4. Nereida
Después de bañarme, rebozarme en la arena, volver a bañarme, nadar, bucear, correr y retozar, me dispongo a volver sobre mis pasos, aún desnuda y mojada. El sol cae en el horizonte, cubriéndolo todo de una luz mágica, y me detengo a apreciar este momento. Los animales de la selva también aprecian el crepúsculo. No me extraña que muchas civilizaciones hayan adorado al sol como su Dios, porque en parte lo es; toda mi vida he aprendido a apreciar el sol, el agua, el viento, la tierra.
Tras contemplar al astro rey en el mejor momento del atardecer, echo a correr y llego a mi refugio. Veo que no estoy sola; los verdes ojos de Katrina me observan desde uno de sus sitios favoritos, la plataforma que hice en un árbol.
—Hola, preciosidad, ¿qué tal el día? —Entrecierra los ojos al escuchar mis palabras—. ¿Sí? Me alegro, para mí también ha sido bueno y tranquilo. Supongo que ya habrás comido.
Agarro un pareo, que no es más que una pieza de tela fina y ligera, y me lo ato a la cintura a modo de falda. Hoy no voy a cocinar; saco un recipiente con frutas y vegetales y como lo que me apetece. En la selva se hace de noche enseguida; cuando cae el sol, se apaga la luz y se callan los papagayos. Pero hoy hay luna llena, y su tenue claridad se hace notar.
Me tumbo en el suelo, satisfecha tras la frugal cena, relajada. Dejando ir los pensamientos de la mente como olas de mar, y sumergiéndome más allá, en la tranquilidad de las profundidades. Apenas hace ruido al bajar del árbol y llegar hasta mí, emitiendo un sonido ronco y gutural. Pongo la mano sobre ella, tocándola a tientas, ese suave pelaje negro noche, invitándola a echarse conmigo. Ella a su vez me pone una pata encima, grande y bestia, mientras juego, cogiéndole el morro con las manos, me lame con su larga lengua y hace amagos de mordida que no es mordida, pues con mi mano dentro de la boca los grandes colmillos solo me rozan, gentilmente. Jugueteamos a oscuras, y luego quedamos tumbadas, yo con la cabeza apoyada en ella, respirando, sintiendo, en paz.
He aprendido a vivir en el presente, como los animales. Sin preocuparme del futuro ni del pasado. Aunque, lo quiera o no, soy un ser humano, y todo ser humano piensa, se hace preguntas, elucubra y recuerda cosas pasadas; pero normalmente, lo único que hago es vivir en el ahora.
El pasado ya pasó. Hubo un tiempo en el que me dediqué exclusivamente a él, pero aquello no me traía nada bueno; solo desesperación por cosas ocurridas, por una desgracia que marcaría mi vida. Luego me di cuenta de que tenía que evolucionar o me moriría así, y me convertí en lo que soy. En alguien libre en su entorno, que acepta las cosas y las deja pasar, y que por todos los medios intenta no recordar.
El futuro es algo que da igual de todas formas. Lo que sea que vaya a pasar no puedo ni saberlo, ni preverlo, a menos que sea algo como prepararme para la época de lluvias, el desove de las tortugas o la marea alta. Y seguiré así, mi vida, porque no veo nada más allá de ella.
Katrina respira profundamente, dormida o adormilada. Sonrío; ella confía en mí, igual que yo confío en ella. Tenemos un lazo especial de amistad entre animales de distinta especie. Y me dejo ir, cayendo lentamente en el sopor, una agradable sensación de dejadez que me invade, mientras mi mente deja de ser dueña de sí misma. Me duermo, en la noche de aire cálido tropical, entre la vegetación salvaje, mientras más allá la luna llena ilumina a sus olas, que lamen la blanca arena de la playa.
Esta noche no soñaré con barcos, ni con tormentas huracanadas, ni con sonrisas familiares que hace tiempo quedaron relegadas en la memoria. Quizá soñaré con tortugas de mar, o con ostras que recoger ocultas en las rocas, o con una pantera negra suave y tranquila.
Lo que sin duda no me esperaría, es soñar con una avioneta.
Aquí estamos de nuevo, con un capítulo cortito y tranquilo, para ir conociendo más a Nereida. Pero lo tranqui se acaba aquí, en el próximo capítulo pasan cositas.
Siento que no lo he revisado suficiente, como siempre, y quizá ahora haga retiro espiritual para escribir y reescribir lo que tengo de la historia. Debería hacerlo, otra cosa es que lo haga-
Como siempre, espero vuestros comentariooos :3.
Question: ¿Dormiríais en la selva? ¿Y en una playa virgen?
Creo que nada más que decir, cualquier cuestión me la cuestionan ustedes.
Love u, nos vemos <3
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