14. Jake
Los días aquí parecen un sueño. Todo me resulta irreal, tan distinto, como si no pudiera creer que de verdad estoy despierto y viviéndolo. Pasa un día, y otro, y así muchos, sin sentirlo. Como si aquí el tiempo jugara a ser diferente, pues en verdad así se siente.
Sigo sin adaptarme del todo a este nuevo entorno. Pero Nereida supera toda expectativa. Me doy cuenta de cómo me abre los ojos a otro mundo, me enseña otra vida, y cada día me sorprende más su forma de ser. Dudo que algún día llegue a acostumbrarme. Pero algo, aunque sea una ligera transformación, está haciendo mella en mí.
Cuando llegué, solo veía la isla como un lugar hostil, salvaje e imposible, del que salir cuanto antes. Al final, tanta belleza natural, en su estado más puro, desplegada ante mis ojos... no deja de impresionar. Y admito que esto puede ser un retazo de paraíso, un paraíso intocado, para aquel que lo viva. Y Nereida lo vive. En cuanto a mí, puede que aprenda a vivirlo.
—Vamos —me dice, llegando hasta mí—. ¿Por qué estás siempre aquí?
Le parecerá que estoy medio loco, por quedarme casi siempre junto a la choza. Me he movido lo menos posible por la isla, la cual sigue siendo un lugar extraño para mí; porque por muy precario que sea el refugio o «casa», lo siento como un lugar seguro. Ella, sin embargo, tiene toda la isla como su casa, pasándose los días entre el mar o la selva; y no entiende mi espíritu sedentario.
Consigue animarme y vamos a la playa.
—Vamos a pescar algo para comer. Tengo un cesto-trampa infalible, en una hora pillaremos los peces que queramos.
—¿Eso funciona? —pregunto, viéndola.
Un ingenioso trasto que no consigo entender ni saber cómo lo ha podido construir, es colocado cuidadosamente en un lugar adecuado, seleccionado previamente por ella. Repito, no deja de sorprenderme. Subida a una roca en la que baten las olas, me mira y sonríe.
—¡Ya lo verás! Ahora solo queda esperar.
Me siento en la arena, tratando de ignorar la crisis que me suele producir llenarme absolutamente todo de los pequeños granos arenosos. Dejándome con la boca abierta, Nereida se quita la poca ropa que lleva y se desliza en el mar, como lo haría una sirena. Desaparece y vuelve a emerger, sonriente, nadando y dando vueltas en las tranquilas aguas.
—¿Qué, no te bañas? —Desaparece nuevamente bajo el agua, en vueltas y revueltas.
El calor del sol, el agua cristalina y su entusiasmo, me invitan a dejarme llevar y bañarme. Eso sí, conservando la ropa interior puesta. Cierto pudor está demasiado arraigado en mí.
Las aguas del Pacífico son claras sobre la arena, mansas y juguetonas a la vez, tranquilas en un día sin viento como hoy, frescas y cristalinas contra los rayos del sol. Muy raras han sido las veces que he ido al mar o me he bañado en él; nunca fue algo que me atrajera. Prefiero cien veces las piscinas, perfectas y controladas, con agua limpia y clorada, que sabes que no tiene nada raro. Ni sabor a sal, ni medusas, ni olas. Así que me meto poco a poco, casi titubeante, caminando por la arena y hundiéndome cada vez más.
Entonces llega ella y ¡zas! No sé cómo, termino sumergido de golpe y salgo escupiendo agua ligeramente salada. Ella se ríe, con esa risa franca y clara, cristalina como el propio agua; las quejas, la mirada amargada, cualquier cosa que hubiera hecho, desaparecen ante su risa. Y también sonrío.
Nunca vi a nadie más acuático. Parece una nutria, sumergiéndose y emergiendo, nadando veloz, perfectamente en su elemento. Mientras que yo apenas puedo nadar para mantenerme a flote, y no me atrevo a alejarme.
—¿Cómo puede ser que te muevas tan bien en el agua? ¡Pareces un pez!
—Mi vida es el mar. Desde que nací lo es todo para mí.
—Y yo no he estado en aguas saladas más que un par de veces —comento—. ¿Dónde naciste?
—En un barco. Con una matrona griega asistiendo a mi madre.
—¿En serio? No sabía ni que se pudiera nacer en un barco...
Se echa a reír, y no sé si se ríe de mí.
—Tú no sabes muchas cosas. En un barco se puede hacer de todo, vivir en su totalidad. Yo lo he hecho. Jamás he tenido una casa normal; me crié en un barco.
—Eso explica algunas cosas...
—Era un precioso velero de quince metros.
—Era un precioso velero de quince metros. La Golondrina de mar —Su mirada se torna melancólica—. Un buen barco. A veces echo de menos eso... subir al mástil, arriar el velamen, manejar la caña del timón, el cabotaje...
Todo lo que dice me suena a otro idioma, pero la escucho. Porque su voz tiene un tono de melancolía profunda; y es de las pocas veces que se abre y me cuenta algo de su vida pasada.
—¿Alguna vez has estado en un barco? —me pregunta.
—Nunca, jamás.
—Sería divertido verte en uno —Esboza una sonrisa divertida, casi burlesca. Y repentinamente vuelve a sumergirse en el agua.
—¡Oye!
Sin duda, parece una nutria juguetona en el mar, un delfín. Intento no mirarla, porque está desnuda, pero es casi imposible. Es perfecta. Y me quedo como un estúpido parado, flotando en el agua, observando a la chica más increíble y extraña que he visto nunca, convertida en una criatura marina.
Cansados al fin, volvemos a la playa. Sale como una sirena convertida en humana, chorreando agua por cada poro de su piel, el pelo rubio en mechones que se le pegan a la cara y la espalda; las piernas largas, las formas perfectas. El sol haciendo brillar cada gota de mar en su piel. Trago saliva y me obligo a mirar a otra parte.
Cuando me termino de vestir, ella ya está envuelta en el vaporoso pareo, aún mojada, y revisa la trampa para peces.
—¡Tenemos comida! —anuncia triunfal.
Y así es la vida aquí. Bañarse en el mar, pescar, comer, y vuelta a empezar. Creo que podré terminar adaptándome.
Heyaaa.
Aquí tenemos, aparte de más Jake Nereida Nereida Jake, mar, Nereida en el mar, y una pizca del pasado de Nereida.
Y hablando de NereidaxJake, según una encuesta que hice en Instagram el nombre del ship es... Jareida (las otras opciones eran Jakeida y Nerake). Material del shipeo.
¿Quéee os pareece? Espero vuestros comentarios y opiniones.
¿Queréis otro capítulo más? ¿Sí?
Btw, el viernes que viene es mi cumpleaños. Soo... última actualización antes de hacerme un año más vieja :D. Apuntadlo en vuestras agendas ;).
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