-Camie, Camie... quiero ir, por favor! Quiero verlos!

Hyoga no paraba de perseguirlo por toda la casa esperando escuchar la respuesta que deseaba

-Entiende que es para grandes, no te dejarán pasar

-Pero si entro contigo sí lo harán!

Ya se le terminaban las palabras y Camus no cedía... el pequeño utilizó su más potente e infalible  arma

-Por favor, Camie...

Y le hizo una carita triste con puchero incluído que derritió a su hermano... 

-¿Cómo puedes negarte a esa preciosura? ¿Vendrás conmigo, patito?

Kanon no podía dejar de mirar el gesto infantil de Hyoga tratando de convencer a su "malvado hermano".

Al oir las palabras del gemelo, ambos hermanos giraron en su dirección y se le tiraron encima.

-Sisi, Kanny... si, si! gracias!

El rostro de felicidad era tan hermoso que Camus sólo pudo sonreir y revolear sus ojos en rendición.

-Me rindo... no puedo contra ustedes dos... siempre se salen con la suya...

Kanon lo miró imitando el pucherito de Hyoga y Camus sólo lo abrazó riendo y besándolo.

-¿Qué haré contigo? Me tienes a tus pies... 

-Aún no...

Lo miró con picardía, sonriendo...

Pero pronto lo haré...

Camus estaba rojo como tomate y Hyoga que le preguntaba si se sentía bien.

Camus solo podía sentir como su pantalón se apretaba ante las palabras de su amante.

FLASHBACK

-Aún quieres más?

Kanon se había entregado toda la noche al placer que Camus le daba al penetrarlo en distintas posiciones y ahora lo montaba salvajemente...

Su cuerpo envuelto en sudor, sus ojos cerrados en concentración y el deseo en toda su extensión, sólo hacían que Camus nunca tuviese suficiente de su amante...

Se besaban apasionadamente mientras sus cuerpos chocaban, las palabras de amor, lujuria y deseo nunca acababan al igual que sus ganas de poseerse.

 Al pasar de los días, Kanon ya se había acostumbrado a las intrusiones en su cuerpo y gozaba increíblemente cuando Camus lo tomaba, ya fuese con dulzura o en forma brutal debido al frenesí del deseo sexual que se había despertado entre ellos... eran máquinas del sexo, nada les era suficiente. 

Aún Camus no se entregaba a Kanon y él no le exigía nada, sólo se entregaba sin decir nada...

Una vez habían intentado, el mayor le había penetrado con un muy lubricado dedo pero los nervios del chico habían podido más y desistieron...

Camus se sentía muy deprimido y Kanon se había levantado de la cama, cosa que el menor tomó como enojo, sólo para darse cuenta que el gemelo había puesto música y empezaba una danza muy erótica sólo para sus ojos, despojándose de todas las inseguridades y asegurándose que Camus entendiera el mensaje...

Lo había provocado casi de un modo pornográfico y empujándolo con su propio cuerpo lo había llevado a la cama, donde él mismo se había preparado para recibir a su amante.

Camus lo tomó brutalmente, lo aprisionó contra la cama, boca abajo, sin darle posibilidad de moverse y lo embestía con todas sus fuerzas, sacando la bronca que tenía dentro, la frustración que sentía por no poder complacer a su amante...

Le jalaba el cabello y le ponía la mano en la nuca para mayor control... tras un orgasmo intenso, volteó a Kanon que tenía la mirada perdida entre el dolor y la falta de atención de su propias ganas...

Lo trepó, empezando desde su frente, besó todo de Kanon, sus manos parecían decenas, acariciando, tocando, pellizcando todo de él...

Con su boca llegó a su miembro y de una lo engulló haciéndolo gritar de placer; lo succionó hasta hacerlo explotar en un increíble orgasmo. 

-Lo siento... fui muy rudo... yo... no sé qué me pasó...

Camus casi lloraba al ver un hilo de sangre en la sábana debajo de Kanon.

-No es nada, mi amor... es normal en el sexo intenso, creo... yo estoy perfectamente bien... 

-Yo... yo aún no puedo... lo siento...

-Camie... ya lo hablamos... acaso no lo disfrutas de este modo? no es suficiente para ti?

-Por supuesto! si eres lo más increíble del mundo! pero... yo también quiero retribuir tu entrega...

-Ya lo harás... tranquilo... pronto podrás, cuando estés listo... y yo te tendré a mis pies...

Su sonrisa fue enorme y pícara mientras que sus brazos lo rodeaban y le daba el más tierno de los besos...

-pronto mi amor... muy pronto...

FIN FLASHBACK

 Mientras Camus trataba de controlar el deseo que las palabras de su amante habían despertado, Hyoga corría en círculos alrededor de la mesa y gritaba por su padre.

-Papi, papi... Camie y Kanny me llevarán a su primer show esta noche!

Degel sólo reía, estaba feliz de ver por fin a toda su familia bien y retomando sus vidas...

Hyoga ya estaba de nuevo en la escuela, ya no necesitaba clases particulares; ahora llevaba una vida de niño normal...

Kanon era su tercer hijo, el hijo mayor, sobreprotector de los demás...

Siempre había querido al joven por todo lo que hacía por Camus, porque lo cuidaba como él no podía, porque siempre estaba cuando lo necesitaba, porque le daba el amor y el tiempo que a él le faltaba por tener que estar siempre pendiente de su patito...

Camus jamás le había reprochado algo pero él sentía que le había fallado como padre...

Sabiendo que tenía a su amigo Kanon junto a él, se le facilitaban las cosas, y ahora, sabiendo que eran más que amigos, que compartían una vida y una pasión, Degel estaba feliz...

-Me alegro hijo! pero debes de portarte bien... 

-Sí papi, también estarán Dita y Masky! 

-Lindos ejemplos a seguir!

Dijo Kanon y todos rieron porque sabían que sus amigos eran de temer en las fiestas y de seguro, Hyoga se comportaría mejor que ellos!

El pub estaba lleno de gente cuando se presentaron los bailarines y un sudor frío corrió por la espalda de Kanon al verse de nuevo frente al público.

Una mano comprensiva en la cintura le devolvió la calma... como siempre, las coreografías salieron perfectas, no quedaban en Kanon, rastros de la parálisis y junto a Camus, disfrutaron e hicieron disfrutar a la concurrencia...

El pedido de nuevos bailes por parte del público, los incitó a seguir y bailaron toda la noche, ganándose muchos contratos para fiestas privadas...

El dúo estaba de vuelta... 

Llegaron al departamento felices, riendo y comentando como Masky había tomado de más y se había dormido en las piernas del patito en plena función. 

Se ducharon juntos, entre caricias y besos amorosos, relajaron sus músculos hasta que el agua corrió fría y tras secarse, se metieron en la cama. 

Se abrazaron como cada noche, se mimaron, acariciaron y besaron hasta dormirse debido al cansancio y las emociones de esa primera presentación...

Camus tenía una pesadilla, Aioria lo jalaba del brazo y lo tiraba en una pileta de natación donde intentaba ahogarlo mientras le desgarraba la ropa...

El chico no hacía pie como para mantenerse a flote y tragaba agua, a la vez que intentaba zafarse de los fuertes brazos de su agresor.

Aioria le pegaba la cabeza contra el borde de la piscina y cuando estaba por poseerlo, alguien llegaba y golpeaba fuertemente a Aioria, dejándolo inconsciente en el agua y sacando en brazos a Camus de aquel lugar.

El menor elevaba su rostro para verlo mejor y se encontraba con la sonrisa y los ojos verdes más bellos del mundo, una voz suave que le decía que todo estaría bien y que él lo cuidaría por siempre... su Kanon lo había salvado de Aioria...

Despertó sobresaltado, temblando y mirando en todas direcciones buscando a Aioria, pero sólo se encontró frente al hermoso rostro de su amado, que dormía como un ángel...

Suspiró aliviado y volvió a acurrucarse junto a Kanon, que ya por inercia lo tomó entre sus brazos y así siguió durmiendo en la seguridad de aquel abrazo... ya no soñaría cosas feas esa noche...

Amanecieron abrazados, Camus acalorado debido a la erección que lo dominaba... comenzó a besar a su bello hombre, lo acariciaba con frenesí buscando lograr su atención

-No se puede dormir tranquilo ya...

Era de todos los días que el mayor se despertaba siendo besado con ansias o directamente siendo dado vuelta para mejor y rápido acceso...

No era que a Kanon le disgustaba despertarse y hacer el amor sin mayores preámbulos ni juegos previos, todo lo contrario, sentía una secreta satisfacción por saberse tan deseado por el menor...

Él se entregaba sin medida, sin condiciones y sabía que tarde o temprano, él también disfrutaría de poseer a su hermoso bebé pero no era algo que le quitaba el sueño...

Realmente creía en cada palabra que le había dicho a Camus aquella primera vez...

-Te necesito, Kan... ahora...

Camus estaba sonrojado y su respiración agitada

-Aquí me tienes, bebé; toma lo que es tuyo...

Kanon sólo se dio vuelta, dándole una perfecta vista de su espalda y tentador trasero.

Camus lo acarició con suavidad, le besaba el cuello y bajaba por la línea de la columna hasta la cintura; separó suavemente los glúteos de su amante e introdujo un dedo en el estrecho canal, provocando un fuerte suspiro...

Luego fueron dos y tres dedos, tocando la próstata del mayor y haciéndolo gemir de placer e impalarse contra su mano...

Camus lo acomodó a su gusto y lo penetró suavemente, disfrutando del calor que le producía estar dentro de su amado...

Kanon gemía, suspiraba y pedía por más, era tan hermoso tenerlo así!

Acabó dentro suyo sin haberlo tocado siquiera, no lo había hecho acabar junto con él como siempre.

Lo hizo voltear, se puso frente a su rostro sudoroso por la falta de atención y las ganas contenidas, lo besó con pasión y lujuria, le acarició cada una de sus facciones y se sonrió...

-Ya estoy listo mi vida... quiero ser tuyo ahora...

Kanon debió utilizar toda su fuerza de voluntad y testarudez para no acabar en ese momento, al oír esas palabras.

-¿Estás seguro, Camie? yo... yo puedo acabar solo... yo...

-No... hoy lo harás dentro mío... por favor... prepárame...

Camus se recostó en la cama y esperó a que el gemelo comenzase con la preparación pero se sorprendió al sentir sus labios recorriendo su cuerpo, sus manos acariciándolo todo, trayendo de nuevo su miembro a la vida y luego, lo puso en cuatro...

Tenía todo lo que necesitaba pero lo dejó a un lado mientras le daba a su espalda el mismo tratamiento de besos y caricias llenas de amor y deseo...

Separó suavemente sus glúteos y Camus escondió la cabeza bajo la almohada para que Kanon no lo escuchara gemir de dolor al ser penetrado...

Grande fue su sorpresa cuando en lugar de recibir un dedo, sintió algo húmedo y pasaron segundos hasta que sintió la lengua de su amante pasar por su entrada, provocando que los músculos se fueran relajando por cuenta propia, mientras Kanon empujaba más y más adentro con su lengua...

Camus gritaba de placer y ya no sabía si se había venido de nuevo... lo que su amado estaba haciendo atrás suyo era una delicia para sus sentidos...

De pronto sintió una leve molestia y Kanon, que lo miraba sonriente; había insertado su dedo junto con la lengua y no lo había notado...

Lo siguió preparando, llenándolo de besos y caricias lujuriosas hasta que el chico pedía a gritos ser poseído y eso obtuvo...

Kanon lo fue tomando lentamente y con mucho cuidado, siempre mirando las contracciones de su rostro, buscando signos de arrepentimiento...

Después de un buen rato, estuvo totalmente dentro de Camus y el tiempo se paró para los dos, necesitaban aire y el menor tenía lágrimas en los ojos...

-¿Te hice daño? me puedo salir y ya... tus lágrimas...

- Son de felicidad Kan... también un poco de dolor pero es más por la felicidad que siento en este momento... muévete por favor...

Así lo hizo, feliz de saber que Camus estaba bien y que disfrutaba de lo que recibía...

Embestía con suavidad pero profundo y tocaba la próstata del menor en cada estocada haciéndolo gritar de placer...

Lo acariciaba, lo besaba, le decía lo mucho que lo amaba... lo amaba en cada acercamiento...

-más Kan, quiero más...

Ante lo pedido, Kanon cambió de posición; se salió y lo penetró nuevamente mirándolo al rostro, viendo cada gesto de placer en su amante.

Lo embestía lento y profundo, lo hacía gemir de deseo y pasión; puso ambos brazos debajo de la espalda de Camus y en un sólo movimiento lo sentó sobre su miembro.

El menor no se hizo esperar y lo montó ferozmente, sentía fuego en su vientre, en todo su ser, se consumía en el deseo que sentía por su amigo, su amante y ahora ya nada lo detendría para disfrutarlo como él quería...

Tuvo un orgasmo intenso y arrastró a Kanon con él, besándolo con lujuria mientras recuperaban el aliento... 

Nada los detuvo entonces de tener el día más bello y largo de sus vidas, amándose como nunca, entregándose uno a otro, dándose el amor que se tenían...

...gritando a los cuatro vientos que se amaban, se deseaban... que estaban juntos y felices... que la vida les sonreía... tenían un mundo que sólo les pertenecía a ellos dos...