03:
Narra Lena:
- ¿Me has llamado? - pregunto levantando mi mirada de los informes del siguiente paciente - porque para tu información todavía no he acabado mi turno así que si no te importa debo seguir trabajando.
- ¿Mi papel? - responde y yo ruedo los ojos antes de pasarle el papel de la amenaza firmada por su compañero - ¿me puedo llevar ya a madre e hija a casa o vas a hacer algo más?
- Hace rato pero conduces como una tortuga - explico antes de encogerme de hombros - por cierto, la próxima vez a ver si nos buscamos un cuidador en condiciones porque últimamente no dais ni una.
- Aunque no lo parezca Óscar era de las mejores opciones que teníamos - comenta y yo lo miro a los ojos - no voy a estar molestando a mamá cada vez que tengamos que salir a hacer un recado y Aina no pueda venir con nosotros.
- Procura que a la próxima persona con la que dejes a tu hija si le preocupe su salud y vigile que no ingiera ningún fruto seco ni aunque se descuide un momento - aviso y él asiente con su cabeza - por cierto tu amiguito sigue en sala de espera porque no quería irse sin hablar con vosotros y ver a la pequeña.
- ¿Melen? - cuestiona y yo me encojo de hombros - la mayoría llevan conmigo toda la vida ¿puedes aprenderte ya los nombres por el amor de Dios?, que no es tan complicado Lena.
- Que yo sepa en el informe ha puesto que se llamaba Óscar - contesto obvia y mi hermano me mira seria - sabes que siempre evito involucrarme en tu trabajo, por eso, preferí pediatría antes que fisioterapia o la traumatología, así que no Javi, no me voy a aprender sus nombres porque no voy a mezclarme con ellos.
Narra Óscar:
- Tío Melen - escucho la voz de Aina y yo levanto mi mirada viendo como la pequeña Puado venía corriendo hacía mí - mami al final se ha enterado, no he podido evitarlo.
- Lo importante es que estás bien - respondo cogiéndola en brazos y sentándola en mis piernas - ¿dónde están tus padres?, porque antes me han dicho que no te iban a dejar salir sin ellos.
- Así que toda la tarde jugando y dormida - reprocha mi amiga sentándose a nuestro lado y yo suspiro antes de girarme hacía ella - no te tiro la muleta a la cabeza porque me hace falta para volver a casa que sino.
- Lo siento me descuide un momento y me di cuenta que se lo había comido cuando me dijo que estaba empezando a sentirse mal - informo antes de encogerme de hombros - ni siquiera recuerdo tener esas barritas tan cerca para que pudiera cogerlas sin que me percatara de lo que estaba pasando a mi alrededor.
- Ya tienes un aviso de Javi ¿no? - pregunta y yo asiento con mi cabeza - normalmente si te dan un segundo no volvemos a dejar que estés con la niña por su salud y por la nuestra, que Lena asegura que como sigamos así no llegamos ni a los 60.
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