Las consecuencias
-¿Pero por qué?
-No lo sé, supongo que con algo tendrán que rellenar los programas- dice enfadado.
Estoy hablando con Kageyama sobre lo que pasó ayer en las noticias- Si, ayer, porque llamé al muy inútil pero no me cogió cuando llamé - y cómo no, está enfadado conmigo.
-Oye, que yo no sabía que esto pasaría- me excuso.
-No digas eso porque te lo advertí, te dije que no me quitaras las gafas ni la capucha, pero como siempre, hiciste lo que te dio la gana- Frunzo el ceño-. Así que callate.
La cuestión es que no puedo replicar, así que si, toca callarme.
Pasan los segundos, quizás algún que otro minuto, hasta que se digna a hablar.
-¿Sigues ahí?
-Pues si, me dijiste que me callara.
-¡Pero no lo dije literalmente!
-¿Y crees que yo leo mentes?
-No,pero- da igual, me tengo que ir.
-¡Oye, no!, ¿Qué hago ahora?- él dedica unos segundos a pensar.
-No sé, eres tú quien te has metido en este lío.
-Pero tu el famoso, ¿Qué hago, Kageyama?
-¿Que tiene que ver...?, da igual. Si quieres un consejo es que no hagas tontería, solo estate tranquilo y ya, con que no arruines mi imagen está bien.
-¿Pero co-?, ¿Kageyama?
Me ha colgado, ¡El maldito de él me ha colgado!, ¿Como se atreve?
Yo solo quería consejos.
Ah, por cierto, se me olvidó decir que son las 8:40 am y tengo que irme para empezar mis clases, pero estoy cagado, muy cagado.
Haber, tranquilidad, ¿Quién ve los programas de cotilleos por la noche?, nadie, seguro que nadie.
Así que sin dejar de repetirme eso salgo de mi piso y llamo al ascensor, espero impacientemente a que se abran las puerta del ascensor.
Y cuando lo hacen, y una vecina sale del ascensor.
-¡Hombre!, Hinata, cuánto tiempo.
Hace dos días que no la veo.
Pero si ella dice que es mucho tiempo lo será.
-Si- río incómodamente.
-¿Qué tal estás?
-Bien, pero tengo prisa, ¿Sabe?, así que sino le importa- doy un paso hacia al ascensor, pero las puertas se han cerrado de nuevo.
Le hecho una mirada fugaz al botón y lo pulso repetidas veces.
-Claro, habrás quedado con tu novio.
-¿Eh?, ¿Que dice?, ¿Yo no tengo novio?- digo nerviosamente.
-¿Cómo no?, pero si en el programa de ayer lo decían.
-Deben estar equivocados, no soy gay, señora.
-Mi hijo tampoco lo era, y se terminó casando dos veces con un hombre.
¿Pero ésta señora?
-En serio que no soy gay.
-Ajá, y dime...
¡Dónde está el maldito ascensor!
-Sabe, mejor bajo por las escaleras, buenos días- me despido con la mano y bajo corriendo las escaleras.
Que vergüenza, ¿Qué no lo había visto nadie?, ¿A quién quería engañar?, la primera en la frente.
Ahora sí, respiro ondo y salgo a la calle.
Camino rápidamente, voy a llegar tarde segurísimo, pero por lo menos que no sean más de cinco minutos.
Así que ya no camino, corro.
Llego algunos minutos tarde-cómo estaba previsto- y me disculpo con los padres que esperan con sus hijos para no dejarlos solos.
-¡Nos vemos!- y la última madre se despide de su hijo.
Suspiro y miro a los niños-que por cierto ya están causando revuelo-. Pego un silbido y se hace el silencio.
-Ya vamos a empezar, así que dejar vuestras cosas a un lado y demos comienzo a esta clase, ¿Vale?
Los niños acceden y entre conversaciones dejan sus cosas, según se acercan paran de hablar y me miran, esperando instrucciones.
-Bien, antes de nada vamos a calentar un poco....
La verdad que hoy a sido un día bastante aburrido, pensaba que después de que la gente creyera que estaba con Kageyama tendría algo de efecto en mi.
Pero lo único que ha pasado es una señora que me ha proclamado gay sin serlo.
Ah, si, se me olvidó decir que han vuelto a remarcar lo del tema de la cita en el programa de ayer, diciendo que no había novedades sobre nosotros.
Kageyama dice que es normal, que los canales de cotilleos- tanto japoneses como brasileños- suelen remarcar las cosas según los puntos de audiencia, cosa que aún que no me tranquiliza lo dejo pasar.
Hablando de Kageyama; me sigue reprochando lo que pasó, y lo entiendo, pero no veo que remedio puede tener que no sea aclararlo por redes sociales, con su influencia seguro que se soluciona.
Aún que todavía se que siente culpable de implicarme en esto de salir en la tele, cosa que tampoco entiendo, ¿Por qué?, ¿Que tiene de malo salir en la televisión?, me gusta que me den atención, no sé si es la quiero- Kageyama dice que no-pero atención es atención.
No estoy tan desesperado como parezco, o eso creo.
En fin, ya usaré la culpa de Kageyama en su contra si es que se pone más pesado.
Que pocas ganas de empezar el día.
¿Por qué las noches no pueden se eternas?, es decir, podrías estar toda la noche durmiendo...sin despertador...sin un sol que no despierte si el despertador no lo hace...si, sería fantástico que fuera solo de noche.
Siento si digo bobadas, es que por las mañanas la sangre no me llega al cerebro. No soy persona.
Da igual. Me preparo y no salgo de casa sin antes comprobar que la señora del otro día no está por aquí, no quiero tener ese tipo de charlas de nuevo.
Como todo parece despejado llamo al ascensor, ésta vez si llega y me monto en el, mientas baja miro las redes sociales.
Me salta una notificación.
"Mira que está en tendencia hoy"
Me ha entrado curiosidad.
Entro a los vídeos, pero no veo nada interesante, quizás en los hashtag haya algo.
Cuando abro el ranking de hashtag las puertas del ascensor ascensor.
Ya lo miraré después.
Pongo rumbo a la academia, está vez sin tanta prisa.
Llego unos minutos antes y espero a que los niños vayan entrando.
Me despedido de los padres y doy paso a los niños.
-Hinata- una de las madres se acerca.
Termino de despedir a uno de los padre y me centro en ella.
Pelo negro, con algunas canas, ojos oscuros y piel morena, lleva unos pantalones cortos dejando ver sus largas pero desgastadas y arrugadas piernas.
Es algo más alta que yo- aún que la verdad no es muy difícil- ella se cruza de brazos.
-¿Podemos hablar?- le dedico una ligera sonrisa.
-Claro, ve pasando, José- empujo ligeramente al niño para indicarle que vaya encontrando, pero la mujer niega y tira al niño hacia ella.
-Quédate aquí, José, yo tengo que hablar con el profesor- el niño asiente y la señora me da una indicación para alejarnos.
-Dígame, ¿Qué necesita?
-Verá, no sé cómo se hace esto exactamente...Querría saber con quién tengo que hablar para cambiarle de clase o si hace falta algún papel que me lo den.
-¿Cambiarlo de clase?
-Si.
-Oh, ¿Y eso se debe a...?- ella me mira mal-. Necesito poner en el papel de traslado de clase el porqué.
-Por eso no se preocupe, podemos hacerlo nosotros.
-No, no lo entiende, tiene que hacerlo el monitor, profesor, o como quiera llamarme.
-Pero es que no tengo porqué decírselo.
Frunzo el ceño.
-Claro que sí, lo necesito para el traslado, y si es un tema apto, le cambiarán de la clase.
Ella también frunce el ceño.
-Pues entonces le quitamos de aquí- ella se da la vuelta y coge al niño del brazo.
-¡Oiga, espere!, ¿Sabe que somos una de las mejores academias del país?, ¿No?, no encontrará alguien mejor que nosotros.
-Claro que si, no será difícil encontrar a alguien mejor que tú- me mira con desprecio- y sino, dejara el baile.
Oh, eso sí que no.
Ella se vuelve a girar y tira del niño, que parece resistirse a irse.
-Deténgase- la agarro del hombro.
-No me toque- quita mi mano con con dos dedos, cómo si le diera asco.
-No voy a dejar que por los motivos que tenga- tiro del brazo del niño y la madre lo suelta- prive a su hijo de bailar.
El niño que ahora tengo agarrado es uno de mis mejores alumnos, no voy a dejar que se vaya así de fácil. Y más sin motivos. Que por lo menos me lo explique.
-Bailar es un arte, y si su hijo necesita cambiarse de clase, lo comprenderé, pero necesito los motivos.
-¡Es usted un tozudo!-. ¡Vamos!- le grita al niño.
-Pero voy a volver, ¿Verdad?
El me mira, yo a él, espero la respuesta de la madre.
-No, vamos.
El niño frunce el ceño y hace un berrinche, yo lo miro de lejos.
Consigue calmarlo y me mira con odio.
-Señora, mis superiores exigirán una respuesta a porque lo quita.
-No es mi prolema- se da la vuelta-. Maldito marica. No te vuelvo a dejar aquí- lo primero lo susurra, lo siguiente no-. Y créeme cuando te digo que pondré una crítica en redes sociales.
El niño me mira por última vez antes de irse.
Yo me quedo quieto, en mi sitio, sin saber cómo reaccionar.
¿Qué se supone que se hace después de esto?
"El servicio es pésimo, los tratos también. Mi hijo está muy decepcionado y no quiere volver a bailar. Todo el culpa de su monitor, el cual no voy a nombrar porque, al contrario de él, tengo cierto nivel de educación y respeto por las personas. Cierto chico pelirrojo, hoy me ha gritado por decirle que no me estaba tratando bien y que quería desapuntar a mi hijo. Mi niño se ha puesto a llorar y hemos tiendo que abandonar el lugar. No parece alguien de fiar. Los que van a sus clases ya sabrán quién es, trabaja en: @samba_academy, para que se anden con cuidado. Hasta otra"
Es la crítica que aquella señora ha puesto en Twitter, también se ha quejado en Instagram y en Tiktok.
Ah sido inmediata y si tengo que ser sincero, dolorosa.
En cierta parte me da igual, es decir, con ese tipo de gente no hay remedio. Yo la traté lo mejor que pude, pero no hubo caso, y temo que por eso todo lo que he construido se derrumbe.
Una crítica cómo estás puede tener mucha repercusión en mi carrera y si se enteran de que dicha persona soy yo...
Miro a los niños, ¿Y si esta es la última vez que veo a alguno de ellos?
En el fondo son buenos...en el fondo muy muy muy fondo, pero lo son.
-Oiga, señor Hinata- me giro.
Uno de los niños me agarra de la camiseta.
Es más bajito que el resto. Tiene unos ojos de color avellana y pelo azabache. Aparte de ser el más bajito es el más pequeño, apenas tiene seis añitos, es un pequeño angelito.
-Dime, Carlos- le sonrío y encorvo mi espalda un poco, para comunicarme mejor con el.
-¡Le tengo un regalo!- ¿Un regalo?
-¿Enserio?- el asiente repetidas veces- ¿Y qué es?
El extiende sus manitas- que tenía en la espalda- y me da un hoja, un folio si somos específicos.
En el creo estamos dibujados él y yo, junto a algo que creo que son sus compañeros. Arriba hay unas letras que no descifro del todo, su letra es difusa y desordenada.
Está poco coloreado, y aún que los trazos que hay se salen de las líneas, lo aprecio mucho.
-Arriba pone: Para el mejor profe del mundo.
Me señala las letras y yo sonrío con ternura.
Esto es lo bueno de trabajar con niños pequeños: que son puros y sinceros.
No creo que un niño de seis años vaya diciendo mentiras así, pero si es que es el caso, prefiero creermela.
-Muchas gracias, es precioso- él sonríe, orgulloso de lo que ha hecho.
-Es que los profes del cole son muy aburridos, ¡Con usted me divierto mucho más!
Niego con una sonrisa. Esto, sin duda alguna, me ha alegrado el día.
-Me alegro, lo guardaré muy bien. Ahora dime, ¿Qué quieres practicar?, te dejo que practiques lo quieras por hoy.
-¿Enserio?- su tono de emoción me hace reír en bajo.
-Si, venga, ve- le remuevo el pelo y él se va corriendo.
Miro el dibujo detenidamente.
Son trazos que se intentan asemejar a figuras humanas, con algunos colores de por medio y unas líneas verticales negras con unos puntos encima que están detrás a nosotros, supongo que son los demás niños.
Como ya dije, las letras están encima del dibujo. Ahora se lo que significa y puedo llegar a entender la frase completa.
Creo que esto lo guardaré en algún archivador, y de ese modo, lo podré ver siempre que quiera.
De momento voy a meterlo en la mochila, en uno de mis cuadernos de apuntes.
Así que meto el folio, con cuidado de no arrugarlo, en la mochila.
Suspiro y miro a mi clase. Bien, Shoyo, pensemos en positivo y para delante. Siempre para delante.
Seis de la tarde y el día se me está haciendo eterno.
A pesar de la "fama" que ha tenido la crítica no he recibido llamadas de nadie, no ha pasado nada fuera de la común, ni en mis redes ni en la realidad.
No sabéis lo aliviado que estoy.
Ahora mismo la clase de las cuatro a las seis- así es como me organizo: con los nombre de las horas en las que entrenan- están recogiendo.
Ahora toca la clase de las seis a las ocho y media, en la que está Kageyama.
No se si aparecerá.
Es lo que tiene ser famoso.
Oh, si, en cuanto a la fama, la prensa y eso...no hay novedades. No tuve ningún incidente con nada o algo por el estilo y así mejor, no sabría cómo manejar la situación.
-¡Buenos días!- Suspiro pesadamente. Quién me mandaría a mi hacer esto. Si es que es complicarme la vida a lo tonto.
Te diría que los adultos se comportan mejor que los niños, pero es que están empatados.
-Hola- les dedico una pequeña sonrisa.
-¡Venga esos ánimos!
Juliana, una chica joven, pelinegra de ojos claros con pecas casi imperceptibles y gracias a Dios más baja de yo, me coge del brazo y me tira hacia delante.
-¡Los chicos nos esperan! ¿O es que os habéis olvidado que tenemos un baile en nada?
Es verdad, aprovechando las clases con los chicos, hemos decidido que haremos una pequeña exposición de baile para promocionarlo un poco más.
Sino me equivoco lo hablamos puesto el 15, faltan diez días.
-¡Vamos!
Ay...cómo amo a la gente que es así de entusiasta, suben el ánimo a cualquiera.
Ya se han acabado las clases y yo necesito una buena ducha.
Tenemos el baile listo, solo falta practicarlo y que salga bien.
Empiezo a caminar sin pensar en nada importante, solo en que voy a cenar o si me podré dormir pronto.
Cuando llego a casa lo primero que hago es coger algo de ropa para después de ducharme y una vez hecho, abrir la nevera para coger algo recalentado que cocinar.
En la noche no pasó nada interesante así que no puedo contar mucho...
Al día siguiente Kageyama me dijo que no estaría en la cuidad los próximos días porque se iba de turismo, pero que cuando volviera me iba a invitar a ver una lluvia de estrellas que se celebra el doce por la noche, que me tenía que decir algo importante.
No creo que se haya enterado de lo de la noticia, y si es así, no creo que tenga suficiente cerebro para adivinar que soy yo.
De todas formas, ¿Qué narices me tiene que decir tan importante para que no me lo pueda decir por mensaje?
HOLAAAAA
¿Qué tal? Espero que bien.
¿Kageyama? ¿Qué le tienes que decir?🧐
En fin.
Espero que les haya gustado.
Les mando un:
Recordad que se os quiere ♡
Chaoo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro