Noicel
18 años

Le dijimos a los padres de Medow que ella estaba en nuestra casa.

Ellos estaba exaltados diciendo que los llamaron y dijeron que unos lobos se la habían llevado.

Por suerte aclararon que Medow estaba con ellos y el tema no pasó a mayores.

Ella estaba en mi cama.

Aún no despertaba.

Estaba tan preocupado por ella, que aunque estuviéramos en época de celo, no me afectaba.

-¿Por qué...?, ¿Qué le ocurrió?.

Mi padre suspiró.

-Será mejor que se sienten.

Lo hicieron.

-Medow no es...del todo humana.-Comenzó.

Sus caras estaban llenas de confusión.

-¿No lo es?.-Preguntó su padre.

Pasé mis manos por mi cabello mientras mi padre hablaba.

-Ella tiene sangre de lobo.

Ella negó con la cabeza.

-Ella no huele...

-Nosotros sí lo sentimos, tenemos mejor olfato.

-Eso no explica por qué mi hija está inconciente en una cama.-Exclamó su madre.

Mi padre me miró.

Me tocaba hablar.

Me aclaré la garganta nervioso, era la segunda vez que se lo contaría a alguien que no fueran mis padres.

-Ella es mi compañera.-Dije.

Su madre saltó del asiento.

-¿¡Qué!?-Tapó su boca con sus manos.

Su compañero intentó tranquilizarla.

Mi padre habló.

-Noicel cumplió dieciocho años, por lo que es su primera época de celo como un adulto.- Tomó aire -Él ya conoce el olor de su compañera, y al no tenerla cerca durante estos días lo estaba afectando, al igual que a Medow.

-¿Ella lo sabe?.-Preguntó la madre de Medow mirando a su hija angustiada.

Mi madre negó con la cabeza, ella estaba sentada al lado de Medow y acariciaba su cabello a veces.

-No está lista aún, no lo entendería, tienen que dejarla ser una niña aún.

Mónica, la madre de Medow, tomó aire.

-Se quedará aquí o...

-Con tenerla en el territorio de la manada estará bien-Respondió mi padre.

-Esto es difícil de digerir-Dijo su padre.

Medow soltó un gemido.

En menos de un segundo ya estaba a su lado.

-Está despertando-Mónica se puso a mi lado.

Se removió un poco y abrió sus adorables ojos de golpe.

Y luego se quejó tocando su cabeza.

-No entiendo...-Miraba a las cinco cabezas que la rodeaban confundida.

-¿Te sientes bien cariño?-Preguntó Mónica.

Arrugó la nariz

-Creo que estoy algo...perdida.-Dijo, después de abrir sus ojos de golpe, estos se quedaron un poco entrecerrados, tenía sueño.

Era tan linda.

-Yo estaba....y luego me dolía todo...entonces...¿Qué hago aquí?-Trataba de explicarnos.

-Te desmayaste y te trajimos a casa.

Ella miró a todos lados.

-Mamá...esta no es mi casa, ya sabes, mi habitación es...-Su mamá la cortó antes de que siguiera.

Sonreí.

Sus padres se miraron, pensando en que decir.

-Estábamos con tus padres cuando recibimos la llamada-Dijo mi padre.

Pareció conforme con eso.

Trató de levantarse y se mareó un poco.

-Voy a buscar algo de beber para ti querida-Le dijo mi madre.

Medow asintió.

Mi madre salió con Mónica.

-¿Te sientes bien?-Le pregunté.

Se encogió de hombros.

-¿Podré volver?-Preguntó.

-No lo creo cariño-Su padre besó su coronilla.

No pareció contenta con la respuesta, pero no dijo nada.

¿Le gustaban los humanos?

-Ayúdame.

La levanté y enlacé nuestros dedos.

-Estarás bien bebé -Le susurré.

Asintió.

-Vamos a la cocina, te prepararon algo.-Salí de mi habitación, mi padre y el de Medow se quedaron hablando.

Al llegar al pasillo se tambaleó un poco, la sostuve más cerca.

-Con cuidado. -Dije besando su mejilla.

Llegamos a la cocina.

La madre de Medow miraba fijamente nuestras manos entrelazadas sorprendida y mi madre con un brillo en sus ojos.

Tomé el agua con hierbas curativas y se lo di a Medow.

-Gracias Nois.-La miré.

Imaginé como se vería cuando creciera.

La palabra perfecta era la única que se me venía a la mente.

Xcjackson ❤

Pronto veremos a nuestra Medow mayor.😄😄😄

Besitos