Narra Óscar:

- Tío Melen - susurra la pequeña Puado y yo pauso el juego antes de girar mi rostro hacía ella - creo que no me encuentro bien - empieza toser.

- ¿Y eso pequeñaja? - cuestiono poniendo mi mano sobre su frente para asegurarme de que no tiene fiebre antes de ver el envoltorio de lo que parecía una barrita encima de la mesa - Aina ¿te has comido tú eso?

- Es que no quería molestar - responde y mi cara cambia por completo mientras la cojo en brazos - ¿lo he hecho mal tío Melen?

- No cariño no te preocupes - hablo mientras cojo las llaves del coche y salgo con ella de casa - vamos a ir a que te revisen ¿si cariño?, pero cuando vengan tus padres no puedes decirles nada esto tiene que ser un secreto entre los dos ¿vale?

- ¿No puedo contárselo a mamá? - interroga dudosa mientras la monto en la sillita del coche y le pongo el cinturón - no me gusta mentirle a mamá tío Melen, no quiero que se enfade conmigo.

- No vamos a mentirle, solo vamos a ocultarle parte de la verdad ¿si? - intento convencerla mientras cierro su puerta y me siento en mi lugar - mamá Aynea no se va a enfadar contigo princesita te lo prometo.

- ¿Seguro? - susurra mientras deja caer su cabeza sobre su reposa cabezas antes de cerrar sus ojos y yo asiento con mi cabeza poniéndome el cinturón y empezando a conducir - me duele la barriga tío Melen.

- ¿Algo más Aina? - pregunto nervioso mientras mantengo mi mirada en la carretera intentando recordar cual era el nombre de su pediatra - ya vamos a llegar ¿si?, no te preocupes que no va a pasar nada. 

- Teléfono - protesta adormilada mientras aparco y suspiro al ver el nombre de amiga en la pantalla.

- Hola Aynea ¿qué tal la pierna? - hablo intentando parecer calmado mientras saco a la niña del coche en brazos y entro con ella al hospital - por aquí todo bien, ya sabes jugando toda la tarde.

- ¿Por qué suenas a mentiroso? - cuestiona y yo muerdo mi labio inferior mientras la enfermera se lleva a la niña y me pide que rellene los datos en el mostrador - ¿me puedes poner con mi hija?, quiero hablar con ella.

- Está durmiendo un poquito, es que ha venido un poco cansada del colegio de jugar con los amiguitos - contesto mientras termino de rellenar el papel - y no sé si ir a despertarla ahora es lo mejor, porque seguro que está en la mejor parte del sueño.

- Sabes que Lena nos manda un mensaje siempre que le dan un aviso por Aina ¿verdad? - pregunta y yo suspiro - dos horas Óscar Melendo Jiménez, solo la tenías que cuidar dos putas horas ¿cómo narices has tenido que llevar a mi hija al hospital en ese puto corto periodo de tiempo?

- ¿Cómo te has enterado tan rápido? - protesto mirando nervioso hacía los lados rezando para no encontrarme con mi amiga - si me estabas llamando antes siquiera de que llegáramos al hospital.

- Nos hemos chocado en el camino imbécil, y te has pasado un puto semáforo en rojo con mi hija en la parte de atrás pedazo de inconsciente unineuronal.