✧༄❱ capítulo siete
PARTE VII
S
acrificios
2016.
Desplegué mis ojos oscuros, admirando el hermoso techo estrellado de mi habitación. Las constelaciones decoraban el techo, creando un ambiente mágico. Sin embargo, mi tranquilidad se vio interrumpida por las voces de las mujeres de la casa, discutiendo a gritos. Con un suspiro resignado, me levanté para prepararme y dirigirme a la escuela.No era mi lugar favorito, principalmente porque estaba cansada de lidiar con los hombres.
Siempre me acosaban y me hacían sentir incómoda. Anhelaba tener unos días de vacaciones para alejarme de esa manada de lobos feroces. Entré al baño y me di una ducha rápida, con la intención de no llegar tarde a la escuela y evitar tener que hablar con los directivos. No obstante, al salir del baño, me encontré con mi hermano mayor y una mujer detrás de él. La mujer me miraba con una expresión de intranquilidad, probablemente debido a la culpa de mi hermana menor. Jae Sol, mi hermana, no tenía una buena relación con la hermana de una de mis mejores amigas. Decidí abordar el tema, ya que tampoco era mi persona favorita en el mundo debido a su actitud desagradable.
—Buenos días, oppa.—saludé sarcásticamente, con mis brazos cruzados y mirando a la chica de pies a cabeza.—Tampoco sabía que te juntabas con... tantas mujeres imprudentes.
—No empieces, Min Sun.
—¿Tú puedes meterte con los chicos que están detrás de mí, pero yo no puedo con tus fanáticas sexuales? ¿Ah?
—No le digas así.
—Unnie...—farfulló la muchacha.
—Ning Jeon Yi no es para nada una chica imprudente. Es mi novia y debes de entender eso de una vez por todas, Min Sun. Además, ¿desde cuándo te importa tanto Lee Min Ho? Porque es muy obvio que me estás diciendo esto por él.
—Es mi nuevo juguete, debes de acostumbrarte a eso, oppa. De una buena vez por todas.—repetí sus palabras, logrando que lo mire con la peor de mis caras. Me encaminé a mi habitación a poder colocarme el uniforme de la escuela e irnos.
Sencillamente que en todo el transcurso no podía parar de pensar en que Jacob siempre estaba metido en todos lados con respecto a la vida social de sus únicas hermanas, eso era lo que aún más me molestaba. Fue en el primer receso que mis ojos podían ver a Lee Min Ho con una diferente mirada, ya que trataba de encontrarle el atractivo, quizá más que nada lo quería hacer para joder a mi idiota de hermano mayor. Y mientras que el chupetín se hallaba en mi boca y mi mano derecha en el palito de esta misma, mi cabeza no paraba de moverse de un lado al otro, buscando el ángulo perfecto para que me pueda convencer de que los dos podamos estar juntos, ser algo más.
—Agh, arruinas mi vista.—comenté frustrada cuando veo a Yi Zhuo poniéndose enfrente a mí. Ella estaba de brazos cruzados y con una cara que nos hizo entender a todas las chicas que no estaba de buen humor. Supongo que su hermana le fue con el cuento de que una de sus amigas la había tratado como basura, pero no podía hacer nada esta vez, ya que yo tenía muchísima razón en todo lo que estaba diciendo.—¿Ahora qu...?
—Hemos hablado de esto antes, unnie. Deja a mi hermana en paz, ella no tiene la culpa de que tu hermano tenga malos gustos.—bufó caprichosa, revoleando sus ojos.
—Entonces, dile a tu hermana que no se meta a mi casa a escondidas y a medianoche. Eso solo lo hacen las putas.
—¡Unnie!
—Es verdad, Yi Zhuo unnie. Mi papá me lo dice todo el tiempo...—comentó en un susurro Kim Min Jeong con la mente pensativa.
—Solamente quiero que la dejes tranquila.
—Siéntate que me interrump...
—¿A quién veías tanto?
Esta vez apareció Jeon Jung Kook a joder mi campo de visión, debido a que cuando mi amiga se sentó apareció mi mejor amigo para ponerme más nerviosa de lo normal. Ese muchacho sí que era muy bueno para ponerme de malas desde muy temprano y lo peor de todo es que él era muy consciente de aquello. Lo hacía cada vez a propósito.
—Salte de ahí.
—No, primero dime a quién ves tanto.
Rodé los ojos, no iba a tener esta conversación con este chico, que, encima, era capaz de hacer cualquier cosa cuando le diga a quién estaba viendo. Jeon Jung Kook y Bae Jacob eran los únicos chicos que me hacían la vida más jodida de lo que ya era.
—¿A mí sí me dirás, no?
—Lee Min Ho...—le susurré. Ella sonríe a más no poder para mover su cabeza en afirmación, entre que podía observar sus ojos brillar. Era amante del chisme.—Así es, noona. Así es...
El timbre resonó en el aire, señalando el fin del receso y llamándonos de vuelta a nuestras aulas. Nos levantamos de las gradas en las que estábamos sentados y nos dirigimos hacia nuestros respectivos salones. Mientras caminaba hacia donde estaba Min Ho, sentí los brazos de Jung Kook rodeando mis hombros, acercándome a su cuerpo firme.
Pasé junto a Min Ho, rozando las manos de mi amigo, y mis ojos se encontraron con los suyos.Me resultó divertido ver la expresión en su rostro, pero eso me dio una idea. Tal vez podría aprovechar la forma en que mi amigo con derechos se comportaba conmigo. Suspiré cansada mientras entraba a mis siguientes clases, incluyendo la peor de todas: francés. Odiaba esa materia con toda mi alma, no entendía nada y el profesor Lee Felix parecía disfrutar de decirme cosas en francés a propósito, como si quisiera complicarme aún más.
ESCUELA GWONHA
14:40 p.m
Salí de mi salón, disfrutando de mi chupetín de chocolate mientras caminaba hacia la biblioteca para buscar algunos libros. Antes de eso, decidí hacer una parada en el baño, ya que necesitaba un breve encuentro con mi amigo. No obstante, en el camino, me encontré con otro chico que parecía tener cierta obsesión por mí. Salía del baño de hombres con la mano en su bragueta, lo que me hizo suponer que ha tenido un encuentro con alguien. Cuando me vio, sus ojos y labios se abrieron sorprendidos, sencillamente que de inmediato desvió la mirada, mostrando cierta molestia o enojo. Aunque no entendía por qué actuaba de esa manera hacia mí, debo admitir que su enojo despertó mi curiosidad y captó mi atención.
—Te golpeó fuerte.
—¿Te divierte eso?—preguntó con una sonrisa que demostraba cierta ironía. Sin embargo, para mí era muy gracioso que me esté mirando de esa forma, sin mencionar que me gusta como me veía, y de alguna forma, eso me estaba calentando.—Veo que sí...
—Te dije que era mala idea acercarse a mí, pero no me has hecho caso, Lee.
—¿Por qué me has mirado así en el pasillo?
—Umh...—achiqué mis ojos, mirando fijamente el techo mientras fingía hacer memoria.—Trato de recordar, pero no sé de qué me estás hablando.
—Cuando estabas con Jeon Jung Kook.
—¡Oh...! No te veía a ti.
—¿Qué intentas hacer?
—¿Yo? Nada.—contesté sonriente, solo pasé por su lado para ingresar al baño de las chicas debido a que en unos minutos se suponía que tendría que venir Jung Kook a sacarme las ganas que tenía desde el mediodía.
Sin embargo, puedo oír que la puerta fue cerrada con seguro y al girarme visualizo al chico que me ha estado acosando, de algún modo, y el ver su rostro todo golpeado y enojado me daban más ganas de reírme de él.
—Creo que te has confundido de baño, Lee.
—No sé qué estás intentando hacer, Min Sun, pero déjame decirte que no va a funcionar.
—¿Seguro?—dije con una ceja levantada, mordiendo mi chupetín mientras lo observaba atentamente.—Porque, según veo, ahora estás en el baño de las chicas, y eso me hace pensar que lo que querías lograr funcionó.
Mis palabras dejaron al chico sin habla, pude notar cómo soltó una leve risa mientras miraba hacia el suelo del baño. Empero, su expresión cambió rápidamente y levantó la mirada hacia mí con una expresión seria en su rostro. En ese momento, mi mente se nubló al darme cuenta de todos los movimientos que estaba haciendo Lee Min Ho, movimientos que conocía muy bien porque eran exactamente lo que me gustaba y me excitaba. Pero el problema era que solo mis amigas estaban al tanto de todo eso, no había forma de que él supiera...Maldita sea.
—¿Qué pasa, Bae Min Sun?—demandó Lee Min Ho con una sonrisa maliciosa.—¿Te molesta que ya sepa tu gran secreto y te sentirías defraudada si todos en la escuela lo supieran? O peor aún, ¿si tus padres lo descubrieran? Según veo, ahora estás en problemas—repitió, acercándose a mí con gran determinación—. Y no tendrás más opción que hacer lo que te pida, porque puedo darme cuenta de que funcionó.
Hijo de puta.
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