar un penalti cuando soy realmente consciente de que estamos en la segunda parte del partido.
Y en efecto, gol.
Sira y yo los levantamos y celebramos como locas, es su segundo gol.
Ferran se acerca a la esquina que está más próxima a nosotras y hace una reverencia cruzando su pierna derecha por detrás, una révérence, me señala y yo siento como si mi pecho estuviera lleno, miro a Sira y ella solo me dice que Ferran me quiere mucho, ambas sonreímos y nos centramos en el partido.
Gavi, Álvaro Morata y Carlos Soler son los tres goles que persiguen, el estadio está pletórico y todos gritamos y animamos a nuestro equipo.
Una vez terminada la rueda de prensa, el post partido y todo lo demás, Sira y yo nos reunimos con los jugadores, al ver a Ferran corro hacia el a lo que me responde extendiendo sus brazos. Me rodea con ellos y me levanta en el aire.
— Estoy más que orgullosa de ti, Ferran.
— Desde Valencia hasta Qatar, ¿quién lo diría?
— Y lo que nos queda.
Ferran me despeina y yo me aparto de él para que Sira pueda hablar con el, mientras tanto felicito a algún que otro jugador.
No es entonces hasta que veo a Gavi cuando también lo veo a él, tiene el pelo mojado y está más sonriente que nunca, parece como si la propia luz de este lugar le diese el brillo de un diamante.
Sus ojos se conectan con los míos y yo solo puedo simplemente sonreís. Su mirada se clava en algo que tengo en la mano, es verdad, aún tengo la camiseta que me dio Gavi antes el cual observa todo expectante.
— ¿De quien es esa camiseta?
— Adivina. - contesto burlona.
— No, ya, dime de quien es.
— ¿Estás celoso, Pedri? - me acerco a él.
— ¿Te crees que podría vivir sabiendo que alguien más puede tenerte? - Pedri se queda a escasos milímetros de mi.
— Es de Gavi, quería ver cómo reaccionabas. - sonrío alejándome de él mientras no dejo de mirarle.
Le extiendo la camiseta de vuelta a Gavi y el me dice que de verdad era para mi y que podía quedármela.
Pedri entrelaza sus dedos con los míos y me dice que hoy le da igual todo, que a pesar de estar prohibido hoy voy a dormir con él, quizás soy muy débil o simplemente ya iba a decirle que si, así que no me opongo demasiado.
— Está noche has brillado más que nunca.
— Tampoco ha sido para tanto.
— Como alguien alguna vez me dijo, ahí dentro, ante mis ojos, fuiste la cosa más bella que jamás he podido ver, Pedro.
El me sonríe y junta sus labios con los míos en un beso suave y calmado, los labios de Pedri sin sin duda la única adicción sin sustancia por la cual me volvería loca. Jodidamente loca.
— La noche es larga, quiero disfrutar cada parte de ti, hoy me lo merezco. - Pedri me agarra y me coge como un saco a lo que yo le pido que baje.
Sin duda habrá ocasiones, eventos y coincidencias que son inesperadas, pero, a día de hoy yo creo que lo nuestro estaba destinado a suceder.
Después de mil años aquí os traigo un capítulo nuevo, espero que lo disfrutéis al máximo porque el siguiente empiezan las curvas.
Cuidaros mucho como siempre 💖
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro