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Despertar

El dolor era horrible pero peor aún lo era el recuerdo de lo sucedido; una parte de su cerebro le decía que sólo se dejase morir y así acabaría su sufrimiento...

La otra parte, más razonable le recordaba que tenía mucho por qué vivir y luchar, que su hermanito y su padre lo necesitaban junto a ellos y así, con esos pensamientos, Camus fue despertando de su letargo.

-Cami... bebé... vuelve conmigo... por favor... ya no puedo más, te necesito aquí, a mi lado...

Kanon lloraba agarrando la mano fría de Camus, su rostro estaba muy pálido, ojeroso y se notaba que llevaba días sin dormir ni comer...

Había sido inútil que Saga le trajese comida o que intentase reemplazarlo, no había modo de sacarlo de su lado.

-Ka... Kanon...

El nombrado levantó la cabeza para encontrar los ojos llenos de lágrimas de su amado amigo.

Se paró de un salto y se inclinó sobre la cama para abrazarlo, ambos llorando de desesperación, angustia, dolor...

-Volviste a mí! Cómo te sientes, bebé?... yo...lo lamento... lo siento tanto... fue mi culpa... nunca debí dejarte ir a ese lugar... perdóname Cami!

Kanon lloraba descontroladamente abrazado a Camus, quién lloraba en silencio dejándose abrazar por los brazos de una de las personas en las que más confiaba en la vida...

-No tienes culpa de nada, Kanon... yo solo... yo estoy...

Camus volteó un poco la cabeza y vió que no estaban solos; en la esquina más alejada del cuarto se hallaba el joven de cabellos azules que había bailado con él la primera noche...

-¿Él ... qué hace aquí?

-Cami, él fue quién te encontró, llamó la ambulancia y te cuidó hasta que te trajeron aquí... ha estado velando por tu recuperación también...

Dándose vuelta, Kanon llamó a Milo para que se acercase un poco

-Ven Milo, acércate!

-No... no... su amigo fue quien...

Camus se puso nervioso, empezó a temblar y Milo salió corriendo de la habitación, asustado y llorando... ese chico nunca lo perdonaría por ser amigo de su violador ...

-No te pongas nervioso Cami, llamaré al doctor y a tu papá, que está muy triste porque no te puede cuidar...

Hyoga no sabe lo que pasó, le ha dicho que viajaste por el trabajo...

-Hyoga... cómo está Hyoga?... cuánto hace que estoy acá?

Camus sentía puntadas en todo su cuerpo, un dolor intenso bajaba desde su pecho hasta su vientre...

-Llevas una semana inconsciente, bebé... lo lamento tanto...

Kanon volvía a llorar y Camus que lloraba su angustia aferrándose a la camisa de su amigo, sin querer soltarlo por nada del mundo...

Llegó el doctor y le pidió a Kanon que saliera un momento mientras lo revisaba...

Camus comenzó a golpear la cabeza contra la almohada, se movía desesperadamente, intentando jalar a Kanon consigo para que no se fuera de su lado, amenazando con desconectar el suero y antibióticos que le estaban suministrando por vía intravenosa.

-De acuerdo, tranquilízate jovencito... él se queda contigo pero tú me dejas revisarte, sí?

El doctor sonrió y señaló a Kanon para que se colocase en la cabecera de la cama, junto a la cabeza de Camus.

El mayor le tomó una de sus manos y con la otra le acariciaba el cabello, lo miraba con amor y mientras el doctor le removía los vendajes y revisaba las heridas.

Al destaparlo por completo y tratar de separar sus piernas, Camus comenzó a temblar y las lágrimas volvieron a sus ojos, cayendo en abundancia sobre la almohada.

-Debes dejar que el doctor te revise, Cami, debe hacerlo por favor, es por tu bien... sabes que no permitiré que nadie jamás en la vida te vuelva a lastimar de manera alguna...

Kanon hablaba con el corazón en la mano y Camus sólo se perdió en la tranquila mirada de su mejor amigo...

Trató de calmarse y relajar su cuerpo pero no lo consiguió, así que sólo soportó el sentimiento de asco y deseos de vomitar que le provocaban las manos del médico en sus partes íntimas, donde todo era dolor y malos recuerdos...

-Camus, estás sanando pero el proceso lleva su tiempo y luego...

El pobre chico lo miraba con ojos llorosos y el doctor evitó la mirada; ¿qué se le podía decir a un chico de dieciséis años, que había sido brutalmente violado? no había palabras apropiadas por lo que directamente guardó silencio...

Vendré a verte más tarde, tu padre está llegando... hasta luego...

Kanon se volvió a colocar a su lado y le sonreía mientras lo acariciaba

-¿Cómo te sientes, Cami?

-Me quiero ir de aquí, debo seguir trabajando... necesito trabajar!

-Ni siquiera puedes moverte, bebé...

Camus a estas palabras comenzó a llorar nuevamente y Kanon se arrepintió

-Lo siento, no fue mi intención lastimarte aun más!

-Hyoga, debo hacerlo...

Kanon miraba con tristeza a su amigo; era obvio que no volvería a trabajar en el local nuevamente, su atacante era habitué de ese lugar y tenía poder económico y político suficiente como para evitar los cargos por lo que había hecho y aún peor, podía hacer de la vida del chico un absoluto infierno...

-Veremos qué hacemos, primero debes cuidarte para sanar bien...

Camus lo miró triste pero en ese momento entraba su padre y todo su mundo se nubló.

Kanon lo ayudó a incorporarse un poco para que pudiese abrazar a su padre y los dejó solos.

-Hijo mío! Dios! creí que te perdía como a tu madre!

Degel lloraba y el menor se abrazaba a su padre con todas sus fuerzas, buscando el alivio que necesitaba su corazón y su abusado cuerpo.

-Padre... lamento haberte asustado padre... no fue mi intención... yo nunca quise...

-¿Crees que no lo sé, hijo querido? yo sé quién eres! y no mereces nada de lo que pasó!

Nada de ésto es tu culpa, yo lo sé, Kanon lo sabe! pobrecito Kanon... me ha pedido perdón de rodillas porque cree que es su culpa lo que te sucedió... esos Leoni creen que pueden tomar todo lo que quieren así porque sí...

Degel apretaba el puño con fuerza mientras miraba con amor a su primogénito.

- ¿Cuánto tiempo tengo que estar aquí? me quiero ir, quiero ir con Hyoga... cómo está?

-Está débil, no respira bien... tú no debes preocuparte ahora por él, yo lo cuido en tu ausencia... debes mejorar y saldrás pronto... haz lo que los doctores te indiquen...

Degel miró hacia los lados buscando algo o a alguien

Dime hijo, el otro chico, el que estaba aquí estos días, ¿dónde está?

-Yo... creo que lo espanté sin que fuese mi intención... yo... Leoni es su amigo y al verlo me recordó todo lo que pasó y me asusté, no lo traté bien... debo buscarlo y pedirle disculpas cuando salga de aquí...

-Sí hijo... y debes agradecerle que te haya encontrado y se haya quedado contigo todo el tiempo...

Camus se sintió muy mal por Milo y le pidió a Kanon que lo buscase y le pidiese que fuera al hospital...

-Perm... permiso...

Milo tenía miedo de la reacción de Camus al verlo pero fue recibido con una leve sonrisa que acarició su corazón.

-Pasa, por favor... acércate...

Camus aún no podía sentarse pero Kanon lo ayudó a incorporarse un poco y luego se marchó dejando un beso en la frente del menor, sonriendo y enredando su largo cabello.

-¿Cómo estás?

Las palabras se anudaban en Milo, todo volvía a su mente y quería llorar.

-Yo... siento mucho lo que te sucedió... yo...

-Estoy mejor... gracias... yo, quería agradecerte que me hayas ayudado aquella noche... me dijo Kanon que tú me encontraste y estuviste conmigo todo el tiempo... gracias...

Una lágrima cayó por la mejilla de Camus y a Milo se le partió el corazón.

-Aioria no es más mi amigo... él me golpeó mucho a mí también por haber bailado contigo aquella noche...

Milo no supo por qué se lo dijo pero ya estaba, el chico lo miraba con ojos de asombro.

-Hizo qué? Por qué? eras su amigo y no hicimos nada malo!

-Lo tomó como que nos burlamos de él... él te quería, deseaba bailar contigo y tú me elegiste a mí... eso fue suficiente...

Los Leoni no tienen límites pero yo no me daba cuenta hasta que fue demasiado tarde... lo siento...

Ambos chicos se quedaron en silencio, pensando en lo sucedido, cada uno en su propio infierno y con sus propios miedos ante lo que vendría...

-Si... si yo presentase cargos y pruebas... tú me apoyarías?

-Claro... sí...

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