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19. Nereida


Descubro algo nuevo. Y empiezo a mirarlo como si fuera la primera vez que lo veo. Distraído, yendo a ponerse la camisa después de bañarnos en el mar, mientras yo me tumbo sobre la arena. El cabello castaño oscuro se le desordena a su pesar; la barba de diez días perfilando su cara; esos ojos pardos, avellanas, de diferente brillo a la luz. Sigo con la mirada su torso y cada forma de su cuerpo, el pecho cubierto de pequeñas gotas de humedad brillante; mis ojos se pierden más allá de su abdomen y me veo obligada a ladear la cabeza. Dirijo mi mirada a la vasta extensión de mar azul centelleante que siempre me transmite paz y calma, sintiendo un extraño cosquilleo en los dedos y el vientre. Preguntándome qué carajos me pasa desde que me besó subidos al árbol. Y no me sorprende la certeza de que sí, hay algo en mí que quiere que se repita. Al fin y al cabo, somos un hombre y una mujer en una isla, solos.

Guiño los ojos por el sol alzando la mirada hacia él cuando se sitúa junto a mí. Me levanto y caminamos juntos, descalzos por la arena, de camino a la choza donde preparamos la cena entre conversaciones amenas, bromas y risas. Después de comernos los pescados, volvemos a la línea de palmeras entre la vegetación espesa y la playa abierta. El disco solar cae en su camino hacia el ocaso, dejando tras sí los últimos rayos candentes que lo bañan todo. Los ojos de Jake se convierten en pozos de miel cuando me mira, a esta luz que saca reflejos dorados a mi pelo.

Sonrío.

—¿Sabes que me gusta cómo sonríes? —dice, provocando que sonría más.

—¿Sí? ¿Y cómo sonrío?

—Como si el cielo entero brillara por ti.

Me río suavemente dejándome caer sentada en la arena; él me imita, y se queda mirándome. No sabe que me desarma. Que me encanta.

—¿De qué te ríes?

—De nada —digo, con una risa suave escapando de mí; aunque en verdad es de la felicidad que me provoca—. ¿Me cantarías una canción? —pido de pronto.

—¿Una canción?

—Alguna que conozcas o te guste. Sería como escuchar música nueva.

Me mira a los ojos. Con esa mirada que al sol se convierte en un despliegue de rayos dorados, esos ojos que son pozos de miel. Y empieza a cantar, muy bajito:

I took an arrow to the heart
I never kissed a mouth that tastes like yours
Strawberries and somethin' more
Ooh yeah, I want it all

Lipstick on my guitar (ooh)
Fill up the engine, we can drive real far
Go dancin' underneath the stars
Ooh yeah, I want it all
Mm, you got me feelin' like

I wanna be that guy, I wanna kiss your eyes
I wanna drink that smile, I wanna feel like I'm
Like my soul's on fire, I wanna stay up all day and all night
Yeah, you got me singin' like

Me levanto y le tiendo la mano, invitándolo a bailar conmigo. Su mirada me recorre entera, deteniéndose en mi boca y mis ojos. Me dejo llevar. Se deja llevar. Nos olvidamos de todo; sonrío. Lo veo, como algo nuevo, cantando para mí en medio de una playa desierta, como si fuera otro. Liberación. Un cosquilleo especial.

Ooh, I love it when you do it like that
And when you're close up, give me the shivers
Oh baby, you wanna dance 'til the sunlight cracks
And when they say the party's over, then we'll bring it right back



Bailamos, libres y salvajes, ajenos a todo. Damos vueltas y nos tocamos, nos acercamos y rozamos. Pies descalzos en la arena, idas y venidas. Se me pega el estribillo de la canción y empiezo a tararear, mientras él sigue, cada vez más inmerso en el trance.

Baby, you burn so hot
You make me shiver with the fire you got
This thing we started, I don't want it to stop
You know you make me shiver-er-er
Baby, you burn so hot
You make me shiver with the fire you got

This thing we started, I don't want it to stop
You know you make me shiver

Y me pone. Me pone caliente, salvaje y feliz. Siento fuego en cada poro de mi piel exudando, siento fuego dentro de mí, en un ritmo conjunto. Mi cuerpo entero se mueve solo. Sus manos se agarran a mi cintura, pegándome a él, mi espalda en su pecho; y empieza a moverme así, juntos. Su boca a dos centímetro de mi cuello, cantando esa canción que me llega hasta la médula; aliento cálido que me da escalofríos. Shivers.

Ooh, I love it when you do it like that
And when you're close up, give me the shivers
Oh baby, you wanna dance 'til the sunlight cracks

And when they say the party's over, then we'll bring it right back (oh no)
And we'll say, ooh, I love it when you do it like that
And when you're close up, give me the shivers
Oh baby, you wanna dance 'til the sunlight cracks
And when they say the party's over, then we'll bring it right back, hey

Me tiene loca y encendida. Y cuando me gira poniéndome de frente, aún pegada a él, veo ese mismo fuego en sus ojos. Respiraciones agitadas que se mezclan. Dos corazones que se desbocan. Cuando nos tiramos al suelo, lo hacemos enlazados; una corriente, como un río de aguas calientes que cayera por mi interior, me recorre cuando nuestras bocas se encuentran por fin. En un beso apasionado, saboreando cada instante, cada sutil movimiento, cada fibra y cada poro de nuestros cuerpos, latiendo al unísono.

La tela que me cubre queda en el suelo, y yo totalmente desnuda frente a él.

—Dios —musita con voz ronca.

Cuando se quita la camiseta encima de mí y sus manos recorren mi piel, un huracán se desboca en mi estómago. Me recorre de arriba abajo, con pasión y ternura, tomandoselo con calma. Las yemas de sus dedos bajan por mi cuello, mi clavícula y mis pechos, seguidos por sus labios. Dejando un rastro húmedo, besando mis pezones y trazando círculos. Sigue bajando por mi vientre, costillas, cadera, cada vez más abajo, cada vez más al límite, hasta llegar entre mis piernas. Cuando me toca en la zona más erógena, mojada, siento una ola de placer que nunca antes había sentido. Y quiero más.

Mis manos se aferran a su espalda con desesperación, necesitando más, con urgencia. Me acaricia, cada vez más, con más fuerza, más deseo. Sus ojos incendiados me observan entera, como si me viera por primera vez; como algo único en el mundo. Suspira derrotado, y me siento llena y perfecta. Se pega más a mí, rozando su cuerpo con el mío, sintiéndolo entre las piernas.

Se deshace de lo que le queda de ropa, besándome como si le fuera la vida en ello; y allí, sobre la arena de mi playa salvaje, bajo las estrellas que aparecen en el cielo, entra en mí, haciéndome suya. Y el océano entero se desborda en mi interior. Todas las constelaciones giran a nuestro alrededor. Todo el mundo deja de existir. Y yo solo siento placer en cada poro de mi piel, indomable, novedoso. Empieza a acelerar el ritmo y yo me acoplo a él, entre gemidos y jadeos. Dolor y placer. Entierra la cabeza en mi cuello, siento sus jadeos en cada embestida, y yo me dejo llevar. La brisa marina rodeándonos, el aroma de la selva, el cielo sobre nuestras cabezas tornándose violáceo oscuro, la arena blanca y suelta. Somos dos animales feroces entregándose el uno al otro.

«Me vuelves loco», susurra, a medio centímetro de mi piel. Sus manos me cogen fuerte, mantiene el ritmo, un ritmo que sí me va a volver loca a mí. Gimo. Gemimos. El mundo es nuestro. Siento una cascada en mi interior, el despliegue de una constelación derramándose; me deshago de placer. Cuando pienso que es demasiado y no puedo llegar a más, llega a más. Me hace gruñir.

Llegamos hasta la cima del éxtasis, siento cómo explota y se derrama entre mis piernas. Cierro los ojos y me dejo ir, entre gemidos suaves y suspiros. Quedamos unidos, sudorosos, respiraciones agitadas, fuego aún candente, mi pecho subiendo y bajando. Me siento pletórica. Me acaricia, suavemente, trazando círculos sobre mi piel; en mi vientre y pecho. Me besa el cuello, suave, tierno, hace que me desarme totalmente. Derritiéndome.

Y nos quedamos abrazados, de la forma más pura, salvaje y primitiva, totalmente unidos. Bajo un cielo que se cuaja de estrellas, todas las estrellas del universo que se juntan para iluminar este momento.



Ohmmm como que hace calor, ¿no? Y no lo digo solo por que me esté dando el sol... 

En este capítulo es cuando la canción Shivers se vuelve el hit de toda la historia. Aunque también se me va a hacer costumbre escribir/editar este tipo de escenas escuchando Je t'aime moi non plus (re erótica la canción).

Y ya tenemos tema, intensidad y calor por aquí. Espero vuestros comentarios, tell me, qué os ha parecido...

Y dadme motivación o algo (últimamente ando desmotivada (?). 

Espero que hayáis disfrutado este super momento de ship Jareida, culminación e inicio de muchas cosas más.

Nos vemos, con suerte, la semana que viene con otro capítulo interesantoso.

Hottiness & love <3

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