Chapter OO1
En aquella pequeña habitación se encontraban dos chicas en la suave cama vestida de blanco, una de ellas abierta de piernas esperando el siguiente movimiento de la más alta mientras soltaba pequeños jadeos que le hacían saber que necesitaba más, como si fueran suaves llamados desesperados por un poco de atención o como gritos silenciados por dientes buscando salir sin llegar a lograrlo.
Su camiseta estaba subida por encima de sus pechos que se encontraban al descubierto, completamente expuestos a la hermosa mujer encima suyo a quien no le podía ver el rostro por alguna razón.
"Chaeyoung". Susurro cerca de su rostro antes de bajar a su cuello, lo lamía y marcaba con devoción como si de eso dependiera su vida, de la boca de la más baja solo podían salir gemidos y quejidos esperando algún otro movimiento, entrelazó sus manos inmovilizando sus pequeñas manos.
Arqueó la espalda presa de sus más grandes deseos ocultos.
La desconocida subió el rostro justo al lado del suyo y jadeó el aliento caliente de la misma chocó contra su oído lo que la hizo estremecerse de los pies a la cabeza, a los pocos segundos sus labios se unieron en un beso necesitado.
Dientes chocaban, los labios se unían y las lenguas mantenían una danza salvaje que en poco tiempo se convirtió en una batalla por quien domina aquel beso.
Sintió una mano bajando desde su pecho derecho hasta su cintura lentamente hasta llegar al glúteo y bajar con una sutileza tortuosa la ropa interior, esta se deslizó por sus piernas hasta llegar a la punta de los dedos de los pies y caer en el frío suelo.
No entendía muy bien que sucedía, al parecer sus ojos no podían abrirse por completo y tampoco podía apreciar de quién se trataba, lo único que sabía es que era una de las cosas más maravillosas que había sentido, dos fuertes manos sostuvieron sus piernas para abrirlas, la lengua de la nipona se deslizaba por el interior de sus muslos como si ya supiera en qué lugares debía tocar para hacerla estremecer.
Su cabeza daba vueltas por las sensaciones y las preguntas no se hacían esperar.
¿Que era lo que estaba pasando?
¿Quién era esa persona que tocaba su cuerpo y llevaba a la gloria con esos pequeños toques?
Antes de poder descifrar de quién se trataba una fuerte succión en su punto sensible la llevó a arquear la espalda y llevar la mano a la cabeza de la contraria quien solo se disponía a hacer un buen trabajo entre sus piernas.
Llevó la cabeza a un lado todo lo que estaba sintiendo, la estaba comenzando a superar.
No podía evitar jadear y gemir por las suaves manos que ahora una de ellas se dirigía a su centro húmedo.
"Chaeyoung". Poco a poco los dedos entraron en ella y fue cuando sus ojos lograron detectar a la persona frente suyo. "Ya es hora de ir a la escuela". Una mano al lado de su rostro y la imagen de la única chica que nunca pensó que iba a ver.
"¿Eh...?". Soltó en un suspiro antes de quedarse sin respiración por los movimientos de los dígitos de la contraria en su interior.
Abrió los ojos con fuerza y casi se le salen, un grito salió de sus labios en el proceso, se llevó las manos a la cabeza sin entender nada de lo que estaba pasando.
Lo que la había despertado no era la chica con la que había soñado más bien era su teléfono en el cual se reflejaba una llamada, como pudo se sentó. "Duele". Se acarició la cabeza y a los pocos segundos se dió cuenta de que efectivamente si era una llamada, con las manos temblores al ver quién era llevó el teléfono a su oreja. "¿Hola?". Desvío la mirada a la ventana y si era tarde, los pájaros ya no cantaban como lo hacen en la mañana y las bocinas de los autos comenzaban a ser más insistentes que nunca.
Campus universitario, mes de abril.
Una chica de unos veintitantos corría desesperada ya que se la había hecho especialmente tarde, pero a pesar de aquel mal momento que la aquejaba no se podía sacar de la cabeza lo que había soñado.
¿Por qué tuvo un sueño tan extraño?
Se preguntaba mientras sus piernas daban todo de si para llegar aunque sea un poco a tiempo, su cabeza daba vueltas viendo cómo pasaba a toda velocidad al lado de las personas, es que, de entre todas las personas que conoce tuvo que ser con Mina su mejor amiga.
Sacudió la cabeza. "Vamos, no pienses en eso". Se intentó reprender y al mismo tiempo aceleró el paso.
A pocos metros de dónde se encontraba había una chica apoyada en uno de los tantos pilares de la universidad, con la vista en el teléfono y un cigarrillo en medio de sus rojizos labios, todo chico que pasaba la miraba y no podía evitar sonrojarse, para ellos y muchos más era de las chicas más hermosas que han visto en toda su vida.
Exhaló el humo y siguió viendo la pantalla de la forma más desinteresada posible, algo típico de ella.
"¡Mina!". Escuchó a lo lejos y con rapidez volteó a ver a Chaeyoung quien llegó en poco tiempo a su lado. "¡Lo siento, llegué tarde!". Se rascó la nuca, se notaba en su rostro lo apenada que estaba.
Asintió no muy gustosa y como siempre caminaron hacia la clase que les tocaba, Mina no hablaba y Chaeyoung tampoco como si no se conocieran pero a la vez si, el aura que las envolvía era el más amistoso y extraño del mundo.
"Te perdiste la primera clase de hoy, Chaeyoung". Dijo en un tono serio. "¿Te quedas dormida?". Movió la cabeza en dirección a Son. "¿Fue eso?". Aunque Mina se caracteriza por la seriedad no podia evitar sonreír al ver a la castaña.
Chaeyoung rió. "¡Ah!". Como si se hubiera dado cuenta de la cosa más sorpréndete del mundo exclamó. "¡Hoy apareció en mi sueño!". Mina abrió los ojos sorprendida, no era algo que ocurría a menudo. Asi que se detuvo para darle toda la atención que fuera posible, Son se apoyó del hombro de Mina para posteriormente ponerse de puntillas, así es que podía llegar a la oreja de la japonesa. "Hoy tuve un sueño muy travieso". Mina tragó en seco, ese tono no le parecía demasiado dulce e inocente como siempre, mientras le contaba cada una de las cosas, con mucho detalle, las mejillas de la pelinegra se enrojecian cada vez más si es posible. "¿Qué te parece?. Finalizó el relato con la pregunta. "Parace que estoy sola últimamente". Se llevó las manos al rostro.
Chaeyoung parecía que había dicho la cosa más sorprendente del mundo en cambio Mina estaba todavía procesando todo lo que acababa de escuchar.
"Realmente quisiera tener un novio que fuera alto y genial como Mina". A veces Son decía cosas sin pensarlo mucho pero no la culpen en su pensamiento siempre estaba que si tuviera que elegir, antes de quedarse sola de por vida, le gustaría estar con alguien como Mina ya que esta siempre ha sido buena con ella, el corazón de Myoui no estaba bien, se encontraba acelerado y ella estaba incluso hasta mareada. "Bueno, Mina date prisa".
"Debo ir al baño". Chaeyoung la miró extrañada y se encogió de hombros, supuso que debía hacer algo.
Mina aceleró el paso y al llegar fue directo a los lavabos, se apoyó en uno de ellos y gruñó llevando la mano a su cabeza, se quería morir, no podía dejar de recordar todo lo que le había dicho Chaeyoung, era tan vergonzoso, se acomodó un mechón del cabello detrás de su oreja preguntándose el por qué Chaeyoung le decía ese tipo de cosas y soñaba con ellas, de la nada recuerdos de todo lo que presuntamente decía en el sueño calaron en sus huesos y la hicieron estremecerse.
Hubiera seguido lamentándose si no fuera por culpa de una peli rosa que estaba justo al lado de su cara. "Mina, ahora besame". Hacia piquitos y se movía sugestivamente.
"Realmente eres tú, hola". Con fastidio se apartó escuchando las carcajadas de parte de la contraria.
"¿Se hará realidad el amor no correspondido de Mina?". Preguntó con evidente sarcasmo. "Lo escuché todo de Chaeyoung, lo que pasó en el sueño sucio". Se sentó en los lavabos. "También dijo que desearía tener una amante como Mina". Se cruzó de piernas. "¿No es como una confesión?". Mina no la soportaba.
Gruñó y agarró su bolso. "No hables tonterías frente a Chaeyoung". Apretando los dientes salió del lugar. La peli rosa solo se quedó mirando antes de sonreír con malicia.
Por otro lado en el salón de clases, Chaeyoung se encontraba viendo algunos apuntes para la clase cuando justo un chico de gorra azul se acercó con una gran sonrisa. "¡Chaeyoung!".
"Buenos días, sunbae". Sonrió.
"Ah, cierto, cierto". Se rió sentándose a su lado. "¡Chaeyoung! ¿Quieres venir a la fiesta de bienvenida hoy?".
Son se llevó la mano detrás de la cabeza. "Ah...yo...no lo sé". Indecisa como siempre.
"Todos los nuevos estudiantes vendrán cuando terminen las clases, acompañame por favor". El chico posó la mano en el hombro de la peli corta. "Debemos estrechar nuestros lazos con los nuevos estudiantes". Iba a hablar pero antes de hacerlo una lata fría ya estaba en su mano. "Oye, dado que estás en tu segundo año ¿Por qué no les das algunos consejos a los nuevos? Sería genial". Rió. "Además...". Le empujó la mano para que agarrara la lata. "No olvides traer a Mina y a Sana contigo ¿De acuerdo?". La coreana estaba muy avergonzada. "Esas dos solo vendrán si se los pides tu ¿Sabes? Chaeyoung ". Las risas del chico inundaban el lugar hasta que sintió una fuerte mano en su hombro derecho. "Que sorpresa...quien...".
Volteó lentamente y se encontró unos pares de ojos que no estaban muy contentos, con nerviosismos hizo contacto visual. "Este es mi lugar, sunbae". Dijo Mina con paciencia, Sana sonreía detrás.
"Cierto Mina hoy". Tartamudeaba, Myoui no estaba al pendiente de lo que decía si no de las manos del chico sobre las de Chaeyoung, eso le hirvió la sangre a tal punto que le arrancó la lata y en menos de medio minuto ya se la estaba tomando toda.
"Gracias por la bebida sunbae". Le agarró el brazo y con todas sus fuerzas le dió la lata, ahora vacía, en la mano, el chico no supo que decir así que se levantó y se fue, Mina rodó los ojos y se sentó de brazos cruzados. "¿Que era lo que quería de ti?". Preguntó en un tono serio pero cansado.
"¿Vas a venir a la reunión más tarde?". Chaeyoung siempre tenía una sonrisa que brindarle.
"¿Era eso?". Se suavizó un poco. "¿Quieres que vaya?".
"¿Um?". Apretó los dientes sin saber que responder. "Contestar una pregunta cómo esa es algo complicado". Sana se acercó para escuchar mejor con esa típica sonrisa que la caracterizaba.
"Nuestra Chaeyoung es demasiado amable como para contestar". Como era de costumbre saltó Minatozaki.
"Tal vez". Rió.
"Podemos ir a divertirnos por nuestra cuenta". Se alejó un poco de Chaeyoung y miró directamente a Mina. "Pero tal vez puede que sea divertido ir". Se relamió los labios.
Mina rodó los ojos no la soportaba.
Muy a su pesar si aceptó y ahora se encontraban en un restaurante con los chicos de primer año, estaba de brazos cruzados sentada frente a Chaeyoung monitoreando que todo estuviera bien, la nipona se sentía bastante incómoda, al lado derecho estaba un chico hablando con quién las invitó y al otro Sana siendo coqueta como lo ha sido toda la vida.
Se quería ir a casa, sentía que no pertenecía ahí y que había sido una muy mala idea, Mina la miró, ella también se sentia así.
La castaña miró de reojo a Sana que estaba muy cerca de una chica y desvió la mirada eso era mucho para ella, cerró los ojos y se tomó toda la cerveza que le quedaba en el vaso.
El apuesto chico a su lado tampoco se encontraba en las mejores condiciones. "No puedo beber alcohol". Se negaba a las peticiones de un ebrio.
"Deja de decir esas cosas". Como toda persona que ingiere alcohol estaba más escandaloso que de costumbre. "¡Solo bebe, bébelo!".
Chaeyoung se limpió los residuos de cerveza que quedaban en sus labios, sabía muy bien que siempre incomodaba a los demás y eso la cansaba así que con toda la voluntad del mundo le arrancó el shot y se lo tomó.
"Oye, Chaeyoung". Mina levantó la mano intentando llamarle la atención pero era imposible debido a las risas y escándalo de las personas de alrededor.
"Bien, ¡Estuvo delicioso!". Sus mejillas comenzaban a sonrojarse por el alcohol.
"Oye Chaeyoung ¿Estás de humor hoy?". Sana se acercó con una pequeña sonrisa, al ver que no parecía estarlo y por el simple hecho de que Mina no le quitaba la mirada de encima, le acaricio la cabeza para luego obligarla a apoyar la cabeza en su hombro, todo esto mientras ella no le quitaba la mirada a Mina quien frunció las cejas y cerró los ojos por la frustración.
Habían pasado algunos minutos y todo se había descontrolado, Chaeyoung no paraba de tomar como si se fuera a acabar el alcohol de por vida cosa que no le estaba gustando para nada a Mina.
"¡Bébelo, bébelo, bébelo!". Coreaban los de la mesa.
"¡Si, ¡Chaeyoung seguirá bebiendo!". Parecía que era la reina de la fiesta.
"¡Vamos, vamos, vamos, vamos!". Mina se llevó la mano a la cabeza y suspiró exasperada, hasta que no aguantó más.
Se levantó y le arrebató el vaso de la mano a Chaeyoung quien se quedó estupefacta como todos los demás. "Permiso". Y en un santiamén se tomó todo.
El lugar quedó en silencio por unos segundos los cuales pasaron rápido y se interrumpieron por los gritos de admiración de todos.
"¡Mina, Mina!". Ahora coreaban su nombre.
"¡Es impresionante!".
"¡Pudo beberlo entero, ahora puede pedir un deseo!".
Mina y Chaeyoung no paraban de mirarse una frente a la otra mientras que a su alrededor gritaban la palabra deseo.
"Chaeyoung, vuelve a casa". Señaló la puerta y elevó una ceja, todo volvio a quedar en silencio y la antes mencionada se señaló.
"Oye, no deberías interrumpir la diversión de Chaeyoung de esa forma". Sana se metía con un tono juguetón.
Son no sabía que decir.
"Bueno Chaeyoung continuemos jugando". Dijo una chica entre risas.
"Si, sigamos". Unos de los chicos estaba de acuerdo.
Mina apretó los dientes y agarró la caja de cigarrillos de la mesa, ya no quería aguantar más, se dió media vuelta y caminó unos cuantos pasos. "Mina, ¿A dónde vas?". Levantó la caja y la movió a un lado de su cabeza sin voltear, estaba demasiado enojada como para pensar.
Chaeyoung apretó los labios preocupada por lo que le había pasado ya que no sabía que la molestó.
La castaña tenía los ojos entre cerrados ya no entendía muy bien lo que estaba bien y lo que estaba mal, se podría decir que tampoco sabía muy bien en dónde se encontraba, solo sentía que estaba apoyada en algo.
"Creo que has bebido demasiado ¿Estás bien?". Escuchó una voz a su lado y casi se le sale el corazón, pegó un brinco y se apartó rápidamente encontrándose con un chico que la miraba expectante.
"Seguro fui pesada, lo siento". Se disculpó.
"Está bien, sunbae, más bien gracias, gracias por tu ayuda antes". Sonrío levemente.
"¿Eh?". Estaba confundida.
"Bebiste en mi lugar por el reto de hace rato, no soy bueno bebiendo". Aclaró.
"Ah...eso".
"A cambio te comprare un helado". Se levantó. "Vamos". Chaeyoung lo imitó para luego seguirlo.
Al salir del restaurante notó lo gracioso que era el chico por un par de bromas que soltó en el proceso, además de gracioso era bastante apuesto y no puedo evitar pensar que la suerte en el amor podría estar tocando su puerta.
Dio dos pasos hacia delante y se tambaleó, llevando la mano a su cabeza trató dr estabilizarse, el pelinegro se acercó preocupado.
"Sunbae, ¿Te encuentras bien?".
"Estoy bien solo algo mareada". Lo tranquilizó. "Creía que estaría bien si caminaba un poco...". Antes de que el chico pudiera poner la mano en su hombro para ayudarla, una mano detrás la quitó con enojo y la jaló por el brazo.
"Sunbae, estábamos por ir a comprar unos helados ¿Necesitas algo?". Preguntó sorprendido por la reacción de Mina.
"Ahora no". Seca y fría.
Ambos cruzaron miradas desafiantes por unos instantes.
"Bueno entonces, entraré primero". Sonrió.
"Oh, esto". Chaeyoung volvía a estar un poco consciente.
"Vamos a casa, estás muy borracha". Son la miró sin saber que decir y más cuando sintió un apretón en el hombro. "Te llevaré".
No dijo nada solo se aguantó el enojo y caminaron unos cuantos pasos hasta que Mina se freno repentinamente.
"Iré por mi bolso, espérame". Chaeyoung rodó los ojos y resopló como respuesta, Mina caminó hacia donde había dejado el bolso y la castaña se quedó en el mismo sitio.
"Mina". La llamó y la misma se dió la vuelta."¿Por qué siempre debo hacer lo que quieres?". Susurró y apretó los puños.
Myoui se acercó e inclinó porque no había escuchado bien. "¿Que? No te escuché bien".
Eso había sido el colmo para una enojada coreana. "¡Lo que dije es que yo quería ir a por un helado!". Gritó y su cara se puso completamente roja. "¡Me iré sola!". Ahora fue ella quien se dió la vuelta, Mina estaba sin palabras, nunca se había puesto así.
Al ver cómo caminaba erguida solo suspiró y se acomodó el cabello.
"¡Oye, Chaeyoung!".
A pocos pasos en un callejón se encontraba Sana besando a una de las chicas de la fiesta, apretándola contra la pared, subió el sueter de la misma para subir la mano y apretar uno de sus pechos mientras que con la otra apartaba las pequeñas bragas de la castaña para frotarle lentamente el clítoris.
El grito de Mina llegó a sus oídos y abrió los ojos, sin dejar de hacer lo que estaba haciendo desvió la mirada a la calle.
"¡Vamos juntas!". Las vió pasar, Chaeyoung estaba viendo hacia abajo tan enojada que se le notaba a leguas y Mina bastante preocupada detrás, se separó de la chica y sonrió.
"Sunbae". Sintió la cálida mano de la chica en su mejilla.
"Sigamos". Dijo y la tomó del mentón para volver a unir sus labios no sin antes echar un último vistazo lleno de veneno hacia la calle.
«Realmente esas dos son tan divertidas» pensó.
"Entonces ¿Nos vamos a casa?". Preguntó.
100 vistas y 30 votos y subo el siguiente capítulo <3
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