Milo había odiado a Kanon por haber llamado a Camus, ilusionarlo y luego salirse de su vida de nuevo...

¿por qué lo había hecho? ¿qué ganaba con eso? no lo podía entender... sólo sabía que de tenerlo cerca lo habría golpeado bien fuerte porque ahora Camus era un fantasma que sólo vivía porque aún respiraba...

Cumplía con los contratos, con una sonrisa de fachada pero que escondía las tristezas más grandes del mundo.

Pasaron los meses, llegó mayo y Camus que seguía trabajando duro pero su mente ya no lo acompañaba; se había quedado en aquella llamada telefónica, su corazón se rompió esa noche.

En otro lado de Grecia, un joven acostado en su cama, la vista perdida, una palidez extrema y muchos artefactos de monitoreo a su alrededor, no respondía a lo que su hermano le preguntaba...

-Kanon... déjame ir a buscarlo... te haría bien verlo...

Una voz ronca dañada por demasiada cantidad de sondas y poca capacidad pulmonar para respirar, le respondió por lo bajo...

-No... lo hagas... lo conozco demasiado para saber que querría quedarse conmigo por culpa o lástima y eso es lo último que quiero de Camus...

-Hermano, él no tiene idea por lo que has pasado todo este tiempo! no sabe que casi moriste dos veces, que casi te amputaron las piernas... él no lo sabe... quizás te odie en este momento y no es justo...

-Sería lo mejor... que me odie y me olvide...

Su cuerpo temblaba al querer suprimir el llanto y Saga se sentó a su lado para abrazarlo y darle la contención que Kanon necesitaba...

No podía evitar sentirse culpable por haber separado a su hermano del chico pero en ese momento, ninguno de los dos estaba en condiciones de cuidarse solo y los Leoni eran de temer...

Y él pensó primero en su gemelo, en llevárselo lejos para que recibiera ayuda por las terribles heridas sufridas a manos de Aioria... allí nunca estaría seguro...

FLASHBACK

La espera en la sala del hospital había sido eterna desde que le habían avisado que su hermano había ingresado con graves heridas internas, huesos rotos y con una brutal sobredosis de una mezcla de drogas que aún trataban de identificar.

-Sr Saga Junini, se lo solicita en la entrada

A Saga le temblaban las piernas al caminar, no quería escuchar lo que le dirían; su hermanito gemelo, su media vida, su otra mitad estaba muy grave...

-S...soy Saga...

-Venga por aquí jovencito... soy el doctor que operó a Kanon...

El doctor miraba a Saga sin poder evitar el asombro que le causaba que fuesen tan idénticos, aunque en ese momento, nada los confundiría...

Ese chico estaba lleno de vida aunque su tristeza y agotamiento se dejaban ver desde lejos, y el otro se debatía entre la vida y la muerte...

-Debo hablar contigo; yo... Kanon está muy grave, no voy a mentirte... tiene ambos pulmones perforados, muchos huesos rotos que lastimaron internamente su organismo y... su columna fue muy maltratada y no sabremos sus consecuencias hasta que se desinflame y él despierte...

-¿Y... eso cuando será?

Saga quería evitar llorar pero las lágrimas lo traicionaban y corrían calientes por sus mejillas.

-¿cuándo despertará mi hermano?

-Es imposible saberlo, debimos inducirlo al coma para que no sufra más de lo necesario y los medicamentos hagan efecto más rápido...

Hicimos lavajes de estómago pero lo drogaron con sustancias muy fuertes, no entiendo aún qué pretendían hacer con él...

Al otro chico también lo drogaron pero llegó más rápido al centro médico y según tengo entendido, le hicieron el lavaje sin que queden secuelas... a tu hermano le espera una larga y lenta recuperación...

Saga lloró mucho esa noche, rogando, rezando a sus difuntos padres para que no se llevasen con ellos a la única familia que le quedaba...

Dos días después se encontró con Milo en los pasillos del hospital y allí hablaron del estado de ambos chicos.

Saga lloraba desconsolado ante el estado crítico de su gemelo y encima Milo le contaba que los Leoni ya sabían que los chicos estaban vivos y los buscaban desesperados para no dejar evidencias.

Allí, en ese momento, tomó la decisión de llevarse a Kanon a su país natal y alejarlo para siempre de esos malditos mafiosos.

-Me llevaré a Kanon a Grecia, allí lo podré cuidar y estará a salvo... dile a Camus que lo siento, pero que Aioria tiene algo personal con él y que Kanon pagó las consecuencias... que sólo así estará bien...

-Se... lo diré si me permiten verlo...

Tres días después de esa conversación, Saga estaba sentado al lado de Kanon y éste movió apenas un dedo...

En un segundo, la habitación se llenó de doctores y enfermeras que controlaban cada monitor y revisaban al chico dormido minuciosamente; estaba volviendo del coma...

Ya estaban solos en la habitación cuando Kanon movió su mano apenas y rozó la de su gemelo...

Saga rompió en llanto pero Kanon entreabrió los ojos e intentaba desesperadamente decirle algo...

-Ca... Ca...

-Camus?

Saga completó y él asintió levemente.

-Está mejor, en otro lugar... nadie puede verlo... protección al testigo le llaman...

Kanon asintió nuevamente y cerró los ojos.

-Nos iremos a Grecia, Kan... allí podré cuidarte mejor...

Los ojos de Kanon no se abrieron pero las lágrimas comenzaron a surcar sus mejillas y Saga se sintió horrible.

-Lo siento hermanito, es por tu bien... cuando te compongas, podrás ver de nuevo a tu amigo, pero ésto llevará mucho tiempo...

-No... no... tien... tiene... tiempo...

Kanon no podía hablar bien todavía

-¿Quién no tiene tiempo? te digo que Camus está bien

-Hermanito...

-Hermanito? de quién?

-Cam...

-El hermanito de Camus? y qué pasa con él? está enfermo?

Kanon asintió y luego le hizo acercar su oído a su boca y susurró algo...

Saga no podía creer lo que entendía de boca de su hermano, pero haría lo que le pidiese para verlo feliz.

Kanon sólo suspiró y volvió a dormir, la energía que había usado para poder hablar con su hermano lo habían debilitado aún más y su palidez era extrema.

Saga le acariciaba y besaba la frente rogando que Kanon fuera lo suficientemente fuerte para resistir el vuelo hasta Grecia.

Esa misma tarde fue al banco vestido muy formal, cabello bien peinado y se presentó nervioso:

-Soy Kanon Junini.

-Buenos días señor Junini! me cede su documento para realizar el trámite?

A Saga le temblaban las manos cuando le alcanzó lo pedido.

-Muy bien, Kanon, todo está perfecto y la cuenta ya fue cancelada a su nombre y todos los fondos, transferidos a la cuenta de Camus Verseau... sólo su firma y ya está todo listo...

Saga firmó con nerviosismo, pensaba que se confundiría de nombre al firmar a pesar que había practicado mucho la de su hermano.

-Listo, señor Junini!

Le devolvieron el documento y salió rápidamente del lugar, respirando aliviado.

Ahora debía avisarle a Camus lo que Kanon había hecho...

No quería ver al chico, en verdad le asustaba verle y cargar toda su impotencia por la gravedad del estado de su hermano en el jovencito, aún sabiendo que ambos habían sido víctimas por igual...

Justo se volvió a encontrar con Milo y agradeció a la providencia por ello... le dio la documentación y le explicó lo que necesitaba saber...

Fue la última vez que vio a Milo y supo de Camus...

FIN FLASHBACK

-Entiende Saga... desde que Camus tiene catorce años, ha vivido con un hombre en silla de ruedas y un niño muy enfermo...

Ahora, tiene la posibilidad de una vida normal, es mayor de edad, puede hacer lo que quiera...

¿con qué derecho yo lo ataría a un completo inválido de nuevo? Jamás me lo perdonaría!

Saga, yo lo amo con locura, siempre lo he hecho y me he sentido muy mal al no decírselo y bailar esas danzas sensuales, mientras Cami se entregaba a mis brazos con toda confianza... no podría mirarlo a los ojos y decirle lo que siento por él... no puedo arruinarle la vida...

Kanon lloraba frustado mientras su pulso se aceleraba y hacía que los monitores se pusieran en aviso de alerta...

Saga lo abrazaba llorando y maldiciendo el momento que los Leoni se habían cruzado en sus vidas...

Un ser lleno de vida y buenos sentimientos como su hermano no merecía lo que le estaba pasando... era muy injusto pero él trataría de arreglar algunas cosas...

Debía hablar con la persona correcta.