Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌹23🌹

-Lance, esto es algo que tiene que nacer de ti, no del calentón. - Keith seguia sobre él, apoyado por sus brazos.

-Que estoy listo Keith.

-Estas cachondo, que es distinto. -Lance cambió su mueca a una más seria.

-Tienes dos opciones: o confiar en mis putas palabras y hacerme caso o dejarme así y hacer que me vaya. - Keith cerró sus ojos.

-Voy a por lubricante. - se levantó y fue en busca del mencionado.
Llegó al cuarto. Se agachó para buscar dicho bote, y cuando se dió la vuelta tenía a Lance con los pantalones de chandal por la cadera, casi muslo, y un bulto tremendo en la entrepierna. -Pero vuelve al sofá.

- Si vuelvo me acabo pajeando. - se dirigió a él y le agarró del cuello con los dedos.

-Lance, ¿seguro seguro?

-Más que nunca.

-Te he avisado. -Lance asintió. Fundió su boca en la ajena y dejó que Keith le apretase el culo con las uñas. Soltó un ligero jadeo y se dejó caer en la cama.

Con el encima, abrió con sus propioz dientes el condón. Tiró por un lado el plástico del mencionado y tiró de su soplico el envoltorio que tenía en sus labios.
Keith estaba sentado en su vientre. Estaba notando la polla de Lance contra su puto culo y eso se la ponía muy dura.

-¿Está bien? -murmuró el cubano al ver que el coreano miraba el condón con detenimiento. Keith asintió. -Aun así yo no tengo nada, ninguna ETS de esas. - Keith sonrió al oírle decir aquello.

-Yo tampoco. - se miraron.

-Pues a pelo ¿no?

-No voy a follarte por primera vez el culo a pelo Lance. -sonrió y acercó su rostro al ajeno. El moreno de piel acarició su trasero.

-¿Yo puedo?

-Cuando acabemos esto. -dijo besando su boca. -Voy con cuidado eh. -Lance asintió. Tragó saliva al ver como se ponía el preservativo casi delante suya. Todo si no hubiese sido por el hecho de que lo hacía con el calzoncillo aún encima.

-Pero bájatelo. - Keith chasqueó su lengua y se bajó el boxer. Lance apreció que a Keith le crecía ahora el caminito de vello púbico. Es una cerdada, una puta cerdada, pero a Lance se le hizo curioso.
Ignorando que se estaba poniendo la gomita, pasó su sexo índice por ahí. -¿Te depilas a menudo? - eso era lo que le gustaba a Keith. La confianza y espontaneidad que había entre ellos, la confianza. Podrian hasta hablar de pedos seriamente si querían.
Keith suspiró.

-No. Ahora un poco si. Pero de normal no.

- Es sexy eh.

-Gracias, supongo. -dijo sonriendo, ahora mirándole.
Le bajó el pantalón con calma y luego los boxers. Lance interrumpió de nuevo.

-Keith, que todo sea tan silencioso y lento me pone nervioso. -dijo un poco mosca. Keith se acercó a él. -Soy demasiado mariquita. -Keith rió a carcajada limpia.

-Eres pasivo principiante, eso es todo. -besó sus labios y susurró. -Yo me encargo de que esto se vuelva más erótico.

Y cumplió su promesa. Ahora Keith estaba acariciandole el sexo a Lance, mientras lamía y mordía su cuello. Lance se dedicaba a tirar de su pelo y clavar sus uñas en su nuca.
Gimió al notar sus dientes y el dedo pulgar en la puntita.

Estaba listo.

Keith besó sus labios por última vez. Cargó sus piernas en su cintura y le miró de reojo.

-Voy. -allá que iba.

- Si. -susurró.

Tras pringar su entrada de lubricante (mucho, más que nunca había usado), acercó un dedo. Se metió con algo de dificultad. Lance frunció su ceño.
Keith, para contrarestar esa sensación incómoda, empezó a masturbarlo, aún sobre él. Lance empezó a jadear de nuevo. Y otro dedo. Se quejó y apretó sus labios. Empezaba a doler.
Pero fue al tocar su punto dulce cuando Lance se encorvó suavemente. Keith sonrió.

- Que mono.

-Comeme los huevos... -jadeó. Lance cerró sus ojos y alzó suavemente su cabeza.

Estaba hecho. Ahora la peor parte.
Keith dejó de masturbarlo y miró de reojo la entrada del cubano. Con lentitud metió la punta. Lance empezó a negar.

-Duele joder.

-¿Te echas atrás ya? -Lance negó ante esa pregunta. Y Keith se enterró en él en un suave jadeo. Estaba putamente estrecho. Se había follado culos, pero que el supiese nunca uno virgen. Eso era el paraíso para él.
Miró a Lance.

-Vale, todo va bien. -miró su sexo enterrado en su culo. -Absolutamente todo. - se refería a esa última mala pasada. Lance asintió.

-Muévete. Pero...

- Que si, con cuidado. Tu tranquilo. -murmuró. Si que era cierto que Keith era de follar duro, le ponía mucho. Pero haría una excepción por el cubano.
Sujetó sus muslos y movió lentamente sus caderas. Entró y salió alguna que otra vez, con cuidado. Lance se quejaba mientras se tapaba la boca.

- Keith... -murmuró con el ceño suavemente fruncido. Y mientras movía lentamente sus caderas, besó sus labios.

-Lance te juro que estás tan estrecho que no se me puede poner más dura... -confesó. -Pero tranquilo, está todo bien. -asintió. Se dió cuenta de que Lance, aún sin ser aún estimulado, seguía empalmado.

Pasaron varias estocadas lentas y Lance ya no se quejaba, gemía en voz baja.
Ahora venía lo bueno.
Keith levantó suavemente un muslo del cubano, y se metió casi todo lo que pudo dentro de él. Lance gimió de forma algo aguda. Keith se mordió el labio al oírle gemir así.
Los únicos gemidos que le había oído producir eran putamente duros y firmes. Estos variaban, subían y bajaban. Y le gustaba mucho.

- Keith... ya... vamos Keith... -susurró abrazado a su cuello. Y Keith, tras morderse el labio, empezó a follarle como mejor sabía: hasta el fondo, duro y con una paciencia indecente.

Lance empezó a arañar su espalda, a gemir en voz alta, a pedir más y a quejarse al notar como se metía en el muy rápido o muy fuerte. Eso si, había descubierto que en el fondo, eso no se sentía del todo mal. No si al hacerlo llegaba a su próstata y acertaba en puntería.
Le hacía encorvar la espalda, mirarle y gemir en su cuello a base de besos.

Se corrió en su abdomen, como jamás se había corrido en su puta vida. Keith en el preservativo, y terminó sobre él, sudado y exhausto.

Lance ya no era virgen. Ni de culo ni de nada

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro