Pasado de Hinata (l)
ACLARACIONES:
Esto pasará cuando Hinata todavía es un niño pequeño.
La edad de Natsu puede que no concuerde exactamente como en el anime.
También habrá varios saltos temporales.
Ahora si, comenzamos
—¡Ya volví!— un pequeño Hinata de aproximadamente 8 años entraba por la puerta después de una larga tarde de juegos con sus amigos.
La señora Hinata lo esperaba en la sala, aún que no lo hacía sola, Natsu— su hermana pequeña— de apenas unos meses también le esperaba, solo que se había quedado dormida.
—Shoyo, no grites—su madre le susurraba desde el salón.
—Perdón. Mamá, ¿Se ha dormido?— Dijo entrando por la puerta del pequeño salón, fijándose en la pequeña, que estaba en los brazos de su madre.
—Si, hace poco. Le di de comer y seguido calló—Él pelirrojo, se acercó para poder ver a su hermana menor. Le parecía muy bonita, y si algo tenía claro, es que sería el mejor hermano del mundo, ¡La protegería de todo!
Hinata también se sentó con su madre.
—¿Cuando vendrá papá?
Su madre lo miró mal.
Pronunciar al señor Hinata en esa casa era como hablar de política en una cena familiar,saldría mal.
Mizuki frunció el ceño y Shoyo agachó la mirada.
—Lo siento— Dijo Hinata jugando con sus dedos.
Él no había llevado bien que su padre se hubiese ido hace tiempo y que no hubiera vuelto.
—Le extraño.
—Y yo también, peque, y volverá, pero hasta entonces tienes que ayudarme con la casa y con Natsu, ¿Si?— Hinata asintió—. Bien, y ahora, toma a Natsu, voy a hacerte tu cena favorita, y si sobra, la podrás desayunar mañana—Dicho esto, Mizuki, dejo a la pequeña bebé de apenas 1 mes en los brazos de Shoyo.
Natsu había nacido de Mizu y de Isamu, pero justo después de que naciera Natsu, desapareció sin dejar rastro. A los ojos de cualquiera que no supiera la verdadera razón de esto le parecería algo muy rastrero y sucio, pero aún que los hubiera "abandonado", Shoyo lo seguía queriendo, pues él siempre había sido muy bueno con él. Nunca le había hecho nada malo, le enseñó a jugar a muchos deportes, iban a partidos juntos, hacían competiciones tontas juntos, lo hacían todo juntos, se llevaban muy bien.
Pero los padres de Hinata tuvieron una discusión por la que decidieron que él, Isamu, cuidaría de Mizuki hasta que naciera Natsu, pero después se iría. Claro que Shoyo no sabía nada. Horrible fue la sorpresa que se llevó al ver que su padre no volvía. En un principio la escusa del viaje de negocios coló, pero ya no se lo creía, intentó contactar con él—por los métodos que tiene un niño de ocho años—pero no funcionó.
Estuvo muy deprimido y triste durante semanas pero después su madre le enseñó una foto de su padre—editada—en roma,para que viera que de verdad estaba allí,cosa que animó mucho más a Shoyo.
Le estaba mintiendo, si, pero era lo mejor para un niño que siquiera tenía dos cifras de edad.
—Sho, ya está la cena, ven a poner la mesa— Dijo Mizuki desde la cocina y Shoyo, con extremo cuidado, dejó a su hermana pequeña en la cuna, la arropó y fue a poner la mesa.
Una vez hecho, los dos Hinata se sentaron a cenar.
—Gracias por la comida— Shoyo cogió los palillos dispuesto a empezar a comer.
—Shoyo, mañana vendrá Kirai, ¿Vale?
Él asintió aún que no muy contento, aquel amigo de su madre nunca le dió buena espina.
La mañana del día siguiente fue normal: Hinata fue a clases, Mizuki a su trabajo y a Natsu la cuidaba un canguro.
Cuando llegó la tarde Shoyo estaba un poco demasiado nervioso, ¿Por qué? No lo sabía, pero si su madre traía alguien a casa es que era alguien importante.
El timbre sonó, dando a entender que aquella persona ya se hallaba en la puerta, Mizuki, quién se había arreglado ligeramente, abrió la puerta.
—¡Mizu!—Él hombre—de pelo castaño y ojos color miel —extendió los brazos y se dieron un abrazo de bienvenida.
—Hola, Kirai.
—Oh, este debe ser el pequeño Shoyo, ¿No?— Dijo refiriéndose al pequeño pelirrojo que se escondía detrás de su madre.
—Si, es él, sal de ahí, vamos, saludale—Y así, con algo de miedo, avanzó hacía delante posicionándose al lado de su madre.
—Bu-buenas— dijo inclinándose levemente haciando reír a los dos mayores.
—Hola, eres muy guapo—Kirai se puso a la altura del menor y revolvió sus cabellos.
—¿Que pasa Shoyo? ¿Te sacaron los colores?—Se burló Mizuki, pues Shoyo se había sonrojado por el cumplido—Venga, pasa— Le dijo a Kirai, apartándose a un lado para dejarle paso.
Él, gustoso, entró, sorprendiéndose al encontrar a la pequeña bebé dormida cómodamente en el sofá.
—No sabía que tenías otra hija, Mizu.
—Si, se llama Natsu. Siéntate, por favor- el hombre accedió y se sentó al lado de la pequeña, cogiéndola en brazos.
—Pero es muy pequeña, que tiene, ¿Meses?—Dijo observando cada detalle de la pequeña haber si le daba alguna pista de su edad.
—Tiene 1 mes recién cumplido.
—Vaya...que pequeñita— Mientras los mayores hablaban Shoyo les observaba detrás de la puerta con un aura negra detrás suyo.
¿Por qué ese extraño estaba cogiendo a su hermana en brazos? ¿Por qué mamá le dejaba?, solía ser muy sobreprotectora con eso.
Le estaba dando mala espina.
—Mama, ¿Por qué está aquí?—Dijo poniéndose frente a su madre.
—Se más educado, Shoyo.
—Si...perdón— Dicho esto se fue con una mueca que solo mostraba furia y algo de inseguridad sobre ese hombre.
Las visitas de ese hombre eran más recurrentes, al punto de estar todo el día en la casa de los Hinata, cosa que enfurecía al que, de momento, había sido el único varón ese tiempo.
Un día de estos, cuando todos se encontraban cenandoincluyendo a Kirai—Soyo soltó la bomba de relojería.
—Mama, ¿Cuánto tiempo más se va a quedar Kirai?— Eso molestó a Mizuki.
—Se más respetuoso—dijo en tono de advertencia.
—¡Pero es verdad! ¿Por qué está todos los días aquí? No me gusta—Mizuki frunció el ceño.
—¡Shoyo! Pídele perdón.
—¡No!
—Hey, ya vale. Mizu, no hace falta pelear— Kirai intentaba suavizar la situación y detener la pelea.
—Tu no te metas, Kirai—Dijo Mizuki alzando más la voz
—¡Si, no te metas!— esa fue la gota que colmó el vaso.
—¡Ya está, a tu habitación castigado!—Shoyo miró sorprendido a su madre.
—¿Qué?— Pero Mizuki ya no iba a retroceder.
—¡Que te vayas a tu cuarto!— y así, el menor salió con furia de la sala.
—Mizuki no hacía falta que pelearan— Dijo Kirai apoyándose en el respaldo de la silla.
—Ya, pero se tiene que acostumbrar—Esas palabras llamaron la atención de Shoyo,;quién estaba apunto de cerrar su puerta de un portazo, e hizo que se acercara al marco de la puerta a espiar.
—¿Cuando le contarás?— Mizuki suspiró.
—No lo se, es...difícil. Le tenía mucho cariño a Isamu—Kirai suspiró.
—Ya veo.
—Ademas, que no puedo decirle a un niño de 8 años, que derrepente, tendrá un nuevo papá, ¿Sabes?
Eso impacto a Shoyo.
¿Un nuevo papá?
BUENASSS
Como dije estos capítulos redactarán la vida de Shoyo,desde los 8 hacía delante.
Un poco raro que el capítulo anterior todo fuera risas y esto vaya a ser turbio,pero bien :')
Quería aclarar que probablemente los siguientes capítulos vayan siendo en días desiguales,me refiero,no siempre los subiré los sábados.
No se cuántos capítulos ocupará esto,pero mínimo dos o tres si.
Con esto ya estaría.
Espero que les haya gustado el capítulo y que le den apoyo.
Recordad que se os quiere, y mucho♡
Tobio os manda un:
Y yo me despido.
¡Que tengan un buen día!
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