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✧༄❱ capítulo diecisiete

PARTE XVII
Una parte de la historia.

2016.

Solté un suspiro.

Realmente me está volviendo cada vez más loco por todo lo que esa mujer me estaba haciendo pasar en las últimas semanas en la escuela. Exactamente, fueron los dos meses más intensos y excitantes que Bae Min Sun me hizo desear, de una cierta forma, ya que se había dedicado estas últimas semanas a provocarme y a hacerme sentir el hombre más tonto del mundo. Aunque tenía que admitir que estoy nervioso por lo que podría pasar esta noche, mis mejores amigos han organizado una gran fiesta por mi cumpleaños.

Bae Min Sun cada vez se veía más hermosa y mis sentimientos por ella me hacían dudar de absolutamente todo.

—¿Estás preparado?—Chang Bin preguntó, apoyándose en el marco de mi habitación.

Asentí, mientras que reunía mis cosas en la mochila y salía de mi habitación. Le avisé a mi madre que no llegaría a dormir a casa, porque me quedaría a dormir en la casa de Binnie, al menos, para que no se preocupara.

—¡Espera!

Ambos detuvimos nuestros pasos al escuchar la voz de mi madre, ella salió de la casa con una gigantesca sonrisa en su rostro.

—¿Qué pasó, mamá?

—S-solo quería hacerte una pregunta.

—Sí, ¿qué cosa?—pregunté, colocándome el bolso sobre el hombro.

—¿Tú... estás saliendo con Min Sun?

Seo Chang Bin soltó una leve risa ante la pregunta de mi madre. Quizás, se estaba riendo de esa manera, porque la mayoría de mis mejores amigos me han hecho la misma pregunta desde el momento en que se enteraron que teníamos sexo de vez en cuando.

—Mamá...

—No es por lo que piensas.

Fruncí el ceño, estaba muy confundido por la extraña pregunta que me está haciendo mi madre y lo bueno fue que no era la única persona que estaba pensando lo mismo. Mi papá salió de la casa.

—Ya deja que los niños se vayan, amor.

—¿Por qué lo preguntas?

—Es que...—mi mamá empezó a mirar todas las casas de los vecinos, parecía que estaba tratando de verificar que nadie nos estuviera viendo.—Tal vez, me gustaría saber si mi hijo está saliendo con una nueva y linda chica, después de todo.

Exhalé un suspiro. Para empezar, quería irme a la fiesta antes de que llegaran todos los invitados, sin embargo, al mismo tiempo, quería saber por qué razón mi madre me estaba haciendo esas preguntas tan extrañas.

—¿Sucede algo más, señora Lee?

—No, mamá. Min Sun y yo no estamos saliendo. No somos novios. ¿Por qué?

Ella sonrió decepcionada.

No obstante, eso era una de las tantas razones por las que sentía una gran necesidad de que mi mamá me dijera lo que sea que había escuchado o averiguado de las vecinas chismosas del barrio. Esas señoras sí que tenían el chisme de las personas, hasta me recordaban a mi vecina de enfrente, la loca de Ning Yi Zhuo.

—Ay, señora Lee. Hasta a mí me está poniendo muy nervioso...

—¡Ma!—exclamé molesto.

Me había dejado muchas dudas de repente.

—Es que supe que el año que viene van a llegar la familia Jung a Jongnogu.

«Demonios...»

Supuse que fue muy mala idea pronunciar ese apellido, aunque haya una gran cantidad de familias que tenían el mismo, sabía muy bien de qué personas me está hablando, tenía que haber supuesto que esa era la única razón por la que mi madre quería saber si ya estaba en pareja o no.

—Amor, vámonos. Los chicos se deben de ir a la fiesta, no creo que sea buena idea que todos estén ahí, menos el cumpleañero.

—Adiós, papá, mamá.

En el camino a la casa de mi amigo no pude parar de pensar en la noticia que me dio mi madre, obviamente que conocía a esa familia y mucho más a los mellizos Jung, ¿cómo no hacerlo? Cuando hace meses atrás yo estuve saliendo con uno de los miembros de esa gran familia demasiado importante.

Chang Bin por suerte trató de ayudarme a que no pensara más sobre eso.

CHANG BIN'S HOUSE
Corea del Sur, Seúl
22:30 p.m

La fiesta comenzó a tornarse aún más turbia cada vez, la mayoría se encontraban fumando todo tipo de hierba y droga, mientras la otra mitad estaba tomando demasiado alcohol, sin mencionar que también está la otra parte a punto de ser parte de ciertas orgías en toda la enorme mansión. Yeo Sang apareció, llevándome a la cocina para hacerme probar una de las tantas bebidas que se encontraban preparadas. Él dijo que la novia de Woo Young las hizo, eso me sorprendió, debido a que no sabía que Kim Min Jeong hacía también eso, creía que servía únicamente para molestar a su novio y hacer comentarios innecesarios de absolutamente todos.

—¿Min Sun?—le pregunté, mientras que metía unos bocaditos de comida en mi boca.—Te estoy hablando a ti, Min Jeong.

—Cómo verás, te estoy ignorando.

Respondió desinteresada, mientras seguía sirviendo lo que había preparado para colocarlo en las jarras que se encontraban en la isla de la cocina. Hasta que llegó Woo Young, dándole un beso en la mejilla. Quería suponer que esa era su forma de decirle a su novia que no fuera tan desagradable con uno de sus amigos más cercanos, solamente por eso es que la castaña me miró. Aún viéndome mal.

A veces, me preguntaba qué era lo que tenía para que las amigas de Bae Min Sun me vieran de esa forma tan horrible. ¿Les habré hecho algo? Porque no podía comprender muy bien esas miradas de odio hacia mi persona, o..., tal vez, sí fui malo en algún momento, no obstante, no me acordaba para nada de aquello.

—Está en las habitaciones de arriba, ella quiere hablar contigo de algo importante.

Me sorprendí.

Ahora sentía demasiado miedo, no sé por qué, pero lo que sí sabía era que por primera vez estaba sintiendo terror en lo que la mujer que me gustaba pueda querer decirme. Creo que se me iba a salir el corazón por la boca, sin embargo, uno de mis amigos empezó a reírse muy fuerte de mí, ocasionando que lo mirara con una ceja elevada y una de mis peores caras.

Chang Bin agachó la cabeza, ocultando las ganas de reírse de mí.

—¡Ya!—exclamó Bang Chan, entrando a la cocina.—Es mejor que vayas, Min Ho, antes de que ella se arrepienta y se vaya, encima, sin darte tu regalo.

—¡¿Regalo?!—indagué feliz.

Parecía que nunca me habían regalado algo, pero no era por eso, sino porque mi cabeza se estaba haciendo demasiadas escenas al respecto del obsequio que me iba a dar la mujer de senos muy enormes. Eché un suspiro solo de imaginarlo.

—¡Oye!

—¡Auh!—me quejé, sobando mi cabeza por el fuerte golpe que recibí de Min Jeong.—¡¿Por qué hiciste eso?!—le pregunté a los gritos.

—¡Deja de imaginarte cosas y vete!

Bang Chan jaló de mi brazo, llevándome lejos de las garras de Min Jeong, las cuales algunas de las chicas se rieron por el golpe que me llevé gracias a la novia de uno de mis amigos.

En todo el camino, simplemente, trataba de tener una imagen positiva de lo que podría suceder dentro de esa habitación, mientras mi amigo se reía solo de verme la cara. Chan señaló la puerta. Hice una leve reverencia. Entonces, él se fue del pasillo para dejarme a solas y poder abrir la puerta. Cuando lo hice, me quedé petrificado, nunca imaginé que me podría pasar algo como esto, ni siquiera cuando estaba de novio alguien me hizo un regalo como este, creo que me pondría sensible debido a que esa habitación se hallaba decorada con bonitos globos que llegaban hasta el techo y algunas decoraciones con fotos mías, amigos y con Bae Min Sun.

Cerré la puerta.

—¡Feliz cumpleaños, Min Ho Ssi!

Exclamó sonriente. Yo todavía no podía dejar de observar todo mi alrededor con mis ojos brillantes y con la boca semiabierta, en verdad estaba demasiado emocionado por lo que estoy viendo y al mismo tiempo una especie de molestia empezó a molestarme en el estómago.

—E-esto... Wow, muchísimas gracias.

—No hay de qué, Honnie. ¿Te gusta?—cuestionó sonriente.

—Está muy lindo todo... Gracias, Sunnie.

—¡Ah! Me olvidaba, también tengo esto para ti.—clamó, dando un pequeño giro para agarrar su bolso y sacar un sobre blanco del mismo.—Es esto, tómalo.

Dudé de hacerlo.

No obstante, quería saber el contenido de esa carta, que, cuando desplegué las hojas, pude observar unas respuestas en ellas.

—¿Son las...?

—Jung Woo Young me comentó que te estaba costando pasar al Junior College, así que después de pensarlo por un momento—rodó sus ojos oscuros—pensé que era buena idea darte una mano... Aunque no sea de la forma correcta. Te hubiese ayudado si me lo pedías, solamente que ya es demasiado tarde para hacerlo. Además, nosotras ya tuvimos la prueba y de casualidad va a ser el mismo examen.

Por dentro la amaba.

En verdad que Bae Min Sun me está dando más que una mano, porque estaba buscando las palabras correctas para decirles a mis padres que probablemente no pueda pasar al Junior College, sabía que si les daba esa noticia ellos se decepcionarían de mí, sin embargo, tenía que agradecerle lo que ella está haciendo por mi persona ahora mismo.

—Min Sunnie...—leí todas las respuestas que estaban en la hoja blanca.—No sé cómo debería de agradecerte todo esto, yo me comporté como un completo idiota contigo, todo este tiempo y tú me estás dando demasiado.

Ella rio, tímida, caminando hacia mí con sus manos unidas.

—Honnie, es tu regalo de cumpleaños. Además...—miró el suelo, podía presentir que no estaba para nada normal.—sé que también serías capaz de hacer algo como esto, si es que yo lo necesitara. ¿Verdad?

Era una buena pregunta. Debido a que me gustaría responderle a esa pregunta, pero suponía que ella tenía toda la razón del mundo, no era la única persona que le tenía que decir algo.

—Min Su...

—Espera.

Ella me calló.

Puedo ver que se acercó al interruptor de la luz para apagarla, dejándonos a oscuras, no obstante, no estábamos completamente a oscuras debido a que se podían observar las luces de las velas que están a un costado, alejadas de todas las cosas con las que se pueda quemar. Min Sun lentamente se va quitando las prendas que tenía puestas, ocasionando que la hoja se caiga de mis manos y mis labios se encuentren todavía más abiertos que antes. No era la primera vez que mis ojos notaban ese hermoso cuerpo, simplemente, la chica de cabello castaño me estaba sorprendiendo cada vez más, sentía que me está conociendo con cada minuto que pasaba. Traía puesta una lencería de sadomasoquismo.

Traté de reaccionar, pero no podía.

—¿Comenzamos?

Sonreí coquetamente.

Di un paso atrás, colocándole la traba a la puerta para que nadie nos pueda interrumpir en el momento en que estemos haciendo lo nuestro. Mis ojos se clavan en ella, dándole a entender que aceptaba todo tipo de términos que ella quiera poner en juego. Así que, jaló de mi remera, acercando sus labios sobre los míos, dándome un lento beso, que, cada vez más se iba volviendo agresivo y eso me gustaba. Después de un profundo y hambriento beso, fue menos impactante sentir cómo las sábanas de la cama amortiguaban mi caída. Ya que volví a sentir la satisfacción al ver cómo Min Sun se trepaba entre mis piernas con aquella mirada lasciva.

Me encantaba.

Se sentó a horcajadas sobre mí, dejando al lado de mis caderas cada una de sus piernas y se inclinó para continuar el beso, que, me estaba derritiendo, comencé a dejarme llevar, moviendo mis labios al ritmo que ella está comenzando a imponer. Debí admitir que me sorprendió sentir de la nada sus manos recorrer desde mi pecho hasta mis manos, las cuales, acarició sin dejar de besarme y el ruido de las esposas de juguete resonaron. Fue entonces que actué y rápidamente llevé mis manos a su curvilíneo cuerpo, para abrazarla y rodar hasta quedar sobre ella. Pude observar su gran sorpresa en su mirada, solamente, quería dar a entender que el poder siempre lo iba a tener yo en la cama.

—¡¿Qué mier...?!

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