✧༄❱ capítulo cinco
PARTE V
C
ursi-sexual
2016.
Salí de la ducha, sintiendo el agua caliente que aún goteaba de mi cuerpo. Me envolví en una toalla que solo cubría mi cintura hacia abajo, dejando mi torso desnudo y expuesto al aire. Con confianza, caminé por mi habitación, ya que tenía un baño privado, sin preocuparme por mi apariencia. Tenía en mis manos mi ropa interior y la pijama que usaría después.Decidí soltar la única protección que envolvía mi cuerpo y me coloqué el bóxer, sintiendo la tela suave y ajustada contra mi piel.
En ese preciso momento, un grito repentino me hizo saltar de sorpresa. Mis ojos se abrieron de par en par y rápidamente se dirigieron hacia la dirección de donde provenía el sonido, tratando de descifrar qué estaba sucediendo.
—Puta madre...—mascullé molesto.
Porque mi vecina se encontraba mirándome desde su ventana, no sabía cómo es que podía verme debido a que era la vecina de enfrente y no la de al lado, pero no me molestaba que me estuviera viendo, sino la persona que me veía. Porque sí me acosaba antes, no me quiero imaginar cómo sería ahora que me había visto relativamente en bolas, al menos, mis bolas.
Di una gran zancada a mi ventana para cerrar las cortinas bruscamente.
ESCUELA GWONHA
Corea del Sur, Seúl.
12:00
El sonido del timbre resonó en mis oídos y me apresuré a salir de mi salón, sin siquiera esperar a mis mejores amigos para irnos juntos a la cafetería a almorzar antes de nuestras siguientes clases. En este momento, lo más importante para mí era pedirle disculpas a la chica que me volvía loco, Bae Min Sun.Las palabras de mi madre resonaron en mi cabeza durante toda la noche, y solo esperaba que Min Sun me permitiera disculparme.
Antes de poder entrar a su salón, casi choco con una de sus mejores amigas, Ning Yi Zhuo, quien resultó ser mi vecina y la misma persona que me ha estado observando desde su ventana la noche anterior. La secuencia de eventos se estaba volviendo bastante complicada.Sin embargo, apareció Kim Min Jeong para apartar a su amiga del camino, y aproveché la oportunidad para entrar al salón de la Clase 6J. La mayoría de los estudiantes ya se fueron, y solamente quedaban Min Sun y su mejor amiga. Cuando Park Ji Hyo me vio, se levantó rápidamente de su pupitre y abandonó el salón. En ese segundo, noté que la expresión de Min Sun cambió rápidamente, ya que claramente no era su persona favorita.
—Espera, quiero disculparme.
—Te dije que no quería que te me acerques más, Lee Min Ho.—recordó, viéndome con una ceja alzada, mientras se paraba.
—¡Quiero disculparme! Al menos permíteme hacer eso, Bae Min Sun. Sé que fui un imbécil en las últimas semanas, pero espero que puedas entenderme.—mis palabras salieron con un dejo de arrepentimiento y esperanza, deseando que ella me diera la oportunidad de explicarme y disculparme por mis acciones pasadas.
Bae Min Sun me miró fijamente durante unos largos segundos, cruzando sus brazos sobre su pecho, lo que hizo que sus senos se destacaran aún más. Mis ojos se desviaron hacia esa zona involuntariamente, lo que me hizo pensar que lo estaba haciendo a propósito, como si me estuviera poniendo a prueba. Empero, mis ojos iban y venían constantemente, de sus senos a su rostro, una y otra vez. Hasta que finalmente sentí sus ojos clavados en los míos, indicándome que mantuviera la mirada de la misma manera.
En este momento, lo último que quería era que ella me odiara aún más de lo que ya lo hacía.Traté de desviar mi mirada hacia su rostro y me esforcé por mantener contacto visual, mostrando que estoy dispuesto a enfrentar las consecuencias de mis acciones y disculparme sinceramente. Esperaba que ella pudiera ver mi arrepentimiento y comprender que realmente quería enmendar mis errores.
—¿Por qué de repente?
—Porque me gustaría dormir en tus...—mi boca me traicionó y dije embobado. Pero ella me mira con sus cejas fruncidas.—En tus brazos.
—¿En mis brazos?
—¡S-sí! Se ven... muy... cómodos... para dormir.
—¿Crees qué soy estúpida?—indagó retóricamente, gesticulando con su cabeza.
—¡Está bien! Lo siento, ¿sí? ¡Soy el peor! ¡Lo admito, Min Sun! Pero... no puedo evitar no decirte algo. Me gustas, de alguna forma y como me gustas...—desvié la mirada hacia un costado del salón, sintiéndome un poco incómodo.—Es evidente que quiero llamar tu atención.
—Tsk.—luego de soltar un suspiro de frustración, dio un paso hacia mí, quedando cerca, todavía con los brazos cruzados y con una expresión de molestia en su rostro que, paradójicamente, la hacía lucir aún más hermosa.—La forma en que lo haces solo consigue irritarme.
—Pero llamé tu atención, ¿ah?—elevé mis cejas.
—La próxima vez mi hermano hablará contigo, Lee.
Cuando escuché eso, la sonrisa bromista que había tenido desapareció rápidamente de mis labios, debido a que su hermano ya me la tenía jurada y era muy probable que la próxima no la pueda contar. Sin embargo, no iba a dejar que nadie se interponga en mis deseos, y en este caso, no me importaría recibir golpes de parte de su hermano. Todo lo que estoy haciendo era por un bien mayor, o sea, mi bien mayor.
—No me importa que me amenaces con tu súper hermano musculoso, Min Sun. Lo voy a tomar como una prueba.—respondí con determinación.
—¿Estás loco...?
—Esa va a ser la única forma de que entiendas que me gustas de verdad y no que me acerco a ti—mis ojos van a su pecho de un segundo a otro.—porque tienes dos enormes y hermosas tetas.
—Min Ho.—ella advirtió entre dientes.
—Es exactamente lo que pienso.
La adolescente suspiró exhausta, rodando los ojos. Mientras que por su mente estaría pasando varios comentarios sobre lo persistente que estaba siendo en estos momentos.
—Voy a evitar que hayas venido a disculparte conmigo y voy a hacer como si eso nunca hubiera pasado, porque me daría lástima saber que mi hermano te daría unos buenos golpes que te mandarían al hospital—informó fríamente, pasando por mi lado para irse del salón—. Adiós, Lee Min Ho.
—¡Oye! Lo digo en serio.
—¡Sé que tomarás una buena decisión, Lee!—exclamó mientras salía del salón, y su forma de actuar en ese momento me confirmaba que me estaba poniendo a prueba de alguna manera. Tal vez pensaba que no sería capaz de superar el obstáculo que significaba que ella fuera hermana de Bae Jacob.
—Claro que tomaré una buena decisión...
LEE'S HOUSE
Corea del Sur, Seúl.
11:30 a.m
Eché un suspiro al escuchar el grito de mi mamá diciéndome que se iba a trabajar. Decidí seguir durmiendo un poco más, pero algo inquietante se hizo presente debajo de las sábanas. Me di cuenta de que mi pene ha crecido de forma inesperada, sin ninguna razón aparente. Para aliviar esta molestia, decidí darme una ducha y así poder enfrentar el día sin ese malestar incómodo.Después de bañarme, cambiarme y tomar un ligero almuerzo, salí de casa para ir al supermercado, ya que mi padre me mandó un mensaje diciéndome que me tocaba hacer las compras del hogar, ya que ninguno de los dos estaría en casa antes de que el supermercado cerrara.Al salir de mi casa, noté que mi vecina me observaba con una mirada pícara desde su ventana. Esta situación añadió un toque de intriga al día, empero, decidí no prestarle mucha atención y continuar con mis responsabilidades.
—¿Así me verá ella...?—me dije a mí mismo, entre que caminaba por la cera.—No, obvio que no. Ning es mucho más persistente que yo. Ella no me ve así.
Confiado en mi decisión, continué mi camino hacia el supermercado. Durante el trayecto, me entretuve escuchando música, esperando llegar pronto a mi destino. A unas cuadras de distancia, mis ojos se iluminaron al ver a la hermosa chica que me gustaba a punto de entrar al mismo supermercado.
Tomé esto como una clara señal de que debía comenzar a coquetear con ella.Saludé al guardia de seguridad al entrar al supermercado, tomé un carrito y comencé mi recorrido para comprar todo lo necesario. Llegué al pasillo de los lácteos, coloqué los productos que necesitaba y giré hacia el pasillo de la izquierda, donde vi a la chica de tez blanca sosteniendo un paquete en sus manos. Sin pensarlo demasiado, me acerqué a ella, notando que estaba en el pasillo de productos destinados a mujeres, con muchos artículos que nunca había necesitado para mí. Aunque me sentí un poco fuera de lugar, decidí seguir adelante y aprovechar la oportunidad para entablar una conversación con ella. Después de todo, a veces las mejores conexiones se hacen en los lugares más inesperados.
—El rosa es mejor.
Mientras que me acercaba a ella, noté cómo se sobresaltó en su lugar y me miró con sorpresa en sus ojos. Sin embargo, cuando me vio claramente, su expresión cambió y pude percibir un dejo de desdén en su rostro. Parecía que mi presencia no era bienvenida y me sentí como un estorbo más en su camino, ¿pero me importó? Claro que no.
—¿Cómo lo sabes? No eres mujer.
—Hmh... Tienes razón, pero se ve lindo.
—¿Te parece lindo usar toallitas?—cuestionó de inmediato, moviendo el paquete que tenía en sus manos blancas y uñas teñidas en un color celeste pastel.—¿En verdad?
—Realmente no lo sé... ¿A ti te gusta?
—Créeme, a ninguna mujer le gusta eso.
—¿No es lo mismo cuándo usan corpiños?
—Y aquí tenemos de nuevo al Lee Min Ho que todos conocemos.—terminó la charla para darse la vuelta y comenzar a caminar lejos de mí, pero comencé a caminar más rápido.
—¿Por qué te molesta todo lo que te digo?
—¡Porque eres un idiota!—di un paso atrás cuando ella gritó de repente, ocasionando que algunas personas que pasaban por ese pasillo nos miraran curiosos—Siempre tienes que comentar cosas de esa índole, de ese modo, y es lo que menos me gusta, Lee.
—B-bueno, perdón.
—¡Demonios! ¡Me pones de malas! Además,—detuvo sus palabras y me miró seriamente.—no sé qué haces hablándome cuando te he dicho que dejes de hacerlo.
—Solo te vi y quise saludarte.
—¿Hablándome de corpiños?
—¡Agh!—exclamé, más que molesto. Se notó en mis movimientos—Primero te dije que el rosa era lindo. ¿Ves, Bae Min Sun? Siempre notas lo malo en mí cuando en realidad es todo lo contrario.
Ella soltó una risa irónica, moviendo su cabeza en negación.
—Ya, Min Ho, deja de intentar hablarme.
—No sabía qué eras tan exquisita.
—¿Qué? No lo soy, lo digo por tu bien.
—¿Mi bien?
Ella suspiró exhausta, relajándose entre que sus ojos iban por los pasillos del lugar en donde nos encontrábamos.
—Mi hermano sabe lo que estás tratando de hacer conmigo, Lee, y está muy molesto, así que es muy probable que te golpeé. La verdad no es lo que quiero.
—Oh... Entiendo...—sonreí de lado, apoyándome en la parte del fierro para agarrarse del carrito de las compras.—Te preocupas por mí.
—¿C-cómo?
—Por eso estás aquí, tratando de convencerme, pero no lo lograrás.
—Qué egocéntrico eres.—afirmó, expulsando una risa nasal.
—No hay qué negarlo más, linda, sé que quieres estar conmigo del mismo modo que yo.
—Eres un idiota, Min Ho.
—Pero te gusta el idiota, eh.—moví mis cejas de arriba abajo rápidamente. Haciendo que ella oculte la sonrisa.—No hay que negarlo más...
—¡Min Sun Ssi!
Una voz femenina se escucha detrás de mí, y al voltear, puedo ver a la hermana menor de la chica que estaba frente a mí. Entonces, noto que Bae Min Sun me observa una vez más, mostrando su disposición para pasar por mi lado y salir del pasillo.
—Oye...
—¡Vámonos, unnie!
Bae Jin Sol agarró rápidamente la mano de su hermana para abandonar el pasillo de la zona femenina donde me quedé. Sin prestarle mucha atención, doy vuelta la cara para seguir mi camino. Pero en ese mismo momento, algo se acerca rápidamente a mi cara, lo cual me hace soltar la manija del carrito y retroceder unos pasos. Instintivamente, mi mano va hacia mi rostro, ya que esa persona me había lastimado.
—Te dije muy bien que te mantuvieras alejado de mi hermana, Lee Min Ho.—recordó Bae Jacob.—No hagas que la próxima vez pares en el hospital.—advirtió, pasando por mi lado y chocando con mi hombro, mientras que mi mano izquierda volvía a la zona lastimada.
Simplemente, decidí terminar las compras y regresar a casa para descansar un momento y ponerme una bolsa de hielo en el ojo, ya que estaba seguro de que mañana amanecería morado, hinchado y feo. ¡Carajo! Si mi mamá se entera, es muy probable que se desate una guerra mundial, ya que no le gustaba que nadie me tocara la cara, especialmente si sabía que era el capitán del equipo de baloncesto de mi escuela. Digamos que a mamá no le agradaba demasiado ese chico y haría cualquier cosa para recordarle a su madre que tenía un hijo problemático. Sin embargo, no quería que eso sucediera, ya que no quería perder la oportunidad de tener algo con Bae Min Sun.
N/A
¡Hola! Ha pasado un tiempo en que no molestaba con las noticias, pero últimamente he estado pensando en eliminar esta historia por la sencilla razón de que no sé muy bien cómo seguirla o porque me aburrí de mi propia idea, sin embargo, también me tomé unos días para mí para ver si podía sacar algo más, solamente, no está funcionando muy bien.
Quiero agradecer a las personitas que se están copando y apoyan este libro, muchas gracias a todxs los que pasan por acá. ¡Gracias! <3
© mikasamun
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