Veinte
Mingyu estuvo sentado fuera de su departamento hasta que oscureció, su mirada puesta sobre los autos que iban y venían con luces brillantes dejando una estela en la calle. Suspiró observando sus dedos entrelazados, jugando entre ellos como si fuera interesante. Sus amigos tenían trabajo así que llamarlos sería un acto egoísta, quizás debería tomar su celular y mandarle un mensaje a su hermana, a veces ella le mandaba audios quejándose de cualquier cosa. O quizás él debería tomar un taxi y visitar a Minghao.
Quería verlo y contarle todo lo que había sucedido, contarle acerca de Wonwoo y como se sentía respecto a estar solo. Él quería hablarle sobre el mundo, decirle que su cama era un desierto y que lo cursi se le antojó desde hace días. Mingyu quería hablar sobre él, sobre todo, sobre Minghao, sobre Wonwoo, sobre Hanna. Quería llorar un rato más abrazando a alguien. A quien fuera.
Wonwoo salió de su departamento y Mingyu alzó la mirada. Él se veía tranquilo, triste, confundido, tanto que Mingyu se apartó y señaló el espacio para que el chico se sentara, y así fue, ambos lado a lado viéndose algo deprimentes en un silencio de ciudad. Mingyu miró a Wonwoo por largos segundos recordando el beso.
¿Cómo había sido su primer beso con Minghao? Ambos estaban nerviosos, jóvenes, inexpertos, Mingyu fue el primero en acercarse pero Minghao fue el que tuvo la iniciativa, él fue más valiente y juntó sus labios con firmeza en el primer tacto sensible para los dos. Fue el primer beso de Mingyu con un chico y fue el primero de todo para Minghao.
Sintió la delgada mano de Jeon sobre su hombro.
—Te ves deprimido.— Dijo Wonwoo.
—¿A dónde regresas cuando no debes regresar?— Preguntó tontamente.
Wonwoo abrió los ojos de par a par en una pequeña sorpresa, al parecer él lo había entendido mejor que nadie, incluso mejor que Mingyu. Hubo más silencio.
—¿quieres regresar con Minghao?
—Quiero regresar a casa, no solo con Minghao. Quiero estar de vuelta con mis amigos, en mi trabajo, con mis padres. Pero si lo hago no podré salir del ciclo.
—Vuelve. —Respondió Wonwoo con simpleza.
—¿Qué?
—Vuelve. Kim, al menos ve con tus padres, visítalos un rato, no tienes que dejar todo tu mundo de golpe... Es como los alcohólicos en rehabilitación. — Wonwoo se puso de pie y buscó algo en su bolsillo. —Si te sientes solo ve y quédate con ellos aunque sea un momento, eso te ayudará. Toma.— Wonwoo lanzó algo al aire y Mingyu lo atrapó. Eran las llaves de un coche. —Espero sepas manejar y no lo estrelles
—¿dejarás que me lleve tu coche?
—Es una garantía de que volverás, si no lo haces entonces llamaré a la policía. No me mires así, Kim, no quiero ir por mi hermano a su universidad así que le diré que te presté el coche.
—Se molestará.
—Ya cerré mi habitación bajo llave, mis cosas estarán protegidas.—Wonwoo extendió la mano y Mingyu la tomó para ponerse de pie. —No necesito el coche por hoy ni mañana, mi madre fue a cuidar a mi abuela algunos días, no tenemos que ir por ella ni nada por el estilo. Toma el coche y visita a tu familia, estoy seguro de que a ellos les encantará verte.
Mingyu suspiró observando su mano y segundos despues asintió. Le dio las gracias a Wonwoo y fue directo al auto para poder irse. Se fue.
Manejó por lo menos tres minutos antes de detenerse en un semáforo, la calle estaba casi sola y él no podía dejar de pensar si era una buena o una mala idea, estaba nervioso, no quería estar cerca de Minghao pero sí que extrañaba a su familia ¿entonces qué hacer? Ya iba en el coche, sin embargo siempre podía dar la vuelta y regresar. Maldijo en voz baja por no saber qué hacer.
Su mirada viajó por el interior del coche encontrándose con todo el lugar limpio, pulcro, de hecho, casi como si fuera nuevo, supuso que Jaejoon o Wonwoo lo mantendrían así. Su mirada curiosa llegó hasta la guantera y la abrió con interés. No había nadie para verlo y él no desordenaría nada, lo volvería a dejar intacto y ni Wonwoo ni Jaejoon se enterarían.
Habían fotos, más fotos. Las tomó y comenzó a verlas una por una.
Wonwoo. El chico era precioso, sin duda lo era, quizás Jaejoon era consciente de ello y por eso guardaba las fotografías, cada una sobre Wonwoo en distinto lugar, con iluminación y composición siempre distinta. Era un poco extraño. Cuando llegó a la última esta estaba parcialmente deteriorada, una fotografía vieja con un Wonwoo adolecente, incluso tenía marcas de fuego en ella ¿Por qué? Le dio la vuelta encontrando algo escrito.
"Mi hermano"
Entonces la fotografía era de Jaejoon. Regresó todo a su lugar y alzó la mirada encontrándose con el semáforo cambiando de verde a amarillo, suspiró. Miró a todos lados la calle vacía y optó por regresar. No era el momento, aun no, si lo hacía mandaría todo al demonio e iría a refugiarse en Minghao, de nuevo se vería atrapado en ese ciclo que tanto desgastaba a ambos. No era correcto, al menos no ese día. O quizás solo era un cobarde.
¿Por qué siempre dudaba cuando se encontraba pensando en Wonwoo? Se maldijo una y mil veces mientras conducía. Se estacionó y bajó del coche observando el edificio y sintiéndose un poco apenado, Wonwoo realmente lo animó a irse ¿y que había hecho él? Regresar asustado y confundido acerca de todo. No era para nada fácil. Subió las escaleras desanimado diciéndose a si mismo que aún tenía tiempo para regresar al auto e irse de una buena vez, aunque al final terminara dando vueltas entre sí y no.
Se detuvo en medio del pasillo. Estaban discutiendo, no, ellos se estaban gritando tan fuerte que podía ver a su anciana vecina asomándose por su ventana con curiosidad. Ella vio a Mingyu y torció los labios en un intento de sonrisa para despues regresar a la oscuridad del departamento. ¿Por qué peleaban? ¿había sido por el coche? Seguramente sí, Jaejoon debió molestarse y ahora le estaba reclamando a Wonwoo, y era malo. Se acercó a la puerta de los Jeon con curiosidad.
—No es tu asunto Mingyu...— Se susurró.
No era su asunto, no lo era, tenía que respetar la privacidad de sus vecinos e ir a la cama. Minghao incluso lo regañó varias veces por escuchar sus llamadas telefónicas, él debía respetar la privacidad de las personas, y más cuando estas no eran ni familia ni pareja. No era su asunto asi que tenía que ir a su departamento y dormir, si, dormir. Se dio la vuelta.
—Vete con tu jodida novia y no vuelvas.— Era Wonwoo, su voz profunda llena de asco. Mingyu se quedó. —¿es lo que querías no?
—¿Es por eso que haces este jodido berrinche? ¡Por Dios, Wonwoo, no eres un jodido niño como para no saber lo ridículo que eres ahora mismo!
—¡Me importa una mierda!
Escuchó un fuerte golpe y huyó de ahí hacía su departamento, se escondió. La puerta de los Jeon se abrió de golpe y Wonwoo salió furioso de ahí, Mingyu estaba viéndolo por la mirilla de la puerta. Jaejoon tomó al mayor del brazo y lo giró con brusquedad. Mingyu en serio nunca trataría así a su hermana.
—¿vas a volver a huir? ¿Crees que no me doy cuenta cuando me evitas? Eres tan infantil.
—Déjame un jodido minuto en paz.— Wonwoo lo empujó. —Estoy cansado de ti ¿no es evidente? No toda mi maldita vida me la pasaré en casa esperando a que llegues y me saques de quicio, tengo mi jodida vida también.
—¿y desde cuando el estúpido vecino es parte de ella?
Oh, Mingyu se sintió alagado.
—Desde que es MI jodida vida y decido quien es parte de ella. Si yo quiero me largo un mes sin decirte una mierda.
—¿y tienes que preocupar a mamá solo para joderme?
—Mamá sabe que no soy como tú, imbécil.— Wonwoo suspiró con fuerza y posó ambas manos en su rostro. —¿Por qué no me dijiste?
—¿Qué?— Jaejoon estaba confundido, incluso a la par que Mingyu quien seguía intentando ver. —¿de qué hablas?
—Tú y ella... Joder, Jaejoon, ella te gusta ¿verdad? Ella realmente debe gustarte. — Wonwoo lloraba. —Tienes tantas fotos de ella y yo no las vi, las ignore por completo. Soy horrible.
Jaejoon suspiró llevando una mano a su frente, él parecía cansado, tanto como Wonwoo. Mingyu estaba lejos de comprender lo que ocurría.
—Deja de llorar. No es importante.
Pero Wonwoo no se detuvo, lloró amargamente limpiando su rostro mientras las lágrimas seguían cayendo, Mingyu se sintió realmente mal ¿Qué acaso Minghao no lloraba igual? Ambos tenían el mismo semblante, uno realmente triste que podría amargar el mundo, con nubes grises y a punto de estallar en lluvia en cualquier momento. Wonwoo se veía como Minghao, tan triste y desconsolado, tan solo.
Mingyu quería abrazarlo y decirle que todo estaría bien. Quería pedirle perdón.
Jaejoon extendió su brazo hasta tomar a Wonwoo y lo acercó resignado y con cariño, quizás cediendo al llanto. Mingyu torció los labios ¿Qué había tan mal en ellos? ¿Por qué era incapaz de verlo como lo que era? Wonwoo alzó la mirada, sus preciosos ojos hinchados viéndose como los más tristes del mundo.
¿Qué podía dolerle tanto a Wonwoo como para verse de tal forma?
Jaejoon lo besó en los labios, y Wonwoo lo atrapó.
¿Cómo se verían los labios de Wonwoo al besar? Pregunta resuelta.
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