-Feliz cumpleaños Masky!

Kanon y Camus saludaron al mismo tiempo y le entregaron su regalo, recibiendo un fuerte abrazo y una gran sonrisa por parte del agasajado.

Los chicos habían llegado temprano para que se hiciera fácil el acceso de la silla de ruedas.

Era al primer evento público al que iba el gemelo tras su larga convalecencia y se sentía un poco incómodo... pronto vería que sus amigos no le harían pasar por un momento así jamás...

Llegaron Saga y Milo, que traían las bebidas y unas bolsas llenas de cosas que guardaron en otro salón...

Hyoga venía con ellos pero se marcharía temprano con su papá... aunque sabía que era una fiesta de adultos, el patito no quería perderse el cumpleaños de su gran amigo Ángelo.

Tuvieron una tarde llena de risas y Kanon veía con felicidad, como Saga y Milo se demostraban amor todo el tiempo, se hablaban al oído y Milo se ruborizaba... en verdad su hermano estaba enamorado y era correspondido. 

Era de noche, Hyoga ya se había ido con Degel y sólo el grupo de amigos quedaba en la fiesta.

Se habían mostrado un poco extraños los chicos para el gusto de Saga pero no dijo nada, pensó que sólo eran ideas suyas... miraba a su hermano y lo veía tenso...

¿acaso había peleado con Camus? el chico no estaba en la fiesta y él recién lo notaba.

Las luces se hicieron más tenues y una suave música llenó el ambiente...

Dita, como siempre, apareció todo maquillado y producido más que una cabaretera y le bailaba sensualmente a Masky, que reía como loco ante las ocurrencias de su novio...

Tras un divertido momento en que Dita se olvidó que tenía que bailar y se puso a besar a su amado frente a todos, se despidió haciendo una reverencia cómica y salió del salón...

 La luz se apagó del todo y tras escuchar unos ruidos extraños y risas cómplices, se volvió a encender para mostrar a un Milo con ropas vaqueras que seducía a Saga, bailándole demasiado cerca y robándole pequeños besos...

No era un eximio bailarín pero se daba maña y sonreía al ver como el gemelo se ruborizaba y por qué no, se excitaba!...

Se lo estaban pasando de maravilla, les dolía el estómago de reirse tanto... luego, Dita anunció el número central de la noche...

Las luces estaban tenues y se movieron a la siguiente habitación donde habían colocado un caño...

Allí, parado de espaldas, inmóvil y con sus cabellos levantados en una cola alta, estaba Camus.

Los chicos se posicionaron a los lados para ver el show y Kanon se puso justo frente a su pequeño...

La música arrancó y el cuerpo de Camus tomó vida, sus ojos cerrados en concentración, su sonrisa a flor de piel... su amado gemelo no podía tener suficiente de él...

Hizo una coreografía que nadie conocía, sólo Kanon, porque era la que le había bailado la noche que se reencontraron...

Al terminar, se bajó del pequeño escalón y fue directo hacia él, se le sentó en el regazo y lo besó, sus ojos fijos, violáceos en verdes, amor en cada gesto...

-Bailas conmigo?

Saga se levantó de golpe, furia en sus ojos y fue directo hacia el menor, tomándolo del brazo y arrebatándolo del gemelo menor...

Todos miraban sin creer lo que veían, Saga le pegaría a Camus si no intervenían pronto. 

-Déjalo Saga! qué te pasa?

Kanon sentía que le estallaba el pecho de la angustia

-¿No lo ves? te está humillando delante de todos!

Saga apretaba al menor contra la pared y ni entre Milo y Masky podían hacer que lo soltara

-Te creí mejor persona, Camus, eres una basura... él nunca va a recuperarse... nunca volverá a...

-Caminar?

Kanon estaba temblando, pálido como una hoja de papel, parado al lado de la silla de ruedas...

-era una sorpresa para ti, Saga... Camus ha trabajado muy duro conmigo en las noches para acelerar mi recuperación... pero tú no creíste en mi, crees que soy un inválido inútil... 

Saga había soltado a Camus y éste corrió al lado de Kanon para ayudarlo a sentarse nuevamente.

El gemelo mayor veía las caras de desaprobación de sus amigos y cómo su hermano lloraba desconsolado en brazos de Camus...

-Yo... yo nunca pensé en ti como un inválido... un inútil y lo sabes, hermanito... yo sólo me he preocupado por ti y ahora, lo vi invitarte a bailar y creí que... no sabía... lo siento mucho...

Saga también lloraba pero rechazó el abrazo de Milo.

-Déjame... soy yo la basura aquí... Camus perdóname si te lastimé...

Y dio media vuelta para irse de allí.

-Saga... espera...

Camus estaba muy triste, se secó las lágrimas mientras Dita abrazaba a Kanon, se acercó al gemelo y sólo lo abrazó...

-No te vayas por favor, matarás a Kan! No tienes una idea de lo que se ha esforzado en estas semanas para recuperar el movimiento de sus piernas, las noches que se quedaba conmigo era porque estaba tan cansado que se dormía sentado...

Por favor...hizo todo esto por ti, para agradecerte lo que has hecho por él... acércate y hablen...

-Me debe de odiar... lo terminé humillando yo... yo... la persona que lo conoce y ama como nadie, que sé lo que mis palabras le deben haber dolido... soy un perfecto idiota...

-No te odio, hermano... yo sólo quiero que te quedes conmigo, como hasta ahora... como siempre...

Kanon acercó la silla adonde estaba su gemelo y se fundieron en un abrazo interminable, lágrimas en todos los presentes, especialmente en Camus y Milo... 

-Bueno, es mi cumpleaños o murió alguien?

Masky no podía con su genio y trataba de alegrar los corazones tristes...

-Dita, trae a nuestro bebé y que nos baile otra canción que quiero bailar yo también...

Dita tomó a Camus del brazo y se lo llevó dejando solos a los gemelos...

Una hermosa canción empezó y el chico se movía al compás pero su rostro estaba triste, no lo estaba disfrutando...

De repente cayó al piso, sólo se derrumbó al costado del caño y mientras su cuerpo temblaba, lloraba compulsivamente...

Era obvio que todo aquello lo había afectado más de lo que demostraba... Milo lo ayudó a levantarse y lo hizo sentar en el sillón.

-Ya estoy bien... ya pasa... no quiero que Kan me vea así... acompáñame a refrescarme por favor...

-Sí, claro, Cami... vamos antes que vuelvan los gemelos a la fiesta... 

-Todo salió mal... qué no planeamos? la reacción de Saga? nunca creí que reaccionaría de ese modo tan brutal conmigo...

-Perdóname... por favor perdóname!

Saga lo había visto desplomarse y los siguió al baño.

-Está bien, Saga... sólo que me asusté mucho... creí que me ahorcarías delante de tu hermano...

Saga nunca pensó en eso, de haberle hecho daño al amor de su hermano justo frente a él... no era mejor que Aioria...

-Lo siento tanto...

Lloraba y Camus que no soportaba verlo así, era como ver a Kanon llorando y ya había tenido suficiente de lágrimas y tristezas... 

-Ven Saga... refresquémonos y volvamos a la fiesta...

Una sonrisa pequeña pero sincera le dio tranquilidad al mayor que las cosas se podían solucionar...

-¿Dónde están los dos amores de mi vida?

La voz de Kanon los hizo reir y tras lavarse los rostros, refrescarse, salieron los dos abrazados del baño.

-Me cambiaste por mi gemelo?

Kanon le hizo un puchero tan dulce y comprador que Camus corrió sonriendo a sus brazos y Saga no pudo contener la risa que le causó la expresión de su hermano...

Kanon... de todos los presentes, era el único que tenía derecho a ponerse mal y llorar por todo lo que había sufrido...

Sin embargo estaba allí, sonriendo a su novio y besándolo con amor...

¿cómo había podido pensar mal del chico? él había salvado a su hermano devolviéndole la esperanza, cuando lo único que él deseaba era morir...

-Bailemos... vamos Camie!

La voz de su hermano lo sacó de sus cavilaciones; fueron otra vez al escenario pero bajaron el caño del escalón, lo dejaron en el piso... 

Camus se acercó al caño y se tomó con una sola mano, daba vueltas, se contorneaba seductor, sus ojos sólo para Kanon que lo devoraba con la miraba...

-Ven, mi vida...

Camus extendió su mano y el gemelo la tomó, incorporándose de a poco de la silla... dió un paso y se tomó del caño, los cuerpos se movían suavemente, no tenía necesidad de mover las piernas...

Camus giraba a su alrededor, lo seducía con roces y caricias, pasaba debajo de su brazo y se estiraba en dirección opuesta... ya terminando la performance, Kanon tomó a Camus con un solo brazo y éste se dejó caer...

Fue un silencio estremecedor el que se hizo hasta que Camus se enderezó y abrazó a su pareja, feliz y sonriente...

Sllí explotaron los aplausos de sus amigos, que se apresuraron a ayudar a Kanon a sentarse en la silla de ruedas nuevamente...

Estaba muy cansado y pálido pero sonreía abiertamente satisfecho... Milo miró hacia donde estaba Saga y lo vió temblando, su rostro indefinido en su expresión...

-¿Qué pasa Saga? no te sientes bien?

Milo se preocupó realmente ante el silencio del gemelo pero luego lo apretujó contra su pecho

-Estoy mejor que nunca... ven, vamos con los chicos...

Tomó la mano de Milo y se acercaron a los bailarines

-yo... yo nunca creí que te volvería a ver caminar, Kan y... ahora te veo de pie, danzando esa coreografía de nuevo... y yo... estoy feliz...

-Es la primera vez que bailamos esta coreo, hermano, debes estar confundido...

-No... yo los vi un día en casa... llegué a buscarte y tú ensayabas... luego lo invitaste a Camus y le dijiste que era una coreografía para dos y la hicieron juntos...

Jamás en mi vida vi una actuación tan hermosa, una historia de amor contada en un baile y ustedes dos juntos... eran perfectos...

Siempre lo tuve en mi memoria y verlos hacerla ahora, después de todo lo que han sufrido... yo... los quiero mucho...

-Awww... ahora son sus bailarinas particulares, jaja!

Masky festejó su propio chiste y Dita le dio un codazo en la costilla...

-Si no te callas, no tendrás tu regalo de cumpleaños más tarde!

Dita frunció su seño pero no pudo aguantar la risa ante la cara de perro degollado de Masky...

Todos rieron felices y siguieron disfrutando de la fiesta hasta largas horas de la noche.