Bad
Casi te sientes avergonzado, de que alguien pueda ser tan importante, que sin él te sientes como si no fueras nada.
Nadie podrá entender cuanto duele, te sientes sin esperanza, como si nada pudiera salvarte y cuando todo termina y él se ha ido, hasta deseas que todas las cosas malas regresen, para que al menos puedas tener de vuelta lo bueno.
(Rihanna-we found love)
El humo y las luces intermitentes sobre la pista le nublaba la vista, la potente música lo dejaba sordo, el lugar olía a sexo y sudor, pero lo único en lo que KyungSoo estaba concentrado era en el magnífico cuerpo apoyado en su espalda, la prominente erección en su trasero y los labios gruesos que dejaban besos húmedos en su blanquecino cuello.
Todo era un total desastre a su alrededor, con Kai siempre era de esa forma, una vida alocada; sin límites, sin control alguno sobre lo que hacían. KyungSoo estaba enamorado de un soñador incansable, uno que sería libre toda la vida.
Kai era un alma libre, tanto que veces lo asustaba.
Sin embargo, en esos momentos no podía pensar, no cuando las hábiles manos de su novio recorrían la suave y nívea piel de su abdomen. No podía pensar en nada, no cuando sus besos lo hacen llegar a la luna, como si lo hubieran dejado caer de los más alto. Sí, ese era el efecto que Kim JongIn tenía en él.
Lo tenía en sus manos, tanto que lo asustaba.
KyungSoo no tenía idea alguna de cómo habían llegado a la camioneta, esa que habían comprado juntos. La cantidad de alcohol que ingirieron ya le estaba pasando la factura. Pero eso no importaba. No cuando esas enormes y ásperas manos se pasaban por sus muslos y lo apretaban contra el cuerpo ajeno, sus pantalones habían desparecido en algún momento -no sabe cuándo- y su amante preparaba su entrada mientras lo acorralaba contra el asiento trasero de la camioneta. Todo era jadeos y gemidos pidiendo por más.
Cuando finalmente JongIn estuvo dentro, se dejó llevar por el calor y el ardiente placer que sufría su menudo cuerpo, porque JongIn sabía dónde tocarlo, como llevarlo al límite y luego devolverlo a la realidad, o como torturarlo con embestidas lentas y certeras.
Su visión se llenó de estrellas de colores y su respiración se volvió pesada. Se corrió con un gemido ronco y fuerte, con JongIn todo era adrenalina pura.
Él había culminado, pero su novio aún golpeaba con dominante entusiasmo en su interior, gruñendo y marcando la piel de su cuello.
Sí, todo era duro y caliente.
Lo hicieron toda la madrugada, haciendo que la camioneta se moviera con entusiasmo en el casi desierto estacionamiento. Ambos eran insaciables, eran el uno para el otro.
#-#
KyungSoo se removió, la superficie en donde su cuerpo dolorido descansaba se movía de arriba abajo. Se removió un poco sin abrir los ojos y el sueño comenzó a abandonar su cuerpo, bueno esa superficie resultó ser el cuerpo de JongIn, ninguno tenía una prenda y lo único que mantenía a KyungSoo de la desnudez total era la chaqueta de cuero sobre su trasero. Podía sentir los pequeños rayos de sol que no entraban del todo, porque los vidrios eran polarizados.
Sus ojos ni siquiera se abrieron y él ya sabía que su cabeza iba doler como la mierda. Estiró sus brazos y buscó sus pantalones, en donde encontró su celular, abrió uno de sus ojos y observó la hora, eran las tres de la tarde de un lunes y ellos estaban aún en el estacionamiento de su lugar de trabajo.
Bostezó y se removió sobre el cuerpo de su novio, quien ya daba indicios de estar despierto. KyungSoo fue derribado al costado del moreno y disfrutó en demasía como éste lo abrazaba con fuerza y movía sus largos dedos en sus caderas y luego en su vientre, suspiró con satisfacción y enterró su rostro en la cálida piel del pecho de su novio.
-Hey... Hola -habló el moreno con voz ronca y dejó un beso en su cabeza. KyungSoo suspiró y respondió con un beso justo en el centro del duro pecho. JongIn sonrió y estiró sus manos para tocar los lechosos muslos de KyungSoo y subir con caricias hasta ese bonito y redondo trasero. El más bajo soltó un pequeño grito al sentir a sus glúteos ser amasados por la grandes manos.
-JongIn... -habló quedito. -S-son las tres de la tarde -la voz le falló cuando el moreno lo puso de espaldas al asiento y beso cada una de las marcas oscuras en la piel de cuello.
-¿Y eso importa? -soltó el moreno.
-Bueno, pues... pues... -la realidad era que no tenía y tampoco quería dar una excusa. Simplemente dejó que JongIn lo besara a gusto, porque no podía resistirse ante su moreno, no cuando lo amaba tanto.
KyungSoo estaba perdidamente enamorado de JongIn.
JongIn acarició con los labios entreabiertos la piel de KyungSoo, dejando que su aliento caliente cayera en la piel húmeda. Beso cada rincón de su mandíbula y se desplazó como un experto a los carnosos labios, paso su lengua por los mismos y luego los succionó con hambre.
KyungSoo soltó un gemido de aprobación cuando JongIn abrió sus piernas y se metió entre ellas, dándole más calor del que ya tenían, el roce de pieles era delicioso y magníficamente confortante. El más bajo rodeó las caderas de JongIn haciendo que estén más pegados, disfrutando ambos de la fricción, de sus ya duros miembros.
Por unos minutos se permitieron sentir el calor ajeno, porque estar así de juntos era lo más malditamente magnífico que puede ocurrir. El roce de pieles es caliente, al igual que los besos.
Las uñas de KyungSoo se enterraban en los anchos hombros de su chico, mientras soltaba gemidos en los oídos contrarios y arqueaba su espalda por las caricias traviesas en los lugares más ocultos de su suave piel.
La fricción entre sus miembros aceleraba a medida que pasaban los minutos. Con palabras en susurros, porque no hacía falta gritar JongIn, más, así. El nombrado perdía la cabeza con simples palabras.
Esos rosados y gruesos labios lo invitaban a cometer los más grandes pecados.
- Dentro de mí... -gemía en su oído. Una orden muy explícita, que JongIn no estaba dispuesto a desobedecer.
Se aseguró de estirar de nuevo las apretadas paredes de su novio, haciendo que su miembro diera un tirón de anticipación cuando escuchó en un gemido quedo Dentro, vamos amor... estoy listo.
Cuando estuvo dentro del caliente agujero de su novio, soltó un gemido ronco y besó los carnosos labios con hambre. Siempre era una exquisitez estar dentro del menudo cuerpo, era su adicción, un cuerpo del que jamás se cansaría.
Ese hermoso cuerpo de piel blanca que ya había monopolizado.
KyungSoo era completamente suyo y lo amaba, si, estaba perdido en esas largas pestañas negras, en esos labios rosados y bonitos que lo dejaban embobado cada vez que sonreía. Amaba hasta el último de sus cabellos. KyungSoo era su tranquilidad, su toque de razón en toda esa vida loca que llevaba.
Por eso no podía disimular su mirada de loco enamorado, cuando lo observaba jadeando bajo su cuerpo, con las mejillas rosas, labios entre abiertos y el sudor que mojaba sus largos cabellos rojos. No podía evitar sentirse ridículamente orgulloso de causar que esos ojos se cerraran con cada fuerte embestida. Amaba con todo su ser sentir las uñas enterrarse en su espalda. Y amaba cada uno de los sonidos que salían de lo más profundo de su garganta.
Amaba todo de KyungSoo, estaba jodidamente loco por él.
Por eso y mucho más sus caderas dieron golpes certeros contra los glúteos del más bajo, causando un sonido excitante a sus oídos.
-Un poco más... -gemía el más bajo y JongIn le daba todo lo que podía. Duro y fuerte, porque sus gemidos eran como estar en el cielo y en el infierno a la vez. -Sí, así JongIn, no te detengas. -por supuesto que no lo hizo.
-Tan delicioso... -le gruñó en el oído, dando una fuerte embestida, y otra y otra, hasta que los gemidos fueron incontables y los rasguños en su espalda dolían. Atrapó los labios de KyungSoo en un beso húmedo, porque estaban al borde del abismo, a solo segundos del ansiado clímax. Y cuando este los golpeó duro y fuerte, ambos gimieron por última vez, derramándose juntos.
Todo se volvió pesado de repente, tratando de calmar sus respiraciones.
JongIn repartió besos por todo el rostro de su novio, beso sus párpados, sus mejillas, su frente y terminó en sus labios.
-Te amo... buenos días. -sonrió sobre los labios.
-Buenísimo día... -le respondió el más bajo; aún con los ojos cerrados. -También te amo.
Eran esos los momentos que hacían a KyungSoo olvidarse del desastre que eran ambos. Todos esos momentos de locura desmedida era borrado de su memoria cuando el moreno le hacía el amor de esa forma, cuando susurraba los cursis pero necesarios te amo.
Olvidaba todas las cosas malas.
#-#
Ambos eran un caso perdido, habían conseguido un trabajo los fines de semana, donde la paga no era mucha, pero entre los dos alcazaba para pagar su pequeño departamento y los gastos.
KyungSoo era feliz de esa forma, con todo y las locuras.
JongIn no le ofrecía todos los lujos con los que KyungSoo había nacido, y no le importaba, porque por eso se había ido con él, escapando de toda la vida monótona que le ofrecía su adinerada familia. JongIn era un alma libre y amaba todo de él.
A pesar de las noches de fiestas, a pesar de las peleas.
Su vida era divertida, siempre viviendo al límite y divirtiéndose con su grupo de amigos. El simple hecho de estar junto al chico que ama, lo hacía feliz.
Sin embargo, KyungSoo a veces no podía evitar pensar en el futuro, en lo que será de ellos cuando ya no sean jóvenes y deban enfrentarse a la vida real. Cuando sus cuerpos ya no den para salir de fiesta y tampoco para tomar y tener sexo alocado en el asiento trasero de su camioneta. Ama tanto a JongIn que tiene muchísimo miedo.
Ha intentado que JongIn vea que la juventud no les duraría para siempre. Pero, JongIn era un alma libre y siempre lo sería.
Viviremos del aire, de la música y el arte, KyungSoo.
Era hermoso, pensar que podría vivir de eso. Pero la realidad era más cruda. Aunque a pesar de todos los contra, él se quedó junto a JongIn.
Hasta que todo se volvió un caos, como siempre, pero peor. JongIn jamás había usado drogas, pero esa noche en la que ambos habían ido al club a unas cuadras de su departamento, las probaron.
KyungSoo ha de admitir que la primera vez fue genial, era una sensación tan malamente buena. Las luces de colores se volvieron más llamativas, los besos de JongIn se volvieron más calientes y su sangre hervía en sus venas.
La segunda vez, fue una semana después, la misma sensación, locura sin medida, besos calientes, caricias que quemaban y el más exquisito éxtasis.
Fue genial las primeras veces.
Todo se desmoronó cuando JongIn ya no lo llevó al club y llegaba al departamento con ganas de folllarse hasta a la pobre almohada.
KyungSoo dejó de sentir el maravilloso éxtasis, empezó a sentir que JongIn ya no lo amaba, cuando ya no le hacía el amor y sólo quería follarlo duro y fuerte.
Entonces JongIn ya no iba al trabajo y KyungSoo comenzó a dudar. ¿Se había cansado de él?
Entonces JongIn fue reemplazado en su empleo y casi no lo veía, sólo en las frías noches cuando llegaba con las pupilas dilatadas y ganas de tirárselo. Y KyungSoo ya no se dejó, no cuando los besos ya no tenían adoración, sino simple deseo Me buscaré una puta, entonces.
Y todo fue cuesta abajo. Las palabras dolían y JongIn se había perdido.
KyungSoo se cansó.
Y justo a tiempo apareció un viejo amigo, recordando lo que había perdido. La riqueza y las comodidades que había tenido.
Si JongIn ya no lo amaba, era lo único que podía hacer.
ChanYeol, se lo llevó un día de invierno, cuando se cansó de las discusiones y los besos bruscos.
Le había dolido tanto.
Porque JongIn era la mitad que le hacía falta. Su lado libre e irracional.
Todo volvió a la normalidad.
Demasiado normal para su gusto.
ChanYeol le dio todo, lujos, el amor que JongIn no le dio en todo ese tiempo. Pero, todo era demasiado tranquilo, sin salidas en la madrugada, sin rondas infinitas de sexo duro y caliente en la vieja camioneta.
Aunque ChanYeol le daba todo, nada era como JongIn. Se vio extrañándolo más de lo debido.
Hasta quiso volver al pequeño departamento, con las estúpidas discusiones, sólo para verlo y disfrutar de todo lo que Kim JongIn implicaba. Pero, ya nada podía hacerse.
JongIn no lo buscó.
JongIn ya no lo amaba.
Todas las cosas malas se habían ido y ya no volverían jamás.
Encontramos el amor en un lugar sin esperanzas.
#-#
HOLAAAA
COMO ESTÁN?
LES TRAIGO ESTE ESCRITO /-\ SORRY POR MI LEMON KK ;;
ESTO VA DEDICADO A ValSinisterra ♡ CON AMORS...
NO SE DESESPEREN QUE AÚN QUEDA SEGUNDA PARTE. TAL VEZ HASTA TRES ♡ GRACIAS POR LEER ♡
DISCULPEN LOS ERRORES ;;
NOS LEEMOS ♥
VIC~
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