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✧༄❱ capítulo tres

PARTE III
¡¿Cuál es tu problema?!
2016.

¿Fue una mala idea gritarle eso en medio de un pasillo desolado de la escuela? Definitivamente. ¿Era muy probable que terminara con la cara roja por el golpe que Bae Min Sun seguramente querría darme? ¡Sí! Era más que probable. Sin embargo, no pude resistir la tentación de decirlo. Tenía una necesidad de ver su reacción, para que mi mente y cuerpo dejaran de imaginar cosas que no eran ciertas sobre ella. Y realmente deseaba que la hermosa chica que me miraba con ganas de asesinarme lo entendiera.

Empero, ella simplemente me miró con la peor de sus expresiones y se dio la vuelta para seguir su camino a pasos rápidos. Parecía que yacía aguantando mi estupidez por el gesto de la camisa, así que decidí que era mejor irme de una vez por todas, antes de que se arrepintiera y me diera ese golpe que tanto parecía querer darme.No me quedó otra opción que dirigirme al gimnasio de la escuela para ver a mis amigos entrenando, mientras que yo no hacía nada particularmente interesante.

—¿Qué es esa cara?

A mi lado se sentó Kang Yeo Sang, ya que éramos los únicos que no formábamos parte del equipo de baloncesto del colegio. Tenía su mochila entre sus piernas y sus dedos no dejaban de teclear en su celular ni por un segundo. Parecía que lo que está haciendo era muy importante, ni siquiera levantaba la vista del aparato.

—¿Tan importante es?

—¿Tu salud? Sí, más o menos.

—No, que estés quedándote ciego mirando ese celular. Hasta parece que se te salen los ojos.

—Es porque no sabes lo que mis ojos están adorando en este prec...—fue callado por un pelotazo que recibió de la cancha.—¡Con un carajo, Seo Chang Bin! ¡¡Eso me dolió!!

¡¿Por qué piensas que lo hice?!

—¡No seas morboso, Kang! ¡No divulgues eso!

—¡Seo! ¡Bang! ¡Presten atención!—el entrenador regañó a mis amigos con enojo, haciendo que dejaran de mirar a Yeo Sang con ganas de asesinarlo. Entonces, cuando ellos volvieron a prestar atención a la práctica, yo me volví hacia mi compañero de asiento, esperando que me explicara lo que estaba sucediendo.

—¿Qué pasó? ¿Divulgar qué?

—Una foto.—respondió aún con la mirada en el aparato. Pude notar emoción en su tono de voz.

—¿Cuál? ¿Qué hiciste?

—Alguien le tomó una foto a una chica saliendo de las duchas y se divulgó por toda la escuela.

—¿De quién?—pregunté sorprendido de esa noticia, mientras nos íbamos a la salida del gimnasio. Porque el entrenador nos ha echado por estar distrayendo a sus jugadores.

—No se sabe.

—¿Estabas viendo esa foto?

—Sí.

—¡¿Por qué?!—cuestioné asqueado.

Podría ser el chico más pervertido de toda la escuela, podría tener una obsesión con los pechos, ya que soy hombre y me atraen. ¡Sin embargo! Tenía un límite y ver fotos desnudas de personas que no han dado su consentimiento me parecía algo totalmente desagradable. Cuando le decían «pajín» a mi amigo, no pensé que lo decían en sentido literal, pero su comportamiento lo confirmó.

—¡Porque son tetas, Lee!

—¡Ve a ver porno si quieres ver tetas!

—¡¿Por qué te pones así?! ¡Tendrías ganas de verle las tetas a una mujer!

—¡¿Y crees qué no he visto una?!

—¡Pero son las de Bae Min Sun!

—¿Son de ella?—velozmente comenté ansioso.

—¿Qué has dicho?

Mi voz se mezcló con otra voz masculina y en ese instante en que levanté la cara, pude ver al hombre equivocado, nos estaba viendo con ganas de matarnos. Era esa misma mirada que obtuvo su hermana cuando le dije por error que quería que me amamante, no obstante, las cosas eran diferentes porque el hombre se me acercó con ganas de hacerlo realidad.

—Oye, esp...

—¿Por qué este idiota dijo que quieres verle las tetas a mi hermana menor? ¡¿Ah?!—gritó con enojo, mientras que yo retrocedía hasta chocar contra la pared.—¡Contesta!—exigió, su rostro a pocos centímetros del mío, su furia era palpable.

—¡No es lo que parece!

—¡¿Ah, no?! ¡Quiero verte lejos de mi hermana!—advirtió, agarrando los bordes de la chaqueta que tenía puesta.—Si te veo hablando con ella o acercándote a Min Sun, créeme cuando te digo que no tendrás oportunidad de siquiera contárselo a tus amigos.

Me empujó con fuerza contra la pared, haciendo que me golpeara la espalda, y luego se fue con sus amigos hacia otra parte. Yo me quedé allí, mirando con resentimiento a Kang Yeo Sang.

—Lo siento...

—Eres un idiota.

Corea del Sur, Seúl.
LEE'S HOUSE

Me dejé caer en mi cama, agotado.

Hoy había sido un día muy largo para mí y que el idiota de mi amigo me hubiera metido en esa situación con el hermano de la mujer que me volvía loco, no era de mucha ayuda, para ser sincero. Y para empeorar las cosas, mi madre entró a mi habitación con la cara más enfadada que jamás he visto.

—¿Qué hice ahora?

—¡¿Qué hiciste?!—gritó enfadada, gesticulando con sus manos.—¡¿Estás loco, niño?! ¡Está mal divulgar fotos de niñas desnudas! ¡Esa no es la enseñanza que te di!

«Wow, wow, wow...»

—¿Qué foto? ¡Yo no hice nada!

—¡La señora Bae me dijo lo que has hecho!

—¿L-la señora... Bae?—cuestioné balbuceante.

—¡Sí, Min Ho! La señora Bae me contó lo que su hijo escuchó de tu propia boca, ¿estás loco? ¿Eh? ¡¿Qué te sucede?!—suspiré con cansancio.

Mi mano acabó en mi frente, mientras cerraba los ojos e intentaba pensar en algo que pudiera hacer para que mi madre confiara en las palabras de su hijo y no en las de un muchacho que solo había escuchado lo que quería.

—Mamá..., no fue mi culpa.

—¿De quién entonces?

—¡Kang Yeo Sang fue el que divulgó esa foto! ¡Yo solamente le estaba diciendo que no era bueno que haga eso! Pero él mencionó a Bae Min Sun y justo pasaba su hermano. Él pensó cualquier cosa.

Mi mamá suspiró estresada, pareciera que estaba pensando si confiar en su hijo o en el teléfono descompuesto que se formó en lo que llevaba del día. Entonces, me dijo que no me meta en más problemas y se fue de mi cuarto, sin embargo, me dejó en dudas, porque quizá la mujer ahora me tenía odio por pensar que fui yo quien divulgó una foto que no me pertenecía en lo absoluto. Por eso, desbloqueé la pantalla de mi celular para buscar Instagram y enviarle un mensaje a la mujer que conocí en la playa. No obstante, me di cuenta que me tenía bloqueado de todos lados debido a que no encontraba su cuenta, y no tuve mejor idea que preguntarle a Bang Chan, el cual me confirmó que ella me ha bloqueado y que no tenía de otra que hablar con ella mañana a solucionar el problema que se formó.

GWONHA ESCUELA.
Corea del Sur, Seúl.

Cuando salí del receso, me había dirigido a la cafetería porque primero quería llenar un poco mi estómago antes de buscar a esa mujer para arreglar mi reputación, debido a que la mayoría me estaba mirando raro y no quería ser visto como un «pajín», ya que no lo era para nada, o es lo que yo creía al respecto. Simplemente que entre que me encontraba comiendo de mi almuerzo, puedo ver a un grupo de personas ingresar a la cafetería, la cual una de ellas era Bae Min Sun, yace con una cara de pocos amigos, mientras que está hablando con un chico a su lado. Lo conocía a la perfección, era el típico popular de la escuela y la mayoría de las chicas querían estar con él, solo que jamás los había visto tan juntos.

—¿Hablarás con ella?

—Después.

—No creo que debas de hacerlo, no fue tu culpa.—opinó Chang Bin, comiendo de sus fideos.

—Tienes razón, no fue mi culpa.—declaré, echándole una mirada furiosa a un chico que se decía ser uno de mis amigos.

—¡Perdón! ¿Qué más quieres que haga? Fue una situación incómoda, no sabía que decirle. ¿Y si me pegaba?

—Mejor cállate, Kang.

—¡Oh! ¿Y estaría bien qué a mí sí me golpee?—expresé, mi enojo creciendo aún más. La idea de que se esperara que simplemente aceptara ser golpeado era absurda.

—Tú te sabes defender.

—¡¿Es acaso una broma de mal gusto?! ¡Soy el tema de conversación de todas las chicas de la escuela, Kang Yeo Sang! ¡Me detestan!—exclamé, visiblemente molesto.—Debes solucionar este problema. Incluso mi madre piensa que fui yo quien divulgó esa foto, la cual, por cierto, ni siquiera he visto.

—Es verdad, amigo.

—Deberías de hablar con ella.—declaró uno de los chicos.

—¡¿Yo?!

—Sí, tú.

—Podrías empezar ahora.—comentó Chan.

—¿Ahora? No.

—Sí, ahora. Porque se está acercando.

Ante el comentario de Bang Chan, Yeo Sang y yo giramos la cabeza para verificar las palabras del mayor. Luego, volvimos a mirar al frente solamente para ver que nuestros amigos se han alejado de la mesa, dejándonos a los dos solos.

—Hazlo tú.

—¡No...! Hazlo tú, fue tu culpa.—demandé.

—Hyung, por favor...

—¡Fue tu culpa!

—¡Fue culpa de él! ¡Lo juro!—gritó Kang Yeo Sang, levantándose de la silla e imitando lo que el resto de nuestros amigos habían hecho hace un momento. Se alejó de la mesa, dejándome solo con la loba feroz. Podía sentir sus pasos acercándose a mí y eso me aterraba de alguna manera, especialmente ahora que sentía su voz muy cerca.

—¿Culpa de qué? ¿O qué?

Sentí cómo la saliva pasaba lentamente por mi garganta, luego giré mi cabeza para mirar a la chica de frente. Aunque no había sido mi culpa, sentía una necesidad abrumadora de pedirle disculpas por lo que había sucedido con la divulgación de la foto de su cuerpo.

—Yo no fui, en serio, jamás sería capaz de ver o divulgar una foto de un cuerpo femenino sin ropa, mucho menos sin su consentimiento—afirmé, levantándome de la silla para poder mirarla de frente y no con el cuello torcido—. No soy ese tipo de personas, Bae Min Sun.

Cuando terminé de hablar, pude ver su rostro sin ninguna expresión. Simplemente tenía la misma cara enojada que siempre ha tenido, incluso desde el primer momento en que nos conocimos en la secundaria. Ella seguía siendo igual de seria, y no sabía si estaba tratando de creer en mis palabras o planeando alguna forma de hacerme daño.

—Sé que no fuiste tú quien divulgó mis fotos.

—¿Ah, sí...? —observé el suelo nervioso, pasé mi mano a mi nuca.—Entonces, ¿por qué has venido hasta aquí? Pensé que tu hermano te había contado lo que sucedió ayer en el pasillo con el idiota de mi amigo y por eso me has bloqueado en las redes sociales.

Min Sun soltó una risa irónica, desviando la vista hacia un costado, donde su hermano estaba charlando con los miembros del equipo de baloncesto. Él era parte del equipo y esa había sido la razón por la que ha escuchado la conversación que tuve con Yeo Sang el día anterior.

—Jacob es un idiota.

—Hmhm...

—Además, no sabía que me seguías en insta.

—N-no lo hago, solamente quería explicarte lo que ha pasado, pero me bloqueaste.

—Probablemente fue mi hermano.

—Es bueno saber que no crees que fui yo, entonces.

—Hyun Joon divulgó esas fotos solo porque en la playa me negué a darle un beso y me amenazó con subirlas. La verdad, no pensé que tendría los huevos para hacerlo, pero así fue—comentó, rodando los ojos—. De todos modos, la razón por la que me acerqué a ti fue para devolverte la camisa. Toma.

De repente, extendió una bolsa que no había notado antes. Estaba tan concentrado en mantener mi rostro sin signos de golpes o moretones, sabiendo que mi madre armaría un escándalo en la escuela si me veía así.

—Oh, gracias.

—Eso sí, Lee Min Ho—ella detuvo sus pasos, girando apenas su cabeza para mirarme a los ojos con molestia—. No voy a permitir que me vuelvas a decir lo que me dijiste ayer, así que guarda tus palabras. Mejor dicho, piensa antes de hablar. No quisiera pensar que te gustaría recibir un golpe, y no precisamente de mi hermano. Adiós.

—A-adiós...—saludé nervioso, pero a pesar de lo que ella me había dicho, sentía la necesidad de volver a repetirlo.—¡Pero amamántame!

Quiero suponer que no fue una buena idea decirlo exactamente en ese preciso momento. Lo bueno fue que justo en ese instante sonó el timbre, anunciando el fin del receso. Lo malo fue que la mujer me ha escuchado y detuvo sus pasos para mirarme con mucho enojo en sus ojos oscuros, gesticulando físicamente.

—¡¿Cuál es tu maldito problema, Lee?!

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