Baekhyun se sentía emocionado por los resultados de su experimento. Chanyeol estaba reaccionando tal y como esperaba, maravillado con su potencial se preguntó qué es lo que podría lograr con mucha práctica si podía lograr eso en su primer intento.

Miró la mesa y se percató que solo quedaba una bandeja de galletas, las cuales había decorado con dedicación. Estaba tan emocionado mientras preparaba las galletas que había considerado hornear algunas especialmente para Sehun. No esperaba que tuvieran ningún tipo de magia, simplemente deseaba ver al chico sonreír mientras disfrutaba de algo hecho por él.

Movido por la curiosidad, decidió que Chanyeol debía probarlas primero.

—Bien, solo falta probar estas galletas—comentó, acercándole un par.

Chanyeol tomó una de las galletas y se la metió a la boca. Baekhyun se acercó a su rostro para poder estar atento a su reacción. Notó cómo el rostro del alto pasó de la confusión a la sorpresa, y cómo sus mejillas se sonrojaron cuando sus miradas se encontraron.

Estaba a punto de preguntarle si todo estaba bien cuando, de repente, Chanyeol sorpresivamente acortó la distancia entre ambos y estampó sus labios sobre los suyos.

Baekhyun quedó en estado de shock incapaz de reaccionar ante lo sucedido. La sorpresa inicial dio paso a una mezcla de emociones y preguntas que se agolpaban en su interior: ¿Qué significaba ese beso? ¿Qué implicaba para su amistad?

En ese momento, Sehun irrumpió en la cocina, aclarando su garganta para llamar la atención de los adolescentes. Baekhyun se separó rápidamente de los labios del alto y se giró a mirar hacia el recién llegado, quien sonreía con complicidad ante lo ocurrido.

La sonrisa de Sehun solo aumentó la incomodidad de Baekhyun. No podía discernir la opinión del panadero sobre lo que acababa de presenciar, pero al menos su expresión no reflejaba enfado.

Chanyeol, por su parte, parecía avergonzado y confundido. Se apartó rápidamente, evitando el contacto visual con ambos, se puso de pie y con una reverencia se disculpó con ambos antes de salir huyendo del lugar.

Sehun, sin dejar de sonreír, dirigió su mirada hacia Baekhyun buscando una explicación a lo sucedido.

—No... no es lo que estás pensando—se apresuró en contestar, sintiéndose nervioso por lo que Sehun podría estar pensando.

El panadero agitó su mano, restándole importancia a lo que fuera que intentaba decirle. No estaba interesado en las aventuras amorosas de un par de adolescentes de dieciséis años.

—No tienes que explicarme nada, Baekhyun—se río, dejando al brujo en la cocina, confundido con toda la situación mientras tocaba sus labios y sintiendo esa opresión en el estómago, similar a lo que experimentaba cuando volaba en su escoba.

Chanyeol salió de la panadería y corrió a su casa. Tenía su mente hecha un enredo y lo único que deseaba era meterse en su cama y beber leche de banana. Entró en su vivienda y siguió de frente a su habitación, ignorando a sus padres que se encontraban en la sala.

Los adultos intercambiaron miradas y fue el padre quien se ofreció a verificar si todo estaba en orden. No era la primera vez que Chanyeol protagonizaba una escena como esa, era mas común de lo que les gustaría.

—¿Todo está bien? —preguntó el hombre observando a su hijo, quien se había acurrucado entre las sábanas.

—Sí— respondió con un mohín en los labios—No hay leche de bananas.

-—Sabes, pronto cumplirás 17 años. Deberías empezar a madurar.

Chanyeol ignoró a su padre y se volvió a acurrucar en la cama, intentando evadir a todos. Su plan era quedarse en su habitación hasta que Baekhyun se olvidara de su existencia.

—Chanyeol, JongDae está aquí—gritó su madre desde la planta baja.

Al escuchar el nombre de JongDae, levantó la mirada. Aunque su intención era esconderse en su habitación por el resto de su vida, la presencia de su mejor amigo hizo que reconsiderara su plan. Tal vez podría ayudarlo a lidiar con los sentimientos que estaban brotando en su interior.

Con ánimo renovado, recibió a su mejor amigo en su habitación y le explicó la situación. JongDae esbozó una sonrisa gradualmente y soltó un grito tan fuerte que la madre de Chanyeol subió corriendo a verificar que todo estuviera bien.

—Espera, espera —comentó el muchacho, una vez que se calmó—. Ósea, todos sabíamos que estabas enamorado del brujito, pero no puedo creer que te hayas animado a besarlo.

—¿Sabías que me gustaba Baek? —preguntó, curioso por saber si era el único que no se había dado cuenta de sus sentimientos.

—Eres muy tonto, Chanyeol.

—Volviendo al tema, ¿qué debo hacer ahora? —preguntó buscando la guía de su amigo.

—No lo sé, ¿por qué no hablas con él? —sugirió el muchacho.

—¿Hablar con él? —se cuestionó —¿Que se supone que le diga?

JongDae se encogió de hombros y camino a prender la consola de videojuegos.

—No lo sé, no me he declarado a nadie en mi vida. ¿Podemos jugar? No vine a darte consejos amorosos.

Chanyeol se acercó a su amigo, con molestia aceptó el mando que le estaba ofreciendo y se sentó junto a JongDae en la cama.

De alguna manera, mientras jugaba a dispararle a zombies, tuvo una revelación. Sabía exactamente lo que debía decirle a Baekhyun, estaba consciente de sus sentimientos, y aunque no sabía si era correspondido debía averiguarlo.

Baekhyun no había dejado de pensar en lo sucedido esa mañana, incluso aún podía sentir la presión de los labios de Chanyeol sobre los suyos. Estaba confundido al respecto, hasta esta mañana estaba seguro de sus sentimientos, pero ahora todo era un caos.

—Baek...—Joy lo llamó, ocasionando que saltará de su lugar.

La chica sonrió y se acercó para susurrar de manera cómplice.

—Sehun me contó sobre el beso—Comentó.

Baekhyun se sobresaltó y se preguntó qué habría dicho exactamente Sehun. Empezó a balbucear, tratando de encontrar una explicación coherente.

—No es lo que piensas. Fue un accidente, las galletas...—dijo, dejando caer su cabeza sobre el mostrador, rendido - ¿Qué se supone debo hacer ahora?

Joy sonrió y acarició su cabeza.

—¿Te gusta Chanyeol?—preguntó.

Baekhyun se quedó en silencio, reflexionando sobre sus sentimientos.

—No—admitió—Aunque...ya no lo sé.

—Es tan dulce el primer amor.

—Joy, ¿debo rechazarlo? No quiero arruinar nuestra amistad, y siento que haga lo que haga se verá afectada.

—Sé sincero con tus sentimientos. Sea cual sea tu respuesta, háblale con la verdad.—aconsejó Joy.

El menor suspiró y apoyó su cabeza entre sus manos, mirando fijamente la pared frente a él. Se sentía atrapado en un torbellino de emociones. Había encontrado un amigo en esa ciudad, pero ahora todo se había complicado.

Decidido a seguir el consejo de Joy, visualizó todos los diferentes escenarios posibles y llegó a la conclusión que lo mejor sería rechazarlo. No quería complicar las cosas con una relación amorosa, especialmente cuando ya tenía suficientes problemas relacionados con su magia.

A la mañana siguiente, Baekhyun salió de casa decidido a hablar con el alto sobre lo sucedido. Mientras tanto, Chanyeol también había tomado la misma decisión y se dirigía a su encuentro.

Casualmente, se encontraron a mitad de camino y se detuvieron al reconocerse. Se miraron con nerviosismo y expectativa, sintiendo el peso de la conversación que estaba por venir.

—Tenemos que hablar —dijeron al unísono.

Decidieron dirigirse al parque más cercano para poder conversar tranquilamente y se sentaron en los columpios. El ambiente estaba cargado de tensión, y ninguno se atrevía a iniciar la conversación.

Finalmente, Baekhyun rompió el silencio y tomó una respiración profunda.

—Chanyeol, sobre lo que pasó ayer, quiero que sepas que lo que...

—Me gustas—lo interrumpió el alto logrando sorprenderlo.

—¿Qué?

Baekhyun quedó atónito ante las palabras de Chanyeol. Sus ojos se abrieron de par en par mientras trataba de procesar lo que acababa de escuchar.

—Estuve cuestionando mis sentimientos anoche y descubrí que me gustas, y mucho. Al parecer, todos lo habían notado menos nosotros. —susurró lo último.

Baekhyun se quedó sin palabras, sintiendo cómo su corazón latía acelerado en su pecho. Los pensamientos y las dudas se agolparon en su mente mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas

—Yo...no sé que decir. Es decir, hasta hace unas semanas me caías mal. —confesó—. El punto es, que no sé si me gustas.

Chanyeol asintió mientras mantenía su mirada clavada en sus zapatillas. Para ser honesto, no esperaba que Baekhyun le correspondiera y estaba preparado para el rechazo.

Baekhyun sintió un nudo en el estómago al ver la expresión de decepción en el rostro del alto. Sabía que sus palabras podían herirlo, pero también era importante ser sincero.

—Necesito tiempo para comprender mis propios sentimientos No quiero lastimarte. —dijo con cautela.

Chanyeol asintió, mirándolo a los ojos y esbozó una sonrisa.

—¿Seguimos siendo amigos?

Baekhyun asintió y le sonrió de vuelta.

—Si, Chanyeol.

El adolescente se meció en el columpio con una gran sonrisa.

—Si en algún momento cambias de opinión, no dudes en decírmelo. No tengo dignidad ni nada de eso—bromeó.

Baekhyun rió suavemente ante el comentario. Se sintió aliviado al ver que estaba dispuesto a aceptar su decisión y seguir siendo amigos.

—Lo tendré en cuenta —respondió.

Este capitulo iba a ser más largo pero no tengo humor.

Ser EXO-L no es para débiles.

Fin