Un lunes 12, en otro planeta y galaxia, ambas muy lejanas de la nuestra, había un jefe. Este mantenía todo en paz, los conflictos eran nulos.

Todos lo amaban, porque era muy amable, bueno y amistoso; En resumen: Un alma pura, digna de ir al cielo sin duda.

Mucha gente dice "Siempre después de una gran calma, vendrá una gran tormenta". Y así sucedió. Todo era paz y calma total, hasta que el jefe comenzó a tener pesadillas que trataban sobre su muerte y la conquista de su planeta a manos de un humano.

Hay una leyenda, de un Oráculo de piedra. Un ser que ve el futuro, y los que lo han visitado, aseguran acierta siempre. Tocar su puerta, lastimosamente, no es nada fácil, vive tras un agujero negro, en una estrella muerta.

Decidió ir, y comprobar su futuro y la leyenda, así que preparó un ejercito y una nave. Aquella noche, en Birigbamba, el único ruido que se escuchó, fue el del despegue de la nave. Llegaron al agujero, nunca habían pasado antes, pero el jefe no tuvo duda. Aceleró y se metió de una.

Empezó una turbulencia, la fuerza de la gravedad causó demencia a todo su ejército. Empezaron a atacarlo, así que en su defensa, mató a todos y siguió solo por su cuenta.

Aterrizó en la estrella, salió preparado, el jefe sentía el peligro cerca. Empezó a caminar, a buscar al Oráculo. Sin embargo, no encontró nada, solo había piedras, y más de ellas.

Frustrado y con cansancio, empezó a seguir el camino hasta su nave, pero tropieza y cae por un pozo muy profundo. Cuando se despierta, estaba hecho mierda, atado kilómetros bajo tierra y sin armas cerca.

Se le acerca el Oráculo, con mínima sorpresa, ya que al ver el futuro sabía que vendría. Lo desata mientras dice - Quédate tranquilo, si vos hacés lo que yo digo, vas a vivir en paz, sin ninguna molestia - Hablaba, con el jefe ya desatado. - Hay un sistema solar, que tiene ocho planetas, uno es el hogar de muchas formas de vida, se llama planeta Tierra, es dónde están los humanos que amenazan tu existencia - Seguía hablando el Oráculo. - Pero es uno de ellos, el que tenés que hacer boleta. Yo te voy a dar un virus, para que lo lleves a la tierra. - Le decía. - Pero ese humano que te digo, más vale que se muera. Ni se te ocurra dejarlo vivito en una celda, parecen inofensivos, pero mirá que hay algunos que piensan. - Le ordenaba el Oráculo.

El jefe agradeció y se fue a su nave, emprendió la vuelta, sabiendo lo que tenía que hacer. Llegó a Birigbamba y preparó en parte el ataque, un simple humano era, no le iba a cagar la vida.

Pero ya era muy tarde, y el cansancio le ganaba, así que se fue a dormir para estar bien despabilado. "No parece muy difícil", pensó muy confiado, y dijo - Mañana termino con este humano, y ya estamos.