Nuevo comienzo
Joy terminó de escuchar las palabras del alcalde en la radio y se giró a mirar a su primo, quien lucía igual de preocupado que ella.
— Debemos decírselo a Baek— dijo con voz preocupada.
—¿Significa que se irá?—preguntó Sehun.
— Parece que no hay otra opción —respondió Joy con pesar—. El alcalde ya habló.
Con el corazón encogido, ambos subieron la escalera en busca de Baekhyun, quien estaba entretenido leyendo un libro sobre magia que había conseguido en la biblioteca.
El brujito centró su atención en ellos, esperando que dijeran algo, pero solo se limitaban a mirarlo con lástima.
—¿Qué sucede? ¿ Por qué tanto misterio? —preguntó con inquietud.
— El alcalde pidió a los brujos que abandonen la ciudad en las próximas 48 horas.
—¿Qué? —Baekhyun sintió cómo todo su mundo se desmoronaba nuevamente. Había logrado reponerse luego de la ruptura, pero ahora todo se había arruinado nuevamente.
—Seguro su hija que se quejó con él y tomó la decisión de expulsarlos a todos.
—No hay más brujos en la ciudad, es obvio que es algo personal—Comentó Sehun.
—Lo siento, Baek.—lo consoló Joy—. No hay nada que hacer. Tendrás que volver a casa.
Baekhyun asintió, asimilando la situación. La idea de abandonar la ciudad y a sus amigos le pesaba en el corazón. Había encontrado cierta estabilidad y felicidad en ese lugar, y ahora todo se derrumbaba a su alrededor.
—¿Por qué no hablas con esa chica de nuevo, Baek?—aconsejó Joy.
—Será peor. Lo mejor es que obedezca y regrese a casa—respondió con pesar
Sehun se acercó y puso una mano en su hombro en un gesto de apoyo.
—Lo siento, Baek. Ayudaremos en todo lo que podamos —dijo con tristeza.
El brujito asintió y, con profundo dolor, decidió comenzar a empacar, guardando cada recuerdo que había acumulado durante su estancia en ese lugar.
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La sonrisa triunfante de Wendy iluminaba su rostro al ver las noticias del nuevo decreto que había emitido su padre. Sentía que su venganza estaba completa y que había logrado deshacerse de Baekhyun de una vez por todas. Eso le enseñaría a no meterse con ella y sus amigos. Trató de convencerlo de irse voluntariamente, pero no le obedeció, por lo que tuvo que recurrir a medidas extremas.
Escuchó alboroto en el recibidor, frunció el ceño y se acercó con curiosidad, preguntándose qué podría estar causandolo. Al llegar, vio a Chanyeol siendo retenido por sus empleados y notó también la furia en los ojos del chico cuando posó la mirada en ella.
—Sueltenlo—ordenó.
Los empleados rápidamente obedecieron sus órdenes y liberaron de su agarre al adolescente.
Chanyeol se apartó bruscamente de los empleados, sus ojos reflejando una mezcla de furia y decepción al mismo tiempo. Miró fijamente a Wendy, su mirada llena de resentimiento por lo que había hecho.
—Chanyeol—Wendy sonrió cálidamente, esperando que la molestia de su amigo solo fuera por el maltrato de sus sirvientes.
—¿Tú le pediste que hiciera esto, verdad?
—¿De qué hablas?
—Le pediste a tu padre que echara a Baek de la ciudad.
—No, claro que no—Mintió —. Además, no está echando a Baekhyun, si no ha todos los brujos.
—Deja de fingir. Sé exactamente lo que está sucediendo.
Wendy intentó mantener su sonrisa, pero la ira empezaba a brotar en sus ojos.
—Yo no se lo pedí. Él vió lo que ese fenómeno me hizo. Tus padres tampoco se quedarían de brazos cruzados si no dejaras de vomitar por 3 días.
—Baek no lo hizo al propósito.
—¿Es que no te das cuenta? Ese brujo debe haber puesto un hechizo en ustedes.
—Baek no haría eso.—lo defendió—Lo único que ha hecho desde que llegó es tratar de agradar a todos, incluso a ti.
Wendy se quedó en silencio por un momento, mirando fijamente a Chanyeol.
Ella no necesitaba la amistad de ese chico, ella solo quería un poco de la atención que le prestaba.
—¿No lo entiendes, verdad? Nos conocemos desde preescolar y me has gustado desde 8° grado. Un día solo llega un tonto con una escoba y te obsesionas con él.
Chanyeol se quedó atónito ante la confesión repentina de Wendy. La chica continuó dando su descargo, liberándose de todo esos sentimientos que había Guardado por tanto tiempo.
— Pensé que en algún momento te fijarías en mi, pero la llegada de Baekhyun arruinó todas mis oportunidades.
—¿Estás haciendo todo esto por celos?
Wendy respiró hondo y asintió sin poder mirarlo a los ojos.
—Estás loca—gritó el muchacho.
Wendy se sobresaltó ante su reacción, y el miedo a perder la amistad de Chanyeol la golpeó.
—Lo único que quería era protegerte. Ese chico no es bueno para ti. Solo ve lo que me hizo a mí.
—No lo hizo al propósito—repitió exaltado.
—Chanyeol...—empezó a decir, pero se quedó en silencio, sin saber qué más decir para arreglar la situación.
— Haz cruzado la línea y no creo que pueda volver a ser tu amigo algún día.
—Pero, Chanyeol escúchame —empezó a seguirlo a la salida.—Lo hice por tu bien...
—Deja de mentir—gritó —Lo hiciste por egoísmo y por celos. No quiero ser tu amigo nunca más.
Mas lágrimas comenzaron a empañar los ojos de la chica. No quería perder la amistad de Chanyeol, pero las cosas habían llegado demasiado lejos y ya no había vuelta atrás.
El adolescente abandonó la casa, dejándola sola y rota. No pensó que sus acciones ocasionarían tal caos.
La chica se dejó caer en el suelo, abrazando sus rodillas mientras sus sollozos resonaban en toda la habitación.
Chanyeol salió de la propiedad cegado por la ira y cruzó la calle. Iba a ver a Baekhyun, darle su apoyo y decirle que solucionaría todo ese embrollo en el que lo había metido.
Mientras se acercaba a la casa del brujito, las palabras de Wendy seguían resonando en su mente. No podía evitar sentir una punzada de dolor por haber perdido a alguien que había considerado su amiga durante tanto tiempo.
Tal vez, todo era su culpa. En el fondo siempre supo que Wendy tenía sentimientos hacia él, pero prefirió evitar el tema.
Chanyeol se detuvo frente a la puerta de Baekhyun y suspiró profundamente. Empujo la puerta de la panadería y encontró a Joy recostada sobre el mostrador. La chica se mostró sorprendida por verlo ahí.
—¿Vienes a buscar a Baek?
El chico asintió y se movió incómodo por el lugar mientras Joy salía de la tienda y se adentraba en su propiedad en busca del brujito.
Luego de unos minutos, Joy regresó con Baekhyun, quien lucia abatido por la noticia.
—Baek...
—Hola, Chanyeol.
—Yo lo siento. Hable con Wendy, ella hizo todo esto. No te preocupes haré que anulen ese decreto.
—¿Que?
—Wendy estaba enamorada de mi o algo asi.
—Eso ya lo sé. Lo que no entiendo es, ¿ qué tengo que ver yo en esto?
—Ella le pidió a su padre que te expulse por lo que pasó en su fiesta.
—Pero no lo hice al propósito, incluso le pedí perdón.
—Fui a hablar con ella hoy. Espero que eso sea suficiente para que entre en razón y le pida a su padre que anule el decreto.
—De todas maneras, creo que debo volver a casa—confesó el brujo.
—¿Que?
—Extraño al aquelarre y lo único que ve logrado desde que llegué es hacer vomitar a Wendy.
—Eso no es cierto, tus galletas son un éxito.
—Nadie las compra desde lo que paso con Wendy.
—Pero...
—Gracias, Chanyeol pero ya tomé mi decisión —concluyó empujándolo a la puerta.
Cerró la puerta sin dejar al alto decir una sola palabra más.
Había tomado la decisión correcta, volver al aquelarre del que nunca debió salir.
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La pelirroja caminó con nerviosismo hasta el despacho de su padre. El hombre leía algo en la pantalla de su portátil, levantó la mirada al verla y le sonrió.
—Hola, papá —soltó en un hilo de voz.
—¿Que pasó?
—Escuche que decretaste que todos los brujos deberían abandonar la ciudad.
—Tu me pediste que lo hiciera.
—Si, sobre eso— se acercó y se sentó frente a él —Estaba algo molesta en ese momento; ya no creo que sea necesario tomar medidas tan extremas.
—¿ De que estas hablando? ¿ Crees que esto es un juego?
—Te dije que deseaba que desapareciera de mi vida, no de la ciudad.
La mirada de su padre se endureció mientras la observaba con atención, evaluando sus palabras y su expresión.
—¿Esperas que salga ahora a decir que todo era una broma y que siempre si se pueden quedar?
—Si...
—No puedo hacer eso—el hombre alzó la voz y se puso de pie tratando de controlar sus emociones.
Wendy se mordió el labio, reflexionando sobre cómo arreglar el caos que había causado.
Salió del despacho, más preocupada de lo que entró. Si expulsaban a Baekhyun, Chanyeol no le iba a volver a dirigir la palabra.
Se quedó en silencio, pensativa, mientras una idea cruzaba por su mente. No tenía otra opción, tenía que empezar a arreglar su desastre.
Y para eso, lo primero que debía hacer es disculparse con el principal afectado: Baekhyun.
Con la esperanza de corregir sus acciones y empezar de cero, se dirigió hacia la panadería, donde esperaba encontrar al joven brujo.
Al entrar en el lugar vió a la chica tras el mostrador mirándola con el ceño fruncido.
— ¿Deseas algo?—preguntó.
—¿Puedo hablar con Baekhyun?
Sin dejar de fruncir el ceño, Joy asintió y desapareció de la tienda para ir en búsqueda del brujo.
Momentos después, el joven brujo apareció con expresión de sorpresa al ver a Wendy.
—¿Viniste aquí a burlarse? No te preocupes ya empaque.
—No vine a burlarme. Vine a disculparme.
Baekhyun se sorprendió aún más ante esas palabra.
—Lamento que todo haya llegado tan lejos. Traté de arreglarlo, hablé con mi padre, pero no sirvió.
Baekhyun frunció el ceño, evaluando las palabras de la chica con incredulidad.
— Esta bien, acepto tus disculpas por que no me gusta guardar rencores.
La pelirroja sonrió, sintiéndose aliviada. Era un peso menos que cargar, ahora solo debía conseguir que no echen al brujo de la ciudad.
—Gracias, Baekhyun. Te prometo que lograré que mi padre de su brazo a torcer.
—Pero dijiste que hablaste con él...
—Aveces, cuando la palabras no funcionan se debe recurrir a la acción—Sonrió la chica con una expresión que hizo que el brujo se estremeciera.
La chica tomó su teléfono y marcó el número de sus amigos. Aunque Chanyeol no le tomó la llamada, por lo que tuvo que obligar a Baekhyun a llamarlo.
Después de eso, Chanyeol finalmente contestó la llamada.
—Hola...
—Chan...—Wendy le arrebató el teléfono al brujo antes que terminara siquiera de formar un palabra.
—Chanyeol, soy Wendy. Sé que sigues molesto conmigo, pero hice las pases con Baekhyun. Tengo un plan para impedir que se vaya de la ciudad. Ven a la panadería rápido —Habló sin detenerse a respirar.
—Estaré allí en unos minutos —respondió Chanyeol luego de un largo rato en silencio.
Después de colgar, Wendy miró a Baekhyun con una sonrisa. Tenía un presentimiento de que todo saldría bien.
Mientras esperaban a sus amigos, Wendy hizo lo que nunca se había permitido, conocer a Baekhyun.
—¿Entonces estás solo en la cuidad? ¿Sin tus padres? —preguntó luego de escuchar la historia del brujo.
El chico asintió sonriendo con timidez ante el interés de la pelirroja en su historia.
—Wow...—exclamó impresionada —Eso es increíble.
La chica siguiendo sacándole información y compartiendo anécdotas con el brujo hasta que Chanyeol llegó a la panadería junto a JongDae.
Chanyeol miró a Wendy con curiosidad, evaluando la situación. JongDae, por otro lado, se mostraba sonriente.
—¿Que es lo que pasa?—preguntó JongDae—¿Ahora son amigos?
—Algo así —respondió la chica —Vayamos a lo importante. Tenemos que impedir que expulsen a Baek.
—¿ Hablaste con tu padre ?—preguntó Chanyeol.
—Dijo que no anularía el decreto. Así que debemos demostrarle que Baek no es un amenaza para la ciudad, si no todo lo contrario.
—¿Y como haremos eso en menos de 48 horas?—pregunto JongDae.
Wendy sonrió y empezó a explicar a todos la idea que había elaborado en su mente desde hace un buen rato.
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