Hicieron una carrera tonta desde el balcón hasta el baño, y allí Keith encendió la estufa.
Lance acabó cediendo a ducharse con Keith. Que no quiero decir que Lance no quiera, pero es que se había duchado horas antes.
Dos duchas en un día. Pero bueno, nunca es tarde para estar limpito.

Lance observó cómo Keith trataba de quitarse los boxers húmedos y como su culo blanco radiactivo se movía.

-¿Tu alguna vez te has puesto moreno? - Keith giró su cabeza al oir semejante mierda de pregunta. Alzó las cejas. -¿No, no?

-¿Y tú, te pegaste fuerte de pequeño contra el tobogán?

-Cómeme los huevos. -murmuró el contrario.

-Te comería otra cosa pero no tengo hambre. -Keith sonrió y abrió el grifo. Dejó que se calentase el agua y miró a Lance. -¿Tengo que quitarte yo la ropa?

-No no. O si. -el cubano sonrió y se acercó a Keith. El coreano alzó una ceja y colocó su mano sobre su paquete. Con sus dedos hizo fuerza y espero la reacción ajena. -¡Vale vale lo hago yo! - Keith soltó una suave carcajada y se metió en la ducha. Lance se quitó la ropa húmeda y se metió junto a Keith.
El coreano pudo apreciar su color original de piel.

-Mira que antes te he visto el culo pero ahora me doy cuenta de lo moreno que eres. -le miró los hombros. -Tienes marcas de camiseta.

-Si, pero menos. Ya sabes donde se concentra lo bueno. - Keith rodó sus ojos.
Dejó que el agua le empapase entero y que su pelo cayese en su cara.
Con sus manos lo echó hacia atrás, y eso a Lance se le hizo muy sexy. Keith abrió sus ojos y se encontró a Lance mirandole.

-¿Que?

-No, nada. -Lance sonrió de forma suave y giró su cuerpo hacia los jabones. Se enjabonó su propio pelo y ayudó al contrario.

En la parte del cuerpo no se resistió.

-¡El culo ya está limpio, déjalo! -gritó Keith.

-¡No, un poco más! -el coreano río y después soltó un quejido.

-¡Ya vale! - Lance se echó a reir, pero paró al verle acercar sus manos a él. -¡Eh eh, que yo ya estoy limpio! -Keith se echó a reír.

Acabaron en el sofá, con el pelo húmedo y pijamas de Keith tipo chándal.

-¿Comes sopas orientales? - Lance alzó los hombros. Tenía una pierna sobre el respaldo del sofá y un cigarro entre sus dedos.

-Si.

-Es que en mi casa no vas a ver comida animal.

-¿Vegano?

-Vegetariano.

-Vaya exquisito. - Keith rodó sus ojos. Se acercó al sofá y le pegó en la pierna.

-Quita el pie de ahí. -acabó sentándose a su lado, entre sus piernas. Miró de reojo los pantalones que tenía puestos. Le venían un poco estrechos y se le remarcaba todo. -Te puedo medir el rabo ahora mismo.

-Mide 35 centímetros. De nada. -Keith negó riendo junto a la tos de Lance de fondo.

-Si, o 50, no te jode. -apoyó su cabeza en su pecho y su espalda en su vientre.

-¿No te lo crees?

-Lance, la tienes grande, pero te has emocionado midiendo.

-Tu si te emocionas cuando la ves. -Keith puso los ojos en blanco.

-Tu antes eras más mono. ¿Donde está tu inocencia?

-Junto mi virginidad anal.

-O sea que me la he follado.

-Algo así. -dió una calada al cigarro y se lo pasó a Keith. Observó como posaba sus labios en el cigarro que él había tenido escasos segundos en su boca. Le parecía lo más sexy del mundo.
Pero dejando eso a un lado quería mimarlo.
Sabía que Keith era un tío duro, pero no todos somos de hierro o piedra. Debía tener algo. Algo que no le había contado.
Tenía ganas de darle besos, ganas de abrazarlo, de hacerle aún más reír.
Pero no como ocurría últimamente.
Quería decirle te quiero y que él le respondiese un yo a ti más. O yo que se, aunque fuese un que cursi eres. Quería saber si sentía lo mismo.
Si es que era él que era fácil, que había bajado defensas.
-Keith. -pronunció tras unos segundos de silencio. El coreano le miró. -Ven. -el coreano frunció el ceño. Soltó el humo por la boca y dejó el cigarro sobre el cenicero.

-Que.

-Ven coño. -el coreano alzó las cejas sin saber que ocurría exactamente. Fue al ver como le envolvía en sus brazos cuando supo que le pasaba.

-¿En serio Lance?

-Cállate anda. -el cubano cerró sus ojos y le abrazó contra su pecho. Pasó sus manos por su cabello y besó su frente. Keith levantó su rostro y le miró.

-¿Quieres? - Lance asintió mirando su boca. Keith se acomodó un poco más arriba y aún sobre Lance, dejó un beso en sus labios.
Lance se dió el gusto de abrazar su cintura y pegarle a su cuerpo. Lance no llevaba camiseta, Keith por desgracia si. Y digo por desgracia por qué Lance se moría por tenerle piel contra piel. Desnudo. Desnudo pero en el sentido más bonito de la palabra.
Desnudo sin necesidad de follar o toquetearse mucho. Sólo desnudos y abrazados, en silencio.
Tendría que confirmarse con eso al principio.

Todo se estropeó al oir el teléfono de Keith sonar.
Lance le abrazó con más fuerza y Keith respondió a eso con una risa tonta.

-Lance por dios, puede ser urgente.

-Nada es más urgente que abrazarme. Que les jodan. -besó su cara numerosas veces.

-Lance por favor. - Keith se echó a reír y le devolvió el beso en los labios de forma larga. -Ya por favor, empalagoso.

-Se llama afecto.

-Te me caes como mito. -dijo bromeando. Lance sonrió y se sentó en el sofá. Cogió otro cigarro y lo encendió. Apoyó en sus rodillas sus codos, y con las piernas abiertas de forma cómoda y ruda, espero a Keith.
El coreano cogió el teléfono.

-¿Si? -respondió. Miró de reojo la entrepierna de Lance. Vale, se le marcaba demasiado. Lance sacudió su mano con la queriendo decir vaya tela lo que llevas ahí. Lance rió y soltó el humo en una bocanada.

-Keith soy yo.

-Hola Shiro.

-Mira, me han llamado para un septum, que si tienes hueco hoy para pasarte y tal.

-¿No tengo día libre?

- Es un septum sólo. Lo que te den te lo llevas a casa. - Keith suspiró.

-Bueno vale. ¿Hora?

-Cuatro y media. No tardes.

-Que no. Nos vemos luego. -suspiró y colgó. Miró a Lance tras dejar el teléfono en la mesa. -¿Me acompañas luego al local?

-¿No es obvio que si? -el cubano sonrió. -¿Y que mirabas tanto ahí abajo?

-Dios Lance se te marca muchísimo. -dijo el coreano riendo.

-¿Quieres verla?

-Créeme, si la veo acabarás gozando en ese puto sofá. -Lance alzó una ceja junto una sonrisa tonta.

-¿Es verdad lo que dicen del piercing de la lengua?

-¿Quieres comprobarlo? - Keith sonrió de forma aún más tonta.

Pero para tontos, ellos.