Volver a sentir
-Camie... estás bien?
Al acercarse para besarlo, Kanon notó una marca morada en el cuello del menor y se sintió terrible por ello...
Las cosas no habían salido como las habían planeado... nunca se imaginaron que Saga podía pensar que Kanon saldría lastimado y fuese a reaccionar así...
-Si, estoy perfectamente... ya debes dejarlo ir y no quiero que te quede ni una mínima aspereza contra Saga...
Él sólo pensó en tu bien, no le importó nada más que tú en ese instante y yo lo entiendo... si alguien tratara de hacerle cualquier tipo de maldad a Hyoga, yo reaccionaría igual o peor... es tu hermano y te adora tanto como tú a él...
Camus hablaba con mucha convicción, una total demostración de que no le guardaba rencor al gemelo de su amado y ésto tranquilizó a Kanon.
Llegaron a la casa del gemelo y se abrieron paso con la silla de ruedas hasta la habitación.
Allí, Camus ayudó a Kanon a pasar a la cama y ponerse el piyamas, cosa que fue entre carcajadas por las terribles cosquillas del mayor...
Ya recostado, Camus se tiró a su lado y lo besó con mucha ternura...
-Te amo Kan... mucho... muchísimo... eres mi vida...
Kanon respondió al beso pero su mirada se entristeció.
-Hasta cuándo tendrás que esperarme?
-¿Qué dices?
Camus lo miró sorprendido
-Camie... yo... yo no sé si podré hacer que ésto funcione... no sé si podré...
-Tener sexo? Eso te tiene triste mi amor?
Camus se sentó en la cama y le acarició el rostro y le relajó el cuello con masajes suaves. La rigidez en el cuerpo de Kanon preocupaba al menor...
-Mírame... sólo mírame a los ojos y dime si ves una veta de duda en mi amor por ti...
-No... no Cami... nunca he dudado de tu amor por mi... pero...
-Pero qué?
Se subió sobre sus piernas y se inclinó para besarlo nuevamente
-no me crees capaz de esperarte hasta que sea completa tu recuperación? yo sé que será completa! tengo todas mis fuerzas puestas en ti, en tu espíritu que no se deja vencer jamás...
-No soy tan así... yo... tú no sabes... yo... intenté suicidarme...hace un tiempo... me salvaron por poco...
Camus sintió que su corazón se rompía ... no se lo habían dicho...
-Por... qué? cuándo fue? dime por favor...
-Yo... yo desperté aquí, en Grecia... el viaje casi termina con mi vida... estaba muy débil y mi corazón no resistió...
Estuve muy mal... me sacaron adelante y luego... llegaron los estudios y el diagnóstico de la parálisis...
Yo... yo no quería ser carga para nadie... yo... Saga se estaba muriendo conmigo... yo te necesitaba... pero tú estabas demasiado lejos con tus propios problemas y yo...
Un día se tapó el suministro de aire y no podía pedir ayuda... me sofocaba... vino la enfermera y me comenzaron a poner inyecciones, catéters en las venas, me conectaron a un montón de aparatos y a la máquina de diálisis...
Camie, ya no era una persona, era un estorbo y mi hermano no merecía vivir atado a eso en que me había convertido...
Yo... me arranqué todas las vías y ...con un bisturí que estaba en la mesita, me corté las venas... pero me salvaron...
-Lo siento tanto... lo lamento...
Camus lloraba recostado sobre el pecho del mayor, que también lloraba.
-No lo sabía... Saga no me lo dijo...
-Saga... mi pobre hermano ha sufrido tanto por mi culpa...
Cuando desperté aquella vez, sus ojos fueron lo primero que vi, lloraba... parecía una persona de 40 años en lugar de 21... sus ojeras eran profundas, su rostro sin vida...
Me abrazó al verme despierto y con el poco aire que tenía para respirar, le juré que nunca lo volvería a hacer... que lucharía por estar mejor para los dos...
Él sólo asintió llorando, diciéndome una y otra vez que no lo dejara solo y lo mucho que me amaba...
-Te das cuenta, Kan? te das cuenta que su reacción hoy fue totalmente fundada?
Después de todo lo que han pasado juntos, él no permitiría que nadie te haga daño ni se burle de ti...
Lo volvió a besar, ahora con más ímpetu, con más pasión; bajó su boca lamiendo su cuello, siguiendo el trazo de su vena y la tráquea sacando gemidos exquisitos del mayor...
Siguió bajando y comenzó a abrir la camisa del piyama besando los pezones y la pálida piel de su pecho, acariciando sus lados y subiendo sus caricias hasta su rostro...
Lo delineó en detalle, recorriendo desde el nacimiento de su cabello hasta seguir el curso de sus cejas, contornear sus hermosos ojos y nariz, marcando sus pómulos y descendiendo hasta su boca, donde sus dedos entreabrieron sus labios y Kanon dio acceso abriendo su boca para que el menor inserte su dedo, lamiendo suavemente y dejándolo hacer...
Camus lo miraba desde su posición recostada en su pecho donde seguía dejando rastros de fuego con cada beso...
Kanon era hermoso, siempre lo había sido, pero Camus amaba su ser, su sensibilidad, su gran corazón...
Besaba todo de su pecho y despacio empezó a bajar hasta el abdomen, besando su ombligo y poniendo su lengua dentro.
Kanon dio un sobresalto de sorpresa y un grito de placer, al tiempo que comenzaba a sentir cómo su cuerpo se movilizaba con el trato del menor y con temor, veía que su sexo quería despertarse...
Sentía cosquilleos, su cuerpo empezó a temblar y se asustó, asustando a Camus...
-¿Que te sucede Kan? ¿Te hice daño?
Camus no se perdonaría jamás si lo lastimaba en modo alguno
-No... no sé qué me pasa... tiemblo sin poder controlarlo... mi... creo que... me has excitado... mucho...
Kanon se ruborizó
-No crees que esa es la idea?
Camus sonrió con picardía
-me puedes sentir?-
Suavemente se movió de encima suyo y con su mano acarició sensualmente el abdomen, vientre y fue bajando hasta poner su mano en la entrepierna del mayor.
Kanon sentía la mano sobre su sexo, era tibia sobre su ropa, la sentía moverse y eso lo llenó de emoción y miedos.
-S...sí... te siento... pero... yo...
-Nada... shhhh... déjame a mi, por favor... confías en mí?
Kanon asintió con una leve sonrisa y vió como Camus levantaba su cadera para bajar su pantalón y bóxer al mismo tiempo hasta las rodillas.
Su rostro se tornó rojo de la vergüenza, nunca se habían visto desnudos con Camus y mil ideas cruzaron su mente y el miedo y las dudas volvieron...
-No... espera... no voy a poder...
-Yo no pretendo que hagas nada, sólo que me sientas y disfrutes de lo que quiero darte...
Sin decirle nada más, tomó con su mano el miembro semi erecto del mayor y bajó su boca dando una especie de lambida...
Camus era totalmente inexperto en materia de sexo pero inventaría su propio libro del Kamasutra si era necesario para demostrarle a Kanon lo que lo amaba y cómo deseaba verlo recuperado...
Sus manos seguían masturbando el miembro de Kanon y con su boca, comenzaba a lamer y saborear, aprendiendo a adaptar su boca para no sofocarse, a disfrutar del sabor de su amante, buscando los puntos donde lo hacía casi sentarse ante el placer que le brindaba...
Lo tomó por completo en su boca, mientras su mano seguía el movimiento y con la otra acariciaba su abdomen.
Kanon sólo cerraba los ojos y se mordía los labios, perdiéndose en hermosas sensaciones...
Camus podía sentir con alegría como el miembro se ponía rígido y aumentaba en tamaño hasta ya no caberle en la boca y con entusiasmo redobló sus esfuerzos, lamiendo, besando, tragando todo lo que podía hasta que Kanon, con una voz envuelta en pasión y lujuria, le advirtió que estaba por acabar, que lo dejara ya...
Camus hizo caso omiso y tomó todo de su amado con su boca y lo apretó fuerte hasta hacerlo explotar, llevándolo a un orgasmo intenso...
Kanon temblaba, su cuerpo convulsionando y mientras Camus tomaba todo lo que podía con su boca, vio con horror que el gemelo se había desvanecido, sobrepasado por tantas emociones...
-Kanon... Kanon...
Trató de despertarlo pero no pudo, le tomó la fiebre y estaba normal, su pulso estaba acelerado pero era lógico...
Su rostro estaba tranquilo por lo que Camus fue hasta el baño, trajo toallas húmedas con agua tibia y lo limpió con ternura...
Le acomodó la ropa y lo tapó nuevamente, recostándose a su lado y abrazándolo muy contra su pecho.
-Hoy dimos un paso muy grande mi amor... no pararé hasta verte de pie y bailando junto a mi... te amo más que a mi vida, Kanny...
Sonreía mientras lo miraba dormir, le acariciaba el rostro y acercándose lo besó.
Kanon despertó, no se acordaba mucho como había llegado a la cama siquiera.
En un principio creyó que Saga lo había arropado, luego recordó que su hermano había partido de la fiesta con Milo; y todo empezó a volver a su memoria...
Camus... él lo había llevado, lo había vestido para la cama y ... también lo había desvestido!
Camus le había dado placer con su boca y su cuerpo había respondido! pero... qué había pasado luego? no recordaba nada más, sólo el éxtasis de sentir la boca de su amado succionándolo hasta hacerlo explotar en un increíble orgasmo.
De repente se dio cuenta que no estaba solo en la cama y al voltear lentamente, se topó con la más bella imagen que había visto en su vida.
Camus dormía de costado, mirando hacia Kanon, su rostro se veía a medias porque sus largos cabellos cubrían parte de sus ojos, su boca formaba una sonrisa...
Era tan perfecto que no pudo contenerse y tomando su celular, le tomó una foto...
Dejando el aparato de lado, acomodó sus piernas y se quedó de costado viéndolo dormir, en silencio, deleitándose en la belleza de sus facciones, el contorno de sus caderas, su cintura pequeña, su delgado cuerpo... era su ángel, el que le devolvió la vida y lo llenaba de amor...
Sin poder aguantar más, se acercó despacio para no asustarlo y lo besó dulcemente, quitando el cabello bicolor de su rostro...
-Buen día bello durmiente!
Su voz apenas un susurro en su oído
Un adormilado Camus entreabrió sus ojos lentamente para encontrar el rostro sonriente de su amado frente suyo.
Al momento, lo ocurrido la noche anterior volvió a su memoria:
-¿Cómo te sientes? me asusté anoche...
-Me siento bien, por qué?
-No lo recuerdas? yo... yo estaba... anoche...
-Amor, yo recuerdo perfectamente lo que hiciste por mi anoche... me diste placer con tu boca, con tus manos y... yo te amo y te deseo... pero... luego no recuerdo más nada...
-Cuando tuviste el orgasmo, te desvaneciste y yo me asusté mucho...
Creo que fueron demasiadas cosas juntas y tu cuerpo dijo basta... me tranquilicé porque vi que no tenías fiebre ni síntomas de estar mal, sino hubiese llamado a Saga...
-Yo sólo sé que me diste mucho placer, que me hiciste sentir lo que jamás había sentido...
Yo... te agradezco que me hayas ayudado tanto... de tantas formas... yo no sé cómo podré agradecerte y devolver todo lo que me has dado...
-Sólo sigamos trabajando para recuperarte por completo y luego... ya te cobraré todo con intereses...
Kanon abrió la boca para replicar pero Camus lo estampó contra la cama en un ardiente beso y su sonrisa era enorme y llena de picardía...
-Creo que tendré que hacer turnos extras sino quiero morir la primera noche que podamos estar juntos!
Kanon rio dentro del beso y se sumergió en el placer que sentía de tener en sus brazos al amor de su vida.
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